domingo, 21 de septiembre de 2014


-¡¡No por Dios santo Isa, no!!- exclamó conmovido y la tomó tierno entre sus brazos; Isabella apoyó su mejilla en su fornido pecho asiéndose poderosamente a él- ¿cómo se te ocurre semejante idea peque? Si te quiero con locura chiqui y lo sabes- añadió amoroso besándola con ternura en la frente, ella lo miró poco convencida sin aflojar ni un ápice su fuerte amarre y él le sonrió dulcemente al tiempo que tomaba su rostro entre sus manos y limpiaba suavemente aquellas lágrimas con sus pulgares- pero es que a veces llegas a exasperarme de verdad con tus juegos peque, comprende que ya no somos aquellos niños de antaño y hay cosas que…- siguió exponiendo mientras observaba aquel dulce rostro que lo observaba con aquellos lindos ojos rasgados e Isabella empezó a esbozar una tierna sonrisa con aquellos finos y jugosos labios de aquella atrayente boca que atrapó la mirada de Alonso y un fuerte deseo de atraparlos y saborearlos le asaltó; sin percatarse, empezó a acariciarlos suavemente con sus pulgares
 -¿Y hay cosas que qué Alonso?- murmuró dócilmente acariciándole suavemente la espalda desnuda de su primo provocando en él un escalofrío de intenso placer que le aceleró el corazón y acrecentó aquellas ansias tremendas por besarla
-Que ya no están bien entre nosotros Isabella- expresó tajante apartándose de ella rápidamente para aplacar aquella desazón que lo reconcomía por dentro antes de cometer una locura, ella lo miró descolocada por aquella rápida e inesperada huida suya de su lado y él le sonrió tranquilizador aunque no se acercó- olvida esa idea estúpida peque que yo te quiero mucho bobita; pero intenta no ser tan loquita y no enfadarme ¿vale?- expresó más cariñoso y ella sonrió convencida- y ahora, si no te importa, voy a darme ese baño que la cena pronto estará lista- añadió besándola tierno en la frente y se metió en su baño
Durante la cena, padre e hija hablaban amenos y divertidos con Miguel bajo la entretenida mirada de Alejandra y Gabriela; parecía que solo Blanca se acordaba de lo ocurrido hacía unos instantes y su rostro serio así lo indicaba.
Aunque Alonso también estaba muy callado y ensimismado. Estaba muy dolido por la conversación con su prima y se sentía muy arrepentido; nunca se hubiera imaginado que, con su comportamiento para alejarse de ella, le estuviera haciendo tanto daño llegando a aquella conclusión absurda de que la odiaba… La miró frente a él al otro lado de la mesa, tan linda con aquellos ojos vivarachos y aquella risa cantarina tan encantadora… ¿cómo aquella preciosa locuela podía ni siquiera suponer que él la odiaba? Si la quería con pasión…
-Como veo que aquí nadie hace nada por solucionar esto…- habló enfadada Blanca enviándole una mirada reprochadora a su esposo que la miró abochornado- A partir de mañana las tardes las pasaréis estudiando conmigo en mi estudio- indicó rotunda, todos la miraron sorprendidos; pero de inmediato Isabella miró melosa a Jorge pidiendo ayuda
 -Bueno mujer, toda la tarde…- empezó a defenderla pero Blanca le lanzó una mirada desafiante que lo calló de repente
-No solo tu comportamiento va de mal en peor señorita, sino también tus calificaciones; necesitas mucha mano dura y voy a empezar desde ya a controlarte Isabella- añadió irritada mirando a su hija
-Es que a esta nueva profesora que vino a darnos química y matemáticas, no la entiendo mami- se defendió melosa mirando mimosa a su madre
