lunes, 28 de diciembre de 2015


     Entraron en una sala sencilla pero muy acogedora y agradable donde se podía percibir gran calor familiar. Se fueron sentando en los sofás. Las tres hermanas ocuparon el sofá de tres plazas con Meg en medio mientras el padre de los muchachos iba directo al más cercano de la chimenea frente a ellas y los tres muchachos ocuparon el otro individual sentándose Nico en el sofá y sus hermanos en cada reposa brazos
-¿Queréis tomar algo mis niñas? ¿Café, limonada...?- les ofreció amena Lupe aún de pie, Kathy y Ellie denegaron agradecidas
-Pues yo una limonada sí me tomaba la verdad, tengo la garganta seca- expresó gustosa Meg y Lupe sonrió complacida
 -Ahora mismo os las traigo- contestó dispuesta
-Deja mamita, voy yo- se ofreció servicial Jake levantándose al instante de su sitio y cruzó una puerta que había a la derecha de la sala mientras su madre se acomodaba en el reposa brazos del sofá de su esposo y él le tomó amoroso la mano besándosela dulcemente. Fue un gesto sencillo, discreto, casi podría decirse que inconsciente y que a nadie llamó la atención a no ser a las tres muchachas nada acostumbradas a ver aquellos pequeños detalles de amor entre padres.
-Entonces mamita ¿Cómo es que eras tan amiga de la señora Helena? ¿Acaso viviste en Val Paraíso o qué?- preguntó lleno de curiosidad Cris cuando su hermano regresó con una bandeja donde portaba vasos llenos de fresca limonada recién hecha que repartió a todos, su madre sonrió dulcemente
-Sí mi niño, es más: me crié con Helenita en el mismísimo rancho Connors- contestó sonriendo dulcemente y todos se cruzaron miradas asombradas regresando al instante sus ojos a la mujer indicando que querían saber más- gracias m'hijo...- susurró agradecida al recoger el vaso que Jacob le entregaba- cuando a los nueve años me quedé huérfana y sola allá en Ciudad Juárez, una buena amiga de mi madre que trabajaba por aquel entonces en el rancho, me trajo con ella... ¡Ainss, mi buena de Juanita... ¿qué será de ella?- murmuró melancólica
 -Pues que sigue de cocinera en el rancho- respondió desenfadada Meg
 -¡¿De verdad mi chiquita?! ¡¿Juanita aún vive y está bien?!- exclamó con cariñoso entusiasmo, las tres muchachas asintieron con la cabeza- ¡¡Oh Dios mío, que bueno!!
-Pero sigue contando mamá- instó intrigado Nico
-Está bien; pues como era aún muy chamaquita para trabajar en el campo, el señor Williams me contrató como acompañante de mi niña Helena ya que teníamos la misma edad y ella estaba siempre solita la pobrecilla y acabamos siendo como hermanas íntimas… Esa criatura nunca me trató como una empleada; bueno, realmente, nunca trataba mal a nadie, su corazón es tan grande… pobre mi niña chiquita- suspiró conmovida y su rostro se ensombreció, parecía recordar algo que la entristecía demasiado, los muchachos se miraron intrigados y dirigieron su mirada hacia su padre en busca de alguna explicación pero él también estaba abstraído y su rostro abatido; de inmediato, Lupe retomó su alegría de nuevo- Pero, decirme ¿cómo está mi niña Helena? ¿Sigue tan bella como antes?
