jueves, 30 de enero de 2014

Aquella mañana se despertó tarde. Se encontraba realmente agotada después del día anterior tan intenso; pero mucho mejor de la garganta y sin fiebre. Su madrina desayunaba en la cocina -Buenos días cielito ¿has descansado bien?- la recibió amorosa con una dulce sonrisa -Yo sí pero ¿y tú madrina?- se interesó cariñosa besándola tierna en la sien -Pues hija ¿qué quieres que te diga? A mí todo esto me parece increíble y aún no lo asimilé, me parece que ha sido un sueño, y realmente, me encuentro muy bien- respondió serenamente, ambas se rieron divertidas. El teléfono de casa de Fran empezó a sonar- déjate estar y sigue desayunando que lo cojo yo cielito- resolvió su madrina atenta -No que va, respondo yo- contestó resuelta tomando el auricular de sobre la mesita junto al sofá- ¿Sí? ¿Diga? -¿Fran? Soy Sandy- respondió el interlocutor -¡Ah Sandy, buenos días! ¿Pasó algo?- le habló animosa -Pues… pasar, pasar… ¿podemos vernos y hablar en persona?- indagó demasiado interesada, Fran sintió curiosidad -Claro ¿tomamos un café en el Fondent dentro de… hora y media?- propuso amistosa examinando su reloj de pulsera -Perfecto, allí nos vemos- y colgó -¿Quién era cielito?- se interesó curiosa su madrina -Una amiga, voy a tomar café con ella que quiere hablarme de algo pero regreso en seguida- explicó resuelta besándola tierna en la frente- ¿Te apetece venir mami?- le propuso animada -¡Ah no, ve tú tranquila! Yo me quedaré preparando la comida… ¿vendrá Diego a comer?- se interesó esperanzada -No mami, me dijo que estaría liado hasta la noche, tienen mucho trabajo que revisar y papeleo que hacer con todo esto que pasó- la besó de nuevo en la frente- me voy a duchar, Sandy me espera. -¡Estás embarazada Fran! ¡No podía aguantarme más sin darte cuanto antes esta gran noticia!- exclamó entusiasmada Sandy sentada frente a ella en la mesa de la cafetería, pero Fran la observaba fijamente y muy seria, sin dar muestras de sorpresa ni de alegría- ¡Vaya! Ya lo sabías- expuso defraudada, Fran siguió sin decir nada- ¿Desde cuando lo sabes? -Desde la semana pasada- expresó apagadamente bajando su mirada al mantel, Sandy sonrió de nuevo ilusionada -¡¿Y qué dijo Diego?! ¡¡Estará como loco ¿verdad?!- indagó emocionada, Fran bajó la mirada en un gesto muy aclaratorio- ¡¡Ah!! No se lo has dicho aún, ya me extrañaba que no me comentara nada… ¡¡Se va a volver loco de alegría así le des la gran noticia cielo!!- volvió a entusiasmarse pero Fran seguía con la mirada baja y extremadamente seria; Sandy le tomó preocupada la mano- ¿qué pasa cielito? -No se lo voy a decir Sandy- murmuró apagadamente sin levantar la vista de la mesa, Sandy rió divertida -¿Cómo que no se lo vas a decir Fran? ¡¡Esto no es un vestido nuevo o unos zapatos que puedas esconder en el armario corazón!! ¡Es un poquito torpe pero tarde o temprano se dará cuenta ¿eh?!- expresó chistosa pero Fran no se rió, levantó sus ojos clavándolos en Sandy -No… porque no lo voy a tener Sandy- declaró rotunda y decidida, Sandy se quedó perpleja mirándola boquiabierta -¡¿Qué estás diciendo Fran?!- exclamó atónita mirándola incrédula- ¡¡No puedes hacerle eso a Diego Fran!!- le reclamó afligida y abrió desmesuradamente sus ojos apretándole ansiosa su mano aún bajo la de ella- ¡¡No puedes!! ¡¡Nunca te lo perdonará Fran, jamás!! ¡No sabes lo que para él significa la familia y, sobre todo, un hijo! ¡¡Nunca te lo perdonará y lo perderás irremediablemente!! -Pero él no tiene por qué enterarse Sandy… ¿verdad?