domingo, 2 de febrero de 2014

-¿Y tú cómo estás cielo? -Esto es alucinante, me encanta franchute; seguro que a ti también te gustarían las pruebas de tiro con las armas de asalto que usamos ¡¡son alucinantes mi franchute adorada!!- contestó ilusionado -¡Seguro mi bien!- aseguró ella entrañable -Además me vendrías muy bien para las teóricas mi cielo, ya sabes que lo mío no es hincar los codos y tú me ayudarías mucho a estudiar como en la academia- bromeó gustoso y Fran rió amena -Sí, como estudiábamos tanto cuando lo hacíamos juntos…- replicó ella irónica y él rió feliz -Te echo tanto de menos mi gatita- musitó meloso y ella sonrió deleitada -Y yo a ti mi bien, no sabes cuánto- también le contestó mimosa -¡¿Por qué no vienes un fin de semana mi ángel?! Desde el sábado por la tarde hasta el lunes lo tenemos libre y hay un motel aquí cerca… podemos coger una habitación y pasarlo juntos mi gatita- le propuso entusiasmado -Me encantaría cielo pero ahora no puedo irme, está a punto de empezar el juicio- declaró desilusionada -¡¿Ah sí?! ¿Ya hay fecha?- se interesó preocupado -Sí, parece ser que puede que empiece para la semana -¿Cómo te encuentras mi bien?- se inquietó -Bien tranquilo, preparada y dispuesta para todo; no te preocupes… Pero no hablemos más de eso, cuéntame de ti -No tengo mucho que contar, solo que esto es fantástico mi petit suisse; me encanta de verdad, aunque las pruebas tanto físicas como prácticas son muy duras, pero de verdad me gusta muchísimo- explicó entusiasmado y Fran pudo comprobar que era realmente feliz con aquello, sonrió deleitada- ¿y tú? Si ya va a empezar el juicio ya estarás en activo de nuevo ¿no? ¿Has aceptado el puesto de comisario, verdad?- se interesó animado -Pues no…- respondió resuelta -¡¡Fran!! ¡¿Por qué no?! ¡¡No seas boba, debes avanzar mi bien!!- protestó molesto -Cálmate quieres; no lo acepté porque tengo que pensar muy bien que hacer- explicó determinante- ya que… también me ofrecieron ocupar tu vacante en asuntos internos, parece ser que tus compañeros dieron buenas referencias de mí- expuso orgullosa -¡¿De verdad?! ¡¡Qué bueno mi ángel!! ¡¡Tendrás unos compañeros fantásticos, de verdad!!- se entusiasmó y ella volvió a sonreír deleitada -Por lo que parece, echan en falta una persona más inteligente que la que tenían antes a su lado- bromeó guasona -¡¡Ja, que graciosa me estás hoy!!- sonreía dichoso- ¿Aceptarás? -Aún tengo que presentarme a las pruebas- repuso ella serena -¡Esas las pasas con los ojos cerrados mi chiquita!- aseguró orgulloso, ella sonrió agradada- no conozco mujer más flexible que tú… en todos los aspectos gatita- musitó pícaro y Fran rió divertida- ¿Aceptarás o no?- inquirió insistente; Fran acarició su vientre pensativa -No sé aún, Diego… Ya te digo que tengo que pensarlo muy bien- repuso insegura- tengo que pensar muy bien las cosas por los dos- comentó distraída mientras seguía acariciando su pequeño vientre -¿Por los dos? ¿Qué dos?- preguntó intrigado, ella se sobresaltó; había hablado sin pensar -Por mami y por mí ¿por quién iba a ser?- repuso apurada- tengo que contar con ella ahora en mis decisiones- se mordía nerviosa el labio inferior -Ah, claro- exclamó convencido y Fran respiró tranquila- pero tienes miles de buenos trabajos allí dentro sin meterte en infiltración… y, la verdad, yo también los prefiero para ti- añadió amoroso -Hablaré con los superiores primero, lo pensaré bien y decidiré después -¡No me pareces mi dulce petit suisse! ¡Estás demasiado miedosa…!- se burló amoroso -Idiota -¡Vaya, voy mejorando!- bromeó divertido- ya no soy solo imbécil, también soy idiota- se rieron entrañables- ¡Tengo la novia más cariñosa del mundo!- bromeó socarrón -Es la que elegiste, si quieres rompemos el compromiso- propuso resuelta -¡Ey, ey, no te me embales gatita!- repuso ofuscado- ¡Contigo tengo que andar con pies de plomo que te me enfurruñas a la primera de cambio!- comentó impresionado y volvieron a reírse- Tengo que dejaros ya, se me acaba el tiempo; ponme a Andy un poquito más por favor que también lo extraño un montonazo… Fran te quiero mucho, no lo olvides -Y yo a ti, muchísimo; cada día más- repuso apasionada acariciándose el vientre nuevamente- Andy cielo, despídete de papi- le pasó el móvil al pequeño y se quedó callada, pensativa y triste. Las mujeres la miraban conmovidas pero no dijeron nada. -No está papi- se lamentó de pronto el pequeño mirando entristecido el teléfono después de charlar breve rato, su madre se lo quitó cariñosa -Se le cortaría cielo, dijo que se le acababa el tiempo ya- le explicó amorosa Fran acariciándole dulcemente la mejilla. El niño le sonrió como si le entendiera todo -¿Está bien?