viernes, 6 de marzo de 2015


   -¡Cris ¿cómo puedes decir eso?! ¡¡Es nuestro hijito Cris!!- exclamó sobrecogida
-¡Carla… por todos los santos, aún no es nada!- protestó fastidiado mirándola incómodo
-¡¿Nada?! ¡¡Cómo puedes decir que no es nada?! ¡¡Míralo, Cris!!- expuso sacando la pequeña ecografía del bolso, él apartó la mirada evitando mirarla- ¡¡Míralo y vuelve a decir que no es nada!!- exclamó dolida colocándosela ante los ojos
 -Por favor Carla...- murmuró angustiado retirándola de su visión
 -Por favor a ti Cris, escúchame amor mío...- reclamó melosa acariciándole tierna sus mejillas
 -No Carla; rotundamente no- repuso disgustado intentando esquivar sus caricias y aquellos dulces ojos que sabía lo desarmarían, pero Carla lo retuvo sujetándole firme las mejillas obligándolo a mirarla
 -Por favor Cris, intentémoslo al menos amor mío; dale una oportunidad a nuestro chiquitín Cris- intentó enredarlo mimosa
-No sabes lo que estás diciendo vida mía, estás cegada por algo que pensabas nunca iba a suceder y tu ilusión no te deja pensar coherentemente amor mío... y es comprensible mi ángel, no te culpo, pero alguno de los dos debe tener los pies sobre la tierra y digo, con todo el dolor de mi corazón, que no- expuso acongojado, a ella las lágrimas empezaron a correrle por las mejillas- mi vida, no te has parado a pensar en lo pesado, incómodo y duro que va a ser estar en reposo durante nueve meses, y lo que es peor, muerta de miedo en todo momento de que pueda producirse ese aborto en cualquier instante a pesar de todo...- explicó cariñoso acariciándole dulcemente las mejillas intentando secarle sus lágrimas
 -Eso lo padezco yo mi amor, y no me importa pasarlo; y prometo estar muy tranquila, calmada y tomármelo con mucha paciencia- respondió resuelta
-¿Lo prometes tú? ¿que te pones histérica de los nervios por cualquier tontería?- reprochó incrédulo- además ¿Y yo Carla? ¿no cuento? ¿ has pensado en lo qué sufriré yo al verte padecer todo eso? Porque, aunque intentes disimularlo, sabré lo mal que lo estás pasando vida mía y no puedo soportar verte sufrir ¡¿es que no lo comprendes?!- repuso angustiado, ella volvió a acariciarle tierna las mejillas
-Cris por favor…- habló melosa
 -Por favor a ti Carla, estás siendo muy egoísta amor mío- reprochó dolido, ella se quedó confundida -¿Egoísta? ¿Por qué dices que estoy siendo egoísta?- interrogó desconcertada
-¡¡Porque solo estás pensando en lo que tú quieres, Carla!!- exclamó terriblemente herido, ella seguía mirándolo sin entender- ¿Te has parado a pensar en Paloma? ¿Has pensado en que sería de ella si te llega a pasar algo? ¿Acaso no sabes lo peligroso que puede ser para ti sufrir un aborto? ¿Y qué, cuanto más crezca la criatura, más peligros conlleva?- siguió exponiendo, ella apretó inquieta los labios- ¿Y yo, Carla? ¿Te has parado a pensar un segundo en mí? Me moriría si algo llega a pasarte vida mía...- expuso aterrado- ¡¡No Carla, decididamente no!!- resolvió tajante de nuevo recostándose decidido en el sofá y cruzó sus brazos sobre su pecho en gesto resuelto, Carla bajó abatida la cabeza mientras Jacobo y Claudia los observaban entristecidos sin decir nada; apenados por la ilusión de la pobrecilla Carla pero comprendiendo que Cris tenía mucha razón.