-¿Y tampoco a la de historia ni a la de lengua? Porque esas también bajaron estrepitosamente- expuso sarcástica mirándola desafiante; con ella sus miradas melosas no servían de nada y bajó la cabeza abochornada
-La química y las matemáticas se te dan de maravilla Alonso; podías echarle una mano hijo- propuso cordial Jorge al muchacho que lo miró ameno
-Claro, no hay problema- aclaró sereno- Ahora, la lengua se le da mejor a ella que a mí- añadió mordaz y su prima lo miró ofendida
 -¿Qué quieres decir con eso estúpido?- repuso fastidiada por el comentario
 -Lo sabes muy bien ¿o crees que no me llegó a los oídos? Eres la comidilla del instituto primita- respondió su primo tranquilamente mirándola fijamente a los ojos, aunque su sangre hervía desde que le habían contado que la habían visto tontear varias veces con uno de su clase
-No sé de qué estás hablando- expresó desconcertada
-Uno de mi curso… detrás de las gradas… ¿Vas captando?- le habló chulesco
-¿Yo en ese picadero asqueroso al que todos van? Eres más imbécil de lo que pensaba si te crees eso- masculló furiosa y Alonso rió burlón; pero de pronto sonrió maliciosa- además, tú lo debes saber bien ¿no? ¿O acaso me viste allí alguna vez de las tantas que vas tú con Andrea?- expresó sarcástica y el rostro de Alonso se congestionó furioso alarmando a Jorge y a Blanca, otra pelea se avecinaba; realmente Isabella sabía cómo sacar de quicio a Alonso
-¡¡Soy la leche: siempre llego a tiempo para la cena!!- repuso divertida Meli apareciendo de pronto en la cocina y todos se entusiasmaron al verla de regreso quedando apagada aquella nueva trifulca que se palpaba ya en el ambiente.
 A la semana siguiente comían acompañados de Franco que había regresado de Milán de entregar los nuevos diseños de Blanca y reían entretenidos con sus locuras
-¡¡Ah, no os lo dije!!- explosionó alegre Isabella y todos la miraron intrigados- ¡¡Me he presentado a las pruebas de teatro y me han cogido!!- indicó satisfecha y Alonso se atragantó con el agua que estaba bebiendo, ella rió divertida
-¿Qué estás diciendo?- repuso molesto
-Lo que has oído idiota, a partir de hoy aún estaremos más juntos primito- aclaró socarrona y él hizo un gesto asqueado
-¿Qué obra vais a representar?- preguntó ameno Francesco
-Romeo y Julieta papá Franco- contestó y miró maliciosa a su primo- Y me han dado el papel de Julieta- aclaró resuelta
-¡No! ¡No puedes Isa!- explotó irritado Alonso y ella sonrió satisfecha
-Sabía que la idea te iba a encantar- resolvió vanidosa mirándolo desafiante y él le lanzó una mirada furiosa
-¡Ese papel ya lo va a hacer Andrea!- aclaró rotundo
-¡No mi adorado primito!- expuso socarrona mirándolo provocadora- ¡A partir de hoy, oh mi dulce Romeo, tu Julieta seré yo!
-¡Eres una estúpida vanidosa e insoportable! ¡Pues que se vayan buscando otro Romeo porque yo no pienso hacerlo!- le increpó enfadado levantándose y yéndose a su cuarto mientras ella reía divertida levantándose también y se fue al suyo
-Siguen igual por lo que veo, esto acabará bien- repuso Francesco ameno y le sonrieron todos- Como se suele decir: los amores reñidos son los más queridos
-¡No digas tonterías, Franco!- le regañó molesta Blanca- Se han criado como primos
-¡Cuidado mia ragazza, cuanto más primo más me arrimo!- repuso socarrón y todos volvieron a reír menos Blanca.
