jueves, 7 de enero de 2016


     Jake, con una facilidad asombrosa, la recogió tierno entre sus brazos y se la llevó a la cama sin dejar de devorarse avariciosos de más. Suavemente la dejó sobre la cama y bajó sensual sus labios por su cuello recorriendo muy despacio su escote hasta alcanzar aquellos pechos tan tentadores y maravillosos que atrapó ardiente con su boca; pero percibió en sus manos y en sus labios aquel leve temblor del cuerpo de Ellie y se detuvo al instante mirándola amedrentado a los ojos
-¿Tienes miedo mi chiquita?- indagó inquieto y ella negó rotunda con la cabeza
-No, en absoluto, ninguno; solo son nervios porque no sé qué hacer y quiero que todo salga bien, Jake; quiero entregarme a ti y que tú sientas cuanto te amo- expresó con decisión mientras lo miraba llena de deseo en los ojos, él sonrió enternecido
-No te preocupes mi ángel, tú solo déjate llevar sin pensar en nada cielo mío y verás cómo todo sale de ti naturalmente- dijo meloso y atrapó de nuevo aquella deliciosa boca que no se saciaba de saborear; ella le hizo caso y se dejó llevar por su instinto, se abandonó a sus caricias tan excitantes y ardientes que la encendían presurosamente. Sus labios recorriéndole su cuerpo le quemaban la piel allí donde se posaban y su cuerpo reaccionaba instintivamente reclamando ambicioso más a cada roce de su lengua y sus manos. Estaba tan excitada y fuera de sí que todo había desaparecido a su alrededor y solo existían ellos dos y aquel intenso fuego en sus entrañas que parecía iba a consumirla en cualquier instante. Jake hundió su boca en el sexo de Ellie y se centró en excitarla al máximo, quería llevarla hasta los límites del más inmenso placer antes de penetrarla. Ellie gemía ya embriagada y su cuerpo se arqueaba exigente y anhelante mostrando que el momento había llegado. Fue subiendo sin dejar de dedicarle delicados roces provocadores con su boca por su cuerpo hasta alcanzar su boca y se entregaron en un beso cargado de avaricia mientras sus manos recorrían despacio los brazos de Ellie hasta alcanzar sus manos y sus dedos se entrelazaron amorosos al instante; él la miró a los ojos- Te amo Ellie, te amo más que a mi propia vida chiquita- expresó con pasión mientras se introdujo en ella muy despacio; Ellie respondió como esperaba, su rostro se iluminó de placer mientras un gemido de auténtica complacencia salía de su garganta al sentirlo por fin dentro de ella. Apenas a un par de suaves embistes, ella ya movía hábil su cuerpo acompasándolo perfectamente a sus atacadas en busca de su total placer y Jake profundizó y apuró un poco más sus embestidas hasta que pronto sintió lleno de deleite como el cuerpo de ella se estremecía bajo el suyo debido al intenso orgasmo que le recorría por dentro
 -Dios mío Jake, esto ha sido... ha sido...- exclamó deleitada sin poder encontrar las palabras para describir tal magnificencia mientras de su garganta se escapaba un profundo suspiro de total complacencia venido desde lo más profundo de sus entrañas y sus dedos se aferraban con furor a los suyos, él sonrió satisfecho
-Chisss, mi chiquita; esto apenas ha comenzado- le murmuró meloso al oído mientras pasaba sus manos por debajo de su cuerpo y de un rápido y ágil movimiento se enderezó llevándosela con él y, sin perder ni un milímetro de aquel maravilloso ensamblaje que los mantenía total y profundamente unidos, se quedó de rodillas sobre la cama y ella sentada sobre sus piernas; Ellie le rodeó amorosa con sus brazos su cuello y, mirándose con gran pasión y un amor infinito mientras se sonreían pletóricos de felicidad, se besaron ardientes. Jake la sujetó suave pero firme por las caderas y empezó a llevarla sobre su pene continuando con aquel maravilloso y rítmico baile en busca de más placer.