- preguntó cariñosa Miriam -Sí, entusiasmado; le encanta todo lo que está haciendo- respondió más animada Fran y las tres se sonrieron amenas. -No se lo has dicho Fran…- comentó pausadamente Sandy mirándola intrigada- ¿Por qué? -No es el momento, Sandy; ya lo noté muy preocupado al decirle que empezaba el juicio como para también inquietarlo más con el anuncio del embarazo… Lo suyo nunca fue estudiar y parece ser que tiene bastante teórica, ahora que esté a lo que tiene que estar y no preocupándose por mí; ya se lo diré más adelante, cuando todo esto acabe- respondió amorosa; Sandy le sonrió admirada, derrochaba tanto amor al hablar de Diego que impresionaba como se amaban y solo asintió con la cabeza -Sandy, querida… dirás que soy entremetida pero ¿por qué rompisteis Diego y tú?- preguntó de pronto Miriam -¡¡Mami!!- le reclamó Fran ofuscada por el descaro de su madrina, Sandy sonrió dulcemente -No pasa nada, Fran…- añadió ella dulcemente sonriendo entrañable- Somos muy distintos Miriam y chocábamos mucho por ese motivo siempre- comentó despreocupada, ambas mujeres le sonrieron amenas pero Sandy miró fijamente a los ojos a Fran- pero la verdad sincera y total es que él nunca logró olvidar a Fran, ella es su gran amor y nunca me dejó acercarme lo suficiente para poder borrarla de su corazón… Y ahora de verdad que me alegro, se nota a leguas que estáis hechos el uno para el otro cielo- acabó tierna acariciándole dulcemente la mano a Fran y se sonrieron entrañables. Pasaron la tarde entretenidas charlando Miriam y Sandy mientras Fran jugaba al balón con Andy por toda aquella gran estancia que les ofrecía la casa sin tabicar a pesar de las protestas de Sandy, que acabó rindiéndose al cabo de un rato al ver que no podía con ellos. Aceptó el trabajo que le ofrecían en asuntos internos. Al principio la destinaron al papeleo y le pusieron de compañero a Expósito, el más antiguo del equipo. Era un hombre amable y maravilloso. Aunque la verdad, conectó rápido con todos y le impresionaba como se entendían entre ellos casi sin hablar. Hacían un equipo estupendo con Archie al frente ocupando el lugar de Diego. Pasó un mes más sin comenzar el juicio, los abogados del tal Antonelli lo retrasaban una y otra vez alargando más aquella espera tortuosa. Mientras, Fran estaba encantada con su nuevo puesto y su vientre aumentaba normalmente; llevaba un embarazo tranquilo y controlado por una entusiasmada Sandy que la acompañaba a todas las revisiones con dedicación absoluta y un cariño enorme. Tuvo que reconocer con gran felicidad que mami Miriam tenía razón cuando le contaba que en cuanto comenzara a sentir a su pequeño todo se volvería algo increíble y maravilloso, Fran sintió un enorme amor por aquella criatura que crecía en su vientre así lo apreció por primera vez. No podía creer que se pudiera sentir tanto amor por alguien que todavía no había visto; con cada patada o movimiento de su hijo dentro de ella, su entusiasmo aumentaba y el amor la sobrepasaba; pero también aquel gran vacío en su corazón se agrandaba, le faltaba lo más principal, le faltaba Diego a su lado disfrutando de todo aquello junto a ella. Aunque él procuraba llamar todos los domingos y era el momento más feliz para ella. Oír aunque fuera solo su voz la hacía inmensamente feliz. -Ya queda menos para que regrese papá, corazón- le decía amorosa a su tripa acariciándola dulcemente todas las noches antes de dormirse. También Andy estaba encandilado con su hermanito y a veces se quedaba extasiado mirando fijamente el vientre de Fran gritando alegre cuando el bebé se movía inquieto provocando la sonrisa enternecida de ellas. Llegó el día del juicio por fin. Fran, que creía estar serena y preparada, no logró pegar ojo en toda la noche anterior. Daba vueltas inquieta en la cama pensando en que estaría de nuevo frente a frente de Alexander, aquel hombre al que había querido y respetado como a un padre y resultara ser el frío y sanguinario asesino del suyo propio. Casi aún estaba amaneciendo cuando, rendida ya de luchar contra sus pensamientos y comprendiendo que el intentar dormirse era inútil, resolvió mejor levantarse y prepararse. Se duchó dejándose estar un tiempo bajo el chorro de agua caliente intentando relajar sus nervios internos y luego se maquilló a conciencia. A pesar de no haber dormido en toda la noche, se descubrió así misma muy bonita; su rostro estaba hermoso con aquel poco maquillaje que le quedara perfecto y, con aquel holgado peto vaquero y la camisola azul celeste que marcaban su linda pancita -¡Ey, que guapa estás mi niña!