lunes, 21 de diciembre de 2015


     A pesar del bochornoso apuro que llevó al confundir a Katherine, Jake no podía quitarse de la cabeza la imagen de Ellie en brazos de Cris sobre el sofá y una rabia extrema le retorcía las tripas ¿Cómo podía estar revolcándose de aquella forma con Cris tras aquel entregado y pasional beso que le había dado a él en el hospital? ¡¡Era una maldita hipócrita lianta y mentirosa como Esther, pero con él no jugaría!! Resolvió determinante deteniendo en seco el coche en medio de la pequeña rampa ante el portalón cerrado del garaje de una bonita casa banca con pizarra negra en el alto del cerro. Cruzó el césped dirigiéndose al buzón de correos y metió la mano dentro tanteando la parte superior buscando la llave que siempre había allí y entró en la casa. Tras cerrar de un portazo la ancha puerta de madera blanca y cristal velado, se dirigió directamente al pequeño mueble bar del salón y se sirvió un caballito de tequila que bebió de un trago sirviéndose acto seguido otro
 -¿Cierras así todas las puertas o solo esta tiene ese privilegio?- le recriminó suavemente una potente voz masculina a su espalda estremeciéndolo de pies a cabeza
-¡¡Chiguagua tío Josh, que susto me has dado carajo!!- clamó espantado volviéndose hacía las dobles puertas del salón mirándolo sobrecogido; Joseph sonrió pícaramente divertido al percibir el tremendo susto que el muchacho se había llevado
-Así tendrás tú la conciencia para sobresaltarte de esa manera- expresó chistoso acercándose a él y Jake rió más relajado
-¿Cuándo has llegado?- expresó más calmado besándolo cariñoso en las mejillas
-Esta mañana, pero solo por dos días- respondió serenamente sirviéndose dos dedos de whisky en un fino vaso
-¿Y lo sabe mamá? Porque no nos comentó nada de que regresabas- repuso sorprendido, Joseph rió divertido acentuándosele aquel hoyuelo de su barbilla
-Tu madre es como un hurón y lo sabes, así piso tierra ella ya parece olerme ¿crees que podría estar en la ciudad y Lupe no saberlo?- replicó guasón y el muchacho rió alegre sirviéndose otro tequila, pero aunque su risa era sincera, Joseph observó que sus ojos estaban apagados- ¿Qué pasa Jacob?- interrogó preocupado
-Nada tío Josh ¿por qué?- respondió desenfadado mirándolo a los ojos
-Hijo, a mí no me engañas que te vi nacer y sé qué algo te pasa ¿qué es Jake?- insistió pero el muchacho solo se limitó a retirar su mirada de la de él y beberse de un trago el tequila- ¿No te habrás vuelto a pelear con Nico, verdad? Tu madre está muy feliz porque al fin habéis hecho las paces y sería un disgusto morrocotudo- repuso temeroso de su respuesta
-No, no he discutido con Nico; tranquilo- respondió pausadamente sirviéndose otro tequila
-¿Entonces?- repuso Joseph retirándole raudo el pequeño vaso de delante evitando que se lo bebiera, Jacob lo miró fijamente a los ojos
-Tío Josh... ¿Por qué puñetas siempre me voy a enamorar de quien no debo?- expresó asqueado mirándolo con gran dolor en los ojos
-Vaya, así que es eso: una chica- expresó en un susurro y tomó aire profundamente- pues siento decirte que no has dado precisamente con la mejor persona para consultar sobre eso, hijo- repuso apagadamente pasándole de nuevo el pequeño vaso y ahora fue él el que se bebió el whisky de su vaso de un solo trago.
-Tampoco quiero hablar sobre ello- aclaró Jake y ambos quedaron unos segundos en silencio perdidos en sus mutuos y dolorosos recuerdos- tío Josh...- murmuró al cabo de un rato, Joseph lo miró intrigado a los ojos- ¿puedo quedarme unos días aquí? No quiero por un tiempo volver al piso- expresó con angustia en la voz
-Por supuesto hijo, el tiempo que quieras, ya lo sabes- respondió con plena sinceridad; Jacob le sonrió agradecido pero Joseph le miró de nuevo preocupado a la cara- ¿de verdad todo está bien con Nico, hijo?- indagó inquieto, Jake le sonrió tranquilizador.
