sábado, 11 de enero de 2014

El ordenador llamó su atención comenzando a dar datos y números de manera interminable -¡Dios, cuanta información tiene recogida!- repuso sorprendido Diego -Busca lo último introducido- recomendó inquieta Fran -A eso voy impaciente…- respondió sereno haciéndolo pero la miró de reojo pícaramente- Me estoy dando cuenta de que lo eres para todo, creía que solo lo eras para “ciertas” cosillas- explicó malicioso, Fran se sonrojó abochornada riéndose divertida- ¡Mira cielo!- la acercó tomándola por la cintura cariñoso y ya no la soltó; la siguió sujetando contra él mientras revisaban la pantalla del ordenador, Fran se sintió excitada; cada roce de Diego la encendía de manera increíble- ¡Los tenía casi descubiertos, estaba encima… tan cerca!- añadió atónito -Observa los nombres Diego, es increíble…- comentó ella asombrada- Charlie; Marti; Arthur, como no… de eso no me extraña... ¡Oh no, Mike!- se sorprendió entristecida- Nunca me lo hubiera creído de él Diego- añadió abatida, Diego la miró cariñoso -Pues lee, es el cabecilla cielo- lamentó cordial, se miraron tiernamente- Aunque hay un jefe por encima de todos ellos y Ben estaba a punto de descubrirlo- añadió apesadumbrado, se quedó callado unos minutos- ¡Observa estos datos! ¡¡Logró entrar en el ordenador principal y mira que de documentación e informes logró recopilar!! ¡Casi los tenía Fran… por eso lo eliminaron!- comentó desconsolado, Fran le acarició amorosa la mejilla, se miraron desolados y Diego la volvió a besar dulcemente en los labios. Sandy los observaba desde la puerta de la sala y se le rompió el alma al ver aquel delicado pero amoroso gesto entre ambos. Haciendo un tremendo esfuerzo, entró en la sala y observó el ordenador -¿Eso es referente a Ben, verdad?- comentó acongojada acercándose a ellos, Diego asintió con la cabeza al tiempo que retiró muy despacio su mano de la cintura de Fran, casi en un gesto inapreciable pero que Sandy percibió y comprendió al instante: era tan dulce, comprensivo y caballeroso que no quería demostrar su amor por Fran ante ella haciéndole aún más daño del que ya le hiciera no pudiendo amarla- Pobre Estela, nunca se recuperará de esto; se amaban tanto que era impresionante… Dios mío ¿por qué él?- añadió desolada llenándosele los ojos de lágrimas y Fran y Diego la miraron conmovidos, ella apartó su mirada abochornada centrándose en rebuscar en su bolso las llaves. Andy observó a su madre mudada con un vestido ceñido verde agua y sonrió alegre -¡¡Festa mami!!- gritó entusiasmado levantando los bracitos como si fuera a bailar. Ellos se rieron alborozados -¡¡Eres igualito a tu padre, hijo!!- le reprochó Irene amorosa sin dejar de reír- Da igual dónde vaya, para vosotros siempre me voy de fiesta -¡¡Es que ¿a quién si no te ibas a parecerte verdad mi cielo?!! ¡¡Choca esas cinco, colega!!- repuso entusiasmado Diego sonriendo al niño y se chocaron las manos riéndose felices -Quedáis en vuestra casa- expuso amable acuclillándose ante su hijo que se abrazó cariñoso a su cuello y lo besó amorosa en la mejilla- tienes más café recién hecho en la cocina Fran y tú ya sabes donde está todo, Diego- repuso entrañable acariciando la espalda de su hijo que seguía abrazándola amoroso- Si queréis quedaros a pasar la noche, no hay problema… yo no llegaré hasta bien entrada las ocho; chao mi vida, pórtate bien ¿eh? dame un cariño de esquimal- le pidió mimosa, el niño rozó divertido y cariñoso su naricilla contra la de su madre -No nos quedamos, esto casi está y me lo tengo que llevar a la central cuanto antes para que lo investiguen a fondo- habló cordial Diego -Como gustéis, pero sabes que estás en tu casa- besó cariñosa la mejilla de Diego que él respondió sin mucha atención y se acercó a Fran a la que también besó- Me encantó conocerte, cuidaros mucho- le habló amistosa, Andy le decía adiós con su manita y ella le respondía sonriendo dichosa- recoge todo antes de irte con papi ¿me oyes?- él asintió con su cabecita- Y tú, a ver lo que haces que ahora lo pilla todo- avisó resuelta a Diego que sonrió pícaro. -Yo no hago nada- exclamó inocente -¡Ya! ¡Que nos conocemos Diego!