martes, 29 de julio de 2014


-Sé que es algo tarde pero creo que debemos aclarar algunas cosas cuanto antes- murmuró ella intentando romper aquel incómodo silencio
-¡¡Ah!! ¿Eso crees? Siempre fuiste una chica muy lista- repuso irónico dándole la espalda para colocar la guitarra sobre su soporte girándose de nuevo y sus miradas volvieron a encontrarse- ¿Y piensas quedarte ahí de pie o vas a sentarte? No creo que lo que tenemos que hablar sea cuestión de segundos- dijo sentándose en el sofá individual cruzando las piernas, ella echó a andar pausadamente hacia el otro en frente de él- Ahí no te sientes- exclamó de pronto, ella lo miró confundida- es el sitio de don Gato y se te llenará la bata de pelos- le aclaró amable, ella sonrió divertida y escogió entonces el tres plazas junto a la pared debajo de la hermosa cristalera del tejado
-Caray, tiene sofá propio y todo- comentó chistosa
-Él lo eligió así llegó y ya no hubo manera de quitarlo de ahí- aclaró despreocupado levantándose y acercándose a ella; a Alicia el corazón empezó a latirle frenético al verlo aproximarse pero llevó una inexplicable desilusión que la dejó desorientada cuando solo cerró la trampilla del techo que estaba sobre ella- acaba de salir a su ronda nocturna y puedes coger frío- indicó amable y se alejó de nuevo- ¿te apetece tomar algo?- la invitó mientras se dirigía a la cocina, ella negó con la cabeza observándolo como se servía un cubito de hielo y apenas tres dedos de whisky, como antaño: solo un cubito para enfriar el whisky y poco licor para no darle tiempo a aguarse, sonrió tierna al recordarlo- Te queda bien así el pelo corto, me gusta- le comentó amable mientras se sentaba en su sillón y ella le sonrió agradecida
 -Gracias… Pero me lo corté más por comodidad que por otra cosa: así es más fácil y rápido ponerse el gorro- explicó más tranquila y se dedicaron una sonrisa agradada. Se quedaron callados un buen rato, él observaba distraído su vaso haciendo bailar el cubito de hielo dentro- Has mejorado muchísimo- dijo al fin Alicia sonriéndole cariñosa, él la miró confundido- la guitarra, lo haces realmente bien ahora, se ve que le has dedicado tiempo
-¡Ah eso! Pues sí, alguno: muchas noches sin dormir y lo único con que distraerse…- murmuró apagadamente mientras le daba un sorbo a su vaso, ella lo miró desconcertada por su entonación decaída
 -¿A qué viene esa tristeza Vega? ¿Acaso no has conseguido ser el director general más joven de la empresa?- se interesó preocupada de que no lograra su sueño, él le sonrió pero fue una sonrisa pesarosa y triste que conmovió a Alicia
 -Sí lo conseguí, lo soy desde hace cinco años; pero no es para tanto, la verdad… sigo siendo el mismo idiota de siempre pero con más responsabilidades encima de mí que provocan noches eternas de insomnio- comentó desmoralizado, ella sintió gran pena por él, se le notaba realmente abatido; parecía que su sueño no había sido tan fantástico como había supuesto y deseó consolarlo pero no supo cómo- ¿y tú? Ya vi el otro día en el hospital de que sí eres la cirujana que deseabas ser pero… ¿conseguiste aquel año el título o tuviste que esperar?- aclaró animado de nuevo mirándola con cariño
-Pues sí, pero no lo conseguí en aquel año ya que no pude presentarme al examen pues me puse de parto…- habló sin pensar y no pudo evitar esbozar una tierna sonrisa que se le quedó congelada al ver la mirada dolida que Vega le lanzó; ambos se quedaron mirándose fijamente a los ojos unos segundos que a ella le parecían eternos; Vega tenía una mirada tan intensa que a veces lograba acariciarla simplemente con aquellos preciosos ojos grises pero otras veces, como ocurría en aquel momento, lograba reprocharle todo sin decir ni una palabra haciéndola sentir muy incómoda. Se revolvió inquieta en su asiento- la semana pasada me han nombrado directora de cirugía- murmuró intentando romper aquel incómodo momento que había aparecido entre ellos
 -¡Vaya, enhorabuena! Tu noviecito debe estar muy orgulloso de ti ¿Por eso al fin decidió ponerle fecha a la boda?- repuso hiriente mirándola sarcástico y ella se sintió lastimada, lo miró ofendida y él se sintió rastrero ¿por qué había sentido ese deseo tan fuerte de lastimarla de aquella manera tan ingrata?- Perdona, no quise herirte- se excusó abochornado
-Sí quisiste, no mientas- le reprochó duramente y él dejó fuertemente el vaso sobre la mesa sobresaltándola
 -Pues sí, para qué negarlo; no sé por qué pero sí quise lastimarte- recalcó tajante mirándola fijamente- y ahora vayamos al grano y dejemos de dar vueltas estúpidas: quiero saber por qué me odias tanto Ali ¿Qué te he hecho para que me odies así? No puedo entenderlo, Alicia… ¡¡creí que ambos habíamos elegido libremente!!- le reprochó dolido de nuevo
-Yo no te odio Vega- dijo desconcertada
-¡¿A no?! ¿Y a qué vino eso de prohibirle a Abi acercarse a mí entonces? ¿Por el gran cariño que aún me tienes?- le dijo sarcástico levantando la voz
-Yo no…
-¡¡No te atrevas a mentirme Alicia!!- la atajó antes de que empezara a hablar- no soy tan tonto como crees y ya me di cuenta que no fue una “casualidad” que desde que me crucé con tu madre en las escaleras, no volví a ver a Abi; y cuando al fin vino y me dijo que su mamá le había prohibido verme, no podía encontrarle una explicación… pero ahora ya lo comprendo todo
-¡No Vega! ¡No te odio! ¡Es que tú no la conoces!- le repuso también elevando el tono de voz
-¡Claro que no la conozco! ¿Y sabes por qué? ¡Porque tú no me has dado ni una mísera oportunidad de hacerlo Ali!- le reclamó furioso
-Tú decidiste irte- aclaró desafiante
 -Y tú quedarte- recriminó tajante y se clavaron los ojos frenéticos durante unos segundos; ella tomó aire profundamente en un intento de serenarse
-Vega, Abi es una niña increíble, un pedacito de cielo que se encariña en seguida con la gente y luego sufre mucho cuando se alejan de ella… yo no pensé en hacerte daño a ti al prohibirle venir, yo solo quería...- guardó silencio
-¿Qué querías Ali?- la instó ante su silencio- ¿Acaso querías que no me enterara de quién era? ¿Es eso Alicia? ¿No querías que estuviéramos juntos para que no acabara sacando conclusiones?- reclamó decidido y ella lo miró atónita unos segundos ¿cómo podía conocerla tanto como para saber sus ideas? Pero se recuperó al instante y lo miró desafiante de nuevo
-¡No idiota, quería evitar que se encariñara contigo ¿es que no lo entiendes?!- exclamó clavándole aquellos bellos ojos negros en los de él
-¿Por qué? ¿Acaso eso te molesta?- indicó mirándola desconfiado
 -¡¡No, claro que no!!- aclaró rotunda- solo que sufrirá, sufrirá mucho cuando te vayas porque te tomó gran cariño y solo quería eso Vega: evitárselo
 -Se encariña con todos menos con tu noviecito por lo visto- comentó sarcástico sonriendo cínicamente mientras recogía de nuevo su vaso y se recostaba en el sofá, eso crispó tremendamente a Alicia
-No seas cínico; ella le tiene cariño, mucho cariño- instó rotunda, él la miró incrédulo sonriendo burlón
-No es lo que me pareció… pero si tú lo dices- añadió socarrón bebiendo de su vaso y ella lo miró aún más crispada
-Sí le quiere; pero, cuando se le mete algo en la cabeza, es terca y cuadriculada como su…- exponía irritada pero se calló de pronto mirándolo retraída a los ojos
 -¿Su padre?- acabó satírico la frase Vega
-¡¡Sí!! ¡A veces es terca y tozuda como tú!! ¡¡Le quiere, pero no lo acepta porque se le metió en la cabeza esa absurda idea de que su padre nos vendrá a buscar y estaremos juntos los tres!!- le gritó frenética
-¡¿Absurda idea?! ¡¿Crees realmente que es absurda Alicia?!- le reprochó también enfurecido posando otra vez con fiereza el vaso sobre la mesita y sentándose al borde de su sofá enfrentándola irritado, ella calló contrariada- ¡¿Crees que no vendría al instante si llego a saber de su existencia?! ¡¿Se te pasó alguna vez por esa cabeza de chorlito que tienes que a lo mejor, si hubiera sabido de su llegada, su padre ya no se hubiera marchado siquiera?!- dijo golpeándose la sien con su dedo índice; Alicia se mordía el labio inferior sobrecogida, eso se lo dijera hasta la saciedad su madre pero ella, más tozuda y terca de lo que él era, nunca le quiso hacer caso. El aún aproximó más su rostro al de ella- ¡¿Te habías parado a pensarlo alguna vez Ali?! ¡¿Por qué no me dijiste que estabas embarazada cuando me marché?!- indicó alterado
 -Te fuiste y… yo lo supe después…- no sabía que decir, tragó saliva inquieta
-Te he dicho que no me mientas Ali- clamó contundente y ella lo miró sorprendida tragando nerviosa saliva- tú ya lo sabías antes de que yo me fuera- declaró decidido recogiendo su vaso y recostándose de nuevo en su sofá alejándose de ella, ella lo miró atónita
-¡¿Cómo sabes eso?!- se sorprendió boquiabierta y él esbozó una sonrisa consternado
 -Solo lo sospechaba… tú me lo acabas de confirmar ahora- dijo abatido y se bebió el whisky del vaso de un trago, Alicia se sintió derrotada y tremendamente afligida; hizo un esfuerzo enorme por no romper a llorar. Se quedaron callados unos largos minutos-Y ahora dime la verdad Alicia ¿por qué no me lo dijiste? ¿Por qué me dejaste marchar sin ni siquiera sospechar la llegada de nuestra pequeña?- preguntó muy sereno y con voz entristecida
 -La verdad…- murmuró ella apesadumbrada y se miraron a los ojos, ambos tenían una tremenda tristeza en ellos y los dos los tenía húmedos de lágrimas que intentaban controlar- Por rabia, por venganza; solo sabías hablar de ese dichoso trabajo y estabas tan emocionado con ese viaje que yo me callé por resentimiento… vale, vete y que seas muy feliz con ese puesto de gran director, pero yo me quedo aquí con lo más hermoso que la vida me podía dar: mi hija- declaró sincera mirándolo conmovida, él la miraba entristecido
-Nuestra hija Ali- corrigió dolido
-¡¡Mi hija!!- remarcó tajante- tú siempre ponías mala cara cuando te hablaba de tener niños- aclaró decidida
 -¡¡Porque éramos aún muy jóvenes Ali!! ¡¡Éramos unos críos que recién acababan de sacar sus carreras y ninguno tenía un trabajo fijo para pensar en formar una familia!! ¡¡Alguno de los dos tenía que ser sensato frente a ese tema!!- reclamó dolido por aquella confesión
-Pues perdona pero más que sensato parecías molesto con la idea- aclaró rotunda mirándolo desafiante y él cerró los ojos atormentado; sabía que nunca le había hablado claro sobre ese tema, cuando ella intentaba exponerlo, él lo esquivaba raudo porque le asustaba ser padre tan joven y no estar preparado para ese paso demasiado grande… y ahora comprendía el gran error que cometiera y le dolía terriblemente reconocerlo- así que, viendo lo ilusionado que estabas con la idea de irte a Sídney y con todos aquellos sueños tuyos, no quise estropeártelos con la llegada de un bebé que no deseabas…
