lunes, 20 de enero de 2014

Lo llevaba a distancia y detrás iba Expósito; Diego sonrió complacido, tenía a su lado al mejor equipo que podía pedirse y Expósito era especial para seguimientos: no sabía cómo lo lograba pero se pegaba como una lapa y pasaba inadvertido completamente. Llamó a Fran de nuevo -Cielo ¿estás lista? Van a pasar a recogerte ahora mismo -Sí, tengo todo- respondió precisa pero guardó silencio unos segundos- ¿Cómo que van a recogerme? ¿No vienes tú? -No cielo, yo estoy paseándote al perrito mientras te recoge mi equipo; son de mi absoluta confianza, no te preocupes por nada… Avisa a la comisaria que mañana no vas a trabajar- habló rotundo -No te preocupes, después de comer me subió aún más la fiebre y ya le dije a capi que me tomaba un par de días para recuperarme… .Estupendo, con un par de días tenemos más que suficiente… -¿Para qué?- preguntó intrigada- Diego ¡¿qué está pasando?! ¿A qué viene estas ansías y estas prisas por sacarme de mi casa? ¿Y por qué viene tu equipo? ¿Por qué simplemente no me voy yo a tu casa aprovechando que tienes entretenido…? -¡¡Deja de hacer preguntas por todos los demonios!!- la interrumpió sulfurado- Ahora no puedo pararme a explicártelo cielo, hay que darse prisa- habló resuelto -¡¡Diego, o me explicas que pasa o no voy!! ¡¡Oh Dios!! ¡¿Acaso te han descubierto?!- se inquietó alarmada -No, tranquila; y ya te lo explicaré con calma cuando estemos juntos, ahora es necesario sacarte de ahí y no tenemos mucho tiempo pues Marti puede mosquearse y regresar; haz lo que te digo, por favor vida mía… Ah, no quiero que te comuniques para nada con Alexander ¿me oyes? -Pero Diego… -¡¡Joder Fran!!- la interrumpió irritado- ¡¡Por favor te lo pido!! ¡¡Obedéceme por una puta vez sin tanta preguntadera y sin protestarlo todo caray!!- ambos quedaron callados unos segundos -No me vuelvas a gritar- le comunicó muy pausadamente mascullando las palabras y él sonrió tierno -Vale, de acuerdo; y tú no me contradigas más por favor… bien, ahora vas a bajar al garaje y controlar que todo está tranquilo; espero, no te retrases -Voy- oyó cerrarse la puerta y el ruido del ascensor- ¿Me llevarán a tu casa verdad?- inquirió precavida -No, te llevarán a un lugar seguro; mi vida ¿no ves que allí será el primer lugar dónde te buscarán así se den cuenta que has desaparecido mi ángel?- repuso amoroso temiendo su reacción -Ya hombre, no soy tan torpe; pero digo encontrarnos allí y después ya nos vamos juntos…- explicaba inocente pero al instante guardó silencio y Diego no pudo evitar poner un gesto temeroso suponiéndose lo que se avecinaba- ¿O es que acaso tú no vienes conmigo Diego?- interrogó prevenida y él resopló desarmado, lo que se temía… -Yo no puedo irme ahora mi amor ¿no lo comprendes? Todo está ya descubierto y debo acabar mi trabajo…- intentó convencerla melosamente -¡¡Si tú no vienes, yo tampoco!!- dijo tajante y terca -¡¡No seas testaruda Fran!!- bramó irritado pero cambió de método al instante, así no lograría nada- te prometo que estaré bien e iré a verte todos los días mi ángel; te doy mi palabra- le habló meloso -¡No! ¡Yo no te dejo solo Diego!- remarcó rotunda y oyó como sonaba la alarma del ascensor -¡¿Qué coño has hecho Fran?!- inquirió atónito -Detener el ascensor, me voy de vuelta a mi piso- respondió firme y campechana -¡¡No seas burra, joder Fran!!- rechinó entre dientes y bufó encrespado- ¡¡Vale terca, está bien!! Me iré contigo- repuso desarmado- ¿Estás bajando verdad? -No- contestó serenamente -¡¡Fran, cojones!! Esto no es un juego y están a punto de llegar… ¡¡Tienes que salir de ahí inmediatamente!! ¡¿No te das cuenta que estás en grave peligro o yo no armaría todo esto por nada?!- empezó a enfurecerse examinando nervioso su reloj -Diego, no estoy bajando porque ya estoy en el garaje; sosiégate un poquito ¿vale?- bromeó guasona y la oyó reír divertida, Diego también sonrió- No veo nada fuera de orden, aquí no hay nadie… Voy a recoger la bolsa… -¡¡Por todos los demonios!! ¡¿Dónde la dejaras entonces?! ¡¡Estarán ahí en menos de dos minutos!!- se desesperó ansioso, se frotaba nervioso la cabeza -¡¡En el ascensor, Diego!!- contestó irritada- ¿Cómo voy a salir con una bolsa de viaje en la mano sin saber si están o no vigilando el garaje? ¡Espabila Diego! -Mi chica lista- le dijo amoroso -¡Más que tú por lo que parece!- se burló guasona- ¿Y ahora? -Ve hasta el fondo, verás llegar un Audi negro matricula AHG- 3402; son ellos… Espera un momento para abrir el garaje, yo te aviso- observaba su reloj- ¿Te encuentras muy mal, corazón?- se interesó meloso -Reventada, atontada… ¡Nada fuera de lo normal!- bromeó irónica y se rieron entrañables -¡Pobrecilla mi gatita!- le dijo amoroso- ¿te estás tomando algo? -Aspirinas- él movió la cabeza derrotado- Pero esto solo se cura con cariñitos ¿sabías?- comentó mimosa y él sonrió dichoso -Te los voy a dar todos en cuanto estemos juntos, amor- repuso apasionado y volvieron a reírse- Ahora; abre cielo- ella obedeció. -No hay nadie, Diego- comentó intranquila -Espera, mantenlo abierto… -¡Viene un coche!- repuso de pronto -Ocúltate hasta estar segura que son ellos Fran- se impacientó nervioso -¿Quieres dejar de tratarme como una idiota?- le murmuró fastidiada y él rió divertido- Sí, son ellos- aclaró más resuelta -Bien, ahora haz todo lo que te digan y no te pongas terca cielo ¿me oyes? ¡Por favor Fran, te lo pido de rodillas, obedece en todo sin rechistar!… Te quiero mi vida- le dijo ardoroso -Y yo a ti mi bien; ahora nos vemos- le cortó la llamada y volvió a marcar -Todo listo García, me voy a casa; llámame así lleguen- expuso resuelto -Estupendo, aviso a Expósito y no te preocupes: se comunicarán contigo así estén en la casa; buena suerte jefe -Tranquilo… ¡¡Ah García!! Avísalos que puede que intente averiguar si la traen a mi casa, que le digan que sí- remarcó rotundo, oyó reír divertido a su compañero -Ok, ahora mismo paso el recado- expresó entre risas -Perdóname gatita pero tenía que hacerlo- musitó apesadumbrado por haberle mentido a Fran guardándose el teléfono en el bolsillo y se dirigió hacia su coche. Llegó a casa sin problemas, lo seguía en todo momento un Fiat negro de la central; pero ni rastro de Marti ni el Ford Taurus. Ahora estaba más que claro que a quien custodiaban con tanto esmero era a Fran. Delante de su puerta observó, más por costumbre que por otra cosa, la esquina dónde siempre dejaba el palillo. Descubrió asombrado que estaba colocado preciso y escondido, sonrió dichoso. -¡Mi dulce petit suisse, no se le pasa una!- repuso orgulloso de Fran. En el Audi llegaba un hombre de su edad más o menos, rubio con ojos grises alegre y vivarachos; le sonreía lozano con una hermosa sonrisa -Hola, soy Archie ¿Fran, verdad?- le ofrecía la mano amistoso, ella le sonrió y se la estrechó animosa afirmando con la cabeza. Él abrió la puerta trasera y levantó el asiento apareciendo una rubia preciosa y grácil, con ojos negros melosos y dulces. -¡Se acabó el descanso, Cristín; a trabajar!- bromeó divertido a la chica. -¡Que pena! Ahora que estaba a punto de coger el sueñecito- bromeó mientras salía de su escondite y él guardaba la bolsa de Fran en el maletero -Hola, soy Cristín; vamos a pasar unos días juntas- le ofreció la mano también y Fran se la estrechó amistosa -Fran -Lo sé- contestó amable- no te preocupes, es más cómodo de lo que parece- le comentó cariñosa invitándola a entrar en su lugar -¿Tengo que hacer todo el viaje ahí?- preguntó desconfiada, así no podría comprobar si la llevaban a casa de Diego o no, no se fiaba de él ni un pelo… -¿Algún problema con eso? ¿No serás claustrofóbica o algo así?- se alteró Archie apretando el disimulado comunicador que llevaba en su oído- ¡Joder García! ¡¿El jefe no sabe avisar de esas cosas?!- indicó irritado pero se quedó escuchando y miró prevenido a Fran- de acuerdo…- repuso más calmado -No, tranquilo; solo qué…- Fran los miró prevenida- No sé cómo saldré de ahí llegados a casa de Diego, él no tiene garaje y va a sonar muy raro si alguien nos ve- expuso inocente pero observándolo alerta -Tranquila, solo es para salir de aquí; no sabemos cuántos pueden estar ahí fuera- expuso desenfadado Archie y Fran sonrió más relajada -No te preocupes por nada ¡¡Eres una entrega importante y tenemos que cuidarte mucho o Vázquez nos cortará en mil pedacitos!!- bromeó amena Cristín y Fran le sonrió divertida -Venga, de prisita que estamos tardando ya de cojones- apuró inquieto Archie examinando su reloj de pulsera- por favor, dame tu teléfono y dime cuál es tu coche- dijo mostrando su mano abierta, Fran se lo entregó -Aquel Ford rojo ¿por qué?- sin contestarle, Archie se dirigió hacia él manipulando el teléfono y Fran quedó asombrada al verle pegándolo a los fondos de su coche con cinta americana -¿Qué rayos hace?- exclamó atónita, Cristín rió divertida -Es por el GPS o por si tuvieras un localizador en él; no podemos destruirlo o saltarían las alarmas, así que lo ponemos en silencio para que nadie lo oiga cuando suene y seguirá emitiendo como si estuvieras en el edificio ya que tu coche no se moverá de aquí- le explicó resuelta, Fran movió conforme la cabeza -Venga, rapidito adentro que hay que salir de aquí volando, apenas nos quedan dos minutos; por favor ¿el mando del garaje?- indicó resuelto regresando a lado de ellas; Fran se lo entregó y se acomodó en el hueco, la cubrieron con el asiento. Sintió como se cerraban las tres puertas y el coche se ponía en camino -Charlie dos a central: recogido con éxito el paquete, vamos camino de entrega- oyó la voz de Cristín -Aquí central, perfecto Charlie dos; Charlie uno también va de camino sin complicaciones- respondió una voz a través de una radio -¡¡Genial!! ¡¡Me encanta que los planes salgan bien!!- exclamó satisfecha, Fran sonrió divertida dentro de su escondite -A las dos y media Cristín… ¿Quién está con Stevenson?- escuchó decirle a Archie -Ni puta idea… pero eso tiene fácil arreglo colega- respondió despreocupada Cristín y Fran escuchó un leve clic casi inapreciable- García, sobre el nido sobrevolaban al menos dos buitres y nuestro pájaro principal hablaba con este otro; averigua quien es de inmediato y pásaselo a Vázquez- indicó pero Fran no logró oír nada más comprendiendo que hablaban por el intercomunicador que llevaban en el oído No tardaron mucho en detenerse; por la distancia podían estar cerca de la casa de Diego perfectamente pensó Fran complacida -¡¡Perfecto!! En el tiempo establecido, somos unas máquinas- repuso orgulloso Archie mientras percibía como se dirigían a sacarla de allí; pero su voz resonó como si estuvieran en un lugar cerrado… su sorpresa fue mayor cuando descubrió que estaban en el garaje de una casa desconocida cuando se bajó de su escondite ayudada por Cristín -¿Qué es esto? ¿Dónde estamos?- expuso desconfiada mientras la muchacha cerraba la puerta del coche -Nuestra guarida por un par de días; pero no te preocupes, es lugar seguro y nosotros no permitiremos que te ocurrirá nada- respondió despreocupado Archie recogiendo su bolsa del maletero y acercándose a ellas -¿Y Diego entonces? ¿No va a venir?- interrogó recelosa -No cielito, no puede dejarse ver por aquí a partir de ahora o no servirá de nada todo esto; pero tranquila, estaréis en contacto- le habló amistosa Cristín -¡¡Ah, no!! ¡De eso nada! ¡¡Ese no era el trato!! ¡Y si él no viene, yo aquí no me quedo!- saltó furiosa recogiendo su bolsa y echando a andar hacia la salida del garaje, ellos se quedaron desconcertado -¡Hay que joderse!- soltó atónito Archie mientras Cristín la sujetaba suavemente por el brazo deteniéndola -¡¿A dónde crees que vas?!- exclamó atónita Cristín -¡¡A mi casa!!- clamó tajante mirándola con furia- ¡¡Y suéltame ahora mismo!!- le gritó exasperada soltándose de un tirón enfurecida -Pues sí que tiene razón el jefe; menudo genio nos tiene la fierecilla- murmuró guasón Archie y su compañera lo miró discrepante -¡¡Dile a ese jefe tuyo que es un capullo!! ¡¡Me prometió que él también saldría de allí y no va a cumplirlo!!- bramó enfurecida hacia Archie -Espera un momento mujer; entiende que él no puede dejarlo ahora o todo nuestro trabajo y el esfuerzo de Ben se irá al garete ¡Compréndelo!- dijo ella dulcemente y a Fran el corazón se le encogió al oírla, pero al instante la miró de nuevo encolerizada -¡¡He dicho que no!! ¡¡A Ben le fallé por él no decirme nada pero ahora lo sé todo!! ¡¡Y yo no dejo solo a ese imbécil allí dentro!!- exclamó furiosa mirándola con ojos de ira -Anda, entremos y hablemos tranquilamente… Te prometo que no está solo- repuso amable Archie sonriéndole cordial -No Archie, compréndelo tú, yo soy el único apoyo que tiene dentro y aquí no me quedo sabiéndolo solo rodeado de esa chusma… Ya se lo dije a ese imbécil: o nos íbamos juntos o yo no salía de mi casa ¡no había otra!- refunfuñó rabiosa -Pero entiéndenos a nosotros también; solo obedecemos órdenes Fran y eran traerte aquí, no sabemos nada más… ahora, lo que podemos hacer es calmarnos un poquito, entrar en la casa y lo llamamos para aclarar todo esto ¿de acuerdo?- Fran los miró furibunda pero comprendiendo a regañadientes -¡¡Ya sé que todo esto es cosa de ese estúpido!!- repuso enfurecida- ¡¡Ja, pero me va a oír!! ¡¡Claro que me vas oír Diego!!- decía furiosa entrando en la casa por la puerta que comunicaba directamente con el garaje; ellos se miraron atónitos y resoplaron pasmados al unísono, se rieron divertidos por la reciprocidad en ambos recogiendo el resto de las bolsas del maletero.

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