domingo, 17 de agosto de 2014


Se dirigieron a otra sala que a Vega más le pareció una sala de tortura que una consulta. Aquella camilla con hierros a los pies y sujeciones a los lados; aquellos artefactos extraños sobre la bandeja metálica cerca de la camilla con monitores y cables por todas partes…
-Sabes cómo va, tú misma- le dijo cariñosa Aurora y Alicia se desabrochó los pantalones y se subió a la camilla levantándose la camiseta y el jersey mientras Aurora encendía uno de los monitores acercándolo a la camilla; se sentó ante él y a lado de Alicia que se sonrieron esperanzadas- vamos allá ¿preparada?- la animó y ella asintió decidida tomándole nerviosa la mano de Vega a su lado que se la besó cariñoso mientras Aurora extendía el gel sobre el vientre de Alicia y comenzó a mover el ratón del ecógrafo mirando atenta al monitor- Vaya, vaya- expuso en un murmullo y Vega y Alicia se miraron inquietos
-¿Qué pasa Aurora? ¿No lo estoy?- indagó intranquila
-No cielito…- repuso y ellos se miraron desesperanzados pero ella sonrío feliz- ¡Estás embarazadísima corazón! Enhorabuena a los dos, estás de casi cuatro semanas- movió el monitor colocándolo cara a ellos- ¡Míralo tú misma, ahí lo tienes!
-¿Dónde? ¡Yo no veo nada!- indagó nervioso Vega
-Aquí ¿lo ves? ¿Ves esta cosita que apenas es cómo un garbanzo? Pues es tu hijo Vega- le explicó amable
-¡Que chiquito es aún mi amor!-comentó sorprendido mirando enternecido a Alicia, se sonrieron dichosos y se besaron tiernos- Te lo dije mi vida, te dije que no había error posible; ahora sí podremos decírselo ya a nuestra princesita- expuso Vega satisfecho y rieron los tres divertidos.
-¿Te gustó la sorpresa mi bien?- le preguntó Alicia amorosa
-Más que la que yo esperaba mí amor- contestó apasionado y se sonrieron tiernos
-¿Ahora sí puedo abrirte la ficha?- comentó alegre Aurora apagando el monitor y Alicia sonrió feliz- Todo marcha bien pero debes hacerte unos estudios como ya sabes para llevar un control ¿Nos vemos en tres semanas? Lo apuntaré en mi agenda…- Alicia asintió- ¿Nauseas, mareos…?
-Aún no- respondió levantándose ayudada amorosamente por Vega
-Maravilloso- repuso satisfecha- Espero que este lo llevemos mejor que de nuestra Abi; tantos sobresaltos de nuevo acabarían conmigo- bromeó amena y se sonrieron ambas aunque Vega las observaba confundido sin entender nada pero no le gustaba lo que oía- pero aunque no tengas molestias, no nos confiemos Alicia; al principio lo trataremos como embarazo de riesgo que no me fío, tu anterior embarazo fue terrible y debes tener las mismas precauciones como cuando fue de Abi y sabes que me puedes llamar en cuanto sientas cualquier molestia
-Sí, lo sé, no te preocupes; además, presiento que este será más fácil- declaró animada y se sonrieron amenas
-Muy bien, eso espero yo también…- repuso esperanzada, le sonrió a Vega- Y esto es para el orgulloso papá, para que le muestre su hermanito a su princesita- aclaró entregándole la fotografía de la ecografía que él miró ilusionado sonriendo feliz.
Mientras bajaban en el ascensor, Vega la tomó entre sus brazos y se besaron apasionados
-Te quiero tanto mi amor- le murmuró con pasión y ella sonrió dichosa
-Y yo a ti mi vida- respondió enamorada
-¿Tienes mucho trabajo?- le preguntó esperanzado sin soltarla de entre sus brazos
-No ¿por qué?
