domingo, 10 de enero de 2016


      Joseph hizo volar su Audi negro por aquella carretera sinuosa e interminable que llevaba a Val Paraíso mientras repetidamente examinaba su reloj de pulsera observando cada vez más nervioso como se iba aproximando la una sin remedio, no llegaría a tiempo... Cruzó el pueblo como una exhalación y aceleró aún más su coche al alcanzar por fin la larga y extensa recta bordeada de campos sembrados que llevaba al rancho. Sin apenas pisar el pedal del freno, tomó la curva del camino de grava provocando que el coche derrapara sin remedio, sin amilanarse y dando bandazos en medio de una enorme nube de polvo, llegó al gran portalón negro de entrada e, irremediablemente, clavó los frenos de pronto quedándose el coche detenido al instante, justo a la entrada sin cruzarla. Sus ojos llenos de dolor e ira observaban frente a él aquella gran casona mientras su corazón latía tan frenéticamente que parecía tenerlo en el cuello en vez de en su pecho y cada músculo de su cuerpo estaba completamente tenso de pronto. Cerró los ojos, respiró hondo, intentó calmarse y metió de nuevo la primera marcha... pero aunque su pie rozó el pedal del acelerador, no fue capaz de pisarlo, le era imposible entrar en aquel lugar de nuevo
-No puedo, hasta aquí llegué...- murmuró impotente y apoyó vencido su frente en el volante; pero sus manos se cerraron fuertemente alrededor del volante cuando hasta él llegó los primeros acordes del precioso tema “Ave María” de Schubert anunciando la salida de la radiante novia de la casa...
Nico esperaba de pie ante el altar acompañado a su derecha de Cris y Jake. No podía dejar de toquetearse nervioso el chaleco repetidamente o recolocarse su chaqueta y sus hermanos reían divertidos al verlo
 -Todo está saliendo perfecto, quieres cálmate un poquito que parece que tienes el baile de San Vito- le murmuró chistoso Jake provocando aún más las risas de su hermano pequeño
-Me gustaría verte a ti en mi lugar, capullo- respondió nervioso y su hermano rió socarrón- Jacob ¿No te habrás olvidado de coger los anillos, verdad?- se aseguró intranquilo
-A mí no me los diste, se los darías al enano- contestó sereno y su hermano mayor abrió aterrado los ojos
-Por tu madre te lo pido Jacob, no hagas bromas ahora y menos con los anillos- expuso acongojado, Jake lo miró confundido
-No estoy bromeando, Nicolás: yo no los tengo; a mí no me diste nada- aseveró sincero, Nico aún abrió más sus ojos y perlas de sudor empezaron a aparecer en su frente- tranquilo ¿vale? Aparecerán- expuso tranquilizador y se giró levemente- enano ¿tienes tú los anillos?- le susurró a su hermano pequeño a su lado
-No, yo no ¿por qué?- respondió desentendido mirándolo sin entender
-¡¡Ay la Virgen!!- clamó ahora sí también inquieto Jake mirando sobrecogido a su hermano mayor que estaba ya a punto de perder los papeles
-¡¿Dónde están los putos anillos Jacob?!- exclamó sobresaltado
-¡¡Ni idea joder!!