-Ella está bien- declaró serena Kathy
-¡Ay mi Diosito lindo, que ganas de verla! ¡Cuánto nos dolió separarnos; que día tan horrible fue aquel!- expuso suspirando conmovida de nuevo y Ben se revolvió nervioso en su sillón, se le notaba muy incómodo con la conversación de su esposa y los muchachos lo percibieron- Siempre deseé volver a verla o al menos saber de ella, pero…- suspiró profundamente y se calló, su rostro se abatió cruzándose una intensa mirada con su esposo que también la tenía inundada de tristeza
-¿Qué pasó señora Lupe? ¿Por qué mamá y usted no volvieron a verse si eran tan buenas amigas? ¿O al menos por qué no mantuvieron algún contacto?- indagó curiosa Megan sacándola de aquella abstracción; le sonrió dulcemente
-Cosas de la vida mi niña preciosa; yo me casé y pronto empezaron a aparecer estos demonios uno tras otro y ya sabes: las cosas se van dejando, dejando… y nunca más supe de ella- suspiró profundamente; Ben sacó un paquete de tabaco del bolsillo de su camisa
-¿Os molesta si fumo?- preguntó educado mostrándoselo a las muchachas
-No, claro que no, puede fumar tranquilo- respondió Kathy sonriéndole amistosa, él le correspondió y encendió un cigarrillo
-Estamos acostumbradas, el abuelo de vez en cuando también se fuma algún que otro cigarro aunque lo tiene prohibido por su corazón- expresó desenfadada Meg, el rostro de Ben se descompuso y sus ojos se llenaron de un odio irracional
-Aún vive el viejo ¿eh? No, si ya dicen que a la mala hierba no la lleva la helada- no pudo resistirse en murmurar desdeñoso desconcertando de nuevo a los muchachos
 -¡¡Roberto Sullivan, nuestro Diosito nos dice que perdonemos!!- le regañó duramente su esposa, todos los muchachos lo miraban sorprendidos por su comentario, él volvió a removerse incómodo en su sillón
-Perdonar puede, Lupe; pero olvidar... ¡¡eso nunca!!- resolvió tajante apagando su cigarrillo en el cenicero con gran rabia y, levantándose de su sofá, salió de la sala por la puerta de la cocina dando un sonoro portazo. Lupe se quedó callada con la mirada clavada en la alfombra y su rostro mostraba una tristeza indescriptible mientras los seis muchachos se cruzaban miradas intrigadas sin entender nada pero sin atreverse a preguntar.
-Mamita ¿qué le pasa a papito que tiene una cara...?- preguntaba la pequeña Lucía entrando en la sala- ¡¡Pero si ya habéis llegado ¿no sabéis avisar o qué carajo os pasa?!!- exclamó alegre al encontrarse a sus hermanos ya allí abalanzándose sobre ellos y los cuatro se fundieron en un fuerte y cariñoso abrazo provocando las risas enternecidas del resto- ¡¡Hola chicas, qué bien que hayáis venido; llevo toda la semana hablándole a mamita de vosotras!! ¿A qué son como te dije muy bonitas mami?- expresó dichosa abrazándolas también y ellas le correspondieron agradadas
 -Sí mi chiquita, son bien bonitas- contestó tierna Lupe mirando deleitada a las tres hermanas que sonrieron complacidas- ¡Ay mi Diosito lindo, si hasta tienes su sonrisa mi ángel!- exclamó emocionada al ver la dulce sonrisa de Ellie, todos rieron divertidos quedando olvidada la tensa conversación anterior entre Ben y Lupe.
 Los invitados empezaron a llegar y la fiesta en el jardín trasero dio comienzo. Todo era muy criollo: la decoración, la comida, la música... era una fiesta fantástica y los invitados muy alegres y amistosos que recibieron a las muchachas como si las conocieran de toda la vida sin preguntas ni cuchicheos, ni miradas curiosas: si estabas en casa de Lupe y Ben, eras de la familia y ya está. Era todo tan natural y familiar que las tres muchachas estaban embelesadamente sorprendidas y una feliz sonrisa se les instaló en sus labios que ya no desapareció en toda la tarde.
-Ya no aguanto más Nico, tengo que ir al baño ¿dónde está?- le preguntó apurada Kathy al oído
 -Te acompaño- se ofreció servicial ya levantándose de la larga mesa donde estaban sentados
-No es necesario, solo indícame dónde está- denegó resuelta, él sonrió entretenido
-Sales de la cocina a la sala y a mano derecha, al fondo del pasillo lo tienes- explicó desenfadado, ella asintió con la cabeza y entró en la casa siguiendo las indicaciones de Nico.