-¿Nos tomamos la tarde libre y vamos a comer a casa con nuestra princesita y mami Esther?- propuso entusiasmado, ella rió divertida
-Una proposición difícil de rechazar- expuso animada
 -Pues avisaré a Willy de que nos tomamos la tarde libre; así él también disfrutará de sus reinitas antes de que empiece el caótico ritmo que se nos avecina- expresó satisfecho llamando por su móvil y, abrazados enamorados mientras se sonreían dichosos, salieron del hospital- Ali ¿A qué se refería Aurora?- indagó inquieto mientras conducía en dirección a casa, ella lo miró desubicada- ¿Qué fue lo que ocurrió durante el embarazo de Abi?
 -Ah, eso… No fue nada fácil amor; desde el cuarto mes tuve varios intentos de aborto pero logramos contenerlos hasta que, al octavo mes, ya no se pudo hacer nada y finalmente nació Abi antes de tiempo- él la miró preocupado
 -Dios mío Ali ¿y eso a que era motivado? ¿No pasará de nuevo?- se intranquilizó nervioso y ella le sonrió tranquilizadora
-No mi bien, no se repetirá; estoy segura- dijo tierna acariciando dulcemente su mejilla pero él la miraba intranquilo, tomó aire profundamente y evitó su mirada dirigiéndola a la carretera- Vega, al irte, caí en una fuerte depresión; todo me daba igual, hasta el embarazo…- explicó casi en un murmullo y él la miró desolado pero ella mantuvo su mirada a través de la ventanilla evitando mirarlo- me saltaba comidas y, las que hacía obligada por mamá, apenas comía; dormía muy poco; descansaba menos... al segundo intento de aborto, mamá intentó llevarme con ella pero era inútil, yo quería seguir viviendo en nuestro ático; así que decidió venirse al edificio y compró el piso obligándome a vivir con ella, pero tampoco consiguió gran cosa… hasta que, un día, empecé a sentir a Abi moviéndose dentro de mí- al fin lo miró con inmenso amor en sus ojos- ella me sacó de aquel oscuro agujero por fin- explicó dulcemente
-¡Santo Dios Ali!- bramó acongojado- ¿Por qué no me llamaste? ¿Por qué no me contó mamá Esther todo lo que estabas pasando?
-No se lo permití Vega… Pero ya, eso pasó cielo mío- resolvió más animada lo miró con ternura acariciando de nuevo su mejilla, le sonrió dulcemente- ahora estás con nosotras y nada será ya igual, te lo prometo; me cuidaré muchísimo y Lucas nacerá bien y en su tiempo, ya lo verás- él tomo su mano y se la besó con pasión
Al llegar a casa por sorpresa, Abi corrió a ellos entusiasmada abrazándolos feliz de tenerlos de regreso
 -¿Qué hacéis aquí? ¿Pasó algo?- indagó nerviosa Esther mirando preocupada a su hija
 -No mamita Esther, solo que nos tomamos la tarde libre para estar con vosotras; echaba mucho de menos a mi dulce melocotón- expuso radiante con Abi entre sus brazos que lo besó dichosa en la mejilla y la mujer sonrió divertida. Él la miró a los ojos- mi princesa, tenemos una gran sorpresa que darte
-¿Sí? ¿Y qué es?- indicó la niña entusiasmada
 -Mira mi sol- dijo sacando la eco de su bolsillo- vas a tener un hermanito, aquí lo está
-¡¿De verdad?! ¡¿Dónde está?! No lo veo papi- repuso fastidiada observando la foto sin ver nada, las mujeres reían animadas
-Aquí mi sol, esta manchita más oscura ¿lo ves? Es él, tu hermanito
-¡Vaya papi ¿solo es esto?!- comentó decepcionada y todos rieron divertidos
-Dale tiempo mi princesa, pronto será más grande y podremos verlo mejor mi dulce melocotón- respondió besándola en las mejillas- ahora hay que cuidar y mimar mucho a mami para que él crezca bien y esté sano ¿me ayudarás mi sol?