 -¡¿Los has perdido Jake?!- lo acusó estremecido Cris
 -¡¡Que no leches; que a mí Nico no me dio nada joder!!- se defendió rotundo; el murmullo nervioso entre ellos desconcertó a todos
-¿Qué rayos os pasa muchachos?- se acercó su padre a investigar
-Los anillos papá, no los tenemos- indicó muy alterado Nico
 -¡¡¿Qué?!!- repuso boquiabierto mirando pasmado a su hijo mayor que lo miraba con terror a los ojos pero retomó la calma de inmediato- A ver, vamos a tranquilizarnos y pensar con calma... recuerda m'hijo: ¿dónde los viste por última vez y a quién se los diste?- preguntó pausadamente, Nico hizo un esfuerzo por recordar
 -La última vez que los vi fue... en la cocina de nuestra casa y se los di a...- ya no siguió hablando, sus ojos se abrieron de nuevo de par en par con verdadero pavor
 -¡¡Al tío Josh!!- clamaron al tiempo Jake y Cris y los cuatro se quedaron mirándose inquietos a los ojos; la música anunciando la llegada de la novia comenzó a sonar
-¡¡Ay papasito!! ¡¿Qué vamos a hacer?! ¡¡Ya viene Kat y faltan los anillos!!- expuso muy nervioso Nico mesándose el pelo inquieto
-Tranquilo ¿vale? que todo tiene solución en esta vida menos la muerte, tú ahora intenta serenarte que de esto me ocupo yo- expuso calmadamente y se regresó hacia Lupe que estaba sentada junto a Helena- Mi sol, rápido, dame tu alianza- indicó rápidamente quitándose la de él ya, ellas lo miraban desconcertadas
-¿Qué pasa mi rey?- preguntó Lupe obedeciendo a su esposo
-Apúrate cielito- la apresuró al ver aproximarse desde la casa ya a las muchachas que le abrían paso a Kathy tomada del brazo de Williams
-Ya voy...- repuso mientras intentaba quitársela pero no le salía
-¿Qué sucede Ben?- indagó nerviosa Helena
-Faltan las alianzas, Josh se las llevó despistado el jueves- explicó y ella abrió sobrecogida los ojos- ¡A ver mi chiquita, apúrate!- aceleró nervioso al observar ya más próxima a la novia
-¡Ay Jesusito, que no me sale Ben! ¡No me sale carajo!- clamó muy nerviosa Lupe esforzándose en quitársela pero le era imposible
-Mójate el dedo Lupe- le indicó Helena y ella obedeció pero no había manera...- ¡¡Trae mujer!!- exclamó precipitada y se introdujo el dedo de Lupe en su boca intentando quitárselo con la lengua al tiempo que lo humedecía con su saliva.
-¡¡Padrino!!- soltó felizmente impresionado Nico desde el altar y todos se volvieron al instante descubriendo a un Joseph impresionantemente elegante con su traje blanco de gala de la marina parado ante la larga alfombra roja. Helena quedó pasmada mirándolo, estaba tremendamente atractivo, más de lo que recordaba. Él se retiró elegante la gorra colocándosela bajo su brazo derecho y caminó con paso firme y decidido hacia el altar
-¡Dios bendito, has venido hermano!- expuso emocionado Ben abrazándose a él cuando llegó a su altura; Josh sonrió dulcemente y le devolvió el abrazo
-Lupe tiene razón, ya me perdí muchas cosas para seguir perdiéndome más ¿no crees?- expuso emocionado y miró con gran ternura a Lupita que lo miraba con los ojos humedecidos de la emoción; sin poder evitarlo, se encontró con los ojos de Helena que lo miraba asombrada. Sin saber cómo, aquella rabia y rencor que siempre le había corroído el alma, desaparecieron en el acto al observar aquellos dulces y hermosos ojos color miel que siempre le habían encandilado. Estaba aún más bella de lo recordaba y su corazón empezó a latirle frenético. No podía negarlo: estaba completamente enamorado de aquella mujer y la amaba más que su propia vida, pasaran los años que pasaran. No pudo evitar sonreír divertido al verle el dedo de Lupita metido en su boca mientras seguía mirándolo fascinada- siempre fuiste muy aficionada a llevarte cosas a la boca, pero esto… ya es excesivo ¿no crees?- dijo burlón y ella, sonrojándose tremendamente y poniéndose aún más hermosa si aquello era posible a los ojos de Josh, retiró rápidamente el dedo de su boca; él rió entretenido y a Helena se le desbocó el corazón, era el hombre más atractivo que nunca había conocido pero cuando sonreía... ¡¡Dios mío, era arrebatador!!
-Compadrito- repuso emocionada Lupe sin poder contener las lágrimas
-Hola mi Lupita linda, estás preciosa mi ángel- le dijo cariñoso besándola con pasión en la frente aunque a quien miraban sus ojos eran a Helena cuyo corazón dio un brinco y empezó a respirar apresuradamente comprendiendo al instante que era a ella quien se lo decía, él continuó su camino hacia el altar
 -¡¡Mi cuate sabía que no me fallarías!!- se abrazó a él entusiasmado Nico
-¿No te falta algo hijo?- expuso chistoso sacando la cajita de terciopelo azul de su bolsillo, todos rieron divertidos- cuando lo encontré creí que me daba algo; siento haberte dado este gran susto hijo- expuso conmovido y se volvieron a abrazar
-No importa padrino, todo es poco si con ello te tengo aquí- declaró henchido de felicidad y ambos se sonrieron complacidos
 Las muchachas llegaron al borde de la alfombra; las tres vestidas iguales, Lucia iba delante seguida de Megan y Ellie y tras ellas Kathy del brazo del abuelo.