Pero Carla no se dio por vencida y volvió al ataque. Con un brillo esperanzador en sus ojos grises, lo besó dulcemente en los labios
-Cris, mi amor, te quiero tanto vida mía...- le susurraba melosa mientras recorría con sus labios todo el rostro de Cris
 -Y yo a ti ángel mío, y por eso…- ella atrapó su boca callándolo y le entregó un delicioso beso apasionado que él no pudo resistir no corresponder
-No pensemos solo en lo malo mi amor, piensa por un momento en que todo sale bien; imagínate solo por un segundo un bebé precioso mi vida...- le susurró melosa enredando juguetona con sus labios en los de Cris que respondía ambicioso de más a aquel provocador juego; Claudia sonrió divertida ante la picaresca de su cuñadita mirándose maliciosa con Jacobo que también sonreía entretenido- nuestro hijo Cris, la prueba de todo este gran amor nuestro... ¿te lo imaginas mi vida? un bebé risueño y guapísimo como su papá...
-O una niña preciosa como su mamá...- expresó ilusionado, empezaba a flaquear y ella sonrió deleitada
-Piénsalo mi amor ¿puedes verlo? ¿Ves ya a un pequeño Cristóbal correteando alrededor nuestro que demuestre todo este gran amor que nos tenemos?- instó ilusionada mirándolo esperanzada
-¡Cuidado Carla que por ahí la cagas; a mí no me gusta mi nombre!- exclamó mirándola de nuevo prevenido. Ella le rodeó mimosa el cuello con sus brazos
-¡Pues una niña! ¡Una niña chiquitina y preciosa como tu princesa mi vida!-expuso animosa siguiendo con su jugueteo provocador en los labios de Cris, él esbozó una sonrisa emocionada- Otra princesita mimosa y tierna que llenará de arrumacos a su papi guapo como Palomita hace ¿no te la imaginas mi bien?
-Carla...- expresó mirándola fijamente a los ojos, ella le mantuvo ilusionada la mirada con aquellos preciosos y arrebatadores ojos grises que lo derretían- ¡¡Dios, no puedo contigo!!- aclaró derrotado y, tomándola suavemente de la nuca, se fundieron en un apasionado beso lleno de deleite y satisfacción. Claudia y Jacobo se rieron explayados por el poco aguante de Cris ante los mimos de Carla
-¿Eso es un sí mi amor?- indagó esperanzada mirándolo emocionada, él se quedó unos segundos mirándola y sopesando de nuevo sus ideas; resopló vencido
-Podríamos intentarlo...- murmuró algo más convencido, ella sonrió feliz- A pesar de muchas cosas, tú eres fuerte, ese hijo de puta no pudo contigo, luchaste y saliste adelante; y yo también salí a flote… y él es nuestro hijo, de los dos, seguro que será muy fuerte también y se aferrará con dientes y uñas a la vida- expuso, más para autoconvencerse que para convencerla a ella
-¿A que sí?- repuso ella ilusionada, él le sonrió algo más animado
-Claro que sí mi vida- declaró rotundo y la besó amoroso en los labios, se sonrieron felices
-Entonces Cris, creo que lo mejor es llevárnosla a casa de mamá; allí entre todos la cuidaremos, estará más acompañada y atenderemos a Palomita para que ella no haga ningún tipo de esfuerzos y esté tranquila- propuso Claudia
-Sí, una estupenda idea hermanita- aclaró resuelto sonriéndose entusiasmado con su hermana- Lo prepararemos todo y nos iremos para allá mañana mismo ¿de acuerdo amor mío?-expresó mirando tierno a Carla
-Lo que tú decidas mi vida- respondió y se sonrieron decididos
-Bien, entonces ya damos nosotros la noticia en casa y preparamos todo para vuestra llegada- resolvió decidida Claudia levantándose- Ahora nos vamos que se hace tarde para acostar a eses diablillos- los llamó y aparecieron al instante, se despidieron de sus tíos intercambiándose besos en las mejillas- Cuídate esta noche cielito, mañana ya me encargaré yo de hacerlo- le dijo cariñosa a Carla cuando la besó despidiéndose, ella rió alegre
 -Y desde ya tranquila, verás como lo logras preciosa cuñadita- dijo entusiasmado Jacobo dándole un sonoro beso en las mejillas que provocó las risas divertidas de Cris y Carla Los despidieron desde el porche, Cris la tomó por los hombros suavemente y entraron en la casa. Luego alegre recogió a Paloma y se la llevó a dormir mientras Carla recogió los platos de los restos de la cena de los niños en la sala y se los llevó a la cocina. Estaba de pie frente a la ventana pensativa cuando Cris la abrazó por detrás depositando un dulce beso en su cuello
 -No sabes cuanto te amo mi vida- le susurró apasionado, ella sonrió dichosa
-Y yo a ti mi cielo- respondió enamorada, se besaron ardientes y sus cuerpos pronto reclamaban ansiosos un contacto total pero Cris se retiró lentamente mirándola nervioso a los ojos
-Carla, debo decirte algo que no puedo callar más- dijo pausadamente sin soltar sus manos de la cintura de Carla. Ella lo miraba intrigada- Hice... algo a tus espaldas que me tiene angustiado- declaró mortificado, ella lo miró contrariada sin entender muy bien- y no puedo seguir callando; necesito decírtelo, pero no sé cómo lo tomarás…
 -Quieres hablar de una vez, me estás poniendo muy nerviosa Cris- declaró ansiosa respirando presurosamente
-Carla, mi cielo… yo le pedí a Claudia que…- empezó a hablar temeroso- hablara con Miguel y… preparara los papeles de adopción de Palomita a mi nombre- la miró inquieto esperando la reacción de ella pero ella estaba atónita- quiero adoptarla como nuestra hija, de los dos, tuya y mía- seguía mirándola impaciente pero ella no reaccionaba- ¿qué te parece?
