sábado, 16 de enero de 2016


        -Entonces ¿Qué decides mi niña?- preguntó impaciente el viejo
-Por ahora nada tampoco papá; lo hablaremos despacio y luego decidiremos, porque si Josh va a estar incómodo o a disgusto, por supuesto que no nos quedaremos- respondió con sinceridad y serena, Josh le sonrió dichoso y la besó enternecido la mejilla
-Yo con estar a tu lado ya soy feliz estrellita, sea donde sea- aclaró amoroso y ella sonrió amorosa
-¿Nos... quedamos entonces mi bien?- expresó retraída pero en aquellos ojitos tan hermosos que a Josh lo tenían enamorado se podía ver su gran ilusión por aquella idea
-Sí mi sol, si tú así lo quieres, nos quedamos- resolvió calmado y ella le sonrió feliz abrazándose entusiasmada a su cuello; los ojos de Josh se encontraron con Lupe que le sonrió dichosa y Ben asentía complacido con la cabeza
-Entonces muchacho…- habló el anciano emocionado mirándolo amable- ¿me permites quedarme a vivir en vuestra casa o debo ordenar hacer mis maletas?
 -No sea ahora usted el estúpido- repuso indulgente y todos rieron amenos- pero tendrá que haber cambios si quiere que vivamos juntos, muchos cambios- aclaró rotundo
 -¿Cómo cuales hijo?
-Primero y antes de nada: Deje de llamarme hijo, no soy su hijo ni nunca lo seré; que vayamos a convivir no significa que me haya olvidado de nada y le tengo bastante rencor guardado aunque intentaré comportarme, las cartas boca arriba desde el primer día- aclaró contundente
-Así me gusta, claro y directo
-Yo siempre, téngalo presente- remarcó decidido y sincero- y la vida de Leni y las de mis hijas no las maneja nadie más que ellas mismas, no permitiré ni un solo comentario de sus relaciones, amigos o de lo que decidan hacer
-Estoy totalmente de acuerdo; esa lección la aprendí hace muchos años- expuso conforme el anciano aunque mirándolo con gran pesadumbre en la mirada
-Y como yo haré un esfuerzo enorme por convivir con usted, usted hará otro: no quiero oír ni un solo comentario de su maldito dinero o de su estúpido prestigio… Porque usted está muy equivocado, me confundió hace años con su palabrería barata pero ahora lo sé a ciencia cierta: el dinero no da ese prestigio con el que se llena tanto la boca... ni siquiera la felicidad- se miraron a los ojos fijamente, Josh volvía a recordar, sus ojos se habían vuelto a endurecer- su adorado prestigio se gana siendo una persona decente y, sobretodo, con estas ¿las ve?- le mostró sus manos abiertas- y yo lo conseguí, llegué lejos solo trabajando duro y sin insultar ni pisotear a nadie ¿y la felicidad? Esa solo te la da los seres queridos a tu lado, aunque no tengas más que un mendrugo de pan para repartir... yo pude conseguir algo de esa felicidad no gracias a usted, sino a Lupita y su familia que siempre estuvieron a mi lado apoyándome y queriéndome, ellos son mi familia…- sus ojos aún se endurecieron más mirando al anciano- porque ella es una mujer increíble, es la mujer más buena del mundo y su corazón no le cabe en el pecho y usted debería besarle los pies después de todo lo que la insultó
 -Por Diosito santo Josh, calla- imploró nerviosa Lupe sin poder contener las lágrimas
-Lo sé, aún me deslumbra que me haya perdonado- habló afligido el anciano llenándosele los ojos de lágrimas
 -A mí lo que me asombra es que sea usted tan sinvergüenza y tenga aún el valor de mirarla a la cara después de toda aquella basura que su asquerosa boca derramó sobre ella- su voz era pura ira pero sus ojos estaban afligidos; lo que recordaba era demasiado doloroso- no logro comprender como puede dormir tranquilo después de destruirle la vida a su hija como lo ha hecho y querer hacerlo con la pobre y buena de Lupe que nada tenía que ver con lo que sucedía entre usted y yo
 -Por ese amor que dices me tienes Josh, calla por mi virgencita- imploró angustiada Lupe pero él no la escuchaba
-Dio con Ben, que es un hombre completo de los pies a la cabeza y creyó sobre todo en la palabra de la mujer que amaba y prefirió pasar de sus barbaridades y las babosas palabras que escupió sobre Lupita, porque si da conmigo señor Connors… se las hago tragar una a una- rechinó entre dientes y sus ojos soltaban chispas de ira al tiempo que las lágrimas corrían por sus mejillas
-Virgen santa- murmuró angustiada Ellie al escuchar todo aquello ¿cuántas barbaridades más había hecho y dicho su abuelo? ¿Quién era aquel hombre que ella no reconocía como su abuelo?