-¡Ha venido Ellie! ¡Ha venido!- se alteró Megan mirando emocionada a Joseph a lado de Nico en el altar. También a Kathy el corazón empezó a latirle frenético al verlo
-¡¡Padrinito, estás aquí!!- exclamó ilusionada Lucia al llegar ante ellos
-No podía fallarte mi algodón de azúcar- le susurró tierno y le guiñó cariñoso un ojo, la niña sonrió feliz mientras se colocaba en su sitio al otro lado de Nico. Ellie y Megan la siguieron pero sin poder apartar sus ojos emocionados de Joseph que les sonrió encandilado mientras Kathy, con un precioso vestido de seda blanco torneándole su bonita figura y escote en barco dejando sus hermosos hombros al descubierto donde posaba la hermosa mantilla de fino hilo que cubría su cabeza, se iba aproximando despacio a Nico que se miraban mutuamente y en sus ojos se percibía el gran amor que se tenían.
 -¡Está preciosa, parece una virgencita, mi niña!- expuso emocionada Lupe
 -Lo sé mi Lupe, lo sé; y mira, lleva la mantilla de mi madre, Lupita- expuso emocionada Helena sin poder contener las lágrimas y se sonrieron conmocionadas tomándose las manos entusiasmadas
Williams, muy emocionado, besó a su nieta en la frente y le entregó con rostro lleno de felicidad a Nico la mano de Kathy que se sonrieron dichosos. Su mirada se cruzó con la de Joseph y le sonrió complacido mientras movía levemente la cabeza asintiendo, él también la movió educadamente a forma de saludo pero no esbozó ni una mera mueca que pudiera considerarse una sonrisa.
La ceremonia transcurría tranquila y la pareja se miraban fijamente mientras se sonreían pletóricos de dicha.
-Está espectacular Lupe, aún más guapo de lo que yo recordaba; los años le hacen cada vez más atractivo- expuso embobada Helena mirando encandilada a Joseph allí de pie a lado de los novios, gallardo y elegante con aquel traje blanco y la visera bajo su brazo. Ben no pudo reprimir una sonrisa pícara al escucharla
-No mi niña, solo que tú estás aún muy enamorada- respondió guasona Lupe y Ben ya no pudo aguantar una pequeña carcajada que su preciosa esposa aplacó al instante dándole un pequeño codazo en las costillas provocando las risas animadas de ambas mujeres
Sin embargo Josh miraba a las tres muchachas, no podía creer que aquellas tres hermosuras fueran sus niñas. De vez en cuando tomaba aire profundamente para apaciguar sus enormes ganas de abrazarlas y gritarles que era su padre… ¡Su padre, Dios! ¡Cuánto deseó siempre haber escuchado aquellas palabras de algún hijo y ahora, tenía tres! En uno de sus suspiros, se encontró con la mirada de Helena que seguía mirándolo embelesada y ambos se quedaron prendidos mirándose encandilados ¡Dios, estaba preciosa! ¡Como deseaba de repente volver a besarla de nuevo! ¿Cómo alguien podía haber maltratado a aquella hermosura? ¿Quién pudo haber levantado la mano contra aquel delicado y dulce rostro de ángel? Solo alguien que no la amara como él la amaba, porque aunque intentó negárselo miles de veces, amaba a su Leni y siempre la amaría; no había otra mujer en el mundo para él.