- la felicitó amorosa Miriam al verla aparecer en la cocina, ella le sonrió agradada -¿Qué haces ya levantada mami? Aún es muy temprano- indicó cariñosa besándola tierna como todas las mañanas en la sien -Porque voy contigo corazón ¿o acaso crees que te voy a dejar sola en estos momentos?- aclaró resuelta y decidida, Fran le sonrió tierna volviéndola a besar agradecida -No es necesario mami, no voy a estar sola y tú no tienes por qué pasar por esto mamita ya que no estás imputada por nada- declaró emocionada -No mi niña, no insistas que yo voy a estar contigo mi reina; siempre contigo- remarcó tajante, se sonrieron amenas y Fran no insistió más. Cuando llegaron, los compañeros de Diego ya estaban en el pasillo junto al fiscal que llevaría el caso en contra de Alexander y sus secuaces. Las recibieron animados rodeándolas al instante y acogiéndolas con cariño, apareció Sandy -¿Qué haces aquí? ¿No trabajas hoy?- se interesó curiosa sonriéndole amistosa, ella la besó tierna en las mejillas -Pedí unos días libres, ¿no pensarías que os iba a dejar solas verdad? Os tengo mucho cariño y nos hemos hecho buenas amigas, creo yo… Además, se lo prometí a Diego ¿recuerdas?- contestó resuelta y todos se sonrieron unos a otros amistosos -Hola Fran- oyó una voz a espaldas de ella, se volvió descubriendo a Sarah Reynolds, la psiquiatra -¡Sarah! ¿También estás llamada para declarar?- se interesó amena mientras se besaban cariñosas en las mejillas -No, he venido a apoyarte en calidad de amiga ¿por qué aún lo somos, no?- instó chistosa y se rieron alegres- también puedo ser un buen apoyo psicológico por si lo necesitas, tanto para ti como para tu madrina- Se ofreció amable -Gracias- respondió conmovida volviéndose a abrazar a ella reconfortada -No hay de qué cielo- musitó cariñosa mientras se abrazaban, luego se retiró levemente mirándola entusiasmada- Pero… ¡¿No me digas que…?!- expresó alegre posando sus manos en su pequeño vientre abultado, Fran sonrió dichosa- ¡¡Vaya, vaya!! ¡¡Mira nuestro amiguito Diego, no pierde el tiempo ¿eh?!!- bromeó chistosa y todos rieron alegres -¡Fran! ¡Sandy!- las llamó amena pero con voz nerviosa Estela apareciendo en el ascensor -¡Estela!- la recibió amistosa ambas abrazándose a ella -Gracias a Dios que ya estáis aquí, vengo hecha un flan- declaró inquieta y las dos le sonrieron tranquilizadoras- ¡Oh, Fran! Que alegría llevé cuando Diego me dijo que habíais vuelto cielito, si se veía a leguas que estáis hechos el uno para el otro ¿verdad Sandy?- repuso enternecida abrazándose de nuevo a ella, la miró interesada- pero no me comentó nada de esto el muy pillaban ¡que sorpresa más hermosa cielo!- aclaró alegre posando también dulcemente sus manos en el vientre de Fran -Tu primo no lo sabe Estela- aclaró Sandy y ella la miró desconcertada -¿Acaso está ciego o qué?- repuso confundida y todos se rieron divertidos -No, es que no está aquí Estela- aclaró dulcemente Fran, ella la miró extrañada- lo han aceptado en los cuerpos especiales y lleva más de un mes fuera -Ah…- musitó descorazonada- ¿Cómo? ¿Es que él no va a venir?- indagó nerviosa -No, él no; pero estamos aquí todos y dejó las cosas muy aclaradas, todo saldrá bien Estela, no te preocupes- la intentó tranquilizar Archie y todos se sonrieron esperanzados. -¡¡Dios santo!!- exclamó impresionada Miriam mirando impresionada los ascensores y todos se volvieron curiosos para observar a que venía la exclamación de la mujer: llegaban los procesados esposados y vigilados por un par de agentes cada uno encabezados por Alexander que fue el primero en verse al abrirse las puertas de los ascensores.

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