 -¡Ali!- le apeló atormentado
-¡¡No lo deseabas Vega, reconócelo!! ¡¡Y yo sí!!- le recriminó rotunda
-¿Acaso lo hiciste a propósito?- expuso sobrecogido mirándola atónito
 -¡No! ¡Claro que no! ¡¿Cómo puedes pensar una cosa así?!- respondió rotunda y sincera
-Pues no lo entiendo, teníamos muchísimo cuidado- exclamó incrédulo
-Sí, eso sí que es cierto: tenías muchísimo cuidado de no meter la pata; otra cosa que me dejaba muy clarito que no deseabas ni por asomo tener hijos- le reclamó sarcástica hiriéndolo terriblemente de nuevo, él se levantó recogiendo su vaso y huyó a la zona de la cocina sirviéndose otro whisky que se bebió de un solo trago. Ella lo observaba mientras apretaba conmovida sus labios, le había hecho daño con su comentario… y no se esperaba que a ella también le doliera tanto verlo así; tomó aire profundamente- ¿Te acuerdas de aquel paseo por la playa y aquella calita solitaria que descubrimos?- expuso más calmada y él sonrió recreado; claro que se acordaba, se acordaría siempre- ¿Te acuerdas que dijiste “por una vez no va a pasar nada”? Pues sí pasó- aclaró resuelta y ambos se sonrieron enternecidos
 -Vale Ali, está bien- habló más sereno sirviéndose otro poco de whisky- puedo entender que no me dijeras que estabas embarazada por miedo a que yo no quisiera al bebé; hasta puedo comprender que me dejaras marchar sin tampoco decírmelo por despecho… aunque no sé a qué viene eso ya que lo decidimos mutuamente; yo no me fui porque sí ni te dejé abandonada, tú decidiste no seguirme- expuso despacio sin levantar la mirada de su vaso sobre el mesado- Pero ¿y después Alicia? ¡Pasaron siete años! ¡¡Siete!!- bramó clavándole una mirada furiosa- ¿Acaso aún te dura ese inquina hacia mí o es que tu idea era no decírmelo nunca?- interrogó mirándola ofendido
-No, yo… yo no…- pero no sabía qué decir, esquivo su dura mirada
-¡¿Tú qué Alicia?! ¡¡Habla de una vez!! ¡¿No pensabas decírmelo nunca verdad?!- le reprochó furioso
-¡¡Pues no, a ti no!!- respondió tajante, él la miró sorprendido; lo sospechaba pero oírselo decir lo desencajó- a Abi, cuando fuera más mayor, le explicaría todo lo que había sucedido entre tú y yo y ella libremente elegiría si ponerse en contacto contigo o no; pero a ti no pensaba decírtelo, esa es la verdad
-¿Cómo puedes ser tan cruel Alicia?- le reprochó dolido
 -¡¿Yo cruel Vega?! ¡¿Y tú?! ¡¿Acaso tú no lo fuiste conmigo?!- le reclamó furiosa levantándose del sofá y enfrentándolo con la mirada- ¡¡Tú te largaste y en siete años no supe más de ti Vega!! ¡¡Jamás te molestaste en volver aunque fuera de visita, ni una llamada, ni una carta…!! ¡¡Joder Vega, ni siquiera le mandaste una mísera felicitación de Navidad a mi madre a la que, según tú, querías muchísimo!!- le increpó mordaz, él esquivó su mirada y tragó incómodo saliva
-No podía Ali- murmuró abatido cerrando la botella que aún sostenía en la mano
-¡Ah, no podías!- repitió irónica- ¿Por qué no podías Vega? ¿Estabas tan ocupado escalando posiciones para llegar a ser ese gran director con el que soñaba ser que no podías perder ni un minuto para escribir una puñetera tarjeta?- exclamó sarcástica y a él le dolió profundamente aquellos reclamos de ella
-No Ali, pero no podía hacerlo- expuso aún más consternado
 -¡Venga ya Vega! No te digo a mí, que a fin de cuentas decidimos romper con todo y cada uno seguir su vida, pero ¡¿Y mi madre, Vega?! Que siempre te quiso con pasión y tú decías quererla a ella ¿Por qué a ella no?