-¡¿Qué cojones tuvo que decir este viejo sobre mi madre?!- exclamó furioso Jake enderezándose con todo su cuerpo en tensión igual que su hermano Cris, ambos miraban al anciano con terrible furia. Lupe hundió su rostro en el pecho de su esposo que la abrazó amoroso
-¡¡Ya basta hermano, contente!!- tronó rotundo Ben haciendo reaccionar al fin a Josh que lo miró aturdido a los ojos- ya está bien ¿no crees? eso es pasado hermano, déjalo por la paz y por nuestra amistad te lo pido: olvídalo como yo lo olvidé ya- expresó comedido pero con voz rotunda
-Eres demasiado bueno Ben, pero yo no y todas las noches antes de que el sueño me venza, revivo aquella tarde palabra por palabra, y mi odio es demasiado grande- declaró angustiado
-Sé que no tengo derecho a pedirte que me perdones y olvides Joseph, yo también revivo cada noche aquel fatídico día en que casi destruyo la vida de ellos como destruí la vuestra pero… ¿No crees que ya pagué con creces todo aquello viendo sufrir a mi hija todos estos años como lo hice?- habló amargadamente el anciano
-¡¡No, no lo suficiente a lo que ella y yo hemos sufrido por su culpa maldito viejo engreído que ni en el infierno lo quieren porque sigue vivo!!- clamó rotundo mirándolo ciego de odio y rabia
 -Por favor Josh, por favor- le suplicó Helena entre lágrimas acongojadas tomándolo del brazo angustiada, él la miró desorientado pero con tanto dolor en la mirada que la conmovió
 -¿No le iréis a pegar al abuelito, verdad?- expresó llena de pánico la pequeña Lucía mirando angustiada a sus dos hermanos y a su padrino; pero pronunció con tanta ternura y amor aquel “abuelito” que conmovió tremendamente a todos haciendo reaccionar a Josh que estremecido la miró asombrado descubriendo la escena que había organizado: Cris de pie detrás de él, sujeto por la cintura por una asombrada Megan, estaba cargado de furia y cerraba implacable sus puños conteniéndose; Jake, también derecho y completamente enfurecido, miraba al anciano con fiereza mientras una acongojada Ellie lloraba sobre su pecho y la pequeña Lucia aferrada a la cintura de su hermano Jake que la protegía con su brazo, lo miraba con ojitos aterrados
-¡Dios, qué he hecho!- murmuró cerrando avergonzado los ojos al ver aquella escena dejándose caer vencido en su silla y se echó impotente las manos a la cabeza- Te dije que no era buena idea que yo regresara aquí amor, te lo dije- murmuró desolado no pudiendo contener las lágrimas; Helena lo cobijó amorosa contra su pecho y le besó compasiva la cabeza
 -¡Que va mi princesita, nadie va a pegar a nadie cielo mío!- reaccionó amoroso Jake arrodillándose delante de su hermana mientras le sonreía dulcemente al tiempo que le acariciaba sus mejillas
-Pues lo parecía Jacob- expuso aún muy asustada
-¿Cómo se te ocurre muñequita? Tus hermanos son brutos pero no le pegan a los abuelitos mi reinita ¿cuándo nos has visto faltarle el respeto a nuestros mayores mi niña?- indicó animoso Cris también acuclillándose frente a ella besándole tierno la mano mostrándole una sonrisa amena, ella les correspondió más serena. Josh tomó aire profundamente y miró sumamente arrepentido a la pequeña
-Ven aquí mi algodón de azúcar- la llamó con gran arrepentimiento Josh extendiendo sus brazos hacia ella que corrió al instante hacía ellos abrazándose fuertemente a su cuello; él la oprimió contra su cuerpo al tiempo que la sentaba en sus rodillas- No mi niña, eso nunca mi ángel; nunca- expuso rotundo mientras le acariciaba enternecido el pelo cobijándola cariñoso contra su pecho- perdóname mi algodón de azúcar, perdóname por favor, tu padrino es un rematado imbécil pero nunca le levantaría la mano al abuelito mi niña linda