-Es hora de sacar el pastel mi rey, ven y ayúdame- le habló Lupe besando amorosa los labios a su esposo sentado a su lado a la larga mesa donde se sentaban todos juntos como una gran familia, él obedeció al instante y ambos entraron en la cocina
 -¿Te has fijado en los muchachos, vida mía? Cristopher no tiene suficientes manos para acariciar y mimar a Meg- habló entre pícaras risas sacando un delicioso pastel de nata y fresas del frigorífico- ese chamaco se parece a ti en todo carajo, no puede estarse quieto- añadió divertida y feliz besando a Ben en la mejilla mientras dejaba el pastel sobre la mesa de la cocina; su esposo no repuso nada y empezó a colocar las velas sobre el pastel- pero lo que más feliz me hace es ver a nuestro Jacob tan bien por fin ¿Te has fijado mi rey lo bien que se lleva de nuevo con Nicolás? Vuelven a ser los dos hermanos inseparables de antes- siguió hablando pletórica de felicidad, Ben continuó colocando las velitas sin comentar nada- ¿Y has visto como le brillan sus hermosos ojitos cuando mira a Ellie? Creo que está enamorado de nuevo amor ¿no es maravilloso? Parece un milagro de nuestro Diosito- expresó llena de deleite. Kathy, que en aquel instante regresaba del baño, sonrió feliz de escucharla
-Pues a mí no, a mí más bien me parece una broma macabra de ese “Diosito” tuyo- masculló irritadamente irónico
-¡¡Ben!!- exclamó asombrada Lupe mirándolo atónita; Kathy, que iba a entrar en ese momento en la cocina, se detuvo al instante quedándose impresionada por aquella expresión de Ben
 -¡¡Baja de las nubes Lupe y mira las cosas como realmente son, por todos los demonios!!- exclamó rotundo mirando con gran dolor en la mirada a su esposa que seguía observándolo incrédula- ¡¡Se nos viene encima problemas Guadalupe, graves y terribles problemas ¿o es qué no lo ves?!! ¡¿Qué crees que hará ese viejo soberbio, arrogante y engreído cuando se entere de quién son hijos nuestros muchachos Lupe?!- elevó la voz tremendamente angustiado, Lupe apretó abatida sus labios observando amedrentada a su amado esposo- ¡¡Maldita sea mi estampa!! ¡¡Con la de muchachas que hay en la ciudad y esos dos tuvieron que enamorarse de las nietas de ese viejo de los cojones!! ¡¡Como si nuestro Jacob ya no hubiera sufrido bastante carajo!!- clamó desarmado posando vencido sus manos sobre la mesa y bajó abatido su cabeza
-Por favor Ben, cálmate mi cielo- habló pausada Lupe posando tranquilizadora su mano sobre el pecho de su esposo- No tiene por qué ser así vida mía; la gente cambia...
-¡¡Oh por todos los demonios Lupe, no me seas tan ingenua; las víboras mudan de piel pero nunca de costumbres!! ¡¡Pero te juro por lo más sagrado Lupe que no voy a permitir que ese maldito engreído prepotente destruya la vida de mis hijos como hizo con la de Josh, de eso nada, jamás!! ¡¡Como lo intente siquiera se las verá conmigo!! ¡¡Nadie va a destruir la felicidad de mis hijos y menos esa víbora!!- bramó colérico y decidido; Kathy abrió atónita sus ojos al escucharlo
-Mi rey, cálmate y piensa un segundo, no estamos hablando de Helena sino de sus hijas... puede que ellas no se comporten como lo hizo su madre; no me parecen chicas cobardes y miedosas como Helena Ben y puede que ellas sí enfrenten al mal burro de su abuelo y luchen por su felicidad amor mío...- le habló esperanzada mirándolo dulcemente, él tragó saliva intentando ver todo aquello con la positividad con que ella lo veía, pero le era muy difícil- y si por mala suerte así fuera, pues ni modo; pero nuestros hijos no estarán solos ángel mío, nos tienen a nosotros y sobre todo a Josh que los quiere con pasión y cómo pasó por lo mismo sabrá ayudarlos
-¡¡Oh Dios santo, Josh!!- clamó sobrecogido echándose las manos a la cabeza- ¡¡Cuando se entere de quien son hijas las muchachas va a ser un golpe durísimo para él Lupe!!- expresó acongojado mirando con pánico a los ojos de su esposa que volvió a morderse atrapada el labio inferior y se quedaron ambos en silencio; Kathy sin entender nada de aquella conversación pero muy impresionada por todo lo que había oído, empezó a volver sobre sus pasos en dirección al baño no fuera a ser que la descubrieran allí
-Hablando de Josh mi rey... ¿por un casual te has fijado en Kathy?- expresó cohibida Lupe
-Toda la tarde mi reinita morena, toda la puñetera tarde; no puedo apartar los ojos de ella- respondió muy pausadamente, Kathy al escucharlos se paró al instante poniendo máxima atención de nuevo ¿qué pasaba con ella?
-Es increíble como se parece a Adele cuando tenía su edad ¿no te lo parece a ti?