-¡¿Qué que me parece?! ¡¡Me parece que eres idiota Cris!!- le increpó golpeándolo en el brazo dejándolo desconcertado, la miró aterrado- ¿Qué parte de no puedo llevar sobresaltos no has entendido? Menuda manera escoges para decirme eso ¡¡Me habías asustado de verdad so bobo, pensé que habías hecho algo malo!!- expuso sonriendo divertida por su cara de miedo aunque su mirada se iluminó dichosa, él también sonrió más calmado
 -Entonces ¿Te parece bien mi ángel?- ella se echó a sus brazos con los ojos llenos de lágrimas, era la mujer más feliz del mundo- ¿de verdad te parece bien mi vida?- insistió emocionado
-¡Eres el hombre más maravilloso del mundo mi amor! ¿Dónde estuviste metido todos estos años?- exclamó conmovida sin soltarse de sus brazos
-Aquí, sin moverme: esperando a que vosotras llegarais para llenarme la vida de felicidad- declaró amoroso, ella lo besó apasionada en la boca y él respondió de inmediato.
 Aquella noche, Cris le hizo el amor de manera increíble. Siempre había sido tierno y cariñoso, pero aquella noche fue algo sumamente especial. Le hizo percibir todo el amor que sentía por ella en cada dulce caricia, en cada ardiente beso, en cada suave embiste, llevándola de manera suprema al mayor de los éxtasis del placer. Siempre había sido una auténtica delicia, pero aquella noche fue insuperable. Al día siguiente, a Carla la despertó el sonido de la ducha; desconcertada porque no oyera el despertador lo examinó comprobando que Cris se levantara mucho antes de su hora. Se levantó y bajó a la cocina, se tomaba un tazón de café delante del fregadero observando distraída por la ventana -¡¿Qué haces aquí?!- exclamó Cris a su espalda sobresaltándola
 -¡Idiota, me asustaste!- replicó fastidiada y él soltó una carcajada, la rodeó cariñoso entre sus brazos besándola tierno en la sien
 -¿Qué culpa tengo yo de que seas un ratoncito asustadizo?- expresó chistoso besándola tierno en los labios, ella sonrió más calmada- ¿Por qué te has levantado ya? quería llevarte el desayuno a la cama y que te quedaras descansando- protestó desilusionado, Carla rió divertida
 -Ah muy bien ¿y quién levanta y prepara a Paloma?- repuso retórica
 -Yo- respondió rotundo sin dejar de acunarla ente sus brazos
 -Ah… ¿y quién la lleva a la escuela?
-Yo
-¿No tienes pensado ir a trabajar hoy?- expuso sorprendida mirándolo a los ojos
-No; de algo tiene que servirme ser uno de los jefes ¿no?- respondió categórico besándola en la nariz, ella sonrió divertida
-Ah… ¿y también vas tú a la cafetería por mí y le explicarás al jefe que voy a dejar el puesto y por qué?