Alonso se tiró sobre su cama furioso ¿Qué narices le pasaba a su prima? Le perseguía como perrito faldero y no lograba deshacerse de ella y eso le irritaba… Ahora se empeñaba en ser Julieta ¿no podía dejarlo en paz? ¡Con lo que le costó conseguir el papel de Romeo ahora llegaba ella para fastidiarlo todo! Además ¡Tendría que besarla! ¡Y delante de docenas de personas! ¿Esa atolondrada no las pensaba o qué? ¡¡No!! No pensaba hacerlo, que no contaran con él… Aunque, pensándolo bien, por fin podría saborear aquellos deliciosos labios de manera disimulada aplacando aquellas ansias que lo consumían…Se quedó pensando en la escena: en aquel momento en que tendría que tomarla entre sus brazos y, mirándose fijamente a los ojos, la besaría… su cuerpo se estremeció gustoso al tiempo que sentía un cosquilleo en los labios y sonrió complacido; se sentó de repente sobre la cama sobrecogido ¡¿Qué narices estaba pensando?! ¿Estaba loco o qué? Aquello no podía ocurrir o no podría disimular lo que sentía y sería muy peligroso. Lo mejor era dejar la obra…
Isabella se cambiaba de ropa delante del espejo riéndose divertida, le encantaba fastidiar a Alonso y verlo enrojecerse de furia; no había cosa que más le satisficiera que cabrearlo y ver como aquellos lindos ojos avellana se encendían frenéticos o como sus fuertes mandíbulas se comprimían de la ira al tiempo que se abrían y cerraban las ventanas de su perfecta nariz en un gesto rabioso. Aunque sentía un poco de lastima, tenía mucha paciencia con ella y el pobre le aguantaba tantas que casi la hacía sentir mal… se miró a sus propios ojos reflejados en el espejo ¡No, no lo sentía; le encantaba sacarlo de sus casillas! Rió jocosa mirándose en el espejo, se pusiera un top negro de sisas muy finitas que solo cubría sus espectaculares pechos sobre el cual llevaba una camiseta de redecilla negra, una corta minifalda recta ceñida a sus caderas encima de unos leggins también negros, se abrochó el collar de púas pequeñas y se colgó de uno de los orificios de sus orejas un pequeño crucifijo mientras que en el otro se puso el pequeño diamante que le regalara su padre Jorge por las navidades. Se dejó el pelo suelto cayendo su bonita melena por su espalda, se marcó la línea de ojos negra y se dio brillo rojo oscuro parecido a sangre en los labios. Se calzó unas bailarinas negras
-Perfecta- se dijo satisfecha recogiendo su mochila de cuero negro y su casco de encima la cómoda, entró sin llamar en el dormitorio de Alonso
-¡Qué haces! ¿Acaso no sabes llamar?- increpó molesto desde la cama donde continuaba sentado, ella le sonrió divertida
-Sabía que no estabas haciendo nada… nunca haces nada- le repuso sarcástica- ¿Nos vamos?
-¿A dónde?- preguntó desconcertado
-Tenemos ensayo a las cinco ¿o no te lo han dicho?- él resopló cansadamente recordándolo. Se levantó y, recogiendo su casco, la siguió- Nos vamos- indicó ella entrando en la cocina donde seguían los adultos con la sobremesa, mamá Alejandra ya se retirara a descansar, y recogió una manzana del frutero
-¿A dónde vais?- preguntó curiosa Meli
-Al ensayo, después pasaremos por Maty’s un momento ya quedé con Ángel para que me pase unos apuntes- expuso ella mientras los besaba a todos dulcemente en la mejilla
-Y luego pasaremos por la tienda de animales- aclaró socarrón Alonso, todos lo miraron intrigados- ya que al parecer esta señorita quiere estar siempre pegada a mí, compraré una correa de perro para tenerla bien sujeta… ya que el collar lo pone ella, es una pena desaprovecharlo- bromeó burlón provocando las risas de todos menos de ella naturalmente
-¡Mira que puedes llegar a ser idiota!- reclamó ella fastidiada
-Tengo una buena maestra, primita- respondió sarcástico mientras salían de la casa provocando que la familia riera de nuevo divertida ante su continuo tira y afloja
-No puedes hacerme esto Alonso- contestó su compañero Alfredo mirándolo dolido- sabes que no me fue fácil darte el papel de protagonista a ti, pero te debía un favor y he cumplido ante tus ruegos de ser Romeo; ahora no me puedes dejar colgado tío- ambos se quedaron mirando arrepentidos- por favor te lo pido: inténtalo al menos ¿sí? y, si veo que no va bien, te cambiaré de papel ¿vale?
