jueves, 19 de marzo de 2015


    Con mucho tiento de no ser visto, cruzó la terraza y escaló hábil por el enrejado de rosas hasta alcanzar el balcón. Suerte que la primera puerta que se encontraba al principio del balcón era ya el dormitorio de Paloma y no tenía que recorrer todo el balcón pudiendo ser visto al pasar, el tercer ventanal era el dormitorio de sus tíos. Llamó despacio al cristal y al segundo apareció Polly meneando su colita al verlo
 -Alex ¿a qué juegas? Cómo te descubra mamá...- decía Paloma apartando las cortinas, se quedó pasmada al encontrarlo allí- ¡¡Hugo!! Pero... ¿Qué haces aquí? ¿Cómo has subido?- susurró abriéndole las puertas, él sonrió alegre
-Por el enrejado, lo hacía mucho de pequeño y aún no perdí la maña- explicó resuelto sin perder aquella pilla sonrisa tan encantadora mientras entraba en el cuarto, ella también sonrió
 -Estás loco ¿lo sabías?- expresó divertida
 -Sí por ti ¿aún no te enteraras mi muñequita preciosa?- aclaró y, sin más, la tomó por la cintura y la besó ardiente; ella le correspondió al instante entregándose ambos en un maravilloso beso lleno de deleite
-Esto es una locura Hugo, si alguien viene y te descubre aquí...- murmuró nerviosa sin poder apartar los labios de aquella deliciosa boca que la trastornaba
-Ya me voy, tranquila; solo vengo a decirte una cosa- expresó sin dejar de enredar con aquellos jugosos labios que sabían a fresa, ella lo miró intrigada- ¿Recuerdas lo que me preguntaste en el estudio?- repuso, ella asintió con la cabeza mirándolo temerosa de la respuesta- Pues la respuesta es no, mi chiquita; si antes, pensar en alejarme de ti me dolía horrores, ahora es imposible imaginarme estar sin verte cielo mío, no puedo- declaró lleno de pasión, Paloma sonrió feliz- Y, si un mes me parece insufrible, no te digo todo un año... así que está decidido: me quedó en la universidad de la ciudad- resolvió resuelto
-¡¡Oh Hugo, mi amor!!- exclamó Paloma plena de dicha y, sonriéndose felices, volvieron a besarse apasionados.
Aquella mañana, como todos los días, Cris corría a buen ritmo por los alrededores de la finca cuando apareció por detrás Hugo palmeándole suavemente el hombro
-¡Venga tío Cris, aprétale o te dejo atrás que tengo que entrenar en serio; las pruebas para la regional son pronto y esta semana estuve muy relajado!- exclamó alegre mirándolo muy animado mientras sonreía radiante; Cris lo miró desconcertado
 -Pero... ¿no decías que no te ibas a presentar? ¿Qué así acabaran las clases te ibas?- expresó atónito, él rió divertido
-Cambié de opinión: sí me voy a presentar y no me voy a ir- anunció feliz continuando con su carrera -¿Cómo?- exclamó incrédulo parándose en seco, Hugo también se detuvo y soltó una sonora carcajada al ver su cara de asombro- pero hijo... ¿y tus ansias por irte? ¿Por alejarte de es muchacha? -Estuve pensando mucho en lo que dijiste el otro día: que no hay imposibles queriendo, y yo lo que quiero es estar con ella, tío Cris- explicó rotundo y seriamente- solo pensar en que no voy a volver a verla aunque sea una breve temporada, me duele aún más que todo este sufrimiento que llevo padeciendo; así que se acabó el luchar contra mis sentimientos, ahora voy a luchar por conseguir lo que quiero y lo que quiero es estar con ella- añadió decidido, Cris lo miró fijamente a los ojos muy preocupado
 -Hugo, hijo, no te precipites en tomar esa decisión... ¿no dijiste que te meterías en serios problemas si intentabas algo con ella? ¿No será mejor que lo pienses muy bien antes Hugo?- expuso inquieto, Hugo tomó aire profundamente
 -Sí tío, sé que tendré serios problemas; lo sé muy bien, pero no me importa, tío Cris; no me importa nada ni nadie, solo me importa ella- aclaró definitivo, Cris tomó aire profundamente- además, tú me dijiste que siempre me apoyarías y podía contar contigo para todo lo que necesitara ¿no es así?- expresó volviendo a sonreír animado
-Claro que sí hijo, por supuesto; nunca lo dudes
-Pues cuento con eso- resolvió resuelto sonriendo complacido, posó su mano en el hombro de Cris- y tío Cris, espero que lo tengas muy presente llegado el momento ¿vale?- remarcó decidido y, sonriendo pleno de felicidad, aceleró su carrera. Cris se quedó un instante mirándolo confundido sin entender muy bien, pero tomó aire profundamente y también aceleró su carrera siguiéndolo.
 Jacobo repasaba el periódico de la mañana mientras Claudia preparaba el desayuno antes de que los muchachos se despertaran.
-Jacobo, he estado pensando en lo que Cris y Carla nos dijeron anoche- expuso ella serenamente, él apartó el periódico de la cara
-Yo también mi vida- respondió mirándola dulcemente- y tienen razón, si el muchacho necesita tiempo para poner orden sus ideas pues… le daremos ese tiempo- expresó comprensivo, su mujer le sonrió agradada
-Es un buen muchacho y responsable, no se meterá en líos- declaró feliz
-Claro que no amor mío, es muy sensato- repuso satisfecho y se sonrieron orgullosos
-Buenos días- irrumpieron alegres Javier y Óscar en la cocina sentándose a la mesa
-Buenos días- les respondió Jacobo doblando el periódico y dejándolo a un lado
 -¿Y Hugo, Javi? ¿No baja a desayunar?- se interesó su madre sirviéndoles el zumo recién exprimido a los tres
-No está mami, aún no debió regresar de su entrenamiento diario- respondió despreocupado cogiendo una de las tostadas de la fuente y los cuatro se dispusieron a desayunar.
 -Buenos días, y buen provecho- entró alegre Hugo por la puerta trasera de la cocina sorprendiéndolos todos, aquella mañana se le veía radiante y sonreía muy feliz- me voy a duchar que se me ha hecho tarde- anunció resuelto sirviéndose un vaso de zumo de la jarra que bebió de un trago
-¿No desayunas primero, cielito? Se te va a enfriar- indagó extrañada su madre aunque no salía de su asombro al mirar a su hijo tan cambiado; tampoco Jacobo podía creerse lo que estaba viendo -Después mamaita, estoy demasiado sudado que hoy le he apretado fuerte al entrenamiento- contestó alegre besándola tierno en la frente y se dirigió a las escaleras revolviéndole juguetón el pelo a su hermano Óscar al tiempo que le robaba divertido la tostada a Javi que se llevaba a la boca en ese momento; los muchachos rieron alegres ante aquellos cariñosos gestos de su hermano mayor
-¿Has visto que buena cara tiene hoy, Jacobo?- expresó Claudia feliz así desapareció escaleras arriba -Sí... lo he visto... y hasta ha hecho bromas...- contestó en apenas un murmullo aún impresionado del radical cambio en su hijo mayor y se quedó callado mirando fijamente las escaleras; Javi, sentado frente a él, lo observaba atento pero disimuladamente mientras seguía desayunando; de pronto su padre resopló sonoramente agitando suavemente su cabeza completamente desconcertado- ¡¡que me muera si entiendo a ese hijo tuyo...!!- exclamó totalmente confundido regresando a su desayuno, Claudia y sus otros dos hijos rieron divertidos.
