sábado, 16 de noviembre de 2013

Se asombró cuando se despertó a las dos de la tarde. Nunca había dormido tantas horas seguidas y se sentía bien. Se fue directo al ordenador y conectó con Lidia, a esas horas estaba comiendo en la universidad y siempre lo hacía con el chat conectado. Le respondió en seguida y Miguel sonrió encantado y feliz al ver aquella carita risueña y preciosa a través de su pantalla. -¡Guau, tío Miki… tú cámara debe estar mal! ¡¡Qué mala pinta tienes!!- bromeó burlona -¡Muy graciosa!- se rieron entrañables- Sin embargo tú sigues preciosa ¿Cómo van esos estudios? -Más o menos, el trimestre pasado cateé cinco- comentó apenada -¡Eso es terrible chiquita!- le regañó seriamente -¡Pero ya recuperé tres!- añadió más animada -Vale, pero aún así tienes que esforzarte más corazón -¡Si lo hago, tío Miki!- se defendió abatida- ¡Pero no me podía concentrar sin saber de ti!- sintió una gran pena al oírla, no se había dado cuenta cuanto daño les había hecho sin querer a todos- ¡Pero ahora, ya verás como las sacó todas nuevamente!- volvía a hablar animada y feliz. -¡¡Buenos días Mikel!!- le saludó feliz Eva entrando por la puerta de la terraza, él le sonrió encantado -¡¿Mikel?!- repuso Lidia entusiasmada- ¿Andas por el norte, tío Miki?- preguntó intrigada pero él solo sonrió -¡Oh lo siento, estás ocupado, vuelvo luego!- repuso Eva azorada y se volvió -¡¡No, ven Eva!!- la detuvo ansioso- ¡Quiero presentarte a mi sobrina Lidia!- la animó moviendo la mano para que se acercara -¿Quién es Eva tío Miki?- preguntó Lidia intrigada -Mi vecina, cielo- la vio aparecer apoyándose en el respaldo del sofá detrás de su tío- Ella es Eva y esta monada es Lidia, mi sobrina preferida- las presentó; Eva la saludó moviendo la mano animadamente, tenía una sonrisa encantadora y era realmente bonita pensó Lidia que también la saludó con la mano mientras sonreía feliz -Pero no me contestaste, tío Miki ¿andas por el norte?- insistió tercamente, él solo la miró y sonrió pero Eva le guiñó un ojo confirmándoselo y Lidia mostró una sonrisa victoriosa; cosa que mosqueó a Miguel y observó rápidamente a Eva, pero ella solo se sonreía amistosa con su sobrina -Cualquier día te mandaré un billete para que vengas; esto te gustará, hay cosas preciosas, mi niña- comentó Miguel animoso -¡Ya veo, ya!- exclamó entrañable mirando conforme a Eva que le sonrió agradecida -Pero, ya sabes…- siguió diciendo Miguel firmemente -¡¡Sí, sí… bla, bla, bla… ni una palabra a mamá!!- le cortó Lidia desdeñosa poniendo gesto de cansancio y se rieron los tres- ¿Un billete tío Miki? ¿Acaso no puedo ir con el coche que me regalaste?- indagó sorprendida -Hombre cielo, poder puedes venir, yo llegué en la moto ¿no?- indicó resuelto y volvieron a reírse- pero prefiero que vengas en avión, son muchos kilómetros para venir tú sola conduciendo -¡¿En avión?! ¡¡Pues sí que has puesto tierra por medio!!- replicó asombrada y los tres rieron amenos -Bueno ¿Y cómo te van las cosas con Mark?- preguntó cariñoso pero ella puso gesto asqueado y triste -Mal, tío Miki; está descontrolado desde la muerte de Emma- contestó ofuscada y Miguel puso gesto de dolor al oír su nombre- ¡Ups, perdona tío Miki! ¡Perdóname por favor, la nombré sin querer!- rogó Lidia desesperada al verlo -No pasa nada cielo- la tranquilizó apesadumbrado, Eva se quedó callada y seria, escuchándolos- pero Mark siempre estuvo algo desmadrado, corazón- le comentó sereno mientras encendía un cigarrillo -¡¿Desde cuándo fumas tío Miki?!- preguntó asombrada su sobrina -Pues…- se quedó confundido mirando asombrado su cigarrillo en su mano- ¡Vaya! Pues no podría contestarte cielo; ni idea- repuso aturdido y su sobrina sonrió divertida -¡¡Ya te vale!! ¡¡Menudo ejemplo!!- se burló guasona y volvieron a reírse animados pero, al segundo, a Lidia le regresó el gesto dolido- Pues, sí tío Miki… andaba algo desmadrado pero controlaba bastante; sin embargo, ahora… No supera la pérdida- siguió explicando dolida -Lo siento corazón, pensé que lo llegara a superar- repuso Miguel apesadumbrando -Cuando la veía contigo, lo comprendía y estaba consiguiendo superarlo… pero después…-se detuvo e hizo un gesto de dolor- Tras ese batacazo inesperado… no soporta la idea de que no volverá a verla- se volvió a callar- Luí está desesperada, a veces no aparece por casa en todo el día y, luego, aparece borracho hasta las trancas… ¡La pobre no sabe que hacer!...