 -¿Y por qué no?- resolvió chistoso y ambos rieron divertidos
 Después de dejar a Paloma en la escuela, la llevo a la cafetería pero no le permitía bajarse del coche; así se decidía a descender, la atrapaba de nuevo y volvía a besarla apasionado entre las risas divertidas de ella.
 -Cris, llegaré tarde- protestó melosa
-Prométeme que te cuidarás mucho, muchísimo
 -Te lo prometo
-Y que hoy es el último día- remarcó tajante
-Hoy es el último día- la besó de nuevo y sonriéndose felices, al fin dejó que se bajara del coche. Aquella tarde, Cris y Carla se encargaban de recoger algo de ropa para irse a la casona ante la atenta mirada de Paloma
-¿Por qué hacemos las maletas otra vez mami?- al fin preguntó la pequeña aunque algo cohibida -Porque nos vamos a pasar una temporada a casa de los abuelitos mi ángel ¿no te apetece?- respondió animado Cris, la niña sonrió alegre
-¡¡Siiii!!- gritó entusiasmada y ambos rieron divertidos- Pero... ¿tú también vienes, verdad Cris?- indagó prevenida
 -¡Claro mi princesita; ahora ya no me separaré nunca más de vosotras! ¡Nunca más!- remarcó rotundo besándola tierno en las mejillas, la pequeña sonrió feliz- ven aquí mi princesita, quiero decirte algo...- expresó tomándole de la manita llevándola hacia la cama donde él se sentó poniéndola frente a él; la pequeña lo miraba intrigada a los ojos- corazón ¿te gustaría tener una hermanita?
-¿O hermanito?- le corrigió Carla con cariño
-¡¿Cómo Hugo o Javier?!- dijo entusiasmada, ellos se rieron tiernos
-Por el bien de mami… espero que sea algo más pequeñito que Óscar- aclaró chistoso mirando amoroso a Carla que rió divertida
-¿Y podré darle yo el biberón?- indagó ilusionada
-¡¡Claro!!- resolvió desenfadado Cris y la pequeña sonrió dichosa
-¡¡Estupendo!! ¡¡¿cuándo?!!- exclamó impaciente, sus ojitos brillaban exaltados
-Hay que esperar un poquito cielo- le contestó Carla acariciándole tierna la cabeza
-¿Por qué? ¿Dónde está?- preguntó curiosa
 -Aquí, y aún debe crecer un poquito más antes de que nazca- explicó Carla acariciándose el vientre -¡Vaya; cómo la mamá de Soraya que también lo guarda ahí!- exclamó inocente abriendo mucho sus ojitos y posó su mano en la barriga a Carla quedándose muy quieta, esperando; Carla y Cris se miraron intrigados
-¿Qué esperas mi cielo?- interrogó extrañada Carla
-Chiss mami, si te quedas muy quieta y callada: se mueve; me lo dijo Soraya- susurró expectante, ellos rompieron a reír a carcajadas
-Para eso también hay que esperar un poquito mi princesa preciosa- resolvió divertido Cris tomándola en brazos y ella rió feliz
Llegaron a casa de los padres de Cris y los niños de Claudia acudieron raudos al oír el claxon como siempre. Paloma abrió rápidamente su puerta
-¡Voy a tener una hermanita!- soltó llena de orgullo a sus primos que rieron alegres.