¡Que difícil e insoportable resultó la llegada de Paloma, preciosa como siempre pero más radiante que nunca, a casa de sus tíos como todas las mañanas y no poder apagar aquellas ganas de besarse que los invadió así se miraron! ¿Y el viaje en coche? ¡¡Una auténtica tortura!! Aunque no podían evitar cruzarse irremediablemente miradas tiernas mientras se sonreían amorosos mordiéndose impacientes los labios intentando aguantar aquellas ansias de besarse que crecía cada vez más
Y al llegar al instituto no fue mucho mejor… ¡¡Otro terrible calvario cruzar aquellos pasillos atestados de compañeros intentando disimular ante todos ellos lo que sentían y deseaban tremendamente o alguien podía descubrirlos y la noticia correría como la pólvora y podrían acabar enterándose la familia!! Miraban con desolación e impaciencia que el pasillo se terminaba y llegaban las escaleras donde sus caminos se separaban ya que Hugo subiría al piso de arriba que era donde estaban las aulas superiores... de pronto, Hugo tomó su mano y rápidamente la metió con él en el laboratorio que era la última puerta antes de las temidas escaleras
 -¡¿Qué haces Hugo?! ¡¡Pueden vernos...!!- exclamó sobresaltada pero él la atrapó raudo entre sus brazos apresando urgente su boca tras cerrar la puerta y ella ya no protestó más; rodeándole complacida con los brazos su cuello, se entregó ardiente a aquel delicioso beso. Se besaron apacibles, deleitándose al fin en poderse saborear a gusto. El timbre de llamada a clase sonó para disgusto de ambos
-¡Vaya mierda!- protestó fastidiado sin retirar su boca de la de ella
-Ya queda poco, unas semanas más y tendremos vacaciones- lo animó Paloma, se sonrieron dichosos y se fundieron una vez más en un beso complacido mientras adherían sus cuerpos el uno al otro con pasión, se fueron retirando desganados al percibir que el escándalo del pasillo se empezaba a apagar -Tenemos que irnos, pronto se llenará esto- aclaró disgustado, ella sonrió abatida asintiendo con la cabeza
-A las once tenemos la media hora de descanso ¿nos vemos debajo de las gradas de las pistas de atletismo?- propuso animada
-No puedo cielo, tengo reunión con el entrenador para concretar los entrenamientos para la regional- comentó apesadumbrado besándola dulcemente en los labios, no podía apartarse de ellos, lo atraían como imanes; ella lo aprisionó de nuevo por la nuca entregándose en otro de aquellos apasionados besos que los enloquecían; Hugo se volvió a retirar muy despacio desganado y sin fuerzas- Ahora sí que debemos irnos, llegaremos tarde- expuso fastidiado, ella sonrió dulcemente y, dándose un último beso tierno en los labios, salieron del laboratorio, pero aprovechando la soledad del pasillo, aún se besaron una vez más antes de él subir apresurado las escaleras de dos en dos y ella apurar el paso en dirección a su clase.
La puerta ya estaba cerrada y el maestro dentro. Silenciosamente se coló entreabriendo levemente la puerta y corrió a ocupar su lugar aprovechando que el profesor estaba entretenido escribiendo una serie de fórmulas en el encerado.
-¿Dónde te has metido? Javi no supo decirme dónde andabas- interrogó Patri así tomó asiento junto a ella justo antes de que el profesor se volviera
-Por ahí- respondió moviendo desenfadada los hombros, pero su amiga Patricia, que la conocía demasiado bien, descubrió aquel brillo especial en sus ojos grises y la miró frunciendo intrigada su ceño, Paloma se puso nerviosa ante la inminente pregunta que se avecinaba de su parte y no sabía que iba a contestar...
-Bien, poner atención que esto que voy a explicar es muy importante y entra en la evaluación final que tendremos en pocas semanas...- empezó a hablar el profesor y Paloma suspiró tranquila ante aquella inesperada ayuda por su parte evitando la temida pregunta de Patri- sobre todo usted, señorita Chano, ya que se ha tomado esta mañana un relax de cinco minutos de más, espero venga más despierta que otros días- agregó mordaz mirándola reprochador indicando que se había dado cuenta de su retraso provocando las risitas burlonas de sus compañeros y ella se sonrojó terriblemente.