La concesión fue melodiosa, tierna pero llena de una pasión increíble; sin ni en un solo instante apartar sus miradas para no perder nada de aquella maravillosa entrega que ambos se otorgaban, deleitándose en observarse gozar mutuamente, llegaron a un encumbramiento majestuoso que los dejó gustosamente impresionados y con la seguridad de que, más placer del que los invadió, no era ya posible alcanzar. Sin aún creerse del todo que hubiera sucedido al fin lo que tanto habían estado deseado, se miraban hechizados el uno por el otro mientras se sonreían felices y complacidos
-¿Qué? ¿No estuvo tan mal para ser la primera vez, no?- bromeó Jake mirando deleitado aquel precioso rostro sonrojado y sudoroso cuyos ojos chispeaban embriagados; era una visión extraordinaria que no quería ni podía dejar de observar
-¿Mal?- repuso abriendo aquellos preciosos ojos color de miel mirándolo extasiada- ¡Fue maravilloso mi amor!- soltó enardecida abrazándose arrebatada a su cuello provocándole una divertida y muy satisfactoria carcajada. Riéndose felices, Jake se dejó caer sobre la cama de espaldas llevándosela con él y ella se acomodó gustosa sobre su cuerpo. Se volvieron a mirar con un amor infinito a los ojos y se besaron deleitados saboreando los restos de aquel maravilloso placer que sus bocas aún retenía.
Mientras en el dormitorio de Nico, Kathy descansaba gustosamente agotada de la adorable y extasiante sesión de placer que también ellos habían consumado apasionados. Pero llevaba un buen rato muy callada y quieta y Nico la miró de soslayo encontrándosela abstraída y con el rostro muy serio
-¿Te encuentras bien cielo?- preguntó inquieto, ella levantó la vista y le sonrió dulcemente
-Sí, estupendamente ¿por qué?
-Entonces ¿en qué piensas tan ensimismada mi amor?- indagó curioso besándola dulcemente en la frente, ella volvió a callar mirándolo intensamente a los ojos- ¿qué pasa Kat?- instó desconfiado por aquella profunda y seria mirada
-¿Puedo contarte algo?- expuso inquieta, él asintió con la cabeza- pero algo muy serio Nico, algo que debe quedarse solo entre nosotros- remarcó tajante
 -Claro cielo, sabes que no se lo diré a nadie
 -Nico, creo que…- empezó a hablar pero se quedó callada un instante- no, estoy segura de que yo no soy hija de Eric- declaró contundente, él soltó una divertida carcajada
-Pero que cosas se te ocurren gatita- expresó entre risas besándola tierno en la frente de nuevo
-No bromeo Nico, estoy hablando muy en serio- aseveró decidida mirándolo a los ojos- ¿te acuerdas de nuestra conversación al día siguiente de la fiesta allá junto el lago?- él asintió con la cabeza- ¿te acuerdas que te dije que había escuchado comentarios sobre que mi madre había tenido un amante?
-Sí cielo pero ya te dije que...