-¡Claro papi, le daremos muchos mimitos entre los dos todos los días!- exclamó ilusionada abrazándose cariñosa de nuevo a su cuello
 -Así me gusta mi princesita bella- volvieron a reírse felices.
 Pasaron la tarde tranquilos y relajadamente. Vega se entretuvo con Abi en toda clase de juegos, tirados sobre la moqueta de la sala, mientras Alicia y Esther charlaban entretenidas sentadas en el sofá observando revistas de moda y hogar. A veces, Vega las observaba y sonreía dichoso.
 La víspera de Reyes, Vega y Willy estaban entretenidos con el estudio de las primeras empresas que iban a fusionar. Charlaban despreocupados sobre la manera más radical de atacar; Willy era bueno, muy bueno, y mucho más resuelto y decidido que Charles complaciendo a Vega, había sido un buen fichaje para la empresa. Cuando Willy observó la entrada de Gabriela que se aproximaba a ellos -¡Joder, qué bombón!- murmuró deslumbrado y Vega observó a qué venía tal comentario, su rostro se contrajo irritado al verla acercarse
-Hola, ya estoy aquí- dijo entusiasmada sonriéndoles animada
-¿Y a qué coño has venido Gabriela?- le increpó desdeñoso
-¡Oh que gran recibimiento Vega; pero cuidado no te pases mucho que sabes bien con quien estás hablando!- repuso sarcástica y él hizo un gesto asqueado con la boca- ¿no te habló papá? Me manda para encargarme de la contratación de los nuevos empleados
-Le dije que no hacía falta, me las puedo arreglar bien solo- respondió déspota
-Ya, pero prefiere que te centres en las nuevas fusiones mejor- habló resuelta pero lo miró cínicamente- ¿Qué pasa Vega? ¿Acaso te inquieta mi presencia?- inquirió maliciosa, él soltó una risotada burlona
 -¿Inquietarme? No seas absurda Gabriela, me da absolutamente igual- aclaró serenamente aunque se quedaron mirándose desafiantes unos segundos formándose un tenso silencio en la oficina que hizo que Willy se sintiera incómodo
-Pues bienvenida entonces; hola, yo soy Willy, el primer fichaje de la empresa- rompió aquel perturbador momento saludándola animado mostrándole amable su mano, ella le dedicó una alegre sonrisa
 -Hola, encantada- se la estrechó animosa y miró resuelta a Vega- papi te manda saludos y espera con ansiedad tu nueva adquisición- expuso alegre y lo besó en las mejillas pese a su reticencia a ello; dejó su mano posada descaradamente sobre su pecho y la movió lentamente acariciando su musculoso pecho que se percibía bajo la camisa azul que le regalara Esther; Willy observaba desconcertado, la tía se gastaba unas confianzas tremendas y muy descaradas con su gran amigo- ¡Oh que bonita y suave! ¿Qué es cielo?
-Una camisa ¿o no lo ves?- respondió esquivo apartándole la mano bruscamente de un manotazo dejándola descolocada, Willy aguantó como pudo la risa que le provocó aquel desaire- y procura mantener las distancias ¿vale?- aclaró rotundo, ella sonrió maliciosa
-¡Chico, qué humor; antes eras más… agradable!- le reprochó burlona
-No me gusta que me soben- replicó tajante pero ella volvió a reírse entretenida
 -Bueno, limemos asperezas ¿vale? Te invito a comer, es la una y media ya- invitó esperanzada -Tengo planes mejores- aclaró resuelto
-Yo no, podemos comer juntos e irnos conociendo- se auto invitó ameno Willy y ella le sonrió encantadora; Vega le lanzó una mirada inquieta pero él hizo caso omiso de ella y recogió su chaqueta mirándolo amistoso- ¿Nos vemos a la tarde en la fiesta? Porque esta tarde no se trabaja ¿verdad? -Claro- respondió pausadamente y los observó alejarse mientras charlaban animados.
