sábado, 25 de enero de 2014

Diego volvió a llamar -García ¿cómo va eso? -¡¡Tío, eres único!! ¡¡La información que lograste conseguir ayer es jauja hermano!! Espera…- lo oyó teclear en su ordenador, un leve pitido y regresó su voz- ¡¡ya está!! Esta es una línea segura jefe; tío has conseguido unas pruebas geniales ¡¡Los tenemos jefe!! No solo a Alexander sino también a Antonelli Bisconte; el viejo guardaba entre los documentos que copiaste, pruebas contra él de pagos realizados por las ejecuciones con fecha del día después a cada una, cobros de extorsiones y mil pruebas más; el muy ladino al parecer no se fiaba ni un poco de sus colegas porque tiene pruebas contra todos, si él cae: caen todos jefe- explicaba eufórico, Diego sonreía divertido- el teniente Brown ya está preparando el operativo entre sus más íntimos y fiables hombres para realizar el asalto mañana aquí y en las tres centrales al mismo tiempo colega, así que aguanta unas horitas más y todo esto habrá acabado -Estupendo, estoy deseando salir de aquí García -Te comprendo; además he de decirte que, a falta de una prueba balística, casi está asegurado: esa Mágnum es igual a la utilizada en el asalto a la gasolinera… probablemente sea el arma con la que se abatió a James Sullivan -¡Santo Dios!- musitó afligido pasándose desolado la mano por la cabeza- García, consigue una orden de inmediato para requisar unas muestras de sangre que hay en el laboratorio del hospital a nombre de Miriam Race y que se le hagan pruebas toxicológicas cuanto antes… -¿Qué buscamos jefe?- se interesó el muchacho -Veneno García- exclamó resuelto- de cualquier tipo; toda sustancia tóxica que pueda estarse suministrando en pequeñas dosis pero que lleguen a ser mortales… que se empiecen por las que den síntomas de fallo cardíaco -¿Qué estás desconfiando?- interrogó sobrecogido -Oíste la grabación García, este tío lo tenía todo preparado para llevarse a Fran a Dios sabe dónde… pero nunca podría hacerla desaparecer sin que su madrina preguntara o se inquietara; es un estorbo en su camino y, ojalá me esté equivocando compañero, pero lleva días mal y no le encuentran nada… -Ahora mismo me pongo con ello- respondió dispuesto. Por fin llegaban las dos, estaba deseando largarse de la comisaria e ir a la central a preparar de una vez el dispositivo de asalto. Deseaba acabar con todo aquello de una puñetera vez y acabar con aquel nido de víboras en donde se encontraba metido. Pero, lo más importante y lo que más deseaba sobre todas las cosas, era regresar a lado de Fran ¡¡Dios!! Siempre la había querido muchísimo pero, desde que habían regresado, la amaba con pasión y cada día más… Un mensaje en su móvil lo sobresaltó, era del joven Cris: “Ricitos de oro se coló dentro de la guarida de papá oso; chungo, chungo…” ¡¡Estaban registrando su casa!! ¡¡Tenía que salir de allí inmediatamente y sin levantar sospechas!! ¡Casi eran las dos por fin! Diego acabó sus dos últimos informes y apagó su ordenador. -¡Jo, Dios! ¡Por fin! ¡Como odio esta parte del trabajo!- exclamó resuelta Clarisse colocando el último informe en una de las varias cajas de casos cerrados que habían estado ordenando cuando Diego pasaba junto a ella de camino a los vestuarios y se sonrieron amenos; era una muchacha muy linda pero tan chiquita y menudita que daba ternura con solo mirarla- ¿Por casualidad, hay alguna alma caritativa que me eche una mano para llevar todo esto ahora a archivos?- preguntó zalamera cuando Diego estaba a punto de cruzar las puertas de los vestuarios, pero todo el mundo se escaqueó presuroso sin responderle- ¡Vaaale, no os ofrezcáis todos a la vez que me apabulláis! ¡Lo llevaré sola abajo, no os preocupéis! Ya vendréis pidiéndole favores a Clarisse, ya…- protestó fastidiada intentando recoger todas aquellas cajas al tiempo pero le era casi imposible; Diego le echó una visual por el rabillo del ojo, la pobre era tan menuda y pequeñita que no podía con todo aquello; movió derrotado la cabeza y resopló desarmado -Deja Clarisse, yo te los llevo abajo- se ofreció amable acercándose a su mesa y recogiéndole la mayoría de las cajas -¡¡Gracias Diego!! ¡¡Sabía que aún quedaban caballeros en el mundo!!- exclamó encandilada y lo besó agradecida en la mejilla, Diego le sonrió amistoso. Fran se duchó y se vistió sin prisas, tomándose su tiempo tranquilamente, no había mucho más que hacer allí encerrada la verdad. Se dirigió a la cocina y se sentó a la mesa donde Cristín y Archie seguían jugando a las cartas -¿Quieres jugar?