¡Si dejarlo a su aire a ver que pasa o llamar a sus padres…¡Lleva dos meses sin aparecer por la facultad! El curso pasado lo tiene perdido pues no se presentó a la reválida- se calló de nuevo, lo miró desesperada con los ojos lacrimosos- ¡¡Charlie y yo no sabemos qué hacer ni cómo ayudar a la pobre Luisa!! -No sé qué decirte, mi vida- estaba desolado -¡¡Decírselo a sus padres inmediatamente!!- dijo de pronto Eva angustiada y preocupada, ellos la miraron- ¡¡Así empezó mi hermano y acabó en las drogas duras!!- añadió desesperada -Eso nos tememos… Últimamente empezó a andar con unas gentes nada recomendables- comentó recelosa Lidia -¡Pues no esperéis más, aún puede estar a tiempo de pedir ayuda!- repuso Eva alentada, Lidia asintió decidida y sus ojos brillaron ilusionados de nuevo -¡¡Si estuviera más cerca pequeña!!- se lamentó Miguel enfurecido, Eva le puso la mano cariñosa sobre su hombro -Si, por un casual, sus padres no quisieran haceros caso… porque pasa a veces- habló triste y dolida- llama a Mikel, lo traeremos aquí y lo ayudaremos- volvió a hablar decidida, ellos la miraban esperanzados- Muy cerca de aquí, hay un buen centro y, por mala suerte, yo sé cómo ayudarlo a superarlo- añadió sonriendo amargamente -¡De acuerdo, lo haremos así!- repuso animada Lidia, se sonrieron las dos confiadas- ¡Eres una tía guay, me gustas mucho!- añadió emocionada y se rieron los tres divertidos; se oyó un timbre a través de la pantalla- ¡Vaya! Me tengo que ir ya tío Miki; ahora tengo la recuperación de epidemiología y no puedo faltar…- expuso desalentada -Eso descarado que no vas a faltar, ni a esa ni a ninguna otra ¿entendido?- le recriminó seriamente y ella sonrió dulcemente- mañana hablaremos de nuevo, corazón- añadió cariñoso y ella asintió entusiasmada- ¡Te me cuidas! -¡Siempre!- respondió amorosa- ¡Cuida de mi tío, Eva…Tiene una pinta horrible!- bromeó burlona -¡Pues tenías que verlo cuando llegó aquí!- comentó ella estremecida, Lidia movió la cabeza en desaprobación mirando reprochadora a su tío -¡No le hagas caso que no estaba tan mal!- se defendió él- Algo sucio y cansado de conducir la moto varios días sin descansar bien, pero nada más; es una exagerada -¡Ya, cómo si no te conociera tío Miki…!- repuso Lidia reprochadora- Nos vemos mañana ¡A ver si también te veo a ti, Eva! -¡A ver, a ver…!- se despidió amistosa y Lidia sonrió encantada -¿No me dijiste qué no me contarías nada de tu hermano?- preguntó burlón y divertido mientras cerraba su ordenador. Ella comenzó a andar por la casa distraída con las manos cruzadas a la espalda -Yo me enteré que la mujer que amabas murió y yo te conté que mi hermano cayó en las drogas: estamos en tablas- respondió serena mientras seguía observando los cuadros de la casa. Miguel la miró sonriendo entrañable -Qui pro quo ¿no?- respondió divertido -Nunca se me dio bien el latín en el instituto, pero sí… Algo así- respondió tranquila -¿No sabes latín pero sabes lo qué he dicho?- se burló Miguel -¡He dicho que no se me daba bien… no que no lo entendiera!- repuso tajante pero divertida, se rieron entrañables. Ella se quedó parada ante la puerta del dormitorio- ¿Sabías qué ya se inventaron unas cosas que se llaman sábanas?- repuso en tono burlón mientras sonreía guasona -¿Sabías qué eres una cotilla?- respondió Miguel en el mismo tono que ella. Se volvieron a reír divertidos- ¿Puedo saber a qué debo tú grata visita a estas horas?- ella le sonrió entrañable -Quería preguntarte algo… ¡pero se me olvidó!- respondió sincera y bonachona y rompieron a reír a carcajadas- ¿Sabes qué tienes una risa muy bonita y fresca? ¡Deberías reírte un poco más!- comentó cariñosa -¡Acompáñame más y la oirás a menudo!- respondió agradecido -Si eso es todo lo que necesitas para sonreír, lo haré luego- bromeó divertida Miguel se movió en el sofá para verla mejor y se encontró un cd en el respaldo del sofá -¿Qué es esto?- preguntó distraído mirando la caja sorprendido -¡Ah, ya!