Llevaron a Esther y a Abi a la fiesta del pub donde disfrutaron enormemente viendo a Vega tocar magníficamente en compañía de Sarah mientras Abi jugaba entretenida con la cantidad de niños que allí se juntaron. La gran sorpresa para Alicia fue como todos la felicitaban y trataban con mimo a pesar de que no conocía ni a la mitad de ellos; Vega había corrido la voz de su paternidad con orgullo y todos eran como una gran familia allí dentro.
-Aunque Vega se mosquee, sigues alumbrando mi vida con esos hechizantes ojos muñeca… Estás aún más preciosa cielo, no sé qué se os pone a las mujeres en estado que brilláis de una manera especial- le dijo cariñoso Félix y Alicia sonrió agradada- Caray para Vega, pero este tío está rodeado de tres hermosas mujeres… La chiquita es su hija, vale; pero ¿y esta preciosidad quién es?- coqueteó con Esther tomándole la mano que besó caballeroso, ella se sonrojó recatada
-Mi madre Esther; mami él es Félix, el dueño del pub- los presentó animada Alicia
 -¡¿Tu madre?! Pues debió tener a su hija de niña porque está usted muy joven aún para tener un hija tan grandecita
 -No me sea zalamero que sé cuántos tengo y cuantos represento, no me engaño mirándome al espejo- respondió esquiva y él le sonrió divertido
 -No sé qué le dice su espejo pero yo digo que no llega a sesenta, preciosa- aclaró resuelto y ella lo miró atónita; Alicia rió entretenida- ¿Acerté?
 -Así acierta cualquiera- expuso altanera- tampoco usted llega a ellos, vamos hombre
-Pasó preciosa; tengo sesenta y tres- aclaró orgulloso y Esther abrió los ojos asombrada; se rieron entrañables y regresó a atender la barra.
Las tres mujeres charlaban animadas pero de pronto el rostro de Alicia se puso serio al ver entrar a Gabriela en el pub con sus andares felinos y orgullosos
-¿Qué hace esa aquí?- masculló fastidiada, ella también la vio y se les acercó descaradamente mientras sonreía alegre
 -Hola ¿Era Ali, no?- repuso despreocupada y la besó en las mejillas ante la mirada sorprendida de las dos mujeres
-Hola Gabriela; qué sorpresa tú por aquí- habló intentando parecer calmada
-¿No te lo dijo Vega? ¡Vaya, vaya; ya andamos con secretitos ¿eh?! Pues empezamos pronto corazón- expuso burlona
-No hay “ningún secretito” entre Vega y yo Gabriela, solo que no solemos perder el tiempo hablando de cosas que no tienen importancia- le contestó despreocupada desconcertándola pero en seguida sonrió burlona
-Pues te cuento, ya que él no te dijo nada: estaré por aquí una temporadita querida; soy la encargada de elegir los nuevos empleados… cuando estuve en Sidney, Vega quedó muy complacido con mi trabajo- aclaró con retintín mientras se sentaba frente a ella entre Esther y Sarah que observaban todo muy calladas, Alicia ni se inmuto- Además, puede que me quede una larga temporada, papi quiere que me empape bien de la empresa y el mejor instructor es, naturalmente, Vega... me recomendó pegarme muy bien a él y aprender todo lo que él sabe- añadió sarcástica fijando su mirada en los hermosos ojos de Alicia- y lo voy a obedecer al pie de la letra
-No te molestes que no me inquietas para nada Gabriela, conozco a Vega más de lo que tú piensas- respondió serena y ella mostró una sonrisa maliciosa- ¿No te vas a rendir verdad?- expuso muy calmada Alicia manteniéndole la mirada
 -Creo que hablé claro en el apartamento de Vega ¿no?- repuso bravucona; Alicia le mantuvo la mirada desafiante pero finalmente le mostró una dulce sonrisa que la desarmó
-Pues buena suerte querida- le habló serena y ella, confundida, apartó sus ojos de Alicia interesándose por sus acompañantes- hola soy Gabriela, una compañera de trabajo de Vega- se presentó encantadora y las otras dos mujeres correspondieron al saludo educadamente. Vega levantó la vista de su guitarra descubriéndolas hablando y se alteró
 -¿Qué coño hace esa aquí?- preguntó irritado a Willy
-La invité, la pobre está sola en la ciudad- le respondió tranquilamente
-¡¿La pobre?!- repitió sarcástico- Cuidado Willy, no la conoces: es una gata con unas uñas muy afiladas y lengua de víbora
-Tranquilo, sé tratar con gatitas venenosas y revoltosas- lo miro intrigado- ¿Qué pasó entre vosotros? -Nada que valga la pena ni comentar; pero no me gusta que inquiete a Ali y menos ahora en su estado- aclaró molesto y continuaron con la actuación.