-Los anillos- indicó el sacerdote y todos dirigieron su mirada a Joseph que seguía con la mirada clavada en la de Helena mirándose ambos con todo aquel amor que no podían ocultar
-Ey, tío Josh… hablan contigo- le susurró Jake intentando sacarlo de aquel embobamiento sin resultado- ¡Mi cuate, los anillos!- exclamó más firme dándole un leve codazo en su brazo haciéndolo reaccionar al fin y observó confundido que todos lo miraban impacientes
-¿Qué? ¿Qué pasa?- expuso turbado sin entender qué había sucedido y se oyeron las risitas picaras de los asistentes
-Que el curita está pidiendo los anillos mi cuate; a ver si estamos a lo que estamos- expresó chistoso Jake provocando que las risas divertidas de todos los asistentes se oyeran más contundentes mientras un azorado Josh le entregaba los anillos al sacerdote que los bendijo y siguió la liturgia- ¿En dónde me andabas eh pillín? Está bien requetechula ¿a qué sí? Daría todo lo que tengo por saber en qué estarías tú pensando malandrín, aunque creo que no voy muy mal encaminado en lo que imagino...- le susurró malicioso Jake, él rió divertido dándole un codazo amistoso a su sobrino más ladino pero el más encantador también; aquel muchacho tenía una sensibilidad y un corazón de oro
 -¿Te has fijado como se miraban mamá y él?- le dijo ilusionada Megan a Ellie que asintió con la cabeza- ¡¡Aún se quieren Ellie; aún sienten mucho el uno por el otro!! ¡¡Debería cogerla en brazos y llevársela dentro y… y…!! ¡¡Darle un buen remeneo, que caray!!- exclamó entusiasta
-¡¡Meg, por Dios bendito!! ¡¡Respeta el lugar en dónde estamos!!- le regañó firme Ellie callándola, el cura carraspeó mirándolas de soslayo a modo de regañina sonrojándolas tremendamente y prosiguió. Ellas se encontraron de frente con la mirada de Joseph que las observaba divertido y sonrió dulcemente
-¡Que guapo es Ellie! ¡Y mira que sonrisa más bonita tiene!- expuso encandilada Megan
-Su sonrisa es igual a la tuya cielo, pero por favor, ahora cállate ¿sí?- masculló terminante entre dientes Ellie intentando atender a la ceremonia
 La ceremonia acabó y todos aplaudieron entusiasmados al presenciar el apasionado beso que se dio la enamorada pareja. Cientos de pétalos de rosas los cubrieron mientras caminaban por la alfombra roja seguidos de los testigos colocados ya en parejas: Joseph con una feliz y sonriente Lucia del brazo, detrás Jake con Ellie y por último Cris junto a Megan. Al llegar bajo la carpa, la gente los rodeó apabullándolos a felicitaciones. Al principio, los empleados que eran la mayoría de invitados, se miraban cohibidos con Williams, pero pronto se animaron empujados cordialmente por las chácharas amenas del anciano.
-Enhorabuena hijo- expresó lleno de complacencia Joseph abrazando cariñoso a Nico
 -Gracias padrino, pero lo que más me alegra es tenerte aquí mi cuate- contestó realmente emocionado y se sonrieron dichosos; los ojos de Joseph se encontraron con los bonitos ojos grises de Kathy que lo miraban emotiva mientras sonreía llena de felicidad marcándosele aún más su hoyuelo de la barbilla y sonrió dichoso: no había cabida a ninguna duda, aquellos eran sus ojos y su hoyuelo...
-Por consiguiente…- dijo animado sin dejar de mirar y sonreír a su preciosa hija- tú eres mi hija entonces desde hoy ¿no?- expresó con emoción, ella sonrió más feliz aún si cabe
 -Y por consiguiente, yo te puedo llamar… papá ¿no?- repuso cariñosa ella y algo en su voz al pronunciar aquella palabra les hizo removerse todo por dentro a los dos haciéndoles que el corazón les latiera frenético. No hizo falta más, él se dio cuenta al instante que ella lo sabía y se sonrieron felices
-Ven acá mi chiquita- exclamó emocionado y se fundieron en un poderoso abrazo- ¿Desde cuándo lo sabes cielo mío?- le murmuró al oído
-Sospechar que no soy hija de quien decían, casi toda la vida; saber que tu eras mi padre, desde que nos encontramos en casa de Lupita y fijo… desde ayer- respondió sin soltarse de su cuello, ambos sonrieron dichosos, ella lo miró dulcemente a los ojos- ¿Y tú?