- aclaró prevenida mirándola fijamente a los ojos -No me pidas callar una cosa así Fran… y menos a Diego…- suplicó angustiada- ¡¡Nunca pude mentirle y él me notará que escondo algo!! ¡¡No puedo hacerlo!! ¡¡Ni tú puedes hacerle eso a Diego!! -¡¡Ya está bien con tanto Diego Sandy!! ¡¿Qué te pasa con él?!- bramó irritada soltándose déspota de su mano- ¡¿Y yo Sandy?! ¡¿Acaso yo no cuento?! ¡¡ Y yo no puedo tenerlo Sandy!! ¡¡No puedo!!- clamó angustiada mirándola aterrada a los ojos- No me esperaba esto, no estaba en mis planes aún y… ¡¡no estoy preparada Sandy!! ¡¡Yo… yo no sabré ser madre!! ¡¡No puedo ni imaginármelo!! ¡¡Es… es horrible!! ¡¡Yo aún no estoy preparada para tener un hijo Sandy, ni sé si lo estaré nunca!! ¡¡Compréndeme a mí!!- Sandy la miró conmovida, sonrió dulcemente y volvió a tomar cariñosa su mano -Estás confundida y asustada cielo y es comprensible… Nadie cree estarlo al principio corazón, y menos cuando somos primerizas y parece que se nos viene todo un mundo encima, pero te he visto con mi chiquitín y sé qué sí lo estás Fran, tienes un cariño y una dulzura especial, serás una gran madre cielo, no te preocupes; verás que maravilloso es ser madre cielo… Es algo realmente hermoso Fran, de verdad… ¡Y no estás sola ángel! Tienes a tu madrina, y a mí que puedes contar conmigo siempre que lo necesites, pero sobre todo, tienes a Diego a tu lado cielo… ¡¡Y no te puedes ni imaginar cómo es Fran!! Es un padre maravilloso y el hombre más tierno y amable que conozco, te envuelve en cariño y detalles, siempre atento y dispuesto a que estés bien y nada te falte…- hablaba apasionada, con un entusiasmo espectacular… Con amor. Fran la miró recelosa pero le sonrió entrañable- ¡Y a mí no me amaba cielo! ¡A ti te quiere con pasión y va a enloquecer de verdad cuando se entere de tu embarazo!- añadió encandilada y ella le sonrió algo más relajada- Es un padre maravilloso que ama con locura a sus hijos y a ti… No puedes hacer esa tontería Fran, o perderás al hombre que más te ama en el mundo porque nunca te lo perdonará, nunca… -Sandy…- expuso retraída mirándola inquieta, ella le sonrió dulcemente- cuando Diego nos presentó, me dio la sensación de que tú ya me conocías de mucho antes… -Sí cielo, no te conocía personalmente claro está, pero sí sé de ti desde hace mucho tiempo… Diego me hablaba tanto de ti que casi podía decirse que te conocía de sobra- respondió despreocupada bebiendo de su capuchino -¿Diego te había hablado de mí ya antes de conocernos? Ah, cuándo estuve ingresada ¿no?- instó confundida -¡Uy, que va! ¡Fue mucho antes!- repuso resuelta pero observó la cara de desconcierto de Fran y comprendió que no la estaba entendiendo; le sonrió compasiva- Cielo, yo ya supe de tu existencia al mes de estar casada con Diego- aclaró tierna, Fran la miró boquiabierta y ella le sonrió enternecida tomándole cariñosa la mano nuevamente- mira, te lo explicaré todo para que me entiendas… Diego y yo nos casamos atolondradamente en apenas 17 días de conocernos… -Lo sé, él me lo contó- sonrió divertida -¡Ah te lo contó! ¡Fue una auténtica locura!- expresó enternecida y ambas rieron amenas- pero aquello no funcionaba y nos dimos cuenta en apenas dos semanas después, somos muy pero que muy diferentes y chocábamos por todo… Aunque he de decirte que yo sí lo amaba y estaba dispuesta a cambiar y superar obstáculos para que aquello funcionara; pero él a mí no me quería y, aunque Diego tiene muchos defectos Fran, sobre todo es leal y franco y él no podía seguir con aquella situación; yo por dentro lo sabía, pero prefería no verlo- expresó apesadumbrada pero le sonrió cariñosa a Fran- una noche al llegar a casa, me lo encontré sentado en el sofá y me dijo que teníamos que hablar y aclarar lo que