-Tanto es el parecido que pasaría mejor por su hija que la propia Clarise, carajo- remarcó él y ambos se quedaron mirando fijamente a los ojos ¡¡Clarise!! recordó Kathy, así le había llamado Jake cuando se encontraran en el portal del piso de los muchachos... ¿quién sería esa tal Clarise? ¿Y por qué se parecían tanto como para confundirlas? Aquellos terribles fantasmas que llevaban unos años atormentándola regresaron a su mente...- Pero reinita mía, no sé qué broma macabra puede ser esta del destino pero ambos sabemos que lo que estamos pensando no puede ser posible, que es algo totalmente ilógico e imposible porque esa linda muchachita apenas tendrá 26 añitos y Josh y Helena se dejaron de ver ya va a hacer pronto 30 años, los mismos que nosotros casados- resolvió seguro y decidido
-Sí, tienes razón...- murmuró apagadamente Lupe
 -Así que dejemos de maquinar cosas ilógicas y llevemos afuera esta preciosa tarta que has hecho que tiene una pinta deliciosa- aseveró cariñoso Ben besando dulcemente la sien de su esposa que le sonrió complacida de su halago
 -¿Habéis visto a Kat?- oyó Kathy preguntar a Nico entrando en la cocina, ella se apresuró a regresar al baño
 -No m'hijo ¿por qué? ¿acaso no está fuera?- indagó sorprendida Lupe
-No, má; hace un rato dijo que tenía que ir al baño y aún no ha regresado- indicó extrañado Nico
-Ve a ver si está bien hijo, no vaya a ser que se pusiera mala la muchacha que la comida mejicana es algo picante de más para quien no está acostumbrado- expresó preocupado Ben y los tres salieron al salón encontrándosela ya regresando del baño
-¿Estás bien mi niña?- le preguntó Lupe mirándola inquieta, ella les sonrió tranquilizadora
-Sí, Lupe; perfectamente ¿por?- respondió desenfadada
-Por nada cielito, nos inquietamos al ver que tardabas; pero si todo está bien, llevemos la tarta a la cumpleañera de una vez- expresó más tranquila Lupe regresando a la cocina seguida de su esposo
-¿De verdad estás bien cielo?- insistió Nico quedándose esperándola a que se acercara
-Sí, muy bien- repitió sonriéndole dulcemente, él también sonrió y la besó dulcemente en los labios tomándola amoroso de la mano y regresaron a la fiesta donde ya todos los invitados a coro le cantaban las mañanitas a Lucía mientras sus padres le dejaban la bonita tarta ante ella. Ella sopló las velas apagándolas al tiempo y se formó un alegre rebumbio de vítores y aplausos.
 -Toma m'hija, esto llegó esta mañana- indicó su padre besándola amoroso en el pelo y le entregó un paquete que traía en la mano
-¡¡Sabía que el padrino no podía olvidarse!!- exclamó emocionada recogiendo la tarjeta que venía pegada al regalo- “Feliz cumpleaños mi dulce algodón azúcar, siento mucho no poder estar ahí como todos los años pero esta vez me fue imposible; espero que te guste: el padrino”- leyó feliz y todos sonrieron encantados; abrió el paquete entusiasmada encontrándose con una bonita cajita de madera tallada muy finamente- ¡¡Mira mamita, me hizo el joyero que me prometió!!- exclamó eufórica provocando las risas de todos. Aquello dio pie a la entrega del resto de regalos que ella abría ilusionada y agradecía feliz con un beso en la mejilla, nada le importunaba o le disgustaba, a todo le ponía la misma alegría e ilusión; las tres hermanas observaban embobadas a aquella dulce criatura tan alegre y agradecida.
-¿Y tú qué morocho? ¿No me tenías un regalo sorpresa?- le preguntó con desparpajo a su hermano Jake
-Ahí lo tienes princesa, la esclavina de oro que querías-expresó confundido
-A mí no me vengas con esas, Jacob Sullivan; dijiste que me ibas a dar una sorpresa que me iba a encantar- repuso poniendo sus brazos en jarras y mirándolo con descaro a los ojos, todos rieron divertidos al verla tan dispuesta; también Jake rió atrapado
-Está bien mi morochita preciosa, allá vamos entonces...- expresó derrotado y se puso en pie mostrándole la mano a Ellie invitándola también a levantarse
-Jake... no- murmuró cobarde mirándolo sobrecogida, él le sonrió dulcemente y movió levemente los dedos de la mano que le mostraba remarcando su invitación a levantarse; ella soltó aire despacio y tomó la mano de Jake levantándose también al tiempo que sus mejillas enrojecían tremendamente provocando las risas enternecidas de todos que ya se imaginaban lo que se avecinaba
-Pues quiero anunciaros a todos que Ellie ha aceptado ser mi esposa y, en cuanto ella decida, le pondremos fecha al matrimonio- anunció sujetando cariñosamente por la cintura a Ellie
-¡¡Sí!! ¡¡Bien!!- clamó entusiasmada la pequeña Lucía levantando victoriosa sus brazos
 -¡¡Virgencita de Guadalupe!!- soltó emocionada su madre al tiempo mostrando una sonrisa feliz
-Que Dios nos asista- murmuró apagadamente Ben y su rostro se ensombreció
 -Esto es maravilloso mi chamaquito- repuso entusiasmada Lupe haciendo caso omiso a la exclamación de su esposo y abrazó cariñosa a ambos; acarició tierna la mejilla de su hijo- sabía que algo ocurría mi hijo, tus ojos vuelven a brillar ilusionados- él le sonrió dichoso- y mi niña…- le dijo a Ellie posando ahora su mano en su mejilla- házmelo muy feliz, mi niña linda; ya me ha sufrido bastante
-No se preocupe Lupita, lo quiero muchísimo- declaró saliéndole de los más profundo del corazón mirando a Jake con gran amor, él sonrió encantando besándola tierno en los labios y aquel fue el detonante para que todos empezaran a aplaudir dichosos por la buena nueva y se levantaron para felicitar a la feliz pareja.
 -¡¡Ja, dos bodas a la vista!! ¡¡A ver si espabilas chingón del carajo, que se te adelantan los enanos!!- exclamó guasona la pequeña Lucía dándole una inesperada colleja a su hermano Nico
 -¡¡Maldita sea, escuincla del demonio!!- protestó fastidiado echándose dolorido la mano a la nuca y todos rieron divertidos
-¡¡Es el mejor regalo que me podías haber dado hermanito!!- expuso eufórica saltando a los brazos de su hermano Jake besándolo entusiasmada por todo el rostro
-¿No te lo dije?- le comentó él feliz a Ellie que sonreía henchida de felicidad
-¿Cómo no nos dijiste nada?- le reprochó cariñosa Kathy mirando enternecida a su hermana Ellie
-Porque me lo acaba de proponer en el piso- respondió emocionada y, riéndose las tres radiante de felicidad, se dieron un abrazo colectivo.
La fiesta continúo y todos se divertían muchísimo. Era realmente una fiesta fantástica. Unos charlaban entretenidos mientras otros bailaban alegres, como hacían los padres de los muchachos mientras se hacían mimosas carantoñas y se miraban muy enamorados.
 -Vamos a bailar pichoncito- invitó resuelta Megan ya tomando la mano de Cris y arrastrándolo a la improvisada pista de baile
-Nosotros también vamos- expresó animado Nico tomando de la mano a Kathy llevándosela también de la mesa
-¿Quieres bailar?- propuso amoroso Jake a Ellie que movió desenfadada los hombros aunque sonrió gustosa y se fueron también a la pista de baile. Él la observaba embobado mientras bailaban, ella le sonreía dulcemente aun poniéndose más bonita si aquello era posible, sentía en todo su cuerpo y con todo su ser que amaba a aquella mujer hasta la desesperación. La oprimió aún más contra su cuerpo posando su mejilla en la de ella- Te quiero tanto Ellie, tanto mi vida- le susurró apasionado al oído, ella le sonrió feliz mirándolo enamorada y se besaron complacidos. El cuerpo de Ellie se amoldaba al suyo en busca de un contacto mayor; Jake sentía como su cuerpo se excitaba a su tierno pero apasionado contacto. Aquella mujer lo volvía loco y ya apenas podía controlarse, sentía que sus fuerzas se extinguían cada vez más pronto, pero su miedo a lastimarla y que volviera a reaccionar como aquella noche en el rancho era mayor y lo hizo reaccionar. Se retiró raudo evitando aquel sensual contacto que, aunque intentó ser disimulado, fue demasiado radical para que ella no darse cuenta y lo miró muy confundida, no lograba comprender que le ocurría. Él le sonrió dulcemente- Empieza a irse la gente, esto va de remate- expresó intentando parecer despreocupado pero ella seguía mirándolo extrañada y sobre todo dolida por su continuo desprecio