-El abuelito pudo haber dicho muchas cosas que te hicieron daño padrino... y a papi y a mami, y hasta a la tía Helena… pero tú también a veces dices cosas que mamita te regaña y después pides perdón y mamita y papito te perdonan… ¡y no digamos Jake cuando se le calienta la boca!- añadió chistosa provocando una tierna sonrisa en todos- pero él está arrepentido padrinito, el abuelo Williams es muy bueno conmigo y con todos nosotros, nos quiere mucho y te pidió perdón muchas veces ¿por qué tú no quieres perdonarlo?- expuso ella llena de ternura y todos sonrieron conmovidos
-Mi princesita linda, tienes un corazón como el de tu madre mi chiquita- repuso Josh abrazándola fuertemente contra él mientras la besaba con pasión en el pelo y sus ojos se encontraron con una Lupe abatida contra el pecho de Ben que lloraba sin consuelo
-¡¡Perdóname Lupita, por tu Diosito santo, perdóname!! Lo siento… ¡¡ sabía que esto iba a ocurrir!! ¡Lo sabía!!- bramó acongojado y miró el rostro decaído y realmente avergonzado del pobre anciano que lo hizo sentirse totalmente desarmado, aquel hombre ya no era el orgulloso y altanero señor Williams que él recordaba, era un anciano hundido en el gran dolor que sus acciones habían provocado y aún le remordía demasiado la conciencia como para haberse vengado así de él; se levantó frenético de su silla- no puedo seguir aquí… Leni, recoge pronto tus cosas, te espero en el coche- repuso humillado y huyó de allí sin que nadie se lo impidiera. Todos se quedaron muy callados, todos se sentían incapaces de mirarse, ni de pronunciar palabra. Helena se levantó muy despacio
-Será mejor ir a recoger mis cosas- expuso muy pausadamente
-Te ayudamos mami- anunció servicial Megan, su madre les sonrió agradecida y las tres se dirigieron a la casa
-Lo siento… Lo siento mucho… no podéis ni imaginar cuanto me llevo lamentado por todo aquello- se empezó a disculpar el anciano abatido y lleno de dolor
-No se inquiete más Williams, por nosotros está más que olvidado- respondió sereno y amistoso Ben, el anciano levantó la cabeza mirándolo y se encontró que tanto él como Lupita lo miraban tiernos sonriendo cariñosos
-Gracias muchachos, muchas gracias- musitó entre lágrimas de nuevo, tomó aire profundamente- lo más difícil será que Joseph me perdone…
-Eso sí va a ser más difícil Williams, le tiene guardado demasiado rencor- repuso desolado Ben
 -¡Y no es para menos!- reprochó tajante Jake, el anciano lo miró apesadumbrado
 -¡Jacob!- le regañó su madre pero él apretó fuertemente sus mandíbulas
 -Lo siento mamita linda, pero si alguien me prohíbe y me aleja de mi Ellie solo por testarudez y egoísmo, no lo perdono, y menos si me insulta y me degrada de esa manera- repuso sincero
-¡¡Jacob Sullivan, pide ahora mismo disculpas!!- volvió a reclamarle su madre ahora más irritada
-Tiene toda la razón el muchacho Lupita, toda- expuso el anciano serenamente- me porté muy mal con todos pero con él… ¡¡fui despreciable!!- expuso avergonzado. Miró esperanzado a Jake- Dime hijo, tú que pareces el más sincero y sensato… ¿me perdonará algún día? ¿Qué debo hacer para conseguirlo?- interrogó ansioso
-Dejarlo en paz- respondió rotundo, Williams lo miró intrigado- Sí, déjelo; ahora con Helena y sus hijas a su lado se irá calmando y olvidará rápidamente… mi padrino es un buen hombre abuelo, un gran hombre con un corazón enorme, y pronto estará todo olvidado, pero debe dejarlo solo para que se serene y recapacite… Si lo fuerza será mucho peor- expuso amistoso, el anciano le sonrió agradecido
-Te pareces a él muchacho: buen corazón pero defiendes a los tuyos con fiereza- expuso orgulloso del muchacho
-No me insulte más señor Williams- bromeó chistosa Lupe aunque aquel comentario perturbó al anciano
-¡¡No por Dios mi Lupita!! Perdona, no quise decirlo en ese sentido- se abochornó inquieto mirándola muy nervioso, todos rieron divertidos
-Tranquilo abuelo, nuestra mamita bromeaba- resolvió entretenido Cris palmeándole suavemente el hombro del anciano que respiró más relajado
-¡Jesús, que susto! Pensé que metía la pata otra vez- repuso soltando un potente suspiro y volvieron a reírse amenos
 Mientras, Helena preparaba su maleta en doloroso silencio; las muchachas se miraban apesadumbradas sin saber qué hacer para ayudarla a superar ese dolor que sentía
-Mamaita, no te preocupes; se le pasará ahora que se desahogó y sacó fuera todo ese odio que lleva cultivando todos estos años dentro- habló tierna Ellie, su madre la miró y sonrió dulcemente
-Es orgulloso como tu abuelo cielo, no olvidará y nunca lo perdonará… pero lo que más me duele es que no toda la culpa fue de vuestro abuelo, yo tuve tanta culpa o más que él por no irme aquella tarde con ellos como vuestro padre me propuso… vuestro abuelo ya sufrió y pagó con creces todo lo que hizo, pero Josh no lo sabe… Y lo culpa de cosas que yo solita fui la que seguí cometiendo, error tras error en las que vuestro abuelo no tuvo nada que ver pero él tampoco lo sabe…
-Pues cuéntaselo mamita- expuso animada Megan, la mujer miró enternecida a su hija
-Claro mamaita, Megan tiene razón, debes contárselo todo; aclararle bien las cosas para aplacar ese gran odio que siente y lo hace sufrir tanto- la animó Ellie, ella les sonrió cariñosa
-Sois unos ángeles mis niñas, sois el regalo más grande que vuestro padre pudo darme nunca- expuso llena de orgullo abrazándolas amorosa, ellas también se abrazaron a ella con gran pasión
-Y ahora, acabemos de una vez o se cansará de esperar el pobre- repuso cariñosa Ellie besando a su madre en la mejilla que le sonrió tierna
-No que va, papá no se cansará nunca de esperarla… ¡¡cuando no lo hizo ya no lo hará!! ¡¡Madre mía, treinta años; eso sí que es tener paciencia y quererte mamaita!!- repuso resuelta Megan y las tres rieron amenas. Helena besó apasionada a sus dos niñas hermosas y continuaron haciendo la maleta con la nueva ropa más entusiasmadas
 -Aún no nos enseñaste su fotografía de joven ¿dónde la tienes?- le recordó interesada Megan, Helena sonrió cariñosa
-Aquí, con todos sus recuerdos- repuso Helena sonriéndose con sus niñas dirigiéndose a su mesilla y recogiendo un joyero de madera tallada del primer cajón, se sentaron al borde de la cama con Helena en medio que la abrió mostrando en su interior la fotografías de un Joseph joven y atractivo vestido de marinero
-¡Qué guapo era mami!- indicó Ellie recogiéndola para examinarla mejor
-Pero tiene razón nana, con la edad aún está más atractivo- resolvió sincera Megan, Helena sonrió complacida- ¿y esto que es?- indagó recogiendo un anillo de dentro de la cajita
-El anillo que me regaló hace treinta años cuando me pidió matrimonio la primera vez- expuso enternecida
-Es muy bonito mamaita- indicó Ellie observándolo
-Pero muy poquita cosa ¿no?- remarcó desilusionada Megan
-Pues para mí tiene aún más valor que este otro ya que al pobre le costó mucho comprarlo, de aquella apenas era un recluta y tenían muy poco sueldo- expuso conmovida y se sonrieron enternecidas
-Póntelo mami- le indicó resuelta Ellie, ella la miró confundida- a él le encantará vértelo llevar puesto, ya lo verás- la animó y Helena se lo insertó en su dedo de la mano izquierda; las tres rieron alegres
-¡Y ahora sí vámonos ya!- reclamó motivada Helena y las tres salieron hacia la pérgola, Ellie llevaba la maleta de su madre mientras que Megan el neceser a juego, Jake corrió amable a recogerlas
 -Me voy ya papá…- expuso melancólica Helena mirándolo apesadumbrada, pero su padre le sonrió dichoso