-¿Te acuerdas que te dije que no los creí pero que ahora no sabía qué pensar?- no lo dejó hablar, él volvió a asentir con la cabeza- llevo años observándome Nico y nunca soy capaz de encontrar el más leve parecido con él, no tengo absolutamente nada con Eric… Tampoco a mi madre y menos del abuelo- aclaró sincera, él seguía mirándola fijamente a los ojos pero ya no se reía, sino que la miraba muy serio entrecerrando desconfiado sus ojos- y ya cuando oí aquella conversación entre tus padres el día del cumpleaños de Lucy y luego conocí a tu padrino Josh... ya no tengo dudas Nico, estoy segura de ello: yo soy hija de tu padrino Joseph; es más, ahora empiezo a sospechar que ninguna somos hijas de Eric- añadió contundente
-¡¡Oh por Dios bendito Katherine!! ¡¿Te has vuelto loca?!- clamó sobrecogido mirándola completamente incrédulo
-¡No, no me he vuelto loca Nicolás; estoy muy segura de lo que estoy diciendo!- protestó molesta por su incredulidad- ¡¡Mírame Nico, fíjate bien ¿acaso no me encuentras un parecido asombroso con tu tía Adele como le ocurre a tus padres?!! ¡¡Tú mismo dijiste que te recordaba a alguien cuando nos conocimos!! ¡¡Hasta Jacob me confundió con tu prima Clarise el día que fui a recoger las cosas de Ellie a vuestro apartamento!!- expresó totalmente confiada, él la observó fijamente y frunció confundido el ceño- ¿A qué viene este asombroso parecido si no tuviera nada con ellas, Nicolás, dime? Y fíjate en esto, Nico ¿sabes lo que es esto?- expuso señalándose la barbilla, él sonrió deleitado
-Sí mi chiquita, un hoyuelo precioso que me encanta- repuso meloso besándoselo amoroso
 -¡¡Oh Dios Nicolás, para ya!!- exclamó fastidiada por su poca seriedad a lo que le estaba exponiendo, él tomó aire profundamente y volvió a mirarla a los ojos- esto es una malformación que es herencia directa de uno de los progenitores... ¡¡directa Nico!! y mi madre no la tiene, ni Eric la tenía… ¡¡pero tú padrino sí y Ellie y Megan también!! ¿Lo comprendes?- expuso resuelta mirándolo decidida a los ojos, él guardó silencio mirándola fijamente a los ojos- ¿Qué? ¿Qué me dices ahora? ¿Sigo estando loca?- interrogó desafiante, Nico volvió a tomar aire profundamente
-¿Qué que te digo?- repitió pausadamente y ella intensificó su mirada expectante- que no me tomes más el sol que esta cabecita ya echa humo y aún le va a hacer mal a nuestro chamaquito; Anda, déjate de tonterías y duérmete corazón- resolvió despreocupado besándola tierno en los labios y apagó la lamparilla.
-¡¡Nico, por Dios!!- de nuevo protestó fastidiada por su despreocupación, él la besó amoroso en la sien y se quedó pensativo evaluando todo aquello que Kathy había dicho
-Ahora entiendo tantas cosas mi ángel; no me extraña que el pobrecillo maldiga tanto a nuestro Diosito y siempre diga que vuestro destino está maldito; cuando parece que al fin podéis estar juntos, algo tuerce vuestra suerte- expresó conmocionada Lupe secándose las lágrimas tras escuchar la historia que su amiga le contó
-Josh era, es y siempre será el amor de mi vida Lupe; solo entre sus brazos supe lo que es sentirse amada de verdad- aclaró apasionada, su buena amiga la miró conmovida- sus manos sobre mi piel me quemaban Lupe, sus labios hacían arder los míos y cuando nos amábamos… aquello era esplendoroso, era increíble, nunca me imaginé que se podían sentir tantas sensaciones juntas y al tiempo… Lo ves tan fuerte, tan viril, tan hombre y sin embargo es tan dulce, tan tierno, con tanta sensibilidad Lupe, que siempre me hizo sentir lo que no está escrito; mira...- tomó la mano de Lupe y la colocó sobre su pecho, su corazón latía frenético- mira como late mi corazón y como se me eriza la piel solo con recordarlo ¿Y Ben me pregunta si lo olvidé? No es que no pueda, es que no quiero hacerlo nunca Lupe ¡Nunca!- dijo rotunda y unas lágrimas corrieron por sus mejillas
-Mi niña, y él tampoco; es más, creo que él te sigue esperando mi ángel- aclaró sincera, Helena la miró incrédula
-¿Qué dices Lupe?- exclamó descreída
-De verdad mi niña; Josh nunca se casó y ni siquiera le conocimos alguna acompañante, sigue solo cielo mío; todo este tiempo únicamente se dedicó a su profesión volcándose en cuerpo y alma en ella y así ascendió como ascendió... pero siempre que regresa, siempre, lo primero que pregunta con una ilusión casi enfermiza es si recibió algún recado o correo no habitual ensombrenciéndosele hasta el alma cuando le contestamos que no... y ahora le encuentro la explicación a su proceder mi niña: te sigue esperando Leni porque, que nunca dejó de amarte, eso lo tengo claro mi niña- explicó animosa tomando las manos de Helena entre las suyas
-Que va Lupe, debe odiarme; odiarme muchísimo por todo el daño que le causé- expresó con un dolor inmenso y más lágrimas corrieron por sus mejillas
-No mi niña, sé que no- aseguró dulcemente limpiándole tierna las humedecidas mejillas con sus manos
-Y si no me odia aún, me odiará así se entere de toda la verdad- remarcó afligida
 -No mi ángel, el amor lo perdona todo, todo; eso sí, sabes que en este mundo tarde o temprano todo se acaba sabiendo y debes contárselo y contárselo ya, a los cuatro- instó rotunda, Helena quedó callada unos segundos como asimilando aquella recomendación de Lupe tras los cuales respiró hondamente y se secó despacio las lágrimas con sus dedos
-Será mejor irnos a la cama, ya casi a amanecido- expuso muy pausadamente, Lupe asintió sin rechistar y las dos se encaminaron de regreso a la casa en silencio.