 -Lo sospeché cuando te vi en casa de Lupe, eres un calco de mi hermana Adele mi chiquita- declaró encandilado tomando aquel precioso rostro entre sus manos y ambos se sonrieron alegres- pero fijo, desde que Lupe me lo dijo antes de ayer ¿crees que si lo hubiera sabido antes no hubiera venido ya a buscaros hace tiempo?- expuso decidido, se volvieron a sonreír cariñosos- ¿Tus hermanas lo saben?- indagó inquieto
-Sí, también; tranquilo- aclaró suavemente y se quedaron mirando a los ojos un instante; de pronto ella se volvió a abrazar fuertemente a él- no tenía ni idea de lo feliz que me haría tenerte aquí… papá- declaró emocionada aquello a Josh le sonó a una bendición de Dios y la aprisionó más contundente contra él
-¿Qué tanto hablarán Lupe?- expuso inquieta Helena mirándolos muy nerviosa mientras seguía sonriéndoles afable a los invitados que se acercaban a saludarlas y felicitarlas
-Y yo que voy a saber mi ángel- repuso desenfadada Lupe aunque también estaba aterrada de que él fuera a meter la pata- deberías ir a hablarle, mi niña- le recomendó cariñosa
 -Lupe... no...- balbuceó atemorizada mirándola amedrentada
-Tienes que hacerlo, Leni; como anfitriona al menos: eres la madre de la novia- insistió en un murmullo agradeciendo con una animada sonrisa a más invitados que se aproximaban con más felicitaciones.
-Y ¿cómo va nuestro chiquitín?- le preguntó al oído Josh posando su mano en el vientre de Kathy disimuladamente
-Bien papá, estamos los dos muy bien- murmuró feliz y se miraron a los ojos, los dos estaban a punto de llorar de la emoción
-¡¡Dios!! ¡¡Mi niña; apenas me he enterado que soy padre y ya me vas a hacer abuelo!!- explosionó emocionado y, volviéndose a reír dichosos, se fundieron de nuevo en un fuerte abrazo
-¡¿Has visto eso Lupe?!- clamó pasmada Helena mirando el sencillo gesto de él- ¡¡Lo sabe, sabe que nuestra Kathy está en estado!! De eso están hablando ¿no?
-Eso seguro, y te digo más: te apuesto lo que quieras que el fue el primero en saberlo mi niña- le contestó calmadamente y ella la miró sorprendida- yo si quiero saber algo de mis chamacos, solo tengo que preguntárselo a él; se lo cuentan todo, mi niña- explicó resuelta y se sonrieron agradadas.
Megan y Ellie también los observaban nerviosas y emocionadas, ambas estaban deseando acercarse y abrazarlo como Kathy hacía, pero no se atrevían
-¿Lo vamos a saludar nosotras también Ellie?- invitó esperanzada Megan
-Hombre, habrá que hacerlo aunque sea por educación ¿no?- repuso abochornada Ellie, Megan rió pícara y tomando la mano de su hermana se aproximó a él
-No puedes irte ahora padrino, quédate al banquete- le decía insistente Nico cuando ya estaban a su lado
-Sí papá, quédate por favor- suplicaba esperanzada Kathy
-No, de verdad que es mejor que me vaya ya hijos…- insistió inquieto
 -Hola bienvenido- lo saludó animada Megan besándolo tierna en la mejilla y él les sonrió agradado; Ellie la imitó aunque se notaba mucho más retraída
-Gracias, pequeñas- correspondió agradecido, a los novios vinieron a buscarlos otros invitados
 -¡No te vayas ¿eh mi cuate?! ¡Espera que regrese ¿vale?! ¡¡No le dejes que se vaya Ellie!!- indicó presuroso Nico mientras lo alejaban de ellos llevando a Kathy de la mano
-¿Cómo que se va ya? No puede irse y menos ahora ¿Verdad Ellie?- expresó resuelta y él sonrió ameno- Por cierto, yo soy Megan- le recordó alegre
-Lo sé, la novia de mí alocado Cris y tú Ellie, la prometida de mi maravilloso Jake- repuso animándola a hablar pues se quedara retraída y muy callada, ambos se rieron amenos
-Sí… bienvenido; me alegro que haya podido asistir; los muchachos estaban bastante abatidos por su ausencia- declaró amable pero sonrojándose tremendamente; Joseph sonrió tierno, hasta en eso se parecía a su madre
-¡Cuántas medallas ¿las ha conseguido todas usted?!- repuso Megan pasando suavemente el dedo por las numerosas condecoraciones que llevaba en su chaqueta, él acercó su rostro al ellas para hablarles privadamente
-¡No, las pedí prestadas para fardar; pero chiss, no digáis nada!- bromeó chistoso y ellas rieron animadas
 -¡Además de guapo, con sentido del humor, genial!- expuso entusiasmada Megan