 El profesor empezó a explicar y todos prestaban máxima atención; pero Paloma no podía concentrarse, jugueteaba distraída con su bolígrafo entre sus dedos mientras miraba absorta por la ventana
-¿Qué te pasa? Estás rarísima chica- le murmuró Patri asombrada de que su gran amiga pasara de manera tan descarada de las explicaciones del maestro
-Esto es un tostón que no hay quien lo entienda- respondió resoplando sonoramente
-¡Pal!- soltó atónita Patri pues había elevado algo de más la voz y el maestro le echó una mirada de reojo bastante dura aunque siguió con la explicación, también Javi sentado tras ella le dio con el pie en la silla reprobándole su comportamiento
-¡Bah!- exclamó déspota mirando fastidiada a su primo- con lo bien que podríamos estar ahí fuera… hace un día maravilloso- suspiró profundamente regresando su mirada al ventanal
-Palomita ¿Qué te ha pasado? Estás muy… rara; más de lo habitual, y tus ojos brillan de una manera un tanto... peculiar- aclaró recelosa- ¿dónde estuviste metida y qué rayos has hecho Pal? ¡¿No habrás tomado algo verdad?!- reprochó inquieta mirándola asustada
-¡No Patri, claro que no! ¡Ni he hecho nada!- expuso rotunda mirándola ofendida pero su amiga seguía mirándola desconfiada, ella resopló de nuevo, estaba atrapada- está bien, voy a contártelo pero no puedes decir nada o nos meterás en un tremendo lío ¿entendido?- ella asintió mirándola interesada- ¡Estoy enamorada Patri! ¡y estuve con él antes de entrar en clase!- declaró feliz y su amiga se entusiasmó con la noticia- ¡Y si supieras como besa Patri…!- añadió fascinada suspirando encandilada
-¡Cuenta, cuenta amiguita!- la animó ilusionada y ambas se rieron pícaras- ¿Quién es? ¿al fin le has dicho que sí al pobre Pablo que lleva bebiendo los vientos por ti desde hace años?- preguntó interesada
-No- respondió rotunda
 -Entonces... ¡¿Franco?!- clamó abriendo atónita sus ojos- ¡¿Te has liado con Franco, Pal?!- expuso sorprendida
 -¿Con ese idiota? No, claro que no- aclaró tajante
-¡Chisss!- sonó disimuladamente detrás de ellas, era Javier reprendiéndolas; volvieron a reírse al tiempo que Patri la animaba de nuevo a hablar
-Es Hugo- declaró henchida de amor, Patri abrió los ojos como platos
 -Pero…¡¡sois primos Pal!!- soltó pasmada Patri subiendo el tono
 -¡Baja la voz!- le recriminó rápidamente Paloma observando inquieta que el maestro les lanzaba una mirada reprochadora aunque continuó con la explicación- ¿eso que importa Patricia? Además, realmente no es así, él y yo no somos nada; yo soy adoptada- le susurró a su amiga así el profesor volvió a darles la espalda
-Pero… ¡¿cómo que eres adoptada?!- clamó asombrada
-¡¡Chisss!!- volvió a regañarles Javi más contundentemente y Paloma le hizo un gesto con su mano para que bajara también él el tono
-Pero Pal…- expresó Patri observando atenta que el profesor no las estuviera mirando- ¡Si eres un cuadrito de tu madre! Y el parecido con tu hermana Alex no puede ser casualidad…- expresó totalmente confundida
-Es muy largo de explicar ahora, Patri- volvió a fijarse en el maestro, esta vez las miraba fijamente muy irritado pero seguía con su explicación- te la explico todo el sábado ¿vale? ¿por qué vas a venir, no?