estaba pasando y él fue muy claro y sincero: me quería muchísimo, muchísimo… pero no me amaba, que lo había intentado con todas sus fuerzas, pero era imposible; y continuar con aquella relación era una locura y que lo único que íbamos a conseguir era acabar odiándonos; que él seguía perdidamente enamorado de su dulce petit suisse- se sonrieron cariñosas por el apodo que Diego le pusiera- un amor pasado que había perdido sin saber cómo y no se perdonaría nunca por no haber luchado más por él, que aún seguía amándola con desesperación y no podía olvidarla- Fran la miró atónita y ella le sonrió dulcemente- y entonces me habló de ti… de tus ojos negros, de tu dulce sonrisa, de tu forma de ser dulce, apasionada y también con un genio terrible, no iba a negarlo…- explicó guasona y ambas rieron divertidas- de todos tus méritos; seguía tu carrera profesional sin perder detalle y nunca dejó de preocuparse ni de estar pendiente de ti aunque fuera en la lejanía… Que estuviera esperándote aquellos cuatro años a ver si decidías volver, pero al ver que ni lo intentabas buscar siquiera, se rindiera y se casara conmigo; más por escapar de ti e intentar olvidarte que por amarme a mí… -Lo siento muchísimo Sandy, lamento haberte hecho daño sin quererlo- murmuró apesadumbrada -No te preocupes cielito, tú no tienes culpa ninguna tontina; y en el fondo, como ya te dije, lo sabía y no me dolió tanto como puedes suponer- expresó tierna oprimiéndole cariñosa la mano de Fran y se sonrieron conmovidas- Entonces decidimos separarnos, aquel matrimonio era una pantomima estúpida y él tenía razón, continuarla sería un tremendo error… pero llegó la noticia de que venía Andy; se volvió loco de alegría Fran, nunca vi hombre tan feliz e ilusionado por ser padre como lo estaba Diego, y decidimos intentarlo un poco más a ver si podíamos salvar lo nuestro con la llegada de nuestro bebé… yo lo intenté enamorar por todos los medios Fran, no te lo voy a negar, estaba enamorada de él y me negaba a perderlo, y él también lo intentó ¡¡Dios, cuánto lo intentó y cuánto esfuerzo hizo en ello el pobrecillo!! Pero no hubo manera, estabas tan profundamente anclada en su corazón y en todo su ser que no había manera de arrancarte de allí… Así que a los ocho meses de nacer Andy, reconocimos que aquello no iba a ningún lado y decidimos separamos definitivamente; sé que me quiere muchísimo, lo sé, pero solo porque soy la madre de su adorado Andy… a quien él ama es a ti Fran, y siempre te amo… siempre fuiste tú- aclaró dulcemente sonriéndole complacida -Lo siento Sandy- volvió a repetir conmocionada, ella le sonrió amena -¿Por qué cielo? Ya te digo que tú no tienes culpa de nada… bueno sí, de hacerlo sufrir tanto todos estos años- resolvió chistosa y ambas rieron amistosas, Sandy le oprimió cariñosa su mano que aún sostenía entre las de ella- y sé que tú también lo amas tanto como él a ti, no podéis ocultar ese gran amor que os tenéis cielo; y ahora viene un hijo Fran… ¡¡una muestra de ese gran amor que os tenéis Fran ¿no lo ves?!! ¡¡Y se lo vas a dar tú!! ¡¡Su gran amor!! ¿Sabes lo que va a significar esto para él?- declaró apasionada mirándola encandilada- No puedes hacer esa locura Fran; recapacita cielo- habló melosa y Fran se mordió confundida el labio inferior- Piensa que él nunca te lo perdonará si algún día llega a enterarse… ni tú tampoco- añadió rotunda mirándola a los ojos- nunca te lo perdonarás Fran, siempre lo tendrás presente en tu cabeza y no podrás superarlo porque en el fondo, y aunque ahora creas que no, también lo quieres ya debido al gran amor que sientes por su padre; porque es un hijo de Diego Fran, del amor de tu vida ¿te has parado a pensar en ello?