- reclamó sarcástica y cerró la puerta tras de sí -Es muy agradable, me cayó bien- comentó entrañable Fran, él le sonrió cariñoso -Ya te dijera que es muy buena mujer y una madre maravillosa aunque me toque los cojones reconocerlo- respondió afectuoso besándola tierno en los labios- Vamos acabando que tengo que llevarme a este diablillo a dormir- volvió a fijarse en el ordenador y ella lo imitó. Se aproximaba al jefe, dejaba leves pistas pero nada aclaratorio; se veía que él tampoco lo tenía claro o no se atrevía a dar ese paso en falso. Al final de la última información, con fecha inscrita del mismo día del tiroteo con hora de entrada a las seis de la mañana, había una nota para Diego… “Diego, si estás leyendo esto es que me pillaron, hermano… Y lo primero y más importante para mí en estos últimos momentos es que le digas a mi adorada Estela que la amé con pasión, la amaré siempre y nunca la dejaré de amar, vaya donde vaya Y si esa chiquilla terca de Fran aún sigue con vida y no se la llevaron por delante conmigo ¡¡SÁCALA DE ALLÍ DIEGO!! Está en grave peligro, pero como es increíblemente aún más torpe de lo que me has contado, no sé cómo hacérselo entender sin descubrirme. Cuida de Fran amigo mío, está limpia como sospechábamos y está tan inocente de lo que le rodea que acojona. A veces me siento tentado a contárselo todo y abrirle los ojos de una puta vez, pero andan tanto encima de ella y SÉ que le ronda muy cerca el jefe principal, que temo le hagan daño si se enteran de que sabe algo, es lo único que la está salvando por ahora… sácala de ese nido de víboras cuanto antes, Diego, por Dios te lo pido ¡¡No tienes ni idea del peligro que corre!! Arthur le tiene unas ganas desesperadas, el motivo de tanto odio no lo sé, pero tiene unas ganas locas de darle pasaje y hacerlo personalmente. Lo frena el miedo que le tiene al gran jefe. Pero colega, eso no sería lo peor que le puede pasar a tu niña, hermano… Pude pillar algo de una conversación entre Mike y él dónde Mike le decía que si no quería tener problemas con “ÉL” se estuviera quietito… (“ÉL” y “SOMBRA” es únicamente cómo llaman al gran jefe; estos cabrones hasta entre ellos se cuidan mucho de nombrarlo amigo mío) y ahí va lo que me dejó fuera de lugar pues yo sospechaba de alguien compañero, tenía casi claro que era ese capullo… pero la contestación de Arthur a Mike me dejó atónito, “Sombra” está “demasiado interesado” en tu Fran colega. Palabras textuales de Arthur que esa atracción de “Sombra” por esa niñata era casi enfermiza, a ver si se decidía a llevársela de una puta vez y tirársela hasta que se le quitaba esa obcecación, porque lo que “ÉL” sentía por ella no era amor, era “OBSESIÓN”. Me quedé helado hermano, te juro que casi podía arriesgarme a decirte un nombre ¡¡porque lo tenía tan claro amigo mío!! Pero ahora no sé qué pensar… creo que decirte de quien sospecho podría ponerte en un mal camino si realmente me estoy equivocando. Quería esperar tu regreso, tener apoyo de confianza, pero me están cercando tanto cómo yo a ellos colega y tengo que ser rápido o me descubrirán antes. Así que me he decidido y ahora mismo voy a hacer un intento desesperado por acercarme más y aclarar definitivamente mis sospechas; pero temo mucho por Fran, es tan terca y últimamente está más pegada a mí que nunca, no me puedo librar de ella. Así que lo realizaré ahora aprovechando que ella no llega hasta las ocho. A ver cómo lo hago ya que andan muy mosqueados porque logré averiguar la clave del ordenador de Mike y me colé en sus archivos privados; pero no tienen claro quien fue y, para más joder, creo que están sospechando de Fran… por eso temo tanto por ella Diego, si Arthur logra salirse con la suya y convencerlos de que es peligroso tenerla tan cerca, puede conseguir lo que tanto desea: quitarla de en medio. ¡O peor! Y ese capullo salido llevársela a saber Dios dónde y hacerle mucho daño. Así que está decidido: son las seis y media, me largo allá y que sea lo que Dios me tenga destinado. Ten mucho cuidado compañero. Voy a dar un paso muy arriesgado y resbaladizo; si estás leyendo esto, significa que metí la pata y estarán alertas; pero no tengo más remedio que darlo si quiero aclararme quién es ese maldito “Sombra”. MUY IMPORTANTE DIEGO: ¡¡CONFÍA SOLO EN NUESTRO EQUIPO AMIGO MÍO!! ¡NO TE FÍES DE LA CENTRAL! Ten mucho cuidado con los que os rodean ¡HASTA ALLÍ TAMBIÉN LLEGÓ LA MANO DE ESTA PUTA MAFIA HERMANO!! Aún no logré descubrirlos ni sé cuántos son…Pero ¡¡UNO ES LARRY COMPAÑERO!! ¿O acaso no es “UNA CASUALIDAD” que os haya alejado precisamente a VOSOTROS de mí en este momento? ¿¿¿Desde cuándo, amigo mío, Larry ordena un traslado, por muy importante que sea el detenido, a un equipo que está en plena investigación??? Sí, me dejó apoyo táctico y no me deja a mi suerte ¡¡solo jodería!!… Pero ¡¡PIÉNSALO HERMANO!! No olvides decirle a mi Estela que la amaré siempre y cuida de mis pequeños hermano. Te los encomiendo y solo confío en ti. X. X. X. Cuídate las espaldas compañero. Te quiero amigo”. Diego lloraba calladamente leyendo la nota. -Yo también te quiero, hermano- comentó efusivo -Diego- repuso Fran atormentada, acariciándole la mejilla amorosa mientras le limpiaba tiernamente las lágrimas. Se abrazaron fuertemente y él descargó angustioso su pena llorando sobre su hombro, ella le acariciaba tiernamente la cabeza y la nuca- Tranquilo, descárgalo todo cielo- repetía amorosa. Andy observó apenado a su padre y Fran le sonrió tierna. Él salió corriendo de la sala. -¿Pupa papi? ¿Duele?- apareció al instante a lado de ellos limpiándole tiernamente la cara a su padre con papel higiénico. Diego sonrió amoroso besando apasionado la mejilla de su hijo. Fran sintió una gran ternura y un terrible amor por ellos. -No corazón, papi no tiene pupa; solo está triste- aclaró tierno y el niño sonrió feliz, entonces fue cuando se dieron cuenta de que el papel higiénico recorría todo el pasillo desde ellos hasta el baño- ¡¡La madre que te…!! Vamos a recoger esto o tu madre no me volverá a abrir la puerta- exclamó entrañable Diego volviendo a besar al niño y se rieron divertidos los tres. Diego se encargó del papel mientras Fran recogía la sala, Andy recogió su pequeño ordenador y se lo llevó a su cuarto corriendo por el pasillo mientras reía entusiasmado gritando algo de ir a la calle de paseo. Fran lavaba la loza dejándola escurrir en el fregadero cuando Diego la abrazó contra él por detrás y la besó apasionado en el cuello, a ella se le erizó la piel gustosa -Cuanto te necesito a mi lado amor; no sabes cuánto te eché de menos estos años mi dulce petit suisse- le susurró ardiente besándole el hombro- Pero tengo que sacarte de aquí mi cielo, no puedo arriesgarme a que te pase algo -No me voy a ir, Diego- contestó amorosa pero concluyente acariciándole la nuca -No empecemos de nuevo- dijo afligido, ella se volvió y lo miró a los ojos tiernamente -No hablaré con nadie, ni con capi siquiera… ¡Ni con mi madrina si así lo deseas!- prometió convincente- pero no te voy a dejar solo ahora que sé todo esto… ¡No me pidas eso Diego porque no lo haré!- concluyó categórica, él la besó amoroso y ella se abrazó a su cuello respondiendo apasionada. Se besaron cálidos, dulces, entregándose todo aquel amor que llevaban aún dentro desde hacía tantos años. Se dieron cuenta que Andy los observaba desde la puerta embobado e interesado, sin perder detalle con sus grandes ojos. Ellos rieron divertidos -Creo que nunca había visto algo igual antes- comentó divertido Diego mirándolo amoroso -¿Luego tú y Sandy nunca os besasteis?- se burló guasona, él se echó a reír entrañable -Desde que nos separamos claro que no… Y antes, muy pocas veces en realidad- aclaró divertido mirándola- Nos separamos cuando Andy aún no tenía ni los ocho meses- volvió a mirarlo, él le sonreía pícaro; se notaba que no sabía lo que significaba pero se daba cuenta que había descubierto algo importante- Mira que cara de pillastre pone- comentó guasón sonriendo orgulloso -Sabe que acaba de descubrir algo que no debería haber visto- comentó Fran entrañable soltado el cuello de Diego -¿Por qué no? Esto es algo normal y natural- repuso sorprendido Diego mirándola extrañado -Por lo que parece en esta casa no- bromeó ella divertida, se rieron explayados. El la besó dulcemente en los labios y la soltó también, recogió al pequeño llevándolo por el aire sobre su cabeza, él reía entusiasmado -¡Vete acostumbrándote campeón porque tu papá va a besar muchas veces a Tute, tantas como desee!- le decía resuelto, Fran sonrió deleitada- ¡Y ya pronto querrás tú también bandido!- Andy reía y gritaba fervoroso mientras su padre le hacía cosquillas resoplándole en la barriguita

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