-Sí tío Josh, Nico nada tiene que ver con mi decisión- aclaró resuelto
-Perfecto entonces- exclamó satisfecho y se sonrieron agradados.
-Está quedando todo maravilloso para la fiesta, Rodri mandó que adecentaran la fachada del rancho y ahora está ayudando a mamá ha encargarse del jardín delantero; todo está tomando de nuevo su reluciente aspecto de antes Ellie- expresó entusiasmada Meg entrando en el cuarto de Ellie que leía sentada en un banco acolchado junto al ventanal
-No sé cómo puedes ser capaz de dejar que mamá arregle el jardín después de la recogida de la oliva; debe estar extenuada la pobrecilla- le recriminó Ellie sin apartar sus ojos del libro abierto que sostenía entre sus manos
-¡Yo no se lo pedí, se ofreció ella; está muy ilusionada con la fiesta!- se defendió bravamente, Ellie cerró el libro y miró reprochadora a su hermana melliza
-¿Cómo puedes ser tan cínica? ¿Mamá feliz por una fiesta aquí? Eso no te lo crees ni tú- le reclamó asqueada
-Pues sí, sabes lo feliz que es al vernos a nosotras alegres y contentas y por eso lo hace; además, esta fiesta va a ser todo un acontecimiento hermanita, una fiesta nuevamente en el rancho Connors- expresó llena de deleite
-No seas estúpida, por lo único que vendrá toda esa gente es para curiosear cómo está todo aquí y chismorrear a gusto después- expresó con desdén
-¡Ya lo sé, por eso todo tiene que estar perfecto Ellie; y nosotras resplandecientes!- expresó con orgullo
-Conmigo no cuentes, no pienso asistir- resolvió rotunda dejando el libro a un lado y levantándose del banco
-¡¡Elizabeth, tú no puedes faltar; es la celebración de nuestro cumpleaños!! ¡¡Además, si el abuelito accedió a hacerla y mamá está tan contenta es solo por ti, Ellie; para ver si te animas un poquito y se te borra esa cara triste y amargada que tienes a todas horas!!- expresó asustada por aquella resolución de su hermana
-Oh, déjame en paz Meg- expresó fastidiada y salió de la habitación. Al pasar por delante del dormitorio de Kathy, se la encontró mirándose fijamente al espejo de su tocador; Ellie se quedó observándola unos segundos pero Kat estaba tan ensimismada observando detenidamente su reflejo en el espejo que ni cuenta se dio de que ella estaba allí- ¿Qué te miras tanto Kat?- se decidió por fin a hablar sobresaltando tremendamente a su hermana
-Nada- respondió esquiva retirándose rápidamente de frente al espejo y abrió las puertas del armario para coger ropa limpia, Ellie se adentró en la habitación mirándola intensamente demostrándole que no le servía de respuesta y Kathy suspiró profundamente- Ellie… ¿te has fijado alguna vez que yo no me parezco en nada ni a ti ni a Meg?- instó mirándola de frente y directamente a los ojos de su hermana
-Porque Meg y yo salimos a mamá corazón, y tú te parecerás más a papá- indicó resuelta, su hermana suspiró profundamente
-¿Y mis ojos, Ellie?- expuso desconfiada
-¿Qué tienen cielo? Son preciosos, de un gris intenso y hermoso… como los de Meg
-Exacto: grises; y nadie de nuestra familia los tiene de ese color Ellie: ni el abuelo, ni mamá... ni siquiera la abuela Katherine los tenía si te fijas en el cuadro que hay en el despacho del abuelo- aclaró rotunda
-Bueno pero eso puede provenir también de la familia de papá…- intentó buscarle una explicación a aquellas absurdas dudas de su hermana mayor; Kat se volvió de nuevo hacia el espejo del tocador y se quedó otra vez mirando fijamente su reflejo
 -¿Tú te acuerdas de papá, Ellie?- expuso intrigada
-No mucho, apenas tengo un leve recuerdo de él y la verdad nada grato así que prefiero no acordarme- declaró desdeñosa
-Yo sí- repuso serenamente y se quedó callada mirándose nuevamente muy fijamente al espejo
-¿Y?- instó mirándola curiosa a través del espejo
-Él tenía los ojos castaño oscuro, fríos y duros; y su cabello era también oscuro ¿de dónde salen estos rasgos pelirrojos que las tres poseemos? ¿Y este hoyuelo que tenemos tú y yo en la barbilla, Ellie? leí en internet que era hereditario