- ella no contestó, solo apretó sus labios conmovida- piénsalo calmadamente Fran, date al menos unos días para pensártelo mejor y, si decides seguir adelante, pues yo misma te acompañaré si así lo quieres, pero piénsalo bien antes cielito. De regreso a casa no podía dejar de pensar en toda la conversación que habían mantenido ella y Sandy. Hablar con ella le había hecho ver cuánto amaba a Diego, cuanto la amaba él y lo maravilloso y perfecto que podía ser estar esperando un hijo. Había dicho algo en lo que tenía muchísima razón: era un hijo de Diego, era la culminación perfecta para aquel gran amor que se tenían… No pudo aguantar más y lo llamó entusiasmada. -Hola mi adorado petit suisse ¿qué tal estás esta mañana?- le contestó con un amor tan grande que la impactó -Muy bien mi vida ¿y tú? -Muy triste, por no verte- declaró amoroso y ella sonrió deleitada -Tengo que darte una gran noticia Diego ¿vas a venir por casa a la noche verdad?- le expuso ilusionada -¡Claro que sí mi cielo! ¿Acaso lo dudabas?- contestó rotundo, Fran volvió a reír complacida- Además mi petit suisse… ¡¡yo también tengo que darte un notición mi ángel, ya lo verás!!- añadió exaltado y realmente feliz -¿Qué es?- curioseó intrigada -¡Ah, ya lo sabrás curiosa!- ella rió entretenida- te quiero mucho mi cielo, nunca lo olvides -Y yo a ti mi bien, no sabes cuánto. Diego colgó el teléfono y recogió el sobre que estaba delante de él encima de su mesa y sonrió feliz -¡¡Que carita de felicidad jefe!!- le habló resuelta Cristín asomándose a la puerta, él rió deleitado -Porque lo soy Cristín- respondió complacido- tanto que voy a dejar pasar de esta vez tu gran cagada- declaró amistoso y ambos sonrieron amenos -¿Y… puede saberse a qué se debe tanta felicidad?- indagó jovial mirándolo con picardía -Sí, que me voy una temporada- repuso resuelto, ella lo miró confundida; no era esa la noticia que esperaba- acabó de recibir mi admisión en los cuerpos especiales que tanto llevo esperando ¡¡y al fin aceptaron!!- explicó lleno de dicha, Cristín lo miraba anonadada -¿Y nada más? ¿Solo es eso?- repuso desconcertada -Sí- respondió y la observó confuso- ¿Te parece poco McLaren? ¡¡Llevo luchando más de dos años, es mi gran deseo y al fin se me hizo!!- exclamó satisfecho, la miró intrigado- ¿Por qué? ¿Acaso debería haber algo más? -No, que va; me alegro por ti Diego- repuso resuelta; Fran aún no se lo había dicho probablemente y no iba a volver a meter la pata, pensó ella- Enhorabuena- añadió sonriéndole complacida alejándose, pero se volvió al instante- ¡¡Ah Diego!! García te manda esto…- expuso entregándole una carpeta de informes- y dice que sí, que había ciertas cantidades de arsénico en sangre aunque muy suaves para ser detectadas en un análisis corriente; y que estaba siendo suministrado entre uno de los medicamentos que mandaste analizar… -¡¡Hijo de la gran puta!! ¡¡Lo sabía!!- exclamó apretando furioso sus mandíbulas al tiempo que abría el expediente Aquella noche ella estaba entusiasmada esperándolo, estaba deseando darle la noticia y nunca se hubiera imaginado que la haría tan feliz. Miriam la observaba divertida y muy intrigada; desde que regresara se la miraba radiante y, aunque había insistido en saber qué ocurría, ella no quisiera decírselo hasta que llegara Diego. Le propuso prepararle una cena especial y deseaba ayudarla; se pusieron a ello entusiasmadas. Fran se puso un delantal por primera vez y ayudó animada a su madrina, reconociendo alegre que aquello era realmente entretenido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario