miércoles, 20 de agosto de 2014


Aquel lunes Alicia estaba desconcertada al entrar en el hospital, todo el mundo le daba alegremente la enhorabuena a su paso y ella no comprendía bien el por qué ¿Acaso Aurora había sido indiscreta con su embarazo? No, no lo creía… ¿O la lengua larga de Bárbara…? ¡¡Claro, seguro, Bárbara ya había corrido la voz de su matrimonio!! Resolvió sonriendo divertida y continuó camino de su consulta. -Buenos días Alicia- la saludó animada como todas las mañanas al verla llegar
-Buenos días… ¿te faltó tiempo para correr la voz de que me casé, eh?- le regañó amistosa y ella esbozó una alegre sonrisa
-Esta vez a mí no me eches la culpa: fue Ventura; le pedí de favor me echara una mano para que el viernes tuvieras la mañana libre y él solito se las arregló muy bien para correr la voz- expresó jocosa y ambas rieron divertidas. Pero al instante, Bárbara se puso seria- Ali, lo siento mucho pero te esperan arriban; me acaba de pasar el recado Bermúdez- indicó apesadumbrada, Alicia le sonrió tranquilizadora
-Ya me lo esperaba, tranquila- expuso serena- ¿me guardas tú esto por favor? Como suele decirse: al mal trago, meterle prisa ¿no?- indicó resuelta entregándole su bolso y abrigo que la muchacha recogió observándola entristecida como se dirigía a paso decidido hacia los ascensores. Al llegar a la sala de juntas, ya vio a través de las cristaleras a toda la directiva allí reunida con Bermúdez al frente y, como no, a Carlos entre ellos. Tomó aire profundamente y abrió decidida la puerta.
-Buenos días… me han dicho que me habían llamado- indicó muy calmada al entrar
-¡Alicia, mi niña; ven aquí chiquita!- exclamó alegre Bermúdez levantándose de su sillón extendiendo sus brazos para abrazarla, ella se aproximó acobardada por aquella inesperada reacción de su jefe- ¡Que alegría cuando me entere de que te casaste!- siguió diciendo mientras la achuchaba cariñosamente, toda la directiva le sonreía amena; menos Carlos, por supuesto- pero eso no se hace chiquilla ¿cómo no nos dijiste nada?- le regañó paternal mirándola reprochador a los ojos
-¿Y si le digo que fue cosa de Vega y que yo tampoco sabía nada me creería?- expresó chistosa y todos rieron divertidos
-Un hombre decidido como me gustan a mí- exclamó lleno de orgullo, ella sonrió dichosa- Pero si nos lo hubierais comentado te hubiéramos dado al menos una semana para disfrutar de tu luna de miel- indicó Bermúdez, ella le sonrió feliz
-No creo que sea buen momento para tomarme días libres pero gracias; además, no es necesario: junto a Vega todos los días son una luna de miel continua- expuso dichosa mirando orgullosa a Carlos que esquivó fastidiado su mirada y ella sonrió victoriosa. Todo el grupo directivo volvió a sonreír alegre.
 -Después de esta alegría, pasemos a algo menos alegre…- habló mucho más serio Bermúdez y toda la comitiva también puso cara de fastidiarle bastante lo que venía a continuación, parecía como si no estuvieran muy de acuerdo con lo que allí se había decidido pero que tuvieran que aceptar de igual forma ¿De qué artimaña se había valido Carlos para conseguirlo? Lo miró de refilón y descubrió que estaba esbozando una sonrisa cínica y triunfal provocando en Alicia una rabia tremenda y unas ganas de abofetearlo inaguantables- Alicia, toma asiento por favor; lo que debemos exponerte no es plato de buen gusto para ninguno de nosotros pero después de muchas deliberaciones y…- Bermúdez miró asqueado a Carlos- algunos enfrentamientos entre nosotros, hemos llegado a la decisión de que a partir de hoy la dirección de cirugía va a ser rotativa para darle oportunidad a todos y este año va a pasar a manos de Velasco- explicó intentando ser ameno aunque sus ojos estaban furiosos
-¡Vaya! Pues discúlpenme pero no estoy de acuerdo en que la dirección de cirugía se cambie cada año: no todos tenemos las mismas formas de disposición y puede llegar a provocarse un verdadero caos en los quirófanos los primeros meses de cambio; pero yo ahí no me meto, eso es decisión suya…- explicó serena y se formó un murmullo entre la directiva dándole la razón. No supo si fue por verse respaldada por la directiva o su cabeza funcionaba más rápido de lo que ella creía, pero de pronto una luz se le iluminó en el cerebro sorprendiéndose hasta ella misma y sonrió resuelta- lo que sí venía dispuesta es a proponerles, si podía ser, mi sustitución en la directiva…- de nuevo se organizaron murmullos desconcertados y todos la miraron descolocados, hasta Carlos la observó entrecerrando desconfiado sus ojos- estoy muy contenta con el puesto y muy agradecida de que hubieran confiado en mí para esta labor, pero necesito liberarme algo de tanta carga que estoy llevando ya que no sé si saben que estoy embarazada de nuevo y necesito algo más de descanso- expresó sonriendo feliz
 -¡¿No me digas mi chiquita?! ¡¡Eso es extraordinario muchacha!!- explosionó alegre Bermúdez levantándose de su sillón y abrazándola cariñosamente y todos lo secundaron animados felicitándola contentos… menos, claro está, Carlos; que no pudo disimular su rabia en su rostro y ella le sonrió descarada y triunfante de nuevo.
Vega le explicaba los entresijos de la contabilidad de la empresa a Gabriela en su despacho cuando ella se quedó mirando anonadada la mano derecha de Vega donde relumbraba una alianza de oro -¿Me estás atendiendo Gabi? No tengo ganas ni tiempo de repetírtelo- le regañó huraño al verla traspuesta
-¿Qué significa eso Vega?- expuso señalándole la mano y él observó desconcertado su dedo; sonrió feliz al ver que señalaba su nueva y reluciente alianza
-¿Esto?- repitió mostrándosela orgulloso- lo que ya te imaginas: Ali y yo nos casamos el viernes- expresó deleitado y ella abrió atónita los ojos
-¿Os casasteis?- exclamó pasmada mirándola asombrada
-Sí ¿Por qué? ¿Acaso no podía hacerlo o qué Gabi?- interrogó desconfiado, ella sonrió nerviosa
-Sí claro ¿cómo no? Pero no me parecías hombre de casarte; en Sídney parecías un hombre tan liberal y poco dado a enamoramientos…- intentó remediar aunque no pudo disimular su desilusión
-Pues me conoces muy poco Gabriela, siempre desee tener una familia… pero solo junto a Ali: la única mujer que significó y lo significa todo para mí- declaró concluyente pero con gran pasión y ella le sonrió dulcemente comprendiendo que siempre había estado enamorado de Alicia y nada hubiera cambiado aquello.
-Pues enhorabuena entonces, que seáis muy felices; te lo deseo de corazón Vega- expresó realmente sincera y él le sonrió agradecido
-Gracias, sé que lo haces- repuso amistoso y ambos se sonrieron alegres- ahora… ¿podemos seguir con lo que estábamos?
Pasadas unas semanas de enorme felicidad y tranquilidad, aquel sábado apareció soleado y Vega se dedicó a enseñar a Abi a andar en la bicicleta por la explanada de entrada al garaje siendo observados por Alicia desde el ventanal del cuarto; la paciencia y amor que desbordaba por la pequeña la tenía sobrecogida
-Cielito ¿qué quieres hacer con esta ropa que se le ha quedado pequeña a Abi?- entró Esther en el cuarto de matrimonio llevando unas piezas de ropa en el brazo encontrándose a Alicia ensimismada y arrimada sobre un hombro al dintel de la ventana con los brazos cruzados delante de su pecho, se acercó a ella curiosa de lo que observaba tan enfrascada pero solo se veía a Vega con Abi que reían alegres pues la pequeña ya casi se sostenía sola sobre la bicicleta- Mi niña ¿qué tanto miras?- curioseó desconcertada
-¿No es maravilloso mamá?- expuso llorosa resbalándole ya las lágrimas por sus mejillas- Vega es un padre magnifico y cariñoso como pocos- su madre acarició tierna su espalda y ella la miró sonriéndole dulcemente- tiene tanto amor, paciencia y dedicación con nuestra Abi que impresiona ¿verdad?
-Sí mi chiquita, siempre supe que sería un padre magnifico; mirando cómo te ama a ti ¿cómo no va a amar al fruto de ese gran amor mi niña?- expuso conmovida y Alicia volvió a sonreír tiernamente
-Y yo por mi torpeza, casi impido que mi rayito de sol conociera a su padre- le tembló la voz resbalándose más lágrimas por sus mejillas
 -Pero cielito, no te pongas así mi ángel- expresó conmovida retirándole tierna con sus manos esas lágrimas que habían escapado de sus ojos- Dios quiso que él regresara y todo se arregló satisfactoriamente; ahora sois una familia feliz y unida corazón
-Soy tan inmensamente feliz mamá… que me da muchísimo miedo- susurró acongojada y su madre la abrazó cariñosa
-¿A qué mi niña? No tienes por qué angustiarte mi reinita, Vega no permitirá que nada os suceda a ninguna cielito- repuso satisfecha
-Pero ¿Y si le pasa algo a él mamá?- masculló preocupada- yo tenía la edad de Abi cuando papá murió... y yo no soy tan fuerte como tú mamá, yo no podría soportar su falta- aclaró angustiada y su madre la abrazó más fuerte contra ella
-¡Por Dios santo Alicia, no pienses en eso hija! nada le va a ocurrir a Vega Ali- aclaró decidida y se abrazaron riéndose enternecidas- Venga, arriba ese ánimo y no me pienses más en cosas macabras ¿Eh? Mira que te pones melancólica con los embarazos mi chiquita, cuando fue de Abi le echaba la culpa a la falta de Vega, pero ¿ahora mi niña? ¿A qué viene este agobio?
-No lo sé mami, no lo sé... pero algo me oprime terriblemente el corazón y no puedo evitar pensar en eso- balbuceó inquieta
-¿Acaso es por la pérdida de tu puesto de directora de cirugía?
 -No, eso no me importa mamá, solo que amo tanto a Vega que me aterra perderlo- aclaró emotiva -Pues sí que te anima el amor a ti- bromeó chistosa y se rieron animadas
-¡Mira mami, ya sé andar sola!- le gritó eufórica Abi dando vueltas sobre su bicicleta rosa alrededor de su padre que miraba a Alicia con pasión
-¡Ya te estoy viendo mi sol, lo haces de maravilla!- respondió cariñosa y le sonrió amorosa a Vega que le guiñó un ojo con amor
-¿Pasa algo mi cielo?- le preguntó tierno y ella sonrió dulcemente negando con la cabeza
Willy y Sarah vinieron a pasar con ellos el domingo como solían hacer últimamente. La velada estaba siendo encantadora como siempre; después de cenar y acostada Abi, se relajaban en el salón al calor de la chimenea tomándose unos whiskys ellos y unas tisanas las mujeres. Vega observaba enamorado a Alicia sentada frente a él que charlaba entretenida y reía amena con Sarah y su madre
 -¿Cómo lo vas llevando colega?- le susurró amistoso Willy
-Bien, todo va bien- respondió raudo bebiendo de su vaso de whisky y su amigo lo miró desconfiado -¿Pasa algo Vega?- indagó inquieto, Vega lo miró abatido
-No lo sé Willy, encuentro a Ali muy extraña desde hace unos días- repuso desolado, su amigo posó alentador su mano en su hombro
-¿Por qué lo dices?
 -Muchas veces se queda ensimismada con cara de preocupación y está demasiado nerviosa aunque intenta disimular; lleva unas noches que le cuesta dormirse y luego está muy inquieta en sueños; me preocupa en su estado
-¿Le has preguntado si le ocurre algo? A lo mejor es del hospital- aclaró animoso
-Eso lo tengo controlado, hablé con Bárbara y ya me contó que le quitaron el puesto de directora de cirujanos pero, según mamá Esther, no le afectó mucho; ya se esperaba algo así y se lo tomó tranquilamente
-Entonces tranquilo; sufren cambios de humor amigo mío, las mujeres son un mundo aparte para intentar entenderlas y más durante el embarazo- expuso amistoso Willy y Vega le dedicó una sonrisa amable- No te preocupes hombre
El timbre del portal de la calle los sacó de sus conversaciones. Vega y Alicia se miraron extrañados -¿Esperas a alguien mi ángel?- expuso él desconcertado
-Yo no ¿y tú?- respondió y él negó con la cabeza dirigiéndose a la entrada de la casa donde estaba el portero automático del portal
-¡Será posible ¿qué coño hace ésta aquí?!- exclamó molesto al descubrir por la cámara del portero a Gabriela esperando le abrieran
-¿Quién es Vega?- preguntó Alicia mirándolo desde el salón, también Willy y Sarah lo hacían intrigados por aquella inesperada visita
-Gabriela, cielo- expuso irritado- ¿Qué haces aquí Gabi?- le preguntó oprimiendo el contestador -Perdona Vega, tengo algo muy urgente que decirte… necesito hablarte, por favor abre... es muy importante y no puedo hacerlo por teléfono; abre por favor- imploró angustiada mirando muy nerviosa a la cámara; su voz acongojada inquietó a Vega que pulsó el botón de apertura del portal y abrió la puerta principal de la casa observándola acercarse. Caminaba a paso apurado intentando sonreírle amable pero su rostro abatido y sus ojos enrojecidos lo sobresaltaron
-¿Qué ha pasado Gabriela?- se inquietó al verla al borde de las lágrimas
-Es Charles, Vega...- intentó hablar pero las palabras se le cortaron y rompió a llorar abrazándose angustiada a Vega
-¡¿Qué le ha ocurrido a Charles Gabi?!- la increpó aterrado separándola levemente para poder verla a los ojos; todos se pusieron de inmediato en pie al oírlo
-Sufrió un terrible accidente Vega...- pudo balbucear entre lágrimas, ahora lloraba sin consuelo; Vega abrió sus ojos descomunalmente al tiempo que se le cortaba la respiración, todos quedaron paralizados ante la noticia