 -Sí, y nosotras también debemos irnos- resolvió tajante soltándose enérgica de entre sus brazos volviéndose hacia sus hermanas que bailaban cerca de ellos
-Pero Ellie ¿qué...?- exclamó atónito Jake observándola sin comprender aquella reacción suya -Vámonos ya Kat- expresó rotunda sin dejarlo acabar de hablar dirigiéndose hacia la mesa, ambas parejas los miraron desconcertados saltando sus intrigadas miradas entre Ellie que se dirigía a paso decidido hacia la mesa y Jake que se quedara inmóvil en medio de la pista también observándola incrédulo
-¿Qué ha pasado Jacob?- indagó extrañado Nico a su hermano que movió incomprensible los hombros
-Ellie cielo- expresó reaccionando y siguiéndola; ellos también lo siguieron- Ellie, vida mía ¿qué ocurre?- indagó al llegar junto a ella sujetándole suavemente el brazo para voltearla hacia él, ella lo miró muy serena a los ojos, aunque él pudo percibir un leve brillo de dolor que no comprendió y entrecerró sus ojos intrigado
 -Nada Jacob; solo que se ha hecho demasiado tarde, nada más- expuso con una serenidad que desconcertó a Jake
-¡¡Dios santo, Ellie tiene razón, es tardísimo y debemos irnos!!- exclamó Kathy al examinar su reloj de pulsera y darse cuenta que rondaba la una de la madrugada
 -Ahora no os podéis ir, es muy tarde y no vais a ir solas por eses caminos de Dios, no señor: os quedáis a dormir aquí- resolvió Lupita apareciendo tras ellos junto a su esposo, ya los invitados se habían ido
-Muchas gracias Lupe, pero no podemos quedarnos...- intentó denegar Ellie pero ella movió la mano negando
-No me repliques muchachita; hay dormitorios de sobra en la casa y no hay excusas que valgan; no podría dormir tranquila sabiéndoos solas por esa carretera tan solitaria que lleva a Val Paraíso- aclaró rotunda
-Por eso no hay problema mamita que nunca las dejaríamos ir solas- expuso radical Jake
 -Eso está claro- remarcó decidido Nico y ellas les sonrieron agradecidas- pero mi madre tiene razón, mejor es que os quedéis hasta mañana- aclaró sincero, las muchachas se miraron sin saber que decir
-Anda, no os lo penséis más y llamar a casa porque, cuando mi Lupe se empeña en algo, no se la contradice- expresó chistoso Ben provocando las risas de todos- tienes el teléfono en la sala chiquita- le indicó amable a Kathy y ella asintió agradecida con la cabeza
-Pero, no tenemos ni ropa para cambiarnos- expresó retraída Megan
-Eso no es problema, tengo un neceser con algunas cosillas de aseo en el coche con las que nos podemos arreglar- repuso inocente Kathy y Jake la miró pícaro provocando que se sonrojara tremendamente- por si hay alguna urgencia- resolvió presurosa y él rió socarrón
 -Claro, para una urgencia; quien lo duda- expresó burlón sonriendo socarrón, Kathy aún se enrojeció más- Es más, debería ser obligatorio: entre la rueda de repuesto y el gato del coche, llevar siempre un par de braguitas… para un apuro- añadió socarrón y ella se sonrojó abochornada escabulléndose precipitada dentro de la casa para evitar la risa burlona de Jake. Cuando regresó, todos estaban sentados a la mesa tomándose unas cervezas y charlando entretenidos
-¿Todo bien?- se interesó Nico cuando ella se sentó a su lado
-Sí, no hay problema- respondió amena dedicándole una amorosa sonrisa
-Perfecto- expresó complacida Lupe mientras se sentaba sobre las rodillas de su esposo y él la rodeó amoroso entre sus brazos al instante al tiempo que se besaban tiernos en los labios mirándose con tanto amor aún que asombraba; fue tan natural y espontáneo que se percibió perfectamente que era una cosa común en ellos y eso encandiló a las muchachas que nunca habían visto tanto amor en una pareja y menos en un matrimonio- Niñas... Si os pido un favor ¿os importaría hacérmelo?- expuso muy dócilmente Lupe mirando esperanzada a las tres hermanas
-No, por supuesto que no Lupe, díganos- respondió sincera y dispuesta Kathy
-¿Podríais traer a vuestra madre aquí? tengo tantas ganas de verla; la echo tanto de menos…- propuso más animada
-Uy, lo siento pero eso va a estar la mar de difícil, Lupe; es más fácil que vengamos a buscarla y que la llevemos a usted allá a verla- expuso resuelta Megan
-¡¿Yo allá, mi niña?! ¡¡Dios me libre, yo no vuelvo por ese rancho ni muerta!!- exclamó precipitada y muy rotunda abriendo de par en par aquellos grandes ojos negros como el carbón al tiempo que se persignaba como si le hubieran hablado de hacer trato con el diablo; los seis muchachos y la pequeña Lucía la miraron muy desconcertados.