-Sí, es una malformación herencia directa de uno de los progenitores que se llama…
-Papá no lo tenía- la interrumpió dando claras muestras de que no le interesaba la explicación fijando su mirada en los ojos de su hermana a través del espejo, Ellie quedó callada- y mamá tampoco lo tiene- añadió rotunda
-Bueno… eso no… puede que…- empezó a balbucear desconcertada, de pronto miró incómoda a su hermana- ¡¡Por Dios bendito Kat!! ¡¿A dónde quieres llegar?! ¿Acaso ahora se te da por pensar que somos adoptadas? ¡¡Vamos Kathy!! ¡¡Meg es una réplica de la abuela Katherine y todo el mundo dice que yo soy un cuadro de mamá!! ¡¿Acaso eso es casualidad?!- replicó rotunda
-No, pero ¿Y sí...?- empezó a hablar su hermana mayor pero se calló de pronto y se quedó mirando fijamente a los ojos de su hermana
-¿Y si qué Kat? ¿No estarás pensando que tú y yo no somos hermanas? ¡¡Porque, aunque no nos parecemos, acabas de decir que compartimos muchos rasgos!!- la instó a hablar impaciente
-No- contestó en apenas un murmullo
-¿Entonces qué Kat?- replicó, Kathy sonrió parsimoniosa
-Nada, no me hagas caso cielito, hoy tengo un día raro; será mejor que me bañe de una vez, pronto nos llamarán para cenar- repuso melosa besando tierna la frente de su hermana
-Sí mejor será para que se te aclaren esas ideas absurdas ¡¡Menudas estupideces se te ocurren a veces!! ¡¡Entre tus paranoias y Meg con su dichosa fiestita me estáis dando la tarde!!- exclamó sobrecogida marchándose del cuarto, Kathy sonrió enternecida y volvió su mirada al espejo, su rostro se tornó serio observando de nuevo su reflejo.
-¡Hola ¿no hay nadie en casa?!- exclamó Jake al entrar en casa de sus padres
-¡Estamos aquí hijo!- oyó responder a su padre desde la cocina
-¡¡Jake, qué bien que hayas venido!!- corrió a sus brazos su hermana pequeña al entrar en el salón, él la recogió sonriendo feliz
-Hola mi princesa preciosa- expuso besándola con pasión en la mejilla, ella rió alegre abrazándose amorosa su cuello- ¿a dónde ha ido mi niña preciosa tan guapa?- preguntó al verle puesto un bonito vestido blanco que hacía destacar aún más sus grandes ojos negros y su melena oscura como el carbón
-He tenido que ir a ayudar al inútil de tu hermano pequeño a comprarle un regalo a su novia que este finde está de cumple- contestó resuelta alejándose levemente pero sin retirar sus brazos del cuello de su hermano para poder verle a los ojos, Jake sintió una terrible punzada en el corazón aunque intentó disimular y sonrió ameno- ¿La conoces?- indagó curiosa, él asintió con la cabeza- ¿es bonita, verdad?- expresó deleitada por el buen gusto de su hermano
-Sí, mucho mi ratoncita- repuso Jake tiernamente besándola cariñoso en la mejilla
-A mi me cae de pelos ¿sabes que me prometió venir a mi cumple?- expresó alegremente dichosa, él volvió a sonreír simplemente sin atreverse a decir nada- ¡Ja, estoy deseando que se encuentre con mamá! ¡como hablan las dos por los codos, no se van a entender!- replicó guasona entre risitas burlonas, Jake también rió divertido
-Te estás equivocando princesa, la charlatana es Megan no Ellie- la corrigió cariñoso besándola tierno en la mejilla de nuevo
 -Pues claro que hablo de Meg so melón, además ¿quién es Ellie?- respondió la pequeña mirándolo intrigada, Jake se quedó mirándola confundido aunque su corazón empezó a latir frenético
-¿Qué me estás diciendo Lucía?- expresó mirándola totalmente aturdido
 -Que no conozco a ninguna Ellie, Jacob; la chica que me presentó Cris como su novia se llama Megan- respondió inocente y sincera, Jake esbozó una feliz sonrisa
-¡Tengo que irme ratita, avisa a mamá que no me quedo a comer!- resolvió presuroso y, besándola nuevamente en la mejilla, la dejó en el suelo y salió de la casa apresuradamente ante la mirada atónita de su hermana pequeña.
-¡¡Cris, necesito hablar contigo inme...!!- gritó entrando en el piso que compartía con sus hermanos, pero quedó callado al encontrar a ambos en la sala preparados con un par de bolsas de viaje dispuestos a salir
-Sí ahora no te jode; tuviste un mes para hacerlo, ahora espera a que regresemos- replicó fríamente Nico
-¿A dónde vais?- interrogó intrigado
-A una fiesta de cumpleaños a la cual, por cierto, tú también estás invitado; pero como has decidido dejarnos a un lado y ni hablarnos siquiera pues llevas un mes que no nos coges ni el teléfono capullo, pues nosotros ni nos molestamos en decirte nada- aclaró indolente su hermano Nico, aquello dolió a Jake- y vámonos peque que estamos perdiendo el tiempo con quien no se lo merece y llegaremos tarde- resolvió dispuesto recogiendo su bolsa de viaje, pero Cris no obedeció quedándose inmóvil mirando sin saber qué hacer a ambos hermanos
-Eres un gilipollas ¿lo sabías?- expresó molesto mirándolo irritado
-¡¡Gilipollas lo eres tú, y mucho por si no lo sabes!! ¡¡Un gilipollas redomado que está dejando escapar la oportunidad de ser feliz por estúpidas ideas que te has formado tú solito en esta cabeza de melón que posees!!- le gritó molesto Nico golpeándole en la sien fuertemente con su dedo índice
-¡¡A mí no me toques ni me levantes la voz imbécil!! ¿No sabes hablar sin gritar?- lo encaró frenético Jake apartándole molesto la mano
-¡¡No, porque tú no entiendes sino es gritando o a hostias capullo y, como paso de mancharme las manos en estos momentos contigo, grito lo que me sale de los cojones a ver si te enteras de una puta vez que Ellie está enamorada de ti tanto o más como tú de ella!!- siguió gritándole enfrentándolo con decisión ante los ojos de Cris que miraba nervioso como sus hermanos se encaraban demasiado encendidos
-¿Qué?- exclamó abriendo atónito los ojos Jake
-Que Ellie te quiere imbécil y la verdad no te la mereces cabrón, no tienes ni idea de lo que la has hecho sufrir todo este tiempo esperando ansiosa a que aparecieras en el hospital, pero tú ni te molestaste en asomarte…
-¡¡Mentira!! ¡¡Sí fui a verla; iba a verla todos los días!!- le increpó exasperado cogiéndolo por las solapas de su camisa- Pero nunca estaba sola; cuando no estaba la vieja esa de los cojones, estaba la amargada con cara de pocos amigos, nunca estaba sola o con Meg que es la que conozco- expresó lleno de amargura
-¡¡Ey, Kathy no es ninguna amargada, gilipollas!!- la defendió apasionadamente, tan apasionado que Jake lo miró desconcertado- ¡Y si te molestaras en conocer a la señora Helena verías que es una mujer dulce y agradable; un encanto de mujer! ¡¡Pero, no!! ¡¡Tú siempre tan descarado y valiente para unas cosas y tan cobardica para otras!! ¡¡Puedes enfrentarte a una docena de hombres armados hasta los dientes pero sigues cagándote por la pata abajo como de niño cuando tienes que hablar con gente desconocida, idiota!!- le reprochó duramente
 -¡¡Déjame en paz!!- se desentendió abochornado soltándole la camisa
-¡Yo ya te dejo en paz estúpido; y, aunque me duele ver cómo estás dejando escapar la oportunidad de ser feliz, ya paso de insistir en abrirte los ojos! ¡Que te den muchacho! ¡Pero eso sí, te juro por la Virgencita de Guadalupe que, como no te prepares en menos de diez segundos y vengas con nosotros, así llegue al rancho pienso decirle a esa preciosidad que sigue esperándote que deje de sufrir por quien no la merece!- aclaró tajante, Jake lo miró con furia a los ojos pero inesperadamente esbozó una sonrisa lleno de dicha
 -¿Ellie me quiere?- expresó felizmente deleitado
 -Pero ¡¿Tú estás gilipollas o qué te pasa?! ¡¿Qué llevo diciéndote más de un cuarto de hora?!- expresó descolocado Nico mirando atónito a su hermano que sonrió feliz
-¡¡Diez no, dame solo dos segundos y nos vamos!!- repuso besándolo impetuoso en la mejilla y corrió a su cuarto al tiempo que Cris rompía a reír divertido
Los tres iban en el coche de Nico siguiendo las indicaciones que a Cris le había dado Megan. Pero tras dejar atrás el pueblo, ante ellos solo se encontraron una llana y larga carretera sin fin donde los campos sembrados de maíz, centeno y trigo bordeaban ambos lados.