-Claro que sí, pero Pal…
-¡¡Señorita Chano!!- gritó de pronto el maestro sobresaltándolas- Ya que está hoy tan dicharachera y al parecer ha comprendido perfectamente las diferenciales: salga aquí a solucionar esta ecuación por favor- la invitó autoritario mostrándole la tiza de su mano; ambas se pusieron muy coloradas y Paloma buscó apoyo en su querido primo pero él también la miraba represivo moviendo reprochador la cabeza- ¡Estamos esperando señorita Chano, y su amiguita García que salga ayudarla!- las apresuró pero ellas seguía sin moverse de su silla, estaban más que abochornadas, toda la clase las miraban y querían que se la tragara la tierra- ¿No van a salir?- Patri negó rotunda con la cabeza, sus mejillas parecían que iban a arderles, el maestro suspiró profundamente- Es la última vez que se los digo y no lo vuelvo a repetir: esto es muy importante muchachos, las diferenciales es una parte fundamental de este último trimestre; así que pongan atención o se pueden jugar el curso a las puertas de la final- reprendió duramente y continuó con la explicación; pero ellas ya no podían coger el hilo y no entendían nada de aquellas dichosas y complicadas operaciones. Paloma miró aturdida a su primo -¿Entiendes algo Javi?- le murmuró aprensiva, él resopló cansadamente pero asintió con la cabeza y ella le sonrió tranquila mientras él volvía a mover reprochador la cabeza.
Ya estaban en el comedor, Javi intentaba explicarles la lección de matemáticas pero Paloma miraba ansiosa la puerta esperando ver aparecer a Hugo. Al fin lo vio entrar y su corazón empezó a latir fuertemente pero se le detuvo de pronto cuando descubrió a su lado a Lys, charlaban animados y ella posaba cariñosa su mano en el brazo de Hugo, se reían divertidos. Su mal genio empezó a encenderse presuroso.
 -¿Quieres atender Paloma?- le regañó su primo Javier y él y Patri se asombraron al descubrir aquellos ojos grises oscurecidos de la ira, siguieron el rumbo de su mirada y vieron la escena: Lys hablaba muy sonriente al oído de Hugo y él se reía alegre. Se despidieron con un breve beso en la mejilla y Hugo se dirigió hacia ellos, su sonrisa se congeló cuando vio el rostro irritado de Paloma mirándolo terriblemente ofendida. Pero se echó a reír recreado y se sentó junto a Paloma enfrente de Javi y Patricia
-¿Qué hacéis?- preguntó despreocupado e intentó coger disimuladamente bajo la mesa la mano de su prima pero ella se la apartó bruscamente colocándola sobre su archivador, él la miró desconcertado -Explicándole a estas señoritas las diferenciales que hoy se dedicaron en la clase de matemáticas a darle al pico y no se enteraron de la media la mitad- respondió divertido su hermano
 -Pues claro que sí: a clase se va a cotorrear ¿a qué si no?- se burló Hugo, ella se estaba sulfurando cada vez más. Patri miraba inquieta como se iba encendiendo su amiga, sabía del genio que se gastaba y que estallaba como un obús en cuestión de segundos- ¿Ya habéis comido?- siguió comentando Hugo tranquilo
-Aún no- contestó pausadamente Patri
-Pues vamos a servirnos, esto se lo explicas el sábado… ¿por qué vas a venir, verdad Patri?- le preguntó animado a la muchacha
-Creo que sí- respondió vergonzosa
 -Pues, hala, vamos a comer que tengo hambre- intentó recoger la carpeta de Paloma pero ella se la arrancó de las manos poniéndose de pie de un salto
-¡¡Come tú, imbécil, a mí se me quitó le apetito!!- le increpó furiosa fulminándolo con la mirada e intentó marcharse, pero él la detuvo agarrándole la muñeca.
 -¡Siéntate inmediatamente Paloma, estás llamando la atención!- indicó rotundo tirando potentemente de su muñeca sentándola de nuevo en su silla, ella le clavó los ojos inyectados de rabia y él también la miró muy serio- no seas cría y deja las estúpidas escenitas de celos, no las soporto ¿vale?- le dijo crispado sin apartar la mirada de ella, estaba realmente cabreada y aquellos oscurecidos ojos grises eran aún más hermosos y atrayentes. Javi y Patri los miraban recelosos sin atreverse a decir nada- ya te he dicho que Lys es solo una amiga, una buena amiga; nos conocemos desde primaria y nos llevamos muy bien, nada más... además, tengo muchas amigas ¿vas a ponerte así cada vez que me veas hablando con alguna?- le susurró burlón, ella aún lo miró más rabiosa
 -Ya sé que tienes muchas... “amigas” demasiadas diría yo- escupió ofensiva y él sonrió divertido -Touché- exclamó guasón- y tú tienes a casi todo el instituto soliviantado con tus coqueterías y no sabes el montón de sandeces que tengo que escuchar sobre ti todos los días y, aunque me jode y mucho, me aguanto Paloma...- expresó fastidiado, ella se mordió el labio inferior avergonzada por sus estúpidos celos. Hugo miró ameno a Patri- ¿ya sabes lo nuestro, verdad?- se interesó despreocupado, ella asintió con la cabeza mientras sonreía alegre; él también sonrió- me lo imaginaba...- se volvió hacia Paloma y la tomó suavemente por el mentón obligándola a mirarle a los ojos; Paloma descubrió impresionada un gran amor en aquellos preciosos ojos negros que la miraban intensamente- mi chiquita, quiero que tengas muy presente una cosa: sí, tengo muchas amigas y me verás hablando con ellas muchas veces o ellas coqueteándome, pero a la única que llevo en mi mente y en mi corazón y quiero con locura, es a ti ¿de acuerdo mi alocadita preciosa?- expresó lleno de pasión, ella sonrió complacida con aquella preciosa sonrisa que lo volvía loco- ¡Dios, que ganas tengo de besarte cielo mío!- exclamó deseoso mirándola ardiente, ella volvió a sonreír aumentando aún más su desazón- Será mejor que vayamos a recoger nuestros almuerzos o no podré aguantarme- resolvió soliviantado levantándose presuroso y yéndose en dirección a los expositores de comida mientras ellos tres reían entretenidos siguiéndole.
 En los entrenamientos de aquella tarde, y tras un breve pero intenso encuentro bajo las gradas donde pudieron calmar algo sus ansias, Hugo mejoró de manera asombrosa sus marcas dejando al entrenador gustosamente impresionado; él también estaba feliz, se sentía imponente y todo le iba de maravilla desde que Paloma estaba al fin a su lado.
 -¿Cómo te van las cosas, hijo?- se interesó el abuelo aquella noche durante la cena
 -Muy bien abuelo ¿por qué?- respondió despreocupado
-Tu tío Cris ayer nos comentó de que te sentías algo agobiado con todas las decisiones que tienes que tomar y habló de que querías irte un tiempo para estar solo y recapacitar muy bien los pasos que dar- explicó mirándolo comprensivo, él le sonrió ameno- tú abuela y yo lo comprendemos hijo y queremos que sepas que te apoyamos- aclaró resuelto, Hugo le sonrió agradecido
-Gracias abuelito...- agradeció conmovido por el cariño que sus abuelos le demostraban
-También nosotros hemos estado pensándolo y comprendemos tus motivos; así que puedes irte cuando quieras- habló su padre, Hugo lo miró sorprendido- pero eso sí: tendrás que llamar todos los días a tu madre para que esté tranquila- remarcó tajante
-Gracias papá, no sabes lo que ésto significa para mí- exclamó emocionado y ambos se sonrieron amistosos- pero ya no hace falta que os preocupéis, ya no me voy- aclaró resuelto y todos lo miraron sorprendidos; todos menos Cris, Paloma y Javi, que siguieron cenando sin darle importancia a la conversación dando a entender al resto de la familia que ya sabían su nueva decisión
 -¡Gracias a Dios!- suspiró más tranquila la abuela provocando las risas comprensivas de todos -¡¿Cómo qué ya no te vas?!- exclamó al tiempo su padre mirándolo incomprensible
 -Pues no, no me voy; se me han aclarado todas las dudas que tenía y ya no necesito irme- expresó resuelto
-¡Qué me muera si te entiendo, muchacho! Primero andas endemoniado amargándole la vida a todo cristo y desesperado por irte y ahora, de pronto, esta mañana apareces alegre como unas castañuelas y diciendo que ya no te vas ¿Qué demonios te ha ocurrido para ese drástico cambio?- expresó su padre mirándolo completamente desconcertado
 -Nada; o sí y ya lo he dicho: he aclarado todas mis dudas, nada más- respondió moviendo desenfadado los hombros
-¿Has aclarado todas tus dudas? ¿Así, de un día para otro?- repitió sarcástico mirándolo ofensivo, Hugo asintió con la cabeza- ¡¡Ya!! Y mañana ¿con qué nos saldrás Hugo? ¿Con que quieres irte de nuevo? Me estás cansando Hugo y que sepas muchachito que tú no me vas a volver loco con tus indecisiones ¿me oyes?- recriminó irritado
-¡¿Qué rayos te pasa a ti conmigo?! ¡¡Parece como si te jodiera verme feliz cojones!!- lo encaró ya desquiciado
 -¡¡Oye sinvergüenza...!!- exclamó Jacobo ya encendido levantándose impetuoso de su silla, Hugo también se levantó al instante decidido a enfrentarlo, Claudia que estaba en medio de ambos, bajó la cabeza abatida por esta nueva trifulca entre ambos sin poder remediar que las lágrimas corrieran por sus mejillas
 -¡¡Basta ya!!- intercedió tajante el abuelo golpeando con su puño sobre la mesa; ambos lo miraron respetuosos- estoy más que harto de vuestras peleas; parecéis dos hienas hambrientas, no respetáis nada ni a nadie ¡¿acaso no veis cómo afecta vuestro comportamiento a la abuela?! ¡¿O cómo hacéis sufrir a la pobre Claudia?! ¡¡Es tu madre Hugo, y la madre de tus hijos Jacobo: respetarla al menos a ella, caray!!- increpó furioso, ambos bajaron la cabeza abochornados y Alonso tomó aire profundamente- Hugo, nadie quiere verte infeliz hijo y mucho menos tu padre...- habló más comedido, Hugo siguió con la cabeza agachada- y a ti Jacobo, tu hijo tiene razón: ¿qué rayos pasa contigo últimamente? ¿Mejor que haya aclarado sus dudas y ya no se vaya, no? ¿Acaso no era eso lo que querías?- tampoco contestó nada y el abuelo volvió a respirar profundamente- anda, sentaros y sigamos comiendo tranquilos- ellos obedecieron sin decir nada. Jacobo posó su mano sobre la de Marina y se la oprimió cariñoso en señal de arrepentimiento; ella se la palmeó tierna
 -Lo siento abuelita, lo siento mucho- expresó completamente arrepentido Hugo mirando compungido a Marina que le sonrió compasiva; miró a su madre y el corazón se le rompió al verla llorar- perdóname mamaita, perdóname; te prometo intentar no volver a ponerme así- sollozó afligido besándola tierno en la mejilla, ella le sonrió dulcemente secándole amorosa las lágrimas que escapan de aquellos preciosos ojos negros de su hijo y todos siguieron cenando en silencio.
La semana pasó entre asaltos inesperados de Hugo por las esquinas de la casona, encuentros a hurtadillas por las noches cuando ya todos estaban acostados, citas impetuosas en rincones del instituto de los cuales algunos Paloma no sabía ni que existían y dulces y disimulados roces cuando había gente delante y sobretodo la familia; pero lo que no podían ocultar eran sus rostros felices que, aunque nadie sabía el motivo, tenían a todos muy contentos.

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