-Que tengáis un buen viaje mi niña porque que vas a ser feliz lo sé de sobra; sé qué ese buen hombre hará todo lo inimaginable para conseguirlo- repuso entusiasmado abrazando a su hija con ternura, Helena sonrió más tranquila
-Gracias papá- repuso amena
-No, gracias a él que te devolvió la alegría al fin mi hermosa princesa- contestó feliz y todos sonrieron complacidos. Nana le sonrió dichosa y la besó con ternura abrazándola con pasión
-Pásalo divino mi niña, te lo mereces… ¡ambos os lo merecéis al fin!- repuso amorosa y Helena le sonrió dichosa
 -Nosotros te acompañamos hasta el coche, debo darle un buen tirón de orejas a ese mentecato deslenguado- indicó resuelta Lupe y todos rieron divertidos dirigiéndose hacia el aparcamiento donde los esperaba Josh fumando intranquilo. Así los vio aproximarse, tiró el cigarrillo mirando agobiado a Lupe
-Perdóname mi Lupita hermosa- expresó afligido pero, sin esperárselo, le cayó tremenda colleja en la nuca de parte de Lupe que resonó estrepitosamente dejándolos a todos atónitos
-¡¡La Virgen!!- clamó pasmado Jake
-¡¡Lupe!!- exclamó sobrecogida Helena al mismo tiempo mirando a su buena amiga sin poder creerse lo que acababa de suceder
-¡Qué perdóname ni perdóname! ¡¿Acaso creías que te ibas a ir de rositas?!- increpó rotunda pero mirando tan cariñosa a Josh que él sonrió divertido- Cabeza de alcornoque, deslenguado sin sentido; ya puedes empezar a cambiar y sujetar esa lengua porque de estas me quedan un montón y un día puedes llevártelas tú toditas, te aviso- amenazó decidida
-Si me las merezco como hoy, bienvenidas sean mi Lupita linda- repuso él despreocupado abrazándola con tremenda ternura; todos rieron amenos- Bueno ¿nos vamos estrellita?- aclaró más decidido, Jake metió las maletas en el maletero del coche mientras todos se abrazaban despidiéndose- regresaremos pronto y estar preparados porque de inmediato será la boda- anunció decidido, todos festejaron la noticia
 -¡¡Guay otra boda!! ¡¡Genial!!- explosionó entusiasmada Lucia
-¡Ey no te ilusiones mi algodón de azúcar que esta no va a ser una gran celebración; será algo rápido y sencillo: al juez de paz y listo, no quiero esperar a preparativos ni historias!- la frenó Josh
-Padrino- protestó poniendo morritos mimosos, él la imitó burlón y ella rió divertida
-Tío Josh- dijo cariñoso Jake posando sus manos en sus hombros- vosotros iros a Washington y pasarlo en grande, nosotros nos ocuparemos de todo y cuando regreses, todo estará listo y preparado para el gran día… tú solo suelta la tarjeta mi cuate, y no te preocupes de nada más- bromeó finalmente
 -Ya me estoy empezando a preocupar y aún no la solté- comentó chistoso y todos rieron divertidos. Josh miró enamorado a Helena- ¿Tú qué dices mi sol?- ella movió desinteresada los hombros- yo propuse marcharnos a Reno y te negaste, ahora decide
-A mí, la verdad, es que sí me gustaría tener una boda perfecta contigo mi vida, la soñé tanto… aunque sea sin invitados; solo nuestra familia aquí presente, pero una boda como Dios manda- expresó emocionada y se sonrieron dichosos
 -No hay más que hablar entonces- resolvió decidido sacandosu cartera del bolsillo trasero de su pantalón y todos rieron complacidos, Lucia se abrazó de nuevo a él entusiasmada-Tomar la tarjeta, comprar todo lo que necesitéis, no reparar en gastos; si mi estrellita quiere una boda perfecta, tendrá la más perfecta del mundo- declaró rotundo besando a Helena en la sien mientras le entregaba la tarjeta a Jake, todos sonrieron alegres- eh, Jake... ahí también incluís los gastos vuestros y los de tus padres; acaban de gastar en la boda de Nico y no es plan de volverlos a apechugar con gastos- le susurró a Jake
-No te preocupes de nada tío Josh, así lo haremos- respondió obediente. Se despidieron nuevamente y entraron en el coche.