 -¿Estás seguro que es por aquí enano? Llevamos un buen rato viendo nada más que campo- expuso inquieto Jake
-¡Qué sí cojones! Pronto tenemos que encontrar un camino a la derecha que lleva al rancho- contestó despreocupado
Y como salido de la nada, apareció ante su visión un camino de grava que llevaba a un enorme rancho de ladrillo rojo de planta baja, rodeado de muros de piedra que rodeaba una extensión descomunal de terreno
-¡¡Guacala, menudo chabolo!!- murmuró asombrado Cris observando atónito aquel precioso lugar
-¡¡La Virgen!! Sabía que habían tenido dinero y que su padre los llevó a la puta ruina, pero no me esperaba esto- murmuró también impresionado Jake
 -¿Su padre? Megan nunca habla de su padre- repuso desconcertado Cris
-Ellie me contó que habían sido gente de bien pero que él los dejó completamente arruinados, la “amargada” trabaja duro para sacar adelante el rancho- aclaró desenfadado
-No la llame así cojones, es una tía legal y fantástica; espera a conocerla, es maravillosa- le regañó fastidiado Nico, Jake sonrió malicioso mirándolo pícaro
-¿Qué te pasa a ti con esa? Es la segunda vez que la defiendes muy... apasionado- indicó burlón
-¡Vete a la mierda!- expresó desdeñoso y continuó conduciendo mientras Jake reía guasón
 Al llegar ante el gran portalón de hierro que dos hombres se afanaban en pintar de negro dejándolo de nuevo impecable, apareció ante ellos Megan que les sonrió feliz aproximándose al coche
-¡¡Jake que bien que hayas podido venir al final, Cris decía que a lo mejor trabajabas!!- expresó deleitada al verlo besándolo cariñosa en la mejilla a través de la ventanilla, él sonrió agradado por aquel tierno y entusiasmado recibimiento- Hola mi pichoncito- repuso melosa entrando en la parte trasera del coche donde iba Cris
 -Te eché de menos muñequita- murmuró amoroso tomándola entre sus brazos y se fundieron en un apasionado beso, Nico y Jake los miraron descarados unos segundos como se entregaban ardientes con sus bocas mientras se aprisionaban el uno al otro con pasión
 -¡¡Ey, ir parando que no estáis solos!!- expresó chistoso Jake y la pareja rió divertida calmándose un poco- ¡¡Que dos, No se cortan un pelo ¿eh?!!- expresó guasón mirando entrañable a su hermano mayor mientras sonreía pícaro
-Un verdadero suplicio aguantarlos para el que lleva una eternidad en dique seco como yo; y así llevan más de dos meses, pero si tú no fueras tan gilipollas y nos dejaras explicarte...- no perdió la oportunidad de reclamarle Nico volviendo a poner el coche en marcha y adentrándose en la finca.
-Entonces, la del sofá... ¿era Meg?- repuso apagadamente y su rostro se ensombreció apesadumbrado por su estúpido comportamiento
-Pues claro ¿quién iba a ser sino?- contestó resuelto Cris pero al ver el rostro apagado de su hermano comprendió todo- ¡¡Dios, Jacob!! ¡¡por eso te fuiste así y no quisiste regresar al piso quedándote en casa de tío Josh!! ¡¡Lo siento, tío!!- expreso conmovido posando compasivo su mano en el hombro de su hermano que solo pudo esbozar una sonrisa tranquilizadora
-Que se joda por imbécil- expresó duramente Nico y Jake le hizo un gesto de fastidio con la boca
-¿De qué habláis?- indagó curiosa Megan sin entender aquella conversación entre hermanos pero ninguno de los tres contestó.
 Nico detuvo el coche donde el camino de gravilla acababa formando un cuadrado aparcamiento muy próximo a la entrada de la casa desde donde se vislumbraba su hermosa fachada de grandes ventanales y unos jardines llenos de bonitas flores y muy cuidados que la rodeaban. El abuelo los esperaba a la gran puerta acristalada junto a la madre de ellas vestida sencilla pero muy elegante que les sonreía animosa y dulcemente.
