jueves, 5 de marzo de 2015


   -Ah, por cierto, me dijo Claudia que te recoge aquí mañana a las cinco y media- expuso desenfadado Cris aquel martes mientras cenaban
 -¿Mañana, a las cinco y media? ¡Me dijo que me avisaría con tiempo!- exclamó sorprendida y él rió animado
-Pues vete acostumbrándote mi ángel, porque así son ellas: avisar con tiempo es de víspera- aclaró resuelto siguiendo con su cena; ella se quedó callada, pensativa y él la observó lleno de curiosidad ante su silencio- ¿Pasa algo?- interrogó intrigado, ella le sonrió dulcemente
-No, que va; voy un poco justa de tiempo pero me las arreglaré- resolvió despreocupada- ¿puedes ocuparte tú de Paloma cielo?
-Sabes que no hay problema; pero ¿a dónde vais?- preguntó curioso
-Me quiere llevar a un sitio, no sé- expresó moviendo desentendida los hombros intentando evitar contestarle; él sonrió conforme, conocía muy bien a sus hermanas y sabía que eso era muy natural en ellas: disponer de la gente a su antojo sin casi dar explicaciones
 -¿Hiciste buenas migas con ella, no?
-Todos son muy buenas y cariñosas conmigo, pero con Claudia es distinto… Me resulta tan fácil comunicarme con ella, es casi como estuviera hablando con Alex- declaró emocionada, Cris la besó tierno en la sien- Creo que podemos llegar a ser como hermanas- expresó deleitada y él sonrió muy complacido. Se percibía a leguas que estaba encantado que ella se integrara en la familia.
 -Hablando de nuestra princesita...- expuso y la pequeña, que se había mantenido desinteresada de la anterior conversación, lo miró intrigada; él le guiñó pícaro un ojo sonriendo cómplice- ¿qué te parece mi ángel si, en vez de estar encerrada en el colegio toda la mañana, la dejamos con mi madre?- propuso alentado, la niña sonrió feliz con la propuesta; pero Carla lo miraba nada conforme- Yo puedo llevarla todas las mañanas y después la traería Claudia; disfrutaría mucho más del verano amor mío, ya has visto como es aquello: respiraría aire puro y tomaría el sol, cosas muy importantes para ellos a esta edad... y ya has podido comprobar que allí no hay ningún peligro: la finca está totalmente cerrada y nadie puede entrar- expuso intentando convencerla
 -Pero Cris... es darle trabajo a tu madre...- protestó dulcemente
-¡¿Qué trabajo?! ¡¡tú lo has visto ya mi vida!! ¡¡Si se pasa el día jugando con sus primos y apenas se le ve el pelo a nuestra chiquita!!- exclamó encantado acariciando la mejilla de la pequeña que sonreía entusiasmada con aquella idea- además mi cielo, nos ahorraríamos el dinero de la escuela- indicó sagaz, ella rió divertida
-¡Vaya! No sabía yo de esta faceta tuya ¿también eres pesetero?- bromeó burlona, él rió entretenido -Pesetero no, pero tirar con el dinero tampoco; y dárselo a esas monjitas cuando tenemos otras soluciones y sobre todo más saludables para nuestra princesa, me parece tontería- aclaró resuelto, Carla rió ya convencida- pues no se hable más: a partir de la semana que viene, te quedas con la abuelita- resolvió decidido y la pequeña por fin dio rienda suelta a su alegría entre gritos felices y palmadas entusiasmadas.
La tarde del día siguiente estaban sentados en las escaleras del porche mientras Paloma jugaba entretenida con su perrito por el jardín cuando llegó el todo terreno azul de Jacobo. Paloma explosionó de alegría al verlo llegar y los dos pequeños de Claudia se bajaron raudos del vehículo corriendo felices a su encuentro provocando las sonrisas tiernas de los adultos. Claudia y Jacobo con Óscar en brazos, se acercaron a ellos.
 -Veo que ya estás lista, entonces podemos irnos ya- expuso animada Claudia
 -¿Pero a dónde vais? Carla no logró explicarme- preguntó curioso Cris que ya había recogido a Óscar de los brazos de su padre, Claudia observó momentáneamente a Carla que la miró inquieta y ella comprendió que no le había dicho nada a Cris
-Cosas mías, hermanito- respondió desenfadada besándolo cariñosa en las mejillas sin dejar de sonreír
-Está bien... pero desde ya meteros en eses cabezones que las tres heredasteis de mamá que no vais a disponer de Carla siempre que os venga en gana como hacéis conmigo ¿entendido?- regañó rotundo, ella se rió sin darle importancia aunque Carla se sintió mal por aquella injusta regañina a su hermana cuando ella no tenía culpa ninguna
-Por favor Cris, no tiene importancia- intentó intermediar cariñosa
-Sí la tiene Carla, que tú no las conoces- expuso ofendido
 -Tranquila cielito que... ¡para el caso que le hacemos todas...!- exclamó desenfadada Claudia, Cris la miró atónito por aquella desdeñosa contestación provocando las risas divertidas de Carla y Jacobo- Y tranquilo hombre, que te la devuelvo pronto; te lo prometo- añadió resuelta besándolo de nuevo en las mejillas; besó amorosa a su esposo en los labios mientras Carla hacía lo mismo con Cris y se encaminaron hacía el coche, ellos las siguieron. Cris asomó la cabeza por la ventanilla cuando ya ocuparon sus lugares
-¿No tendrás cita con Acuña verdad?- preguntó inquieto a su hermana
-Que no, pesado; eso aún va para rato- expresó desenfadada y arrancó el coche alejándose
 -Acuña... ¿ese no es el colega tuyo abogado?- indagó curiosa Carla, Claudia asintió con la cabeza- ¿Y por qué preguntó eso Cris, Claudia?- preguntó intrigada, Claudia sonrió aunque la miró intranquila
 -Porque...- empezó a hablar pero se calló un instante como sopesando bien la respuesta- pues... porque sabe que ya le comenté tu caso a Miguel y me tomé la libertad de pedirle que te prepare los papeles para la adopción; hala ya está- expuso de carrerilla como para sacarse un peso de encima, Carla se quedó atónita y Claudia la miró muy preocupada- ¿Me he sobrepasado Carla? ¿Te molesta que lo haya hecho sin consultarte?- preguntó nerviosa mirándola inquieta
-No; que va... es que... ¡¡Sois todos maravillosos Claudia!!- exclamó emocionada con lágrimas en los ojos, Claudia sonrió feliz. Pero al instante la miró desconfiada
 -¿Por qué no le has querido decir a Cris que íbamos al médico si ya le has prometido que lo harías?- preguntó intrigada
 -Pues porque ya sabes cómo es e insistiría en acompañarnos- aclaró inquieta y se miraron unos instantes a los ojos- y, aunque tú estás muy convencida de ello, yo no las tengo todas conmigo y prefiero enterarme yo primero de lo que hay antes de hacérselo saber a él... ¿no crees qué es mejor así?- instó buscando apoyo, Claudia sonrió amistosa
-Sí, es lo mejor- resolvió conforme oprimiéndole suavemente la mano que Carla reposaba en su regazo
Claudia esperaba en la consulta del doctor mientras examinaban a Carla; parecía tranquila pero el breve taconeó de su pierna sobre la mullida alfombra la delataba. Por fin regresaron charlando animadamente.
 -¿Qué? ¿Cómo la has encontrado Gerardo?- interrogó impaciente
 -A simple vista bien, estate tranquila; pero tendremos que esperar a los resultados de los análisis y las pruebas que le he realizado para concluir un diagnóstico definitivo- resolvió amistoso sentándose al otro lado del escritorio frente a ellas- Y dime ¿Qué tal los peques?- le preguntó desenfadado
-Bien, hechos unos toros como siempre- respondió amena, él le sonrió deleitado
-Maravilloso- exclamó complacido revisando su ordenador- Ari estuvo aquí hace un par de semanas y tú y Marina tenéis revisión para el mes que viene...- indicó leyendo la pantalla del ordenador, Claudia asintió con la cabeza- pero ya hace tiempo que no veo a Susi; mas concretamente, va a hacer un año... ¿es que aún no ha vuelto en todo este tiempo?- se preocupó mirándolas inquieto
-No, sí ha vuelto; pero pequeñas visitas de apenas un par de días... pero en estos momentos está en casa y me parece que de esta vez va a echar un poquito más de tiempo
-Pues dile que venga por aquí, me gustaría hacerle una buena revisión; esa muchacha nos anda por países muy poco saludables y donde la higiene brilla por su ausencia... ¡Oh, aquí están ya los resultados!- anunció con la discreta entrada de la enfermera que le entregó una carpeta al doctor saliendo seguidamente tan silenciosamente como entró; él examinó los resultados en silencio un buen rato. Claudia le tomó la mano de Carla apretándosela suavemente y ella se lo agradeció con una sonrisa nerviosa. El doctor cerró la carpeta y las miró sonriendo amable- Bien; vamos a ver Carla... ¿puedo tutearte verdad?- le habló amistoso, ella asintió con la cabeza- pues vamos a ver, pequeña...- empezó a hablar pausadamente cruzando sus manos sobre la mesa- dentro de los parámetros normales, todo está bien; y puedo asegurarte ya que sí estás embarazada; más concretamente, estás de siete semanas cumplidas- aclaró con tono profesional y Claudia soltó un gritito de alegría
-¡¡Oh, Carla que alegría!! ¡¡Cris se va a poner como loco con la noticia!!- exclamó entusiasmada abrazando intensamente a Carla, pero ella no reaccionó; se quedó muy quieta mirando fijamente el rostro del doctor que tampoco sonreía, estaba demasiado serio para haber dado una buena noticia como aquella...
-Claudia...- musitó prevenida sin apartar los ojos de Gerardo; ella reaccionó y observó contrariada el rostro serio de ambos
-¿Qué pasa Gerardo?- indagó alarmada
-Pasa que no sé cómo te han dejado así muchacha, se suelen tomar medidas preventivas ante casos como el tuyo- expuso muy serio hacia Carla; ella apretó nerviosa sus labios
 -¿A qué te refieres?- instó preocupada Claudia
-A una esterilización para que esto no ocurriera- aclaró sincero y duramente rotundo
 -¡Oh por Dios; lo voy a perder!- exclamó abatida llenándosele los ojos de lágrimas
 -Lo siento, pero lo más probable es que sí; tus paredes uterinas están poco aptas para sujetar el feto; en el estado en que se encuentran, las probabilidades de que sufras un aborto así el feto empiece a coger peso son de un 85%...
-No- musitó ahogadamente Carla corriéndole ya las lágrimas por sus mejillas, Claudia le apretó consoladora la mano que aún mantenía entre las suyas
-Así que, y sintiéndolo muchísimo, debo recomendarte practicar un aborto antes de avance más tu estado- propuso decidido aunque su voz y su rostro mostraban la pesadumbre que sentía
-No, por favor... no- sollozó abatida Carla, Claudia le rodeó compasiva los hombros con su brazo y ella hundió desolada la cara en su pecho; el doctor guardó silencio unos instantes
-Pero has dicho “lo más probable” Gerardo, no estás seguro- remarcó esperanzada Claudia
-Claudia, claro que está ahí ese 15% que no debemos despreciar...- expresó caritativo, ambas mujeres lo miraron con un pequeño brillo de esperanza en los ojos- pero Carla debe pensarlo muy bien antes de decidir si seguir adelante ya que se le presentaría un embarazo muy duro y harto complicado, y teniendo siempre en cuenta que, pese a todos los cuidados que se tenga, puede perderlo igualmente... -No me importa- aclaró decidida Carla
-Carla, no debes tomarlo a la ligera chiquilla; será un embarazo difícil, muy difícil; mejor háblalo con Cris y pensarlo muy detenidamente...
-No- clamó rotunda, ambos la miraron desconcertados
-Carla, cielito ¿por qué no quieres consultárselo a Cris antes de decidir?- indagó sorprendida Claudia -Porque no- remarcó tajante, ellos seguían mirándola sin entender- ¿es que no lo comprendes Claudia? Cris dirá que no de inmediato, solo me tendrá en cuenta a mí y lo que pueda llegarme a pasar; no querrá ni sopesar la idea de que todo puede salir bien y no pasarnos nada a ninguno de los dos- explicó determinante, Gerardo y Claudia se miraron comprendiendo que tenía razón- No; es mi decisión y decido que sí; haré todo lo que sea necesario, pasaré por lo que sea, pero no voy a perder a mi hijo sin al menos intentarlo- resolvió rotundamente decidida; Gerardo sonrió agradado por su decisión
-Pues entonces, si tan decidida estás: aquí tienes a tu pequeñín- dijo jovial con una amplia sonrisa en sus labios sacando de la carpeta una ecografía. Carla apretaba conmocionada los labios intentando aguantar las lágrimas pero no le fue posible así la tomó en sus manos; aunque no distinguía nada, allí estaba su hijo y eso era lo único importante
 -Oh Dios mío; oh Dios mio... mi niño Claudia... ¡¡Voy a ser madre, Claudia!!- sollozó feliz y Claudia le sonrió dichosa llenándosele también los ojos de lágrimas ante la emoción
-Sí mi angelito, vas a ser mamá... ¡¡Y Cris se va a volver loco de alegría mi niña!!- exclamó entusiasmada y ambas se fundieron en un eufórico abrazo mientras reían y lloraban a la vez.
 -Pero no olvidar lo que he dicho, se presenta un tedioso embarazo lleno de dificultades- previno sereno el médico
 -Ya Gerardo, por supuesto; pero ten por seguro que ella hará todo lo que tú le mandes y ninguno de nosotros permitiremos que lo afronte sola- aclaró decidida Claudia- es más cielito, estoy pensando que mejor te vendrás a casa y así entre todos te cuidaremos y no permitiremos que nada te suceda ni a ti ni al pequeñín; y nos podremos ocupar mejor de Palomita, para que tú estés relajada y tranquila sin preocuparte de nada...- disponía resuelta, de pronto calló y la miró con lágrimas en los ojos de nuevo- ¡Oh Dios, Carla; gracias, gracias!- exclamó eufórica abrazándola intensamente de nuevo- ¡No puedes ni imaginarte lo que esto significará para Cris; va a enloquecer con la noticia, cielito!- Carla y Gerardo se sonrieron felizmente cómplices; sí sabían lo que aquella noticia iba a enloquecer a Cris ¿qué hombre no sueña con ser padre algún día? Y más Cris, que le encantaban los niños y daba la vida por sus sobrinos y Paloma...
Cuando llegaron a casa, las dos se quedaron dentro del coche, ninguna hizo amago de apearse. Carla miraba pensativa la casa, Claudia le tomó cariñosa la mano y ella la miró sonriendo nerviosa
-¿Qué tienes cielo? ¿Has cambiado de idea después de oír todo lo que nos ha explicado Gerardo? Es comprensible cielo y nadie te juzgará si has decidido no seguir adelante- expuso compasiva sujetándole cariñosa la mano de Carla que le sonrió agradecida
 -No, no me echaré atrás; eso seguro- aclaró rotunda, Claudia le sonrió agradada- pero es tan difícil asimilar que pese a todo puedo perderlo igualmente...- expuso acariciándose el vientre, las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas- saber que puedo perderlo Claudia… perderlo por un mínimo detalle de nada…
-Cielito tranquila- repuso Claudia abrazándola tiernamente- ninguno de nosotros vamos a consentir que este muchachito salga de ahí antes de cumplido su tiempo- añadió chistosa y Carla sonrió más relajada, con una dulzura tremenda, le limpió las lágrimas de las mejillas- Anda vamos, anímate y toma aire: tienes que darle la buena noticia a ese papá que te espera ahí dentro- expresó alegre
 -¿Me ayudarás a decírselo, verdad?- preguntó inquieta
 -Claro cielito, sin problemas- aclaró resuelta, se sonrieron felices y entraron en la casa
 Los encontraron sentados ante el televisor. Óscar dormía sobre el pecho de Cris sentado junto a Jacobo en el sofá mientras los niños veían tranquilos la película tirados sobre la alfombra. Paloma corrió a abrazar a su tía así oyó abrirse la puerta, ella la besó tierna en la cabeza y, abrazadas, se acercaron a ellos retomando Paloma su sitio entre Hugo y Javier al instante. Carla no pudo contenerse y besó contundente los labios de Cris
 -Te quiero mi adorado terco testarudo- expresó deleitada mirándolo completamente enamorada -¡Vaya! ¡Si llego a saber que iba a volver así, dejo que te la lleves antes!- clamó impresionado a su hermana por aquella inesperada reacción de Carla y todos se rieron divertidos
 -¿Y qué? ¿Cómo se han portado los niños?- preguntó despreocupada Claudia
 -Muy bien, tranquilos ¿no los ves?- contestó Cris inocente
 -Le pregunto a ellos, no a vosotros- le contestó chistosa su hermana con un tono de ironía.
 -¡Oye! ¡que graciosa hermanita; pero que muy graciosa!- exclamó guasón y todos volvieron a reírse. Jacobo no podía dejar de mirar expectante los ojos de su esposa esperando algún gesto suyo que indicara que había buenas noticias, pero Claudia al fin le hizo uno muy leve dejando caer los párpados un instante mientras elevaba las cejas: algo no iba bien
-Niños, subir al cuarto de Palomita a jugar- habló apagando el televisor, Cris lo miró desconcertado por aquel inesperado acto y frunció su ceño al descubrir el rostro serio de Jacobo
 -Pero papi, si aún no acabó la película- protestó fastidiado Hugo
-Hugo, id arriba ¡ya!- habló rotundo y los niños obedecieron sin rechistar más; Cris ya no podía con aquella incertidumbre
-¡¿Qué coño ha pasado Jacobo?! ¡¿A qué viene ésto?!- expuso alertado así los niños se fueron
-Cris, Carla tiene algo que decirte y creo que es mejor que los niños no estén presentes- explicó su hermana recogiendo al pequeño Óscar de entre los brazos de Cris y se sentó entre él y su esposo; él miró intrigado a Carla que seguía arrodillada a su otro lado sobre el sofá
-¿Qué es lo que me tienes que decir cielo?- indagó curioso
-Cris… Claudia me llevó con el doctor Gerardo- respondió muy pausada, él abrió los ojos alarmado -¡¿Y por qué rayos no me dijiste a dónde ibas Carla?!- bramó enfadado
-Pues porque te pondrías terco queriéndome acompañar, Cris...- expresó fastidiada- y yo prefería ir sola para enterarme de lo que me está ocurriendo y saber… y poder...- buscaba la palabra adecuada pero no la encontraba
 -... Asimilarlo ella antes de contártelo- remató la frase Claudia, Carla la miró agradecida y se sonrieron amistosas
-¿Asimilar qué? ¿Qué te ha dicho Gerardo?- interrogó impaciente, Carla quedó callada mirándolo a los ojos- Carla ¿acaso encontró algo, mi vida?- inquirió preocupado tomando entre sus manos el rostro de Carla que lo miraba apasionada
 -Sí…- expresó y él la miró aterrado, ella sonrió dichosa posando sus manos sobre las de él- encontró un bebé Cris ¡¡estoy embarazada amor mío!!- anunció emocionada
-¿Qué?- exclamó turbado mirándola incrédulo
 -Que estoy embarazada- repitió sonriendo feliz pero él seguía sin reaccionar- Que voy a ser madre Cris, que tú vas a ser papá mi vida, que vamos a tener un bebé cielo- expuso ilusionada mientras las lágrimas corrían por sus mejillas
-No puede ser... tú dijiste…- balbuceó receloso
 -Sé lo que dije Cris y sé lo que los médicos me explicaron pero… ¡¡Ya estoy de casi dos meses, mi vida!!
-Santo Dios- murmuró atónito quedándose pasmado mirándola a los ojos, ella también lo miraba expectante a su reacción; pero parecía no reaccionar, se quedó quieto y muy callado sin apartar los ojos de Carla hasta que, de pronto, los abrió de par en par como si aún en aquel momento cayera en la cuenta de la noticia que acababa de recibir- ¡¡Oh Dios mío, Carla; vamos a ser padres amor mío!!- explosionó lleno alegría y la abrazó fuertemente a su pecho provocando las risas divertidas de los demás- ¡¡Mi vida!! ¡¡Oh, Dios mío, mi ángel; cuanto te quiero vida mía!!- repetía incontrolado besando a Carla en los labios, las mejillas, todo el rostro, mientras lloraba de felicidad... ella reía dichosa aunque tampoco podía sujetar las lágrimas. La volvió a abrazar fuertemente contra su cuerpo- ¡¡Esto es increíble!! ¡¿Lo has oído Jacobo?! ¡¿Y tú hermanita, lo has escuchado?! ¡Voy a ser papá!- dijo eufórico besando amoroso a Carla en la cabeza
-Sí cielito, enhorabuena- contestó llena de ternura Claudia sin poder dejar de sonreír y llorar al tiempo como ellos hacían
-Sí, enhorabuena chaval- le palmeó ameno Jacobo el hombro
 -¡¡Un hijo!!- repitió sin podérselo creer aún besando la frente de Carla que seguía entre sus brazos, se limpió las lágrimas con los dedos y la miró apasionado, ella sonreía pletórica- ¿Y tú estás bien mi cielo? ¿Él está bien? ¿Todo está correcto mi ángel?- preguntó impaciente pero a Carla se le borró la sonrisa del rostro y sus lindos ojos se oscurecieron alertándolo a él y a Jacobo- ¿Qué pasa Carla? ¿Acaso no va todo bien?- instó inquieto, pero Carla no contestó Claudia carraspeó nerviosa y los dos hombres la miraron preocupados
 -Cris, tómatelo con calma cielo; pero es que las cosas no van bien- habló reposada tomándole cariñosa la mano a su hermano- por eso Carla prefirió que nos quedáramos para darte la noticia
 -¿Qué pasa amor?- indagó alterado Jacobo
-Hay muchas probabilidades de que lo pierda- expuso apesadumbrada y, al oírlo, Carla no pudo evitar romper a llorar; Cris la oprimió protector contra su pecho
-¡Santo Dios!- murmuró afligido Jacobo
 -¿Cuántas?- preguntó increíblemente sereno Cris, Claudia lo miró fijamente- ¿Cuántas Claudia?
 -El 85 %- respondió afligida, Cris cerró derrotado los ojos
-¡Dios!- volvió a murmurar Jacobo recostándose contra el respaldo del sofá; Carla lloraba silenciosamente contra el pecho de Cris
 -Chisss mi ángel, cálmate- le murmuró amoroso besándola en el pelo y comenzó a acunarla tiernamente- ¿Qué más a dicho Gerardo, Claudia?- indagó interesado
 -Dio muchas esperanzas Cris- habló alentada Claudia y él la miró confiado- Pero va a ser muy duro y muy pesado: tiene que cuidarse mucho de no hacer ningún esfuerzo ni coger absolutamente ningún peso; no lleva disgustos ni sobresaltos y mantener mucho reposo; y a partir del quinto mes, ahí el reposo tendrá que ser absoluto- explicó tajante, él asentía a todo en silencio observando el rostro de su hermana muy atento y, aunque se había callado, su gesto mostraba que había algo más
-¿Qué más?- expuso calmado, ella no contestó- ¿Qué más dijo, Claudia?- instó tajante
 -En lo que más insistió Gerardo es que...- guardó silencio y su hermano entrecerró los ojos prevenido- tenemos que estar muy mentalizados en que puede perderlo igual aunque cumpla a rajatabla todo esto- murmuró abatida
 -¡Dios!- exclamó desolado Jacobo pasándose impotente las manos por la cabeza. Cris tomó aire profundamente, besó tierno la cabeza de Carla de nuevo y se quedó ensimismado sopesando todo lo que acababa de escuchar. Todos se mantuvieron en absoluto silencio durante un buen rato.
 -No- clamó de pronto rotundamente y todos lo miraron inquietos
-¿No, qué; Cris?- indagó desconfiada Carla
-Que no vamos a seguir adelante con el embarazo, Carla- aclaró decidido

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