Pero los ensayos fueron demasiado bien para pesar de Alonso. Tenía que reconocer que ambos se entendían divinamente haciendo las cosas mucho más fáciles; si alguno de ellos dudaba en su papel, apenas necesitaban una mirada cruzada entre ellos o un leve gesto de labios, para comprenderse y retomar el hilo de la obra sin necesidad de cortar el ensayo. Además, lo pasaban muy bien cuando estaban juntos y con sus chanzas y picardías, resultó un ensayo mucho más ameno y divertido donde todos disfrutaron pasándoseles el tiempo mucho más rápido.
-Alonso- le llamó Andrea cuando esperaba a su prima para regresar a casa sentado ante las puertas del teatro; le sonrió al verla acercarse pero ella traía cara de pocos amigos
-Vamos hasta Maty’s ¿quieres venir?- la invitó ameno pero ella lo miró con enfado
-¡Estoy más que harta de tu prima, Alonso!- le increpó furiosa así llegó a su lado y él resopló fastidiado
-¡Ya empezamos!- murmuró molesto, últimamente parecía no tener otro tema de conversación que criticar y meterse con Isabella y eso lo irritaba muchísimo
 -¡Me quitó el papel a propósito, Alonso!- se quejó apesadumbrada
-No seas boba y mal pensada que no lo hizo aposta mujer- indicó amable intentando aplacar aquel enfado de la muchacha
 -¡No, qué va!- exclamó sarcástica y él la miró ofendido
-Mi prima no tiene nada contra ti aunque te empeñes en pensar así Andrea; simplemente lo haría mejor… sabes lo teatrera que puede llegar a ser- explicó serenamente pero Andrea sonrió cínicamente confundiéndolo
-¡De esta vez no tiene defensa posible Alonso, aunque te mates en protegerla! ¡Es una cínica estúpida! ¿Sabes lo que ha hecho para conseguirlo?- Alonso la miró inquieto, la alocada de su prima bien era capaz de hacer cualquier locura…- ¡¡Les prometió que, si le daban el papel de Julieta, tu tía se haría cargo del vestuario gratuitamente!!- él sonrió divertido; Isa era increíble, siempre conseguía lo que quería- ¡No te rías, es una estúpida mal criada y consentida!
 -¡Tampoco te pases!- le increpó molesto
-¡Y tú siempre la defiendes!- le reprochó irritada
-¡No seas boba! ¡No siempre la…!- resolvió presuroso pero la muchacha no le dejó acabar de defenderse
-¡Sí Alonso, no intentes negarlo porque sabes que tengo razón! ¡Siempre la defiendes, le solapas sus locas tonterías y le consientes en todas sus idioteces! ¡¡Y luego no sé cómo lo haces pero siempre acabas enfadándote conmigo por su culpa!!
-¡¡Porque tú siempre la estás atacando Andrea!! ¡¡Últimamente cuando estamos juntos parece que para ti no hay otro tema de conversación ni nada más que hacer que ir en contra de la pobrecilla!!- bramó enfadado, Andrea siempre acababa irritándolo
-¡¡Lo ves; ya la estás defendiendo y echándome a mí las culpas!!- él calló de repente- ¿Qué te pasa Alonso?- preguntó intrigada mirándolo desconcertada
-A mí nada- respondió rápidamente esquivando su inquisitiva mirada, ella abrió desconcertada sus ojos
-Alonso…- nombró sujetándole del brazo en un intento de obligarlo a mirarla pero él siguió evitándola- Alonso… ¿No estarás enamorado de Isa, verdad?- le preguntó inquieta indagando sus ojos profundamente
-¡¿Qué dices, imbécil?! ¡Es mi prima Andrea!- le increpó furioso clavándole sus ojos en los de ella
-¡No, no lo es! Aunque os criasteis juntos como tal, en realidad no es nada tuyo Alonso ¡reconócelo!- él no respondió, solo se quedó mirándola fijamente durante unos segundos en los que los ojos de Andrea indagaban nerviosos los de Alonso; de pronto los abrió atónita- ¡Oh Dios santo! ¡Es cierto: estás enamorado de ella!- exclamó pasmada y él se soltó de su amarre de un brusco movimiento
 -¡A veces te pones absolutamente insoportable Andrea y te aviso que ya me tienes más que harto con tus estúpidos celos y tus majaderas suposiciones!- la apartó irritado y huyó de su mirada inquisitiva dejándola turbada mirándolo alejarse.