- la invitó amistosa Cristín -No gracias, no me gusta jugar a las cartas- contestó amena y se sonrieron cordiales. Los miraba entretenida jugar en la cocina. La verdad, se estaba divirtiendo, Archie ya perdía 400 y se estaba enfadando seriamente mientras Cristín reía radiante, burlándose de él continuamente. -¡Bueno, ya está bien!- dijo de pronto tirando disgustado sus cartas sobre la mesa, ellas rompieron a reír divertidas -¿Te das por vencido, corazón? ¿Ya te cansaste de perder, muñeco?- se burló mimosa ella -¡Déjame en paz!- se levantó cabreado- Es hora de comer y te recuerdo que te toca cocinar a ti- reparó punzante -Sabes que no hay problema- respondió ella burlona levantándose también, él se fue al baño -¿Te ayudo?- se ofreció amable Fran, ella le sonrió amena -No es necesario, gracias; lo que sí puedes es ir abriendo el vino, está en el frigorífico… no podemos beber estando de servicio, pero me gusta beber una copita mientras cocino- explicó resuelta, Fran le sonrió amistosa y abrió el frigo pero allí no había ninguna botella -Aquí no hay- repuso desconcertada, ambas se miraron extrañadas -¿Y el vino que te encargué recoger capullo?- chilló Cristín para que Archie la oyera -¡¡Creo que se quedó en el coche; ahora voy!!- respondió raudo -¡Genial estúpido! ¡Ahora estará como el caldo!- protestó fastidiada y Fran sonrió amena -Voy a buscarlo- se ofreció dispuesta saliendo por la puerta que daba al garaje. Abrió el maletero con el dispositivo que había debajo el volante y recogió la botella de vino tinto que había dentro. Al volver a cerrarlo, se quedó mirando la cerradura mientras le pasaba insistente su dedo índice por encima… -¿Y Fran?- se inquietó Archie al no verla en la cocina cuando regresó -Fue a por el vino…- respondió despreocupada -¡¿Eres idiota?! ¡¿La dejas ir sola sabiendo su tendencia a la huida?! ¡¡Mira que lo avisó Diego!!- increpó enfadado -¡Ya está más tranquila, histérico!- le reprochó desenfadada cuando él ya salía por la puerta también. Se la encontró observando detenidamente la cerradura del maletero -¿Pasa algo?- la sobresaltó y la botella de vino se le resbaló de las manos a Fran impactando en el suelo- ¡¡Genial, ahora sí que se va a cabrear la loca esa!!- exclamó resuelto y Fran lo miró sobrecogida -¡¡Dios mío Archie…!!- exclamó abriendo sus ojos descomunalmente -¡¡Ey!! ¡Que es broma chiquita! ¡No pasa nada, solo es vino! -¡¡No Archie; no es por el vino!! ¡¡Ya recordé que le vi de extraño al coche!!- aclaró decidida mirándolo entusiasmada y él la miró expectante- ¡¡La cerradura del maletero!! ¡¡No tenía, y el agujero era algo más grande!!- Archie se acercó a ella mirándola fijamente a los ojos -Pero James no encontró nada…- murmuró desconcertado -¿Qué pasó?- apareció Cristín también en el garaje -No sé si se fijó o no Archie, pero le faltaba la cerradura del maletero- remarcó tajante -¿Estás segura?- interrogó esperanzado sujetándola suavemente por los brazos -¡¡Sí!! ¡¡Sí!! ¡¡Claro que sí Archie!! ¡¡El tirador estaba oculto en el maletero, disparó desde allí; esa es la explicación que andábamos buscando!!- resolvió entusiasmada, ambos sonrieron complacidos y se abrazaron alegres -¡¿Qué coño pasa?!- insistió Cristín mirándolos desconcertada -Fran acaba de recordar que el coche donde huyeron los asesinos de Ben no tenía cerradura en el maletero ¡¡seguro que allí se ocultaba el asesino!!- explicó regresando a la cocina llevándose a Fran por los hombros amistosamente -¿Estás tocado del caldero o qué?- expresó incrédula Cristín golpeándose suavemente la sien mientras los seguía, ellos la miraron confundidos- James lo hubiera visto; además…¡¿Tú conoces el maletero de un Ford Capri?! ¡¡Allí no cabe una maleta tío!! Menos una persona y, mucho menos, con posición para disparar un arma… ¡¿Qué era?! ¡¿Un enano imbécil?!- le reprochó sarcástica; Archie y Fran se quedaron callados mirándose confundidos; de pronto Fran volvió a abrir sus ojos y su rostro se iluminó -¡¡Alguien sí Cristín!! ¡Y tiene una puntería envidiable!!- exclamó mirándolos feliz de recordarlo todo al fin -¿Quién Fran?- se impacientó Cristín pero ella abrió los ojos aterrada -¡¡Oh Dios mío!! ¡¡Sé quién disparó a Ben y Diego ni sospecha quien es!!- se impacientó nerviosa, ellos la miraban impresionados- ¡¡Tengo que ir a hablar con Diego!!- resolvió dispuesta e intentó echar a correr hacia la puerta de la calle -¡¡No vas a ir a ninguna parte Fran!!- la detuvo raudo y rotundo Archie por el brazo- llámalo si quieres, pero tú no vas a ningún lado -¡¿No lo entiendes Archie?! ¡¡No se espera quién es!!