 -¿Se lo dirás mi niña?- insistió de nuevo Lupe cuando ambas estaban ante las puertas de sus respectivos dormitorios antes de entrar, Helena volvió a respirar profundamente
-Dame tiempo mi Lupita, dame tiempo para encontrar la manera...- murmuró apagadamente
-No mucho mi niña y, si se lo cuentas como me lo has contado a mí, lo entenderán perfectamente; no temas nada mi ángel, pero hazlo pronto- instó decidida, Helena asintió con la cabeza y cada una entró en su dormitorio.
Aquel domingo fue un día maravilloso para todos que pasó demasiado rápido. Williams y Ben acompañados de Lupe y Helena, pasearon animados y alegres por los alrededores mostrándole a Ben el lugar quedando extasiado con tanta belleza mientras que los muchachos, tras echarles una mano a Kathy y Ellie a atender las caballerizas, al acabar se les unió Megan y Lucía y se fueron a la cascada a bañarse. Luego, después de comer, los mayores relajados a la fresca sombra de la pérgola, se entretenían y divertían mirando a los muchachos enredar con juegos, bromas y chistes entre ellos en, donde casi siempre, el centro de atención era la pequeña Lucía que lo alegraba todo con su risa alegre y melodiosa.
Pero el abuelo no podía dejar de mirar a su hija charlando animada con nana y Lupe mientras reía feliz observando las juguetonas peleas de los muchachos
 -Que estúpido fui Ben, destruí la vida de mi hija por mi soberbia y codicia, solo por querer abarcar más tierras y llegar a ser el terrateniente más grande de la comarca; sin pensar en ella, que ahora podría ser tan feliz como vosotros junto el hombre que ella sí amaba y, sobre todo, la amaba a ella… no como ese maldito vividor que solo sabía maltratar a mi princesa y a mis angelitos haciéndolas tremendamente infelices y nos llevó a la ruina total casi perdiéndolo todo…- expresó afligido sin apartar su mirada de su hermosa hija
-Yo diría mas bien un gran capullo engreído y orgulloso que tuvo lo que se merecía, pero soberbio y codicioso también me valen- expresó sereno Ben sin mirarle, el anciano sonrió divertido reconociendo que se merecía aquello- pero no se aflija más Williams, eso pasó ya y lo mejor es que ha reconocido sus errores, ahora es momento de mirar hacía adelante y sobre todo no volver a cometerlos- aclaró contundente, el anciano lo miró arrepentido- y quiero que sepa que, si necesitan ayuda, no dude en pedirla sin reparo ninguno; aquí estoy para echar una mano en lo que haga falta- se ofreció voluntarioso y sincero, el anciano le sonrió agradecido y le palmeó suavemente el hombro
-Gracias muchacho, tus hijos tienen bien a quien salir; también se ofrecieron sin dudarlo un segundo…- agradeció conmovido
-Es lo que tenemos los “muertos de hambre” Williams, no somos altivos ni soberbios, no nos creemos más que nadie, al contrario, somos voluntariosos y sobre todo trabajadores natos y grandes luchadores que llegamos a donde llegamos gracias a nuestro tesón y esfuerzo- repuso mordaz Ben y sonrió orgulloso, el anciano esbozó una dolida sonrisa entendiendo al instante a quien se refería... regresó su mirada a los muchachos