Josh observaba a Helena a su lado que no apartaba la vista de ellos mientras alcanzaban la verja de salida, de pronto, su rostro se iluminó de felicidad y la vio sonreír aún más dichosa sacudiendo su mano frenética. Examinó por el espejo retrovisor descubriendo a Williams despidiéndose lleno de felicidad de su hija. Era su padre y le quería, contra eso no podría luchar nunca. Sonrió enternecido y continuaron viaje. Él tomó su mano y se la besó amoroso descubriendo el anillo en su dedo
-¡¿Y esto?!- repuso asombrado mirándola atónito, Helena sonrió complacida
-¿Lo recuerdas?
-¡Cómo no mi ángel! ¡¡Me costó comer solo rancho del cuartel durante más de un mes!!- repuso divertido y ambos rieron amenos
-Por eso es el más hermoso e importante para mí- repuso con emoción, él sonrió tierno y la besó dulcemente en los labios
Aquella misma noche, a eso de la una de la madrugada, ya estaban en el aeropuerto esperando el embarque de su vuelo. Helena estaba atacada de los nervios porque solo había volado una vez y él intentaba tranquilizarla entre sus brazos besándola amoroso. Anunciaron al fin su avión y se dirigieron a la extensa fila que ya se había formado ante la mesa de entrega de billetes; al fin les llegó el turno y se dirigieron al túnel de embarque
-¡¡Mami, mamaita!!- escucharon a las muchachas, se volvieron desconcertados y los vieron acercarse a correr, con Megan y Ellie venía Jake
-¡Mis niñas!- exclamó emocionada Helena abrazándose a ellas a través del cordón de separación
-¿Qué hacéis aquí? ¡¡Si es demasiado tarde!!- le preguntó él a Jake abrazándolo también, él movió los hombros despreocupado
-¡¡Mujeres tío Josh!! Cualquiera las aguantaba si no venían a despedirse- expresó desenfadado y Josh rió divertido
 -¡Creí que no llegábamos mamá!- repuso sofocada Ellie sin separarse del abrazo de su madre
-¡Ay mis niñas! ¡Como os voy a echar de menos!- exclamó llorosa Helena sin poder dejar de abrazarse de sus hijas. Anunciaron nuevamente el vuelo
 -Vamos Leni, es el último aviso cielo- avisó cariñoso mientras se despedía de nuevo con Jake, pero ella no se separaba de sus niñas- ¡Leni, vamos!- instó pero ella lo miró pesarosa a los ojos y él entendió al instante- ¡Ah no, de eso nada; tú te vienes conmigo te pongas como te pongas!- aclaró rotundo elevándola entre sus brazos y llevándosela al túnel mientras ellos reían divertidos observándolos
-¡Os lo dije! Sabía que tarde o temprano la tomaría en brazos y se la llevaría a alguna parte- dijo satisfecha Megan y volvieron a reírse entretenidos
 -¡Cuídamelas Jake, cuídamelas mucho!- gritaba llorosa desapareciendo por el túnel de embarque
 -Y yo os dije que era muy mala idea venir- aclaró vanidoso Jake
Llegaron a la habitación del hotel y, mientras Josh despedía al botones, Helena se quitó los zapatos deleitándose con la hermosa vista del monumento a Washington iluminado en la noche desde el enorme ventanal que ocupaba toda la pared frontal.