- estaba histérica -¡Me da igual Fran, llámalo y díselo; pero no saldrás de aquí!- repitió tajante, ella se exasperó; apretó los puños furiosa y regresó sometida a la sala recogiendo el teléfono de sobre la mesita y lo llamó mientras él se encargaba de llamar a la central. Diego aún estaba en los vestuarios, se había mudado muy apresurado examinando nervioso su reloj repetidamente; se le había hecho demasiado tarde por ayudar a Clarisse y ahora se quedara solo en la comisaria, cosa que no le gustaba nada. Ni por la cabeza se le había pasado que aún había que rellenar el papeleo de archivos; no, si Fran tenía razón: era un imbécil, pensaba muy nervioso… Le sonó el móvil y descolgó inquieto al ver que era el número del teléfono que le entregaran a Fran para urgencias, pero entró Arthur en ese justo momento no pudiendo contestar. Aunque no se lo esperaba, no le extrañó que sacara su arma y lo apuntara directo a la cabeza -Cuelga ese teléfono- le ordenó seriamente -Claro Arthur… Esto puede esperar- respondió sereno antes de colgar con la esperanza de que ella le oyera, pero Fran estaba demasiado nerviosa y ansiosa para haberlo hecho -¡¡Imbécil… me colgó!!- se desesperó Fran mirando a Archie y Cristín que la observaban impacientes -No puede hablar en estos momentos- le aclaró Cristín -¡Pues tenemos que avisarlo inmediatamente!- repuso nerviosa -¿Pero quién es Fran?- preguntó Archie impetuoso- Debemos avisar a la central también; de Marti, Charlie, Mike y Arthur está alertado ya -¡Es Clarisse!- contestó ella segura de lo que decía -¿Y esa quién es?- preguntó Cristín desconcertada -Clarisse Brown, una muchacha que vino el año pasado trasladada de la comisaría 18- los dos compañeros de Diego se miraron preocupados- Tiene una puntería increíble, algo inaudito; lo sé porque un día enredando las dos en la sala de tiro, logró alcanzarle a la fina línea que dibuja la diana a la máxima distancia, le dije que fuera casualidad pero ella lo repitió tres veces ¡¡Tres veces!! ¡¡Y no se desvió ni un milímetro!! Además, es lo suficiente pequeña y menudita para estar cómoda y disparar sin problemas desde dentro de un maletero…- habló nerviosa, atropelladamente, mientras marcaba de nuevo pero Diego no respondía- ¡¡Oh por favor Diego, cógelo amor mío!!- increpó afligida intentando marcar nuevamente, pero la llamada se cortó al instante- ¡¡Pero ¿será estúpido?!! ¡¿No va y me corta la llamada?!- gritó fuera de sí -Inténtalo más tarde cielo, si hace eso es que ahora no puede responder; compréndelo- le explicó Cristín tierna mientras Archie llamaba raudo a la central -Lo que sospechábamos está confirmado con los documentos que Diego consiguió ayer: la 18 está implicada también; García y el teniente lo están preparando todo para intervenir mañana mismo- hablaba nervioso y conciso; Fran los miraba desconcertada -La red parece ser que tiene varios brazos- le explicó cariñosa Cristín ante su sorpresa- Pero un cabecilla único… que lleva muchos años trabajando en esto. -¿Y se sabe ya quién es?- indagó curiosa, ella negó con la cabeza no atreviéndose a hablar pero Fran la miró prevenida entrecerrando maliciosa sus ojos- ¿Cómo qué no? ¿Y desde cuándo se prepara un asalto de estas características sin tener descubierto al líder? ¡Nunca Cristín! ¡A mí no me engañas! ¿Por qué no me quieres decir quién es?- interrogó insistente, ella tragó nerviosa saliva -No es eso mujer; es que estamos a punto de descubrirlo Fran; ya casi lo tenemos- expuso sonriéndole ameno Archie -Dirás que Diego es el que está a punto de descubrirlo…- remarcó rotunda, abrió asustada sus ojos- ¡¡y algo mucho peor: está solo!! ¡¡Tenemos que avisarlo!!- y volvió a marcar su teléfono rápidamente Mientras en la comisaría, Arthur se acercara a Diego apuntándolo con su revólver -¿Puedes dármelo, por favor?- le requirió autoritario señalando el móvil -¿Para qué?- preguntó intrigado Diego intentando marcar su código sin ser visto pero el teléfono volvió a sonar, Diego miró instintivamente la pantalla, era Fran de nuevo -Yo que tú me estaría quietecito- añadió muy pausado Arthur en el mismo instante que Diego sentía el frío cañón de otra arma en su nuca y el sonido del percutor al ser cargada- dámelo Diego- insistió Arthur mostrando la palma de su mano y él se lo entregó al tiempo que investigó quien lo apuntaba encontrándose a Clarisse mirándolo fría e inalterable detrás de él; aquello le sorprendió realmente.

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