-Así son mis tres pequeños soles, unas auténticas luchadoras que pelean como auténticas leonas para levantar todo esto y devolverle el esplendor que un día tuvo- expuso orgulloso mirándolas deleitado enredando con los muchachos, Ben también las observó- Megan nos salió algo más remilgada, la pobrecilla no puede evitarlo ya que es un cuadro de su abuela y mi difunta esposa Katherine; Ellie es una réplica de su madre, tampoco le asusta el trabajo y le echa unos arrojos y le pone unas ganas increíbles, pero ya es algo más miedosa y vulnerable que Kathy que es...- se calló unos segundos y la miró con pasión- Kathy es increíble, Ben: osada, luchadora, de carácter fuerte, que no le tiene miedo a nada ni se deja manejar fácilmente…- la describió orgulloso, Ben se mantuvo en silencio observando a Kathy y sonrió complacido, era bien hija de su padre entonces carajo; pensó gustoso- no se a quien sale esa chiquilla...- añadió encandilado el anciano
 -Pues está bien claro, sale a su...- respondía resuelto y decidido Ben pero la mirada inmensamente interesada con la que el anciano lo miró lo calló al instante haciéndolo recapacitar- a su abuelo ¿está claro, no?- resolvió jovial y el anciano sonrió agradecido aunque en sus ojos se pudo apreciar un algo extraño que bien podía ser desilusión dejando desconcertado a Ben. Ambos se quedaron callados de nuevo
 -Perdóname Ben- expuso de pronto el anciano hablando de corazón confundiendo a Ben que lo miró sin entender- os dije cosas horribles aquel día, os eché sin reparo de mis tierras y a Lupita…- la voz se le quebró- ¡¡Santo Dios, cuantas barbaridades le dije a esa pobre muchacha!!- exclamó afligido frotándose abochornado la frente
 -Ya está todo olvidado Williams, no se altere más- le repuso amable posando tranquilizador su mano en el hombro del anciano
-Y a aquel muchacho… a aquel pobre muchacho...- expuso totalmente abatido y desolado- ¡¡no tengo perdón de Dios, Ben; no lo tengo!!- clamó lleno de angustia mirando a Ben con un abatimiento sobrecogedor en la mirada
-Eso ya no tiene solución, Williams; lo hecho, hecho está y remover el pasado ahora ya no vale de nada, mejor olvidar y pasar página- intentó serenar al pobre viejo y se quedaron callados observando las risas y juegos de los muchachos.
Aquella semana estaba siendo realmente tortuosa para Joseph, no podía borrar de su cabeza a Helena; estaba anclada en ella no dejándolo concentrarse en su trabajo por mucho que se esforzaba en ello. Su mente no se cansaba de recordarle una y otra vez bellas imágenes de aquellos maravillosos días juntos, del hermoso rostro de Leni disfrutando entre sus brazos y de lo felices que eran...
-Hunter, necesito que revisemos las nuevas coordenadas de...
-¡¡Maldita sea, Stevens; no puedes ocuparte de algo sin estarme tocando los cojones a cada momento!!- bramó irritado Josh así su suboficial entró en su despacho interrumpiendo aquellos maravillosos recuerdos que, aunque lo torturaban tremendamente, le encantaba rememorar; el hombre se quedó mirándolo anonadado
-Joder Hunter; de este viaje tu maldito malhumor con el que siempre regresas de tierra te está durando más que nunca- expuso desenfadado el suboficial dando claras muestras de que le importaba bien poco sus malas contestaciones, Josh tomó aire profundamente frotándose nervioso la frente- ¿Acaso pasa algo Josh? ¿Nico está bien, verdad?- interrogó algo más preocupado su compañero al verlo realizar aquel gesto de desesperación
-No pasa nada y sí Nico está perfectamente; perdóname ¿vale?- se disculpó apagadamente
-A mí sabes bien que me la trae floja tu malhumor, pero contrólate un poquito con los reclutas que a los pobres los tienes acojonados- le recomendó amistoso y Josh sonrió más relajado- anda, échale un ojo a las nuevas coordenadas de destino y ya me dirás algo- repuso lanzando desenfadado la tablilla sobre la mesa delante de Josh y cerró de nuevo la puerta dejándolo solo. Joseph resopló cansado y recogió la tablilla con la intención de revisarla pero nuevamente Leni invadió su cabeza sin dejarlo concentrarse
-¡A la mierda!- expresó derrotado dejando de nuevo la tablilla sobre la mesa y salió de su despacho caminando con paso firme por el largo pasillo interior del barco hacía el puesto de comunicaciones- ponme con este número en cuanto puedas- le indicó al oficial sentado tras los aparatos de telefonía pasándole un papel con un número de teléfono
-Sí señor, de inmediato- respondió al instante mientras lo saludaba oficialmente, recogió el papel y se dispuso a obedecer, pero acto seguido se quedó mirándolo indeciso- pero señor... este número no pertenece a ninguna institución oficial y sabe que están prohibidas las llamadas personales fuera de los días permitidos...- expuso cohibido el muchacho mirando retraído a Josh
-Sí lo sé; como sé que soy el contralmirante y el mayor rango dentro de este navío y usted mi subordinado ¿algún problema para cumplir mis órdenes oficial?- replicó autoritario, el muchacho tragó incómodo saliva
-No señor- respondió dispuesto de nuevo
-Pues cumplalas de inmediato, oficial; espero la comunicación en mi despacho- aclaró rotundo y, dándose la vuelta, regresó por el pasillo por el que había venido.
-¡¡Ey padrino, que sorpresa!!- lo saludó entusiasmada Lucía a través del teléfono así oyó su voz, él sonrió complacidamente tierno al percibir su alegría de escucharlo
-Hola mi algodón de azúcar ¿está papá en casa?
-Sí, ahora se pone ¿cuándo vienes? Te echo mucho de menos- se interesó impaciente con voz melosa, él volvió a sonreír
-Pronto mi ardillita, muy pronto
-A ver si es verdad... aquí está ya papá; un besote muy fuerte padrino
-Otro para ti mi algodón de azúcar
-¡¡Ey hermano, que raro tu llamada ¿acaso pasó algo?!!- se inquietó Ben
 -No tranquilo, todo está bien por aquí- respondió tranquilizador
 -¡Ah vale! ¿Y entonces? Nunca llamas si no es porque pasó algo- expresó intrigado, Josh no respondió- ¿Josh? ¿Sigues ahí?- instó ante aquel silencio pero no obtuvo respuesta aunque oyó un profundo suspiro a través del auricular- ¡¡Ey hermano?!! ¡¿me escuchas?!- insistió elevando un poco más la voz
-¿La has visto Ben? ¿Habéis estado con ella?- se decidió al fin a preguntar con voz apagada, ahora fue Ben el que suspiró profundamente
-Sí- respondió simplemente y el corazón de Josh empezó a latir desbocado, tragó nervioso saliva
-¿Y cómo está? ¿Cómo la has encontrado Ben?- indagó muy interesado e impaciente
-Preciosa hermano- respondió encandilado y sincero y volvió a escucharse un profundo suspiro por el auricular- cierto que está algo más delgada y sus ojos perdieron aquella candidez y aquel brillo espectacular que parecía iluminar todo a su alrededor, pero sigue tan dulce y hermosa como la recordamos hermano- Josh volvió a quedarse callado y Ben respetó su silencio
-Ben...- pronunció al cabo de un rato
-Dime hermano- lo animó a hablar con cariño
-¿Preguntó por mí?- se atrevió por fin a preguntar, Ben sonrió dulcemente
 -Sí Josh, lo hizo; y es más, fue el único momento en que sus ojos brillaron de nuevo casi como antaño hermano- Josh cerró los ojos y una lágrima corrió por su mejilla.