Camino a casa, Abi mantenía una entretenida conversación que su abuela alentaba cariñosa debido al perturbador silencio que se mantenía en el asiento delantero entre Alicia y Vega, se mascaba la tensión en Alicia, estaba a punto de reventar su mal genio. Al llegar, Ali descendió del coche muy lentamente observando a su hija como recogía a Don Gato y corría escaleras arriba dejándolos atrás. Esther también comenzó a subir las escaleras tras su nieta pero la sobresaltó el fuerte portazo con que Alicia cerró el coche y observó inquieta cómo su hija miraba duramente a Vega que seguía acercándose a ella muy sereno y sin al parecer inmutarse por aquel brusco gesto de ella ni su mirada irritada. Esther se detuvo atenta a lo que podría suceder para intervenir si fuera necesario ya que su hija estaba demasiado enojada por aquella inesperada sorpresa en el pub y solía disparársele la lengua acabando por enojar a Vega que tampoco andaba cojo en mal genio
 -¿Cuánto tiempo hace que está aquí Vega?- preguntó mirándolo realmente furiosa
-¿Quién mi palomita?- preguntó no dándole importancia
 -¡¡No te hagas el imbécil conmigo Vega, sabes muy bien a quien me refiero!!- bramó irritada -Cálmate ¿quieres? Llegó hoy; y al pub la invitó Willy, no yo- respondió despreocupado haciendo caso omiso a su irritada mirada
-¿Por qué rayos no me dijiste que ella iba a venir para trabajar contigo?- le reprochó herida, él le sonrió dulcemente
-¿No estarás celosa mi palomita?- bromeó chistoso
-No, claro que no- respondió tajante frunciendo desconcertada el ceño y él sonrió entretenido
-Pues entonces qué más da- expresó moviendo despreocupado los hombros y encaminándose hacia las escaleras
-Ni se te ocurra irte sin contestarme Vega- lo amenazó contundente y él se detuvo volviéndose y mirándola fijamente a los ojos- ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué te lo callaste?- indagó mirándolo desconfiada
-Porque ni me acordaba de que esa iba a venir hasta que esta mañana la vi llegar a las oficinas- expuso con desdén, ella entrecerró sus ojos mirándolo recelosa
-¿Esta mañana? Comimos juntos Vega… ¿tampoco te acordaste de decírmelo?- expuso prevenida, él resopló sonoramente
-Ali, no quiero discutir y menos por esa ¿vale? Y no, no me acordé tampoco porque para mí no es importante… ¿O acaso para ti sí lo es?
-No- respondió más pausada, tomó aire profundamente- pero sí te hubiera agradecido que me lo hubieras al menos comentado para que no se me quedara esa cara de idiota cuando la vi aparecer en el pub- le reprochó lastimada
 -Ah bueno, si solo es por eso, entonces estamos empatados… palomita- comentó masticando incómodo las palabras demostrando que estaba herido por algo y ella volvió a fruncir extrañada su ceño- así se me quedó a mí también cuando Bermúdez me contó todo lo que está ocurriendo con ese estúpido de Carlos- le reclamó fastidiado
 -¡Oh!- exclamó mordiéndose embarazosa el labio inferior
 -Sí “Oh”- repitió mordaz

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