-Bueno, si se llevaban tan bien y se querían como hermanas... a lo mejor mamá también la extraña tanto como Lupe a ella y se decide al fin a salir de entre aquellos muros- propuso esperanzada Ellie
-No sé yo, Ellie...- murmuró nada convencida Kathy; ahora era Ben y Lupe las que las observaban sin comprender nada
-Ellie tiene razón Kat y por intentarlo no perdemos nada; recuerda que también salió por propia voluntad cuando Ellie y el abuelo estuvieron ingresados- se animó optimista Megan pero Kathy seguía sin verlo claro- y aunque no es lo mismo, lo sé, es muy parecido Kat ya que no es bajar al pueblo sino venir aquí a la ciudad- siguió exponiendo cada vez más convencida, Ellie asintió con la cabeza remarcando la idea de su hermana mientras sus lindos ojos color miel brillaban cada vez más animados con la idea
-Puede ser la oportunidad que buscábamos para que al fin se decida a dejar ese encierro al que se somete voluntariamente Kat, la traeríamos directamente en el coche y no tendrá que cruzarse con nadie conocido- añadió ilusionada Ellie
-¡Por la Virgencita de Guadalupe chiquillas; queréis hablar claro y decirme qué le pasa a mi niña Helena! ¡¿Por qué está encerrada en el rancho?! ¡¿Acaso está enferma o algo así?- exclamó sobrecogida Lupe mirándolas impaciente y sin entender nada
 -No Lupe, le prometo que mamá está bien; pero es que lleva años sin traspasar los muros del rancho, no sale nunca desde hace 25 años a no ser por motivos extraordinarios- comentó cariñosa Ellie
-¡¡Jesús ¿y eso por qué?!!- exclamó atónita
-Desde que nuestro padre sufrió aquel afortunado accidente; las burlas y comentarios soeces culpándola de lo que sucedió la hirieron terriblemente y no volvió a salir del rancho- expuso desenfadada Megan impresionando a Lupe y Ben que abrieron atónitos los ojos al escucharla
-¡¡Por la virgencita de la Caridad niña ¿cómo puedes decir eso?!!- exclamó asombrada por sus palabras Lupe
 -¡Oh Dios Megan, controla tu lengua por Dios bendito!- le llamó la atención Kathy abochornada por la verborrea incontrolada de su hermana aunque en el fondo pensaba igual
-¿¿Por qué??¿¿Acaso he dicho algo que sea mentira, Kat?? ¡¡Vamos hombre, si todos estamos de acuerdo en que fue un verdadero alivio aquel accidente; es más, el abuelo le debió disparar a aquel maldito hombre mucho antes!!- exclamó con resolución provocando las risas divertidas de los muchachos
-¡¡Meg!!- clamó sobrecogida Ellie mirando atónita a su hermana que movió desinteresada los hombros
-¡¡Oh, por Dios santo Elizabeth, deja de intentar esconder las cosas bajo la alfombra que así te va!! ¡¡Haz frente de una vez a las verdades caramba, el abuelo mató a un ser desgraciado que maltrataba a mamá y nos despreciaba a nosotras y punto, no hay más vueltas que darle!!- le recriminó con decisión, sus hermanas bajaron la cabeza avergonzadas
-¡¡Por la Virgen de Guadalupe!!- exclamó sobrecogida Lupe cubriéndose la boca con las manos impresionada por lo que acababa de oír
-¡¿El viejo roñoso mató a vuestro padre?!- expresó pasmado Ben al mismo tiempo mirando asombrado a las muchachas; Kathy y Ellie bajaron abochornadas la cabeza mientras que Megan abrió aquellos maravillosos ojos grises mirando amedrentada a la pareja cayendo en la cuenta de que había hablado de más

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