Las dos semanas antes de la boda pasaron rápidas entretenidos con todo los preparativos de la boda. Aquel jueves, en la cocina de Lupe, todos observaban deleitados los anillos que Nico había ido a recoger aquella misma tarde cuando apareció inesperadamente Joseph en la casa
-¡¡Padrinito, al fin has regresado!!- se echó entusiasmada a su cuello como siempre la pequeña Lucia al verlo llegar, él la recogió deleitado en brazos
 -Hola mi algodón de azúcar- le habló meloso besándola amoroso en las mejillas
 -¡Mi niño!- se alegró Lupe al verlo corriendo también a abrazarlo, él sonrió dichoso
 -Hola mi Lupita linda
-¡¡Padrino, has venido para la boda; genial!!- lo saludó entusiasmado Nico- ¡Sabía que no me fallarías mi cuate!
-Hola hijo- lo saludó emocionado pero Lupe percibió en sus ojos que no venía a dar buenas noticias, eran muchos años conociéndolo y aquella mirada decaída era muy aclaratoria para ella
-¿Te quedas a cenar compadre?- lo invitó animado Ben.
-Puede- contestó despreocupado dejando de nuevo a Lucia en el suelo no sin antes besarla de nuevo en las mejillas
-Padrino, mira si te gustan; los fui a recoger hoy- expuso ilusionado Nico mostrándole los dos aros de oro, el masculino era simple, con un bonito relieve tallado, el de Kathy era una alianza que llevaba incrustados pequeños diamantes a su alrededor
-Son preciosos Nico- expresó sonriendo dichoso- pero más bonito es lo que significan hijo: que os amáis tanto que estáis decididos a dar un gran paso- expuso melancólico y Lupe lo observó entristecida, aquel hombre estaba pensando en las dos veces que su amada lo rechazara
-Guárdalos tú, padrino; tú serás el que me los entregue llegado el momento- indicó pletórico Nico cerrándole su mano alrededor de la cajita; él se quedó mirando su mano cerrada sujetando la cajita de terciopelo azul
-Nico, hijo… de eso venía a hablarte…- comentó apesadumbrado y todos lo miraron inquietos- no puedo ir Nico, lo lamento mucho hijo…
-Pero padrino… ¿por qué? No puedes hacerme esto…- reprochó tremendamente dolido
-Nico, comprende por favor…- suplicó afligido
-¡¿Comprender qué, carajo?! ¡¡Sabes lo mucho que deseo que estés a mi lado en ese momento y no puedes hacerme esto padrino!!- exclamó ofendido, a Joseph se le veía tan angustiado y atrapado que a Lupita se le encogió el corazón de pena
-Es que no puedo hijo, lo siento mucho pero no puedo- insistió acongojado
-¡Pero ¿por qué?! ¡¡Dame un por qué razonable!!- repitió terco Nico
 -¡¡Porque me reclaman en Washington hijo!!- clamó viéndose sin salida, todos se quedaron callados mirándolo desconcertados; él tomó aire profundamente- mañana mismo me voy así que no podré estar aquí el sábado… lo siento, lo siento muchísimo Nico- aclaró abatido
-¿En Washington? ¿Acaso ocurre algo hermano?- se alarmó inquieto Ben
 -No tranquilo; seguro que algún toca pelotas de arriba está aburrido y se acordó de mí ¿qué quieres?- bromeó desenfadado y todos sonrieron pesarosos
-¿Y no puedes aplazarlo?- indagó esperanzado Nico, él rió divertido
-Nico hijo ¿cómo me voy a negar a la llamada de un superior?- aclaró ameno
-Vale, está bien- comentó pausadamente- ¡Pero no te paso ninguna excusa para el bautizo de mi chamaquito ¿entendido?! ¡Tú serás su padrino, estás avisado!- aclaró contundente y todos rieron divertidos
-Lo prometo, ese día no me apartará de aquí ni la tercera guerra Mundial; les diré a todos que se esperen, que antes es bautizar a mi ahijado- expresó chistoso posando tierno su mano en el hombro del muchacho y todos rieron más animados; Nico se abrazó cariñoso a él
-No sabes cómo te voy a extrañar a mi lado padrino, me harás mucha falta allí- le dijo tremendamente pesaroso y Josh se conmovió tremendamente; tragó repetidamente saliva para deshacer el incómodo nudo que se le formó en la garganta mientras abrazaba fuertemente al muchacho contra él
-Yo también hijo… yo también; siempre tuve la ilusión de estar presente en tu boda pero…- expuso desolado
-¡Qué carajo, así yo me quedé sin acompañante!- expuso de pronto desolada Lucía y todos rieron enternecidos- ¡¡Ibas a ser mi pareja ¿lo sabías padrinito?! ¿Ahora tendré que ir sola?- preguntó apesadumbrada
-Lo siento mi algodón de azúcar, no lo sabía; así aún lo lamento mucho más mi chiquitina- repuso amoroso besándola tierno en el pelo
-Bueno, a eso ya le encontraremos arreglo, chiquitina; ahora nosotros debemos irnos, tenemos que ultimar unos detalles antes de irnos mañana al rancho- expresó más animado Nico y se volvieron a abrazar fuertemente- suerte en tu viaje padrino; espero no sea nada malo- repuso volviéndose a abrazar con Josh- vamos chicos- resolvió y sus dos hermanos lo siguieron fuera de la cocina
-¡Espera Nico!- lo detuvo presuroso Joseph recordando algo en ese instante y descuidadamente metió la cajita que aún sostenía en su mano en el bolsillo de su pantalón tras lo cual sacó del bolsillo trasero de sus vaqueros un sobre- toma hijo, mi regalo de bodas
-No quiero nada padrino- le dijo azorado- me gustaría más que vinieras…
-Pero no puede ser hijo, no me lo hagas más difícil caray; y no me hagas este feo- suplicó afligido y el muchacho sonrió tierno tomando el sobre; era una fuerte cantidad de dinero y una llave de hotel
-Tenéis la suite nupcial del Golden Palace reservada por los días que queráis quedaros; está todo resuelto, tenéis todo pago hasta que decidáis dejarla
-¡¡Padrino!!- repuso Nico pasmado y él le sonrió agradado
-No es plan de pasar la primera noche de casados en cualquier lado y menos en una casa con todos estos alrededor ¿no crees? Nunca se sabe de lo que son capaces de hacer alguno de estos dos granujas- bromeó malicioso y la sonrisa pícara de Jake le hizo reír divertido
-Esa noche ya la han disfrutado a gustito compadrito- repuso reprochadora Lupe mirando a su hijo mayor que se sonrojó abochornado
-No seas anticuada mi Lupita bella, han hecho bien; las cosas buenas hay que disfrutarlas cuanto antes- bromeó pícaro Josh guiñándole cómplice un ojo a los muchachos que rieron truhanes
-Gracias padrino- expuso cariñoso abrazándolo agradecido- pero el lunes sale nuestro vuelo; Cris nos regaló el viaje de bodas y nos vamos una semana a la Riviera Maya
-Vaya, bonito sitio sí señor; y así me saldrá más barato a mí- volvió a bromear riéndose divertidos- espero seas muy feliz hijo- expuso emocionado posando sus manos en los hombros de Nico- y Nico… respétala siempre, cuídala muchísimo y hazla la mujer más dichosa de este mundo- lo miró intensamente a los ojos- que nunca le falte nada hijo, y si algo necesitas, no dudes nunca, nunca, en pedírmelo- aclaró contundente
-Claro, eso dalo por hecho padrino- se volvieron a abrazar- vámonos o no llegaremos a recoger los billetes… Jake, no olvides recoger los trajes de camino al piso
-¡¡Ay la hostia, si no me lo llegas a recordar…!!- exclamó sorprendido dándose una leve palmada en la frente, Nico lo miró sobrecogido- ¡¡Que sí hombre; que no se me olvidó, solo estaba bromeando idiota!! ¡¡Sosiégate un poquito ¿quieres? Que ya pareces tú la novia, joder!!- repuso socarrón echándole el brazo amistoso por los hombros a su hermano mayor provocando las risas divertidas del resto y salieron de la cocina seguidos de Cris.

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