-O hermanito- rectificó suavemente Carla, Cris la miró riéndose guasón. Apareció en la puerta toda la familia sonriendo ilusionada
-¡Abuelito, abuelito, voy a tener una hermanita!- gritó la niña y corrió hacia él siendo seguida al instante por el pequeño Polly que nunca se separaba de su amita; Alonso la recogió entusiasmado entre sus brazos
-Lo sé mi princesita, ya lo sé- expresó mirándola lleno de ternura y sonrió feliz enseñando una hermosa sonrisa como la de Cris. Toda la familia los recibió llenos de alegría y emoción a cantidades iguales
 -¡¡Santo Dios, es un milagro de nuestro Señor!!- decía llorosa y emocionada la madre de Cris abrazando a Carla
-¡¿Qué milagro de nuestro señor ni que gaitas mamaita?! ¡¡Esto es un gran trabajo de mi hermanito guapísimo que los tiene muy bien puestos y para él no hay ni imposibles!!- respondió radiante Susi saltando a sus brazos, él la recogió dichoso y todos rieron felices
 -Lleva las bolsas a vuestro cuarto Cris y las de Palomita al cuarto de los niños, ya Jacobo se encargó de instalar una cama más allí- ordenó cariñosa Marina y tomó del brazo a Carla adentrándola en la casa y guiándola hacia la cocina mientras Cris, ayudado por Jacobo, llevaban las cosas arriba- pero será algo provisional, cielito; quiero que tenga su propio dormitorio aquí- le aclaró entusiasmada
-Y yo me encargaré de prepararlo- anunció feliz Ari, todos rieron divertidos
-Lamento tenerle que darle más trabajo Marina- expuso apocada Carla
-¡¿Qué trabajo mi niña?! Aquí nunca nadie da trabajo corazón, y menos va a hacerlo la llegada de un nieto ¡Estaría bueno!- aclaró acariciándole cariñosa la mano que sostenía sobre su brazo, Claudia le tomó la otra mano con ternura
-Ahora a tranquilizarse cielito, ninguno te dejaremos sola y verás como todo saldrá perfecto- expresó mirándola con tanto afecto que conmovió a Carla
-Eso por descuidado, te cuidaremos y haremos lo necesario y más para que ese angelito llegue con bien- aclaró decidido el abuelo y Carla sonrió agradecida
 -Además verás como nuestra Palomita estará más feliz y entretenida aquí con sus primos y el abuelo- expuso Susi pasándole cariñosa el brazo por los hombros, Carla sentía un nudo en la garganta por todas aquellas muestras de cariño
 -Y yo la pondré guapísima todos los días antes de irme a trabajar ¿verdad mi niña preciosa?- se entusiasmó Ari tomando en brazos a la pequeña que sonrió coqueta.
Todos ya cenaban y charlaban entretenidos sentados a la gran mesa de la cocina
 -Entonces, la boda tendrá que ser pronto- habló la madre de Cris de repente callándose todos al instante
-¡Deja esas ideas anticuadas a las que te aferras, mamaita! ¡Qué ellos decidan cuando…!- intentó protestar Susi
-¡¡A callar niña!! Todos mis nietos nacerán dentro del matrimonio, como Dios manda... y los tuyos también ¡Por muy moderna y liberal que me hayas salido, en esto no hay discusión posible!- aclaró tajante zanjando la pequeña disputa que intentó incitar Susi- ¿Estás de dos meses, no cielito?- indagó mirando a Carla que asintió con la cabeza- y a partir de los cuatro, reposo absoluto ¿no es así?- siguió exponiendo, Carla volvió a asentir- pues tenemos poco tiempo...- murmuró preocupada
 -¡No hay problema mamita! ¡Yo en un mes lo tengo todo solucionado!- aclaró Ari llena de júbilo -Algo sencillo e íntimo Ari, Carla no puede estresarse- aclaró tajante Cris
 -Sí, sí, claro hermanito; eso por descontado- aclaró resuelta
-¡Estupendo!- resolvió decidida Marina
 -¡¿Qué te está pasando bicho?! ¡¿Estás mutando o algo así?! ¡¡En un mes dices poder con una boda y en menos de una semana ya tienes todo para el cumple de Palomita, increíble!- se burló chistosa Susi provocando las risas alegres de todos
-La capilla donde nos casamos nosotros es preciosa y, aunque es pequeñita, caben bien todos los invitados- se apuntó Claudia a los preparativos llena de satisfacción
-Y con el padre Ángel hablo yo, no habrá problema con la fecha- expuso resuelto Alonso
 -¿Un mes? Creo que puedo pedir un mes; me merezco unas buenas vacaciones- apuntó Susi y todo empezó a rodar como una gran bola de nieve sin tener en cuenta para nada a la feliz pareja. Cris acercó con ternura a Carla por la cintura y ella se reposó en su costado
-No sé, pero me huele que te casas en un mes- le susurró guasón besándola amoroso en la sien, ella sonrió divertida
 -Sí, a mí también me lo parece- expresó mirándolo enamorada, pero él la miró fija e intensamente a los ojos
 -¿De verdad es lo que quieres?- interrogó prevenido- porque si no es así, se para todo de inme...- pero ella atrapó gustosa su boca callándolo y se fundieron en un deleitoso beso mientras el resto de la familia seguía planeando entusiasmados la boda.