Cuando se bajaron del coche, vieron acercarse galopando un precioso pura sangre negro como el azabache de hermoso pelaje brillante montado por Kathy que lo frenó bruscamente delante de Jake. Sin nadie esperárselo, Kathy espoleó al bravo caballo para que levantara sus patas delanteras mismamente ante el rostro de Jake que dio dos pasos atrás para esquivar las pezuñas del animal ante los ojos impresionados de sus dos hermanos
-¡¡Por Dios bendito Katherine ¿qué diablos haces?!!- se oyó gritar al abuelo sobrecogido al tiempo que se escuchaban los chillidos aterrados de Meg y su madre
-Quietita ¿eh fiera? que a estos bichos los carga el diablo- le comentó serenamente Jake sujetando hábil el bocado del caballo deteniendo su brioso pataleo mientras sus ojos se clavaban en los de la muchacha que lo miraba muy seria y retadora
-¡Kathy! ¡¿Estás loca o qué rayos te pasa?! ¡¡Son mis invitados y no tienes ningún derecho a tratarlos así!!- intervino Megan interponiéndose entre Jake y el animal por si a su hermana se le ocurría volver a hacerlo
-¿Tú eres Jake verdad?- habló muy pausadamente y él esbozó una sonrisa guasona- pues que sepas que no te soporto, por mí no serías bienvenido nunca en esta casa
-No hace falta que me lo jures, me ha quedado muy clarito- respondió mordaz mostrando una sonrisa sarcástica
-No te voy a quitar los ojos de encima ¿me oyes?- remarcó decidida
-Estupendo, así podré pasear tranquilo sin miedo a perderme- respondió burlón, ella se volvió y se alejó galopando de nuevo- ¿Así que maravillosa, no hermanito?- le expuso sarcástico a Nico que rió divertido
-¿Acaso no? Está defendiendo a su hermana a la que has hecho sufrir sin motivo todo este tiempo ¿no harías tú lo mismo... hermanito?- respondió complacido y ambos rieron amenos
-Perdona Jake, a veces está desquiciada; no sé qué rayos le ocurre… parece que esas dos se hayan vuelto locas de un tiempo a esta parte- se disculpó cariñosa Megan enganchándolo amistosa del brazo y él le dedicó una dulce sonrisa tranquilizadora mientras se acercaban a la familia por el camino de piedrecillas entre los bajos setos que bordeaban los jardines- una anda frenética y de mal humor; la otra lánguida y llorosa… creo que trabajar tanto en medio de las cosechas les contagia algo extraño, están que no se puede tratar con ellas últimamente; cuanto más se mustia una, más mal humor le entra a la otra- exponía dicharachera y despreocupada pero sus palabras herían tremendamente a Jake pues sabía que él era el culpable de todo aquello y saber a Ellie sufriendo por su culpa aún le dolía mucho más- ¡Mami, abuelito; os presento a Jake! Es el que os faltaba por conocer- repuso de pronto entusiasmada a su familia que lo saludaron educadamente dándose la mano correctamente
-Hola Jake, sé bienvenido; como el resto- los saludó cordial el abuelo estrechándoles la mano
-Gracias señor- respondió amable
 -Lamento lo que mi nieta le ha hecho- se disculpó amable- no sé a qué vino eso pero se va a enterar esa chiquilla, su comportamiento no tiene excusa
-No se preocupe, no pasó nada- habló despreocupado Jake
-No la disculpe Jake, ese genio tiene que aprender a controlarlo- repuso la madre de Megan, Jake quedó estupefacto mirándola, Ellie era su puro retrato; sus ojos dulces color de la miel con aquella mirada tierna, su sonrisa franca y amable y aquel rostro casi infantil de rasgo delicados- ¿Le ocurre algo muchacho?- preguntó intrigada al ver su pasmado rostro observándola
-¡Díjole señora Helena; Ellie es clavadita a usted carajo!- le salió sin pensar, con un acento mejicano que sorprendió a todos; ella rió alegre mostrando otra característica de Ellie: su risa, era apacible y melodiosa que parecía iluminar todo a su alrededor; todos rieron divertidos por su sincera y espontánea reacción.

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