 -¡Meg!- le regañó abochornada Ellie sonrojándose de nuevo y él volvió a reírse tierno, era tan dulce y modosa como su adorada Leni; un camarero se acercó con una bandeja llena de copas de champange y él recogió dos
 -Ellie, tu nombre… ¿viene de Helena?- indagó interesado entregándoles caballeroso las copas
-No, de Elizabeth- respondió más relajada recogiendo la copa que él le ofrecía- lo más lógico es que me llamaran Beth pero mamá siempre insistió en que me llamaran Ellie- respondió amable y él sonrió deleitado mientras sus ojos se iluminaron emocionados- ¿Por qué?- curioseó dándole un sorbo a su copa
-Así se llamaba mi madre: Elizabeth, aunque todos la conocían por Ellie- explicó conmovido y ambos se sonrieron dichosos
-Bienvenido a esta casa Joseph- sonó amable la voz de Williams detrás de Josh interrumpiéndolos, él de inmediato se puso tenso al oírlo
-Mierda, sabía que debía irme hace rato- masculló irritado sorprendiendo a las muchachas pero se volvió educado- Señor Connors- lo saludó fríamente estrechándole la mano que le ofrecía el anciano más por educación que por nada pues se la soltó de inmediato como si su contacto le produjera alergia; las muchachas observaban atentas
-Llámame solo Williams, por favor- lo invitó sonriéndole entrañable
-No señor, gracias pero no- cortó secamente
 -Como desees- murmuró el anciano lastimado pero se repuso rápido y lo intentó de nuevo- Ya me han contado los muchachos que eres contralmirante, un puesto muy importante ¡Has llegado alto muchacho!- lo felicitó entusiasmado
-Sí señor- seguía serio y distante- para ser un simple marinerito muerto de hambre como usted me llamó… sí, creo que he llegado bastante alto; y como yo le contesté, algún día le demostraré a dónde puedo llegar y parece que ese día ha llegado ¿no?- dijo sarcástico mirando al anciano duramente; las muchachas percibían la tensión pero no se atrevían a intervenir
-Espero que algún día puedas perdonarme Joseph, dije e hice muchas estupideces aquella tarde y no sabes cómo me llevo arrepentido todos estos años- se disculpó abochornado el anciano pero él no contestó nada- estás en tu casa muchacho y siempre serás bien recibido en ella- remarcó amistoso
-No señor, ni loco- expresó despectivo mirando al anciano duramente- solo he venido a la boda de mi ahijado; pronto me iré y seguiré manteniendo su primera invitación a… no regresar nunca- aclaró distante y provocador
-¡Oh Diosito Santo, mi niña; tu padre está con él! ¡Ahora sí que debes intervenir o puede armarse muy gorda!- exclamó alarmada Lupe avisando a Helena que miró sobrecogida la escena
-Pero no se preocupe señor...- seguía hablando Josh con sarcasmo en la voz mirando con tremendo desprecio en la mirada al anciano- que recuerdo muy bien lo que usted me recomendó tan… “amablemente” aquel día: sacudirme bien mis zapatos al irme para no llevarme nada de su “preciada” y “valiosa” tierra que mis pordioseros pies no merecen pisar- añadió muy hiriente remarcando irónico los adjetivos, pero también sonó muy atormentadamente dolido
-Dios mío- murmuró llorosa Ellie echándose acongojada la mano al pecho, hasta a ella le dolieron aquellas palabras ¿realmente su abuelo había podido despreciar así a alguien? Joseph la miró pesaroso por estar ellas presentes, sus ojos tenían tanto dolor que a Ellie le rompió el alma. Helena corrió a intervenir detectando problemas por la cara furiosa de Joseph y la mirada sobrecogida de sus dos hijas
-Lo siento mis niñas, yo no quería heriros a vosotras...- se disculpaba tremendamente arrepentido
-¡No me lo puedo creer: Josh, mí adorado y guapísimo Josh!- lo interrumpió la voz de nana que también había estado observando atenta la escena y al percibir la tensión que allí se formaba corrió a intervenir adelándose a la llegada de Helena
-¡Marta!- se entusiasmó al oírla y abrazó feliz a la anciana mientras sonreían alegres
-¡Muchachote, tú eres como el buen brandy; carajo! ¡Con los años vas cogiendo cuerpo y atractivo!- lo halagó dichosa oprimiéndole gustosa aquellos fuertes brazos que Joseph poseía; él rió entretenido
-Como tú mi Marta preciosa, cada día estás más hermosa- expresó cariñoso posando sus manos tiernamente en las mejillas de la anciana y ambos se rieron animados- Y lo de muchacho mi linