miércoles, 5 de febrero de 2014

Los despertó el timbre de la puerta. Fran ojeó el reloj de la mesilla aún adormilada, se enderezó rápidamente quedándose sentada en el bordillo de la cama -¡Dios, si son las diez ya! ¡Esa es Sandy!- comentó alterada dirigiéndose al armario -¿Sandy?- repuso intrigado Diego mirándola asombrado -Sí, me viene a recoger para ir a la revisión, como siempre- explicó escogiendo la ropa para irse a la ducha -¡Ah, yo voy!- decidió rotundo levantándose también; se puso el pantalón, se aproximó a Fran y la besó amoroso en el cuello- voy a buscar el petate que se quedó abajo; espérame que nos duchamos juntos -Apura luego… Tenemos que estar en la clínica a las once y media -Vuelvo volando- la volvió a besar y salió del cuarto. Sandy con Miriam hablaban entretenidas en la cocina -¡¡Diego!!- se sorprendió encantada al verlo, él le sonrió cariñoso y se abrazaron deleitados- Que bien que ya hayas vuelto cielo… Pero estás ¡¡impresionante!!- comentó satisfecha -Gracias, Sandy; también se te ve muy bien- contestó contento, la soltó suavemente y recogió el petate del suelo- Me voy a duchar, Fran está preparándose ya; nos dormimos pero bajamos en un momento- explicó entusiasmado y subió raudo las escaleras. Al pasar por el cuarto de Andy observó que aún dormía plácidamente en su camita. Al poco rato, bajaban animados y amorosos las escaleras ya preparados, se sonreían enamorados continuamente sin dejar de poder mirarse o besarse amorosos. -Cómetelo todo antes de que te enfríe mi niña- le habló tierna Miriam entregándole su plato de huevos revueltos al tiempo que Diego la besaba cariñoso en la mejilla dándole los buenos días y la mujer le sonrió dichosa. -Abrígate cielo, hoy hace muchísimo frío- le recomendó amorosa Sandy a Fran cuando acabó el desayuno e iba a recoger su abrigo. -¿No te lo dije? Me tratan como a una niña pequeña- le murmuró fastidiada a Diego mientras la ayudaba complacido a ponérselo; él rió divertido besándola tierno en los labios La consulta fue rutinaria y tranquila, todo iba bien y normal. A Diego se le inundaron los ojos de lágrimas emocionado al ver por primera vez a su hijo: ya era todo un hombrecito formado, sano y perfecto; sus latidos resonaban altos y fuertes y a él le sonaba a música celestial. Estaba enormemente feliz y Fran lo miraba deleitada. -Te quiero amor, y cada día más aunque ya parezca imposible- repuso completamente entregado besándole amoroso la mano que sujetaba entre las de él -Yo siento lo mismo corazón- contestó ella con devoción y deleitada por tanto amor y ternura que le demostraba. La acompañó al trabajo; tenía unas ganas tremendas de volver a ver a sus antiguos compañeros y grandes amigos. -¡¡Vázquez!! ¡¡Bienvenido por fin!! ¡¡Se te echa de menos compañero!!- lo saludaban todos emocionados de verlo de nuevo abrazándolo amistosos, él correspondía de igual forma, también se le veía feliz de verlos. Pero dónde se le notó realmente emocionado fue al ver tras las puertas acristaladas sus antiguas instalaciones de trabajo y a su equipo. Expósito leía interesado unos informes aunque sin perder detalle de la conversación que mantenía Archie, sentado sobre la mesa de García y Cristín que, apoyando los pies sobre la mesa y con los brazos cruzados sobre su pecho, se balanceaba en su silla. -¡¡McLaren!! ¡¿Ya has hecho lo que le pedí?!- bramó Diego así las puertas correderas se abrieron a su paso -¡¡Sí jefe!! ¡¡Estoy en ello!!- respondió al instante poniéndose de pie en el acto y volviéndose con rostro alterado por el sobresalto que acababa de sufrir- ¡¡¡Diego!!! ¡¡Sigues igual de capullo ¿lo sabías?!!- respiró más relajada mirándolo emocionada -Y tú igual de mentirosa- repuso con ternura y todos corrieron a abrazarlo entusiasmados -¡¡Ey jefe!! ¡¡Qué bien que hayas regresado tío!!- lo saludó realmente emocionado García, aquel muchacho era todo corazón y se percibía que apreciaba mucho a Diego -Ya no soy tu jefe peque- lo abrazó cariñoso Diego -¡Es igual! ¡Para mí siempre serás mi jefe!- repuso encandilado respondiendo eufórico al abrazo- pero tío… ¿sabes que los esteroides son sustancias ilegales, verdad?- susurró pícaro al notarle sus musculosos brazos y espalda al abrazarlo, todos rieron divertidos. Más tranquilos después de saludarse, charlaban animados entre todos. Diego se retiró levemente con García -García, siempre confié en ti compañero así que dime la verdad porque ella esquiva contestarme… ¿Cómo llevó el juicio mi fierecilla, peque?- se interesó preocupado señalando levemente con la cabeza a Fran -Muy mal colega, muy mal; aún peor que Estela, que al principio se la veía como un flan y conmocionada pero se mantuvo firme y entera durante todo el proceso- declaró y su rostro se volvió impresionado- al principio intentó mantener el tipo como pudo pero, al cuarto día de escuchar tantas barbaridades, se derrumbó- explicó sobrecogido, Diego la miró conmovido mientras charlaba animada con sus compañeros- tío, nos quedamos lelos cuando se levantó en medio del juicio y empezó a gritarle a ese capullo fuera de sí… hasta el juez tuvo consideración de la pobrecilla que se dio cuenta de que no podía más porque pidió amable que la sacáramos de la sala sin muchos aspavientos… y después en los pasillos se nos puso la piel como escarpias a todos al verla llorar de aquella manera y como clamaba por ti diciendo que le hacías falta a su lado, era impresionante… La doctora Reynolds acabó por darle un sedante sin que se diera cuenta colega- Diego tomó aire profundamente- después ya no fue capaz de volver a entrar nunca más hasta el día que se leyó la sentencia, ahí sí que volvió a ser la Sullivan de siempre tío: altiva, fuerte y con carácter; escuchó atenta al juez y todos pudimos apreciar como respiró tranquila al oírla y su rostro se serenó al fin. -¿Y ya lo han ejecutado?- se interesó inquieto -No, será el día 3 de Enero ¿por qué? ¿Piensas ir? -No; me importa bien poco lo que sea de él, así se pudra en el infierno- masculló asqueado- pero la temo a ella- expuso prevenido observándola inquieto de nuevo -¡¡Nahh, tranquilo!! Te digo que ya pasa de él y le importa bien poco lo que pueda sucederle- expresó despreocupado Era ya navidad, Fran y Andy daban los últimos retoques al árbol entretenidos y riéndose felices mientras Miriam atendía la cena. En el televisor salía el reportaje del atraco al banco central, resuelto satisfactoriamente por los cuerpos especiales -¡¡Mira Fran, es papi!!- gritó entusiasmado el pequeño acercándose al televisor, ellas rieron felices -Sí cielo, es tu papi- le respondió amorosa -El mío y el de Jamie ¿eh?- reafirmó radiante y Fran sonrió deleitada. Oyeron la puerta y entró Diego enfundado en su zamarrón de piel de borrego- ¡¡Papi!!- exclamó jubiloso acudiendo raudo a los brazos de su papá que lo recogió encantado -¡¡Hola mi campeón!!- repuso entusiasta besándolo amoroso en la mejilla -¡¡Ufff, que frío estás papi!!- protestó el pequeño retirando su mejilla de sus labios helados, todos rieron divertidos -Es que hace un frío de mil demonios, corazón- comentó acercándose a Fran- hola mi cielo ¿cómo habéis estado mis dos amores?- la besó apasionado mientras le acariciaba la panza -Bien, siempre bien por ahora- respondió animada posando dulcemente su mano sobre la helada mano de Diego, se sonrieron complacidos y se besaron amantes- ¡Bueno, esto está ¿eh?… falta el toque final Andy!- comentó entusiasmada Fran mostrando una gran estrella, Diego elevó a Andy que colocó encantado la estrella en la copa del árbol. Se quedaron riéndose felices los tres observando deleitados el hermoso árbol adornado mientras Miriam los miraba encandilada desde la cocina. Eran una pareja hermosa y formaban una familia preciosa. La nochebuena se presentaba animada, iban a venir todos para pasarlas juntos, como una gran familia. Fran y Miriam atendían la cena mientras Diego preparaba la mesa ayudado de un Andy exaltado por el entusiasmo de los adultos. Padre e hijo estiraron divertidos el mantel blanco bordado por Miriam y que siempre usaba en esas fechas sobre la mesa colocando seguidamente los platos y los cubiertos que Andy iba ordenando a medida que Diego se los pasaba indicándole con mucha ternura dónde y cómo colocarlos correctamente. La mesa estaba perfectamente puesta al fin, se chocaron las palmas complacidos del trabajo realizado y se fueron a la cocina -Nosotros hemos acabado realizando un trabajo espléndido ¿verdad campeón?- comentó satisfecho Diego besando amoroso el cuello de Fran y el niño asintió orgulloso; Diego cogió una gamba pelada del plato junto a Fran e, inesperadamente, ella le dio en la mano con la cuchara de palo que sostenía- ¡¡Ey gatita!!- protestó fastidiado y ella y el pequeño se rieron divertidos -No se meten las manos en el plato papi- habló resuelto Andy -Di que sí mi ángel, tu papi es un maleducado- lo alentó cariñosa Fran, el niño sonrió complacido- Toma, prueba esto a ver que tal- le ofreció cariñosa de lo que estaba cocinando a Diego -¡Umm, está muy bueno cielo!- la felicitó besándola de nuevo en el cuello y ella sonrió dichosa- Buen trabajo mamá Miriam, por fin logró enseñarle a esta señorita a cocinar; ya me estaba temiendo que nuestro chiquitín tuviera que prepararse sus propios biberones- bromeó cariñoso acariciando tierno el vientre de Fran, la mujer sonrió entrañable -Me costó pero al final entró por el aro- repuso complacida y se rieron alegres. Ellos se besaron apasionados -Ve a preparar a Andy y múdate tú, que están a punto de llegar… ¿lograste localizar a Cris?- le replicó amorosa -Sí, dijo que después de cenar se pasaba… otro para el camino- ella mostró encantada sus labios esperando un beso pero él le robó otra gamba y salió de la cocina riendo a carcajadas dejándola ofuscada. -¡Ah me parece muy bien!- protestó fastidiada por el desaire, él regresó al instante sin poder dejar de reírse e intentó besarla pero ella lo esquivó rauda; Diego le sujetó firmemente el mentón y la miró apasionado -¡Ay mi gatita rabiosa que pronto se me enciende!- expresó tierno -Y a ti cómo te gusta- replicó vanidosa y atrapó su boca besándose amorosos La primera en llegar fue Estela con los niños, traía regalos que colocó junto al resto bajo el árbol. Los siguientes fueron Archie, García y Cristín con más regalos. Luego Expósito y su esposa con los dos niños y más regalos se fueron amontonando a los pies del gran árbol de Navidad. Diego estaba radiante de anfitrión, y muy elegante con un traje azul oscuro que le quedaba perfecto. Andy andaba feliz correteando por toda la casa con todos sus amiguitos. Bajó por las escaleras Fran con un elegante vestido rojo premamá, el pelo recogido en un moño bajo. Diego la miró encandilado mientras sonreía dichoso, era la mujer más bella del mundo. -¿Y Sandy? ¿Aún no llegó?- le preguntó intrigada Fran -¿Esa? siempre tarde, mal y a rastras cielo- respondió entrañable en el momento que sonaba el timbre nuevamente- Ahí la está por fin- Entró en la sala una Sandy preciosa, con un vestido azul celeste ceñido que le quedaba de ensueño y su melena rubia suelta, acompañada de Clayton. Un hombre atractivo y esbelto con unos ojos azules preciosos. Dejó más paquetes en el árbol después de saludarse muy amistoso con Diego -¿Y dónde me anda el rey de la casa?- exclamó cariñoso -¡¡Aquí Clayton ¿o no me ves hombre?!!- le contestó radiante Andy provocando las risas de todos, Clayton lo recogió en brazos y lo besó cariñoso en las mejillas La cena fue familiar y fantástica. Los niños disfrutaban felices, aunque muy inquietos; esperaban impacientes el momento de abrir los numerosos paquetes bajo el árbol. En el brindis se enteraron del compromiso entre Archie y Cristín; felices y encantados brindaron por los novios. En medio de aquella alegría, llamaron a la puerta y fue Diego abrir entrando junto a Cris que traía también regalos provocando así, y por fin para los ansiosos pequeños, la hora de entregar los regalos. Había para todos algún detalle, aunque la mayoría eran para los cinco pequeños que disfrutaban abriendo sus paquetes, estaban desorientados y eufóricos entre tanto juguete. El que más se emocionó fue Cris al descubrir regalos también para él y, sobre todo, aquel magnífico monopatín nuevo de parte de Fran. Los adultos los observaban alegres y deleitados sentados en los sofás saboreando el delicioso ponche que Miriam había preparado. Había cuatro para el bebé que abrió Fran entusiasmada. Un conejito blanco y muy suave de Cristín y Archie; un precioso trajecito rojo de pana de pantalón con peto y camisita blanca con unos pequeñísimos zapatitos rojos, de Estela; otro trajecito vaquero con camisa azul celeste y unas divertidas deportivas enanas, de Sandy y Clayton; un osito azul y muy dulce de Expósito y su esposa; y una rana de enormes ojos saltones muy graciosa de García. -Son todos preciosos, muchas gracias- agradeció emocionada Fran mirando los regalos -Falta el mío- dijo complacida Miriam entregándole dos cajitas. Fran las abrió y descubrió dos medallitas de oro con sus finas cadenitas -Son preciosas, mami; como la que me regalaste a mí de recién nacida- repuso dichosa Fran observándolas- pero ¿dos? -Para mis dos nietos hermosos, para que Jesús me los guarde y proteja- recogió una y se la colocó amorosa a Andy al cuello. Diego se sintió plenamente halagado. -¿Es para mí mami Miriam?- le preguntó él entusiasmado mirándola encantado -¡Claro corazón, es tuya; cuídala mucho!- lo besó amorosa y él le correspondió feliz -Ahora el mío- comentó entusiasmado Diego entregándole otra cajita a Fran- Pero este es para ti- Fran lo abrió y era un colgante de un diamante en forma de corazón, fino y elegante, insertado en una fina cadena de oro blanco -¡Oh, mi amor; es hermoso!- repuso sorprendida y emocionada, él se lo colocó dulcemente en el cuello- y yo solo te tengo unos guantes- se apenó afligida, él sonrió dichoso -¿Qué mejor regalo que el me darás dentro de un mes?- objetó halagado y satisfecho acariciando amoroso la barriga de Fran. Se besaron gozosos y entusiasmados ante las risas entrañables y silbidos burlones de los presentes -Yo aún estoy esperando el mío- comentó pesarosa Miriam, Fran la miró extrañada; todos los regalos estaban entregados y no había más. Ella miró a ambos cariñosa pero disgustada -¡En cuanta nazca Jamie, mamá Miriam; se lo prometo… bautizo y boda juntas si quieres!- prometió Diego pillando en seguida a lo que se refería la mujer. Ella sonrió conforme y todos rieron entrañables. La noche continuó feliz y divertida, entre el alboroto de los niños con sus juegos y las bromas y chistes de los adultos. Cris resultó ser muy entretenido y junto a García, se hicieron los reyes de la noche. Los primeros en retirarse fueron Expósito con su esposa y sus dos niños con Cris; luego García junto a Cristín y Archie, seguidos de Sandy y Clayton. Como Estela se quedaba con ellos, acostaron a los tres pequeños en el cuarto de Andy entre protestas y enfados; aunque no tardaron ni cinco minutos en dormirse. Miriam y Estela también decidieron retirarse y se fueron todos a la cama. -¿Sabes que hoy estás deliciosamente hermosa?- le susurró apasionado Diego al oído ya en el cuarto bajándole despacio la cremallera del vestido -¿Ah, solo hoy?- bromeó burlona, él sonrió divertido -Siempre estas hermosa pero hoy para comerte- se besaron apasionados, amorosos, entregados y deseosos Diego le hizo el amor tierno, plácidamente y gozoso al límite. Entregándose el amor y la pasión que les rebosaba por cada poro de su piel. Cada día se amaban más y así se lo demostraban cada noche, gustosos y entregados.

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