-¡Dios, estoy reventado!-expuso cansadamente Josh dejándose caer rendido boca arriba sobre la enorme cama
 -Esto es precioso mi vida- dijo emocionada dándose la vuelta para verlo, él le sonrió cariñoso colocando sus brazos cruzados bajo su cabeza- Voy a llamar a las niñas para avisarlas que llegamos
-Ven aquí- repuso amoroso golpeando suavemente el colchón a su lado, ella obedeció y se arrodilló a su lado acariciándole dulcemente la mejilla- aún no ha amanecido cielito, seguro que estarán durmiendo
-¡Ah, claro!- expuso cohibida, él volvió a sonreírle tierno cerrando los ojos- Se te ve realmente cansado cielo ¿tanto te agota viajar en avión?- le murmuró melosa, él la atrapó entre sus brazos y la recostó a su lado besándola amoroso en los labios
-No me acostumbro a volar amor mío, los aviones me ponen muy nervioso y acabo exhausto y de muy mal humor; prefiero mil veces ir por mar aunque sea en una balsa a remos- expresó disgustado y ella rió divertida- déjame dormir solo un par de horitas y me levantaré nuevo…- añadió con la voz ya apagada y cerrando los ojos; ella se recostó sobre su pecho. Al poco rato su respiración era profunda y roncaba levemente; ella sonrió tierna y lo besó dulcemente en los labios antes de quedarse dormida también.
Cuando Helena despertó, él aún dormía; examinó su reloj: faltaba más de un cuarto de hora para las diez.
-Josh…- le murmuró melosa besándolo tierna en los labios, él murmuró algo que no comprendió- ¿A qué hora debes presentarte en el Ministerio?
 -A las once- murmuró sin despertarse, ella sonrió deleitada
-Entonces hay tiempo- expuso pícara desabrochándole la camisa mientras iba besando ardientemente su pecho desnudo así quedaba descubierto, él murmuró de nuevo algo que tampoco entendió aunque pareció gustoso y continuó. Ya llegada a su pantalón vaquero, se lo desabrochó despacio sin dejar de besarle el vientre duro y musculoso; él sonrió complacido
-¿Qué haces mi gatita revoltosa?- murmuró pícaro sin abrir los ojos
-Despertarte mi rey- contestó melosa dejando al descubierto su miembro y jugueteó con él entre sus manos mientras Josh seguía sonriendo gustoso
-Esto sí es saber despertar a uno y no la sirena del buque- bromeó encantado y se sonrieron alegres; pronto estaba endurecido, se lo introdujo en la boca y él gimió complacido, jugó con su lengua en el hábilmente al tiempo que sus gemidos iban en aumento- ¡Oh gatita, mi gatita!- murmuró apresurado entre gemidos al tiempo que sujetaba su cabeza apresurándola en su jugueteó de introducírselo y sacárselo de su ardiente boca; ella se deshizo de sus pantalones rápida y subió sobre él rauda quedando insertada al instante- ¡Dios gatita!- chilló impresionado al tiempo que ella soltaba un complacido gemido; se enderezó raudo quedando sentado sobre la cama; le abrió exasperado la camisa aunque se quedó observando desconcertado el hermoso y provocativo sujetador malva que llevaba puesto- ¿Y esto? no es tu estilo- indagó mirándola gustoso
-Me lo regalaron las niñas ¿Te gusta?- le pregunto inquieta, él sonrió dichoso
-Todo lo que veo me está gustando y mucho... demasiado- aclaró excitado y atrapó ansioso sus pechos con su boca con los que enredó hábil y enérgico al tiempo que ella se movía desquiciada y virtuosa en busca del placer que ya reventaba por explosionar dentro de sus entrañas. Josh, también ya al borde de la gozosa locura a la que ella lo llevó con su ambiciosa cabalgadura, la tomó por las caderas y la guiaba frenético buscando ese gran final que ambos alcanzaron violentamente entre sacudidas de pleno goce y gemidos escandalosos que les salían de lo más profundo de sus entrañas, aferrándose el uno al otro con auténtica pasión- ¡Dios mío, mi gatita ¿me despertarás siempre así?!- le murmuró apasionado al oído oprimiéndola fuertemente contra él; ella rió dichosa y lo miró a los ojos melosa
-Puede, si te portas bien…- repuso juguetona y se rieron felices besándose complacidos; entregándose todo con sus bocas llenas de pasión- Hay que levantarse mi rey o llegaremos tarde- murmuró melosa jugueteando con sus labios en los de él que examinó por encima del hombro de Helena su reloj, resopló fastidiado y riéndose alegres, se levantaron aunque sin muchas ganas.

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