- repuso Eva de pronto y se acercó al sofá, cogió el cd y se sentó a lado de Miguel- ¡Eso te quería preguntar! ¿Me dejas bajar alguna música para poner en el pub esta noche? Ayer te vi el portátil y…- rogó cariñosa, él sonrió divertido -Como no lo hagas tú… ¡No tengo ni idea!- contestó entrañable -¡Es fácil, hombre; mira!- sin darle tiempo a reaccionar se sentó en el suelo ante el ordenador que estaba sobre la mesita de café y entre las piernas de Miguel. Empezó a buscar en el ordenador lo que buscaba- Escoges lo que quieres copiar…- metió el cd en el ordenador, Miguel estaba agachado observando lo que hacía, los suaves rizos pelirrojos de Eva le rozaba la barbilla; tenía un delicioso olor a vainilla y deseó tremendamente besarla en él, se sintió perturbado y se recostó en el respaldo del sofá alejándose de ella. Eva lo percibió y lo miró despreocupada- ¡Observa que no te lo voy a repetir ¿eh?!- exclamó sujetándole de la camiseta y tiró hacia ella acercarlo, con tanta impetuosidad que sus rostros quedaron muy cercanos, demasiado. Ambos se quedaron mirando fijamente a los ojos unos segundos, tragando nerviosos saliva por las inmensas ganas que les asaltó a los dos por atrapar aquellas bocas… Pero Miguel reaccionó y se retiró nuevamente de aquella provocadora cercanía -¡A ver, sigue! ¡Te estoy observando!- expuso resuelto y se sonrieron entrañables, Eva volvió al ordenador -Elegida la música, das a copiar y… ¡Listo! ¿A qué no tiene dificultad ninguna?- resolvió apoyándose en las rodillas de Miguel para levantarse y sus redondos y prietos glúteos quedaron frente a la cara de Miguel enfundados en aquellos cortos shorts negros que dejaban ver aquellas hermosas y torneadas piernas morenas. Unas ganas terribles de acariciarlos y comprobar si aquellos precioso muslos eran tan suaves como parecían, le asaltó y volvió a sentir un azoramiento que lo confundió; se movió incómodo en su sitio mientras Eva se recostaba junto a él pasando una de sus piernas por detrás de Miguel y la otra sobre sus rodillas al tiempo que colocaba sus brazos debajo de la cabeza provocando que la corta camiseta rosa se subiera dejándole su terso vientre moreno al descubierto y apenas cubría aquellos potentes pechos que atraparon, raudo y sin poder evitarlo, la mirada de Miguel -¿Cuántos años tienes?- le preguntó entrañable de pronto sin poder evitar que sus ojos siguieran fijos en aquellos redondos y firmes pechos que se mantenían ante él -¿No sabes qué es mala educación preguntarle la edad a una mujer?- bromeó socarrona dándole suavemente en el estómago de Miguel con su pie y pudo comprobar que estaba musculoso y duro como suponía. Aquel hombre no sabía qué tenía pero la atraía de manera descomunal, pensó excitada. -No es por nada, pero te comportas como mi sobrina de 25- bromeó chistoso y ella sonrió divertida -Solo unos pocos más, pero pocos ¿eh?- se burló socarrona y volvieron a reírse divertidos - ¿Puedo beber agua?- pidió permiso levantándose del sofá y dirigiéndose a la cocina, Miguel sintió de nuevo aquella desazón de la noche anterior con su alejamiento- ¡Jolines, por las mañanas me levantó siempre con la boca sequísima!- repuso satisfecha bebiéndose un vaso de agua; lo llenó de nuevo y, para satisfacción de Miguel, regresó al sofá sentándose a su lado con las piernas cruzadas debajo de ella. Le dio un pequeño sorbo al vaso de agua- ¡A ver, listo… ¿cuántos me echas?!- bromeó entrañable, Miguel se echó a reír irónico mientras negaba con la cabeza -¡¡No, no, a ese juego no pienso jugar!!- negó rotundo sacudiendo decidido sus manos -¿Por qué no?- preguntó sorprendida -¡Porque si me equivocó y echo de más, os enfadáis como fieras!- rieron divertidos -Tengo 37…- contestó serena- ¿y tú? -43 -¡¡Caray, pareces más viejo!!- saltó asombrada -¡¡Hombre, gracias!!- respondió dolido mirándola desconcertado y ella se echó a reír a carcajadas -¡¿A qué jode?!- se burló entre risas y él también se echó a reír derrotado- No, en serio, más o menos se te echan… Y estas canas prematuras te quedan bien… ¡Te dan un aire muy atractivo!- expuso acariciándole dulcemente las sienes y se volvieron a reír. Se sentían a gusto juntos y sin darse cuenta buscaban tocarse por cualquier motivo haciendo que el otro se sintiera muy a gusto con su contacto.

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