De nuevo, aquella noche, Cris le hizo el amor tan entregado y con tanta ternura y pasión llevándola hasta lo más increíble del placer, que fue indescriptible.
A la mañana siguiente la despertó un apetitoso aroma a café y bollos recién horneados; pero lo más delicioso fue aquel beso en los labios.
-Buenos días dormilona- le susurró amoroso así ella abrió los ojos, sonrió dichosa; Cris, ya duchado y vestido para irse al trabajo, portaba una bandeja con el desayuno para los dos- vengo a desayunar contigo para que no te levantes y sigas descansando tranquila hasta el mediodía; ordenes de mamá- expresó chistoso, ella rió divertida sentándose en la cama y él le puso la bandeja delante sentándose junto a ella
 -¿No llegas tarde?- expuso mirándolo desayunar tranquilamente a su lado
-A partir de hoy tengo permiso del mismísimo director general para llegar todo lo tarde que precise- explicó resuelto y se rieron alegres- así dejaré a nuestra chiquita en la escuela antes de ir a la oficina -¿Y por dónde anda metida que apenas la oigo y siempre arma un barullo tremendo así se levanta?- indagó intrigada
-Anda escogiendo trapitos toda entusiasmada con tía Ari que la está preparando para ir a la escuela; pronto vendrá a darte los buenos días, no te preocupes- explicó desenfadado, Carla sonrió tierna- ¿Sabes cielo? Hoy nos hemos quedado todos de piedra cuando vimos aparecer a Ari temprano sin necesidad de echarle abajo la puerta de su casa para despertarla- aclaró guasón y se rieron divertidos- ¡Ah, otra cosa cielo! Claudia me comentó que podíamos cambiar a nuestra princesita a la escuela de Hugo y Javi para el próximo curso; además de estar juntos los tres primos, es un colegio privado muy bueno… ¿qué te parece mi vida?
-A mi bien, si a ti te parece bien- respondió tranquila
-Y a mi me parece bien si a ti te parece bien- respondió satisfecho, se sonrieron y se besaron enamorados
 -¿Sabes Cris?- expuso ella mirándolo encandilada, él la miró intrigado- sois todos maravillosos
-Pero yo más ¿no?- replicó mimoso
 -Tú el que más de todos... y en todo; pena que tengas que irte- murmuró pícara atrayéndolo hacia ella tirando suavemente de su corbata, él rió divertido dejándose llevar
-Mira que aún tengo tiempo de sobra ¿eh?- previno presuntuoso y, sonriéndose deleitados, se besaron apasionados
El cumpleaños de Paloma fue algo impresionante. Ari había preparado una gran fiesta en el jardín de atrás alrededor de la piscina en la que no faltaba ningún detalle, hasta había un payaso haciendo figuritas con globos para casi las dos docenas de amiguitos que Ari logró juntar entre los de Paloma, Hugo y Javier; se divertían al extremo con los juegos, piñatas, globos y fuentes de caramelos, dulces y bocadillos que había por doquier. Pero lo que más entusiasmó a Paloma fue la enorme tarta rosa con florecillas comestibles blancas y, claro está, los cientos de regalos que recibió.
 Allí se divertían tanto los mayores como los pequeños; pero nunca se despistaban de Carla ni un segundo. Recostada muy cómodamente en el balancín sobre una docena de suaves cojines de plumas y cobijada debajo de una suave y dulce manta, la mimaban y cuidaban sin permitirle hacer nada. Llegó un momento en que todo se desbandó ante la mirada divertida y asombrada de Carla: Cris, inesperadamente, cogió en brazos a Susi y, así vestida como estaba con un precioso conjunto de pantalón blanco corto y camisa, la tiró sin contemplaciones a la piscina al tiempo que Jacobo hacía lo mismo con Ari provocando las risas jocosas de todos; seguidamente, ambos se enzarzaron en una amena lucha intentando tirarse el uno al otro, el abuelo Alonso corrió hacia ellos y empujó a ambos sin ningún reparo… Las risas estallaron en carcajadas y no hizo falta nada más: todos los niños saltaron al instante detrás de ellos con toda su ropa puesta.

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