-¡Ah estás aquí ¿vienes con nosotros a tomar algo?!- le dijo amable Isa al ver a Andrea en las escaleras de la entrada- ¿Y mi primo? Me dijo que me esperaría aquí…
-Se largó por allí- le indicó enfadada, Isa la miró intrigada
-¿Habéis discutido a qué sí?- preguntó sonriendo entrañable
 -¿Por qué lo preguntas?
-Siempre huye ante las enfrentaciones- indicó divertida sonriendo agradada; Andrea la miró fijamente a los ojos
-Bella, os estuve observando durante los ensayos y…- tragó nerviosa saliva- ¿os conocéis muy bien verdad?
-Sí claro ¿por qué?
-¿Qué sientes tú por Alonso Bella?- expuso decidida, ella la miró confundida
-¿A qué te refieres?
-A qué sientes tú por él- indicó escudriñando nerviosa los negros ojos de Isabella que la miraba confundida
-No sé a dónde quieres llegar Andrea, pero es mi hermano y le quiero mucho ¿a qué viene esa pregunta?- respondió sincera
-No Bella; olvídate que os criasteis juntos como hermanos ¿Alonso te gusta cómo hombre Isabella?- expresó rotunda, ella la miró despectivamente
 -¡¿Ma sei scemo o cosa c'è?! ¡¿Eres imbécil o qué?!- repuso molesta mirándola ofendida- ¡¿Cómo se te ocurre semejante tontería?! ¡¡Es mi primo Andrea!! Además… ¡¿A ti que te importa?!- bramó irritada- ¡Ahora entiendo que mi primo y tú siempre andéis a la gresca, haces unas preguntas muy estúpidas ¿sabías?!
-No sois primos Isa- indicó serenamente dejándola desconcertada
-Lo sé, pero nos criamos como si lo fuéramos y nos queremos como hermanos- indicó más tranquila también- ¿por qué te comes la cabeza con estas estupideces?- la miró fijamente a los ojos- Te aviso que Alonso tiene mucha paciencia pero vas a perderlo como sigas con tus celos infundados Andrea… y ten por seguro que no vas a encontrar otro chico mejor que Alonso: ni tan atento, ni tan dulce, ni tan cariñoso, ni tan comprensivo y paciente- habló con demasiado sentimiento
-¿Te estás oyendo, Bella?- ella se quedó desconcertada, luego la miró enfurecida
-Realmente eres insoportable, chica- exclamó también alejándose de ella
-¡Mira quién va a hablar de Alonso; sois tal para cual! ¡¡Y aunque huyáis no podéis negar la verdad Bella!!- le increpó fastidiada y ella le lanzó una mirada irritada, con esa tía no se podía hablar.
 Los ensayos iban de maravilla, se entendían a la perfección y las escenas quedaban excelentes ante la admiración de sus compañeros. Entre ellos fue naciendo de nuevo aquella complicidad de antaño de murmullos y secretos, risas alegres y juegos inocentes. Blanca confeccionaba los trajes para la obra ilusionada de verlos de nuevo unidos, por las tardes la ayudaba Isabella y Francesco; también echaba una mano Gabriela de vez en cuando. Jorge los observaba divertido en la sala de costura entre bromas y risas dando los últimos retoques en los trajes sobre un Miguel que hacía feliz y entretenido de maniquí.
 -Cielo…- le dijo amorosa Blanca- Ve a buscar a Alonso, debe darle la última prueba al suyo
-Voy- repuso servicial y obedeció. Lo descubrió sentado en las escaleras del jardín y se quedó mirándolo antes de aproximársele: estaba absorto en sus pensamientos con rostro serio y abatido.

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