-¡¡Dios santo!!- exclamó angustiado en apenas un murmullo abrazándola fuerte contra su pecho- ¡¿Cómo está él, Gabi?! ¡¿Bien verdad?! ¡¿Dónde fue?! ¡¿Qué pasó Gabriela?! ¡¡Háblame por Dios bendito!!- empezó a interrogar acelerado mirándola aterrado, ella intentaba contestar pero la angustia y las lágrimas se lo prohibían- ¡¡Por Dios santo Gabi, reacciona y dime al menos cómo está mi hermano!!- bramó fuera de sí sujetándola por los brazos y sacudiéndola frenético para que reaccionara, Ali se acercó rauda a ellos
-¡¡Para cielo!! ¡¡Vas a hacerle daño a la pobrecilla!!- le indicó cariñosa intentado soltar el férreo apresamiento a la que la sometía, él obedeció- Ven Gabi, siéntate un poco y cálmate cielo- le dijo cariñosa rodeándole los hombros con su brazo
-No… quiero molestarte- balbuceó azorada
-No molestas mujer; anda, siéntate y tranquilízate- le dijo guiándola a la sala; todos las siguieron- tráele un poco de agua Vega- le indicó cariñosa a su esposo al tiempo que se sentaban entrelazadas en un abrazo; él iba a obedecer pero Esther lo detuvo
-Deja Vega, le haré mejor una de mis tisanas; lo necesita más- expuso amable y se retiró a la cocina mientras Vega se sentaba frente a ellas
-Gabi ¿él está bien verdad? ¡¡Dime que mi hermano está bien por Dios te lo pido!!- imploró angustiado mirándola aterrado mientras se retorcía las manos muy nervioso, sus ojos estaba llenos de miedo y lágrimas
-No te puedo dar muchos detalles Vega porque no lo sé…- expuso afligida mirándolo atormentada- me acaba de llamar Jessie su secretaría contándomelo, dijo que Charles se dirigía al trabajo cuando sufrió un accidente… quería ponerse en comunicación contigo pero preferí venírtelo a decir personalmente- habló compungida
 -¿Y cómo no me avisó Claire?- decía pero de pronto abrió los ojos completamente aterrorizado- ¡¡Dios santo, no!! ¡¿Iba solo verdad Gabi?! ¡¿Ni Claire ni lo niños iban con él verdad?!- indagó nervioso mirándola esperanzado
 -¡¡No lo sé Vega!! ¡¡No sé nada más!!- chilló desquiciada de los nervios rompiendo a llorar de nuevo desconsolada- ¡Oh Dios Vega! ¡Charles! ¡Nuestro Charles!- masculló angustiada, Alicia la tomó tierna entre sus brazos y ella hundió su rostro en su hombro llorando afligida. Vega se pasó impaciente la mano por el rostro y, levantándose de un impulso, tomó su teléfono y llamó presuroso mientras caminaba inquieto de un lado a otro del salón esperando respuesta. Todos lo observaban apesadumbrados en un intenso silencio; Esther le pasó a Gabriela el té que le traía y ella se lo agradeció en apenas un murmullo
-Buenas noches señorita, necesito inmediatamente un pasaje en el primer vuelo que salga a Sídney- habló rotundo así le contestaron, Ali lo miró mortificada
 -¡Yo voy contigo!- indicó rápidamente Gabriela al oírlo mirándolo esperanzada
-Que sean dos por favor- explicó al instante
-¿Te irás a Sidney de nuevo Vega?- le preguntó angustiada Alicia, él le acarició tierno su mejilla
 -No te inquietes mi ángel, pero compréndelo… Es mi hermano- declaró afligido llenándosele los ojos de lágrimas, ella apretó sus labios conmovida y su madre le tomó cariñosa su mano entre las de ella mientras él seguía atendiendo a la llamada sin parar de moverse impaciente de un lado a otro pasándose inquieto la mano por la frente- no, en el de las cuatro de la madrugada mucho mejor; dos billetes a Sidney sí… Vega Jiménez y Gabriela Sánchez, gracias señorita- colgó y volvió a marcar rápidamente examinando su reloj; todos se miraron unos a otros desconcertados
 -¿A quién llamas ahora?- interrogó curiosa Gabriela pero él levantó su mano acallándola
 -¡Gracias a Dios que me contestas Claire!- exclamó respirando más relajado- cielo ¿cómo está Charles?
-¡¡Oh Vega!! ¡¡Mi Charles!!- clamó desconsolada y, al escuchar la desolada voz de la mujer, Vega no lo pudo aguantar más y rompió a llorar desolado; a Ali se le rompió el corazón al verlo tan abatido. Él se fue al comedor para hablar más cómodamente, todos se quedaron apenados al verlo llorar así y guardaron un silencio sepulcral.

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