-Porque no podía Ali, no podía- insistió angustiado aferrándose con desesperación a la barra de la cocina, los reclamos de Ali lo estaban desquiciando
-Porque no te dio la gana di mejor, porque desde que saliste por esa puerta te importó bien poco que podía suceder con nosotras a pesar de “querernos tanto” como decías, porque así te subiste a ese avión no volviste a pensar en nosotras como trastos viejos que se olvidan en un desván- replicó hiriente
 -¡¡No Ali no fue así!!- gritó con desesperación lanzando con furia el vaso contra la pared de enfrente haciéndose añicos impresionando a Alicia que se quedó descolocada mirándolo atónita- ¡No pude ni un momento dejar de pensar en ti en todos estos años Alicia! ¡Te extrañé como nunca pensé que podía extrañarse a alguien! Al principio se me desgarraba hasta el alma cuando pensaba en ti y me moría de ganas de mandar todo a la mierda y regresarme a tu lado; así que me centré todo lo que pude en el trabajo… trabajando de sol a sol y de lunes a lunes sin descanso, para no pensar; hasta que aquel dolor inmenso se fue apaciguando aunque nunca llegó a desaparecer- explicó con un dolor tan grande y profundo que Alicia estaba impactada, lo miraba pasmada sin saber qué decir- Cada día, cada hora, cada segundo me moría de ganas por verte, por oír tu dulce voz aunque fuera por teléfono, por saber de ti… ¡¡Pero no podía hacerlo Ali porque si en una de esas me enteraba de que a lo mejor habías rehecho tu vida y eras feliz con otro hombre a tu lado, yo me moriría Ali!! ¡¡No podría soportarlo!!- exclamó afligido hundiendo su cabeza en su pecho y rompiendo a llorar como un niño, Alicia lo miraba conmovida y paralizada por la impresión de aquella inesperada declaración que nunca se hubiera imaginado
-Vega…- murmuró conmocionada pero él, sin atreverse a mirarla, levantó su mano acallándola; ahora no podía hablar, estaba demasiado afectado y ella respetó su petición quedándose ambos en silencio. Al cabo de un rato, Vega tomó aire profundamente
-Me sorprendía que le hubiera tomado tanto cariño a Abi tan solo conocerla, no podía comprender cómo aquella criatura con la que solo había tenido unos breves encuentros me hubiera afectado tanto hasta el punto de ser mi máxima ansiedad verla cada mañana…- expuso más sereno pero seguía sin mirarla- pero cuando te vi en el hospital lo comprendí todo: porque ella me recordaba a ti, olía como tú y tenía tu dulce mirada en sus ojos vivarachos- ahora sí la miró y Alicia descubrió tanto amor en su mirada que se impresionó- ella eras tú para mí, Ali- declaró apasionado, Alicia apretó los labios conmovida
-¿Y qué vas a hacer ahora Vega?- expuso comedida, él la miró desconcertado
 -¿A qué te refieres?
-¿A qué vas a hacer ahora que sabes que Abi es tu hija?
-¿Cómo que qué voy a hacer Alicia? Que pregunta más tonta: decírselo cuanto antes y a partir de ahora ser el padre que tú no me permitiste ser en estos siete años- respondió rotundo
 -Pero es que, Vega…- expresó amedrentada y él la miró intrigado- será mejor pensarlo un poco ¿no?… Australia está al otro lado del mundo y estarás lejos de ella durante mucho tiempo…
-¿Qué hay que pensar? ¿Quién dijo que me vaya a alejar de ella ahora Alicia?- expuso mirándola incrédulo, ella tragó nerviosa saliva y él entrecerró sus ojos mirándola desconfiado- ¿No estarás pensando en proponerme que me vaya, olvide todo y le deje a ese gilipollas reconocerla como su hija, verdad? ¡¡Ni se te ocurra porque yo soy capaz de hacer una locura Alicia!!- bramó fuera de sí
-¡¡No, claro que no!!- resolvió rauda pero su mirada inquieta lo seguía manteniendo alerta- Pero ¿Qué quieres decir con eso de que no te vas a alejar de ella ahora? ¿No estarás pensando en llevártela contigo verdad?- se decidió a preguntar al fin
-Oye, pues no lo había pensado pero no es mala idea: llevármela y tenerte sin que la veas durante siete años como tú has hecho conmigo
-¡¡No puedes hacerlo!! ¡¡No tienes derechos sobre Abi; no estamos casados y Abi es hija de soltera, es mía!!- le increpó alterada dando unos pasos hacia él
-¿Qué no tengo qué Alicia? Eso ya lo veremos- expuso altanero también acercándosele mientras la miraba desafiante- tú como médico deberías saber que ahora hay unas pruebas que se llaman de paternidad y ya veremos lo que dice el juez así tenga las nuestras en su poder- añadió arrogante y a ella se le llenaron los ojos de lágrimas empezando a temblarle nerviosamente el mentón recordándole a Abi hacia unos días y el corazón de Vega se le encogió de tormento- ni se te ocurra Ali, sabes que no soporto verte llorar- avisó amedrentado y ella apretó los labios en un intento vano de detener sus lágrimas pero ya era imposible
-No me hagas eso Vega, por favor te lo pido no lo hagas, ella lo es todo en mi vida- murmuró afligida cuando ya las lágrimas corrían por sus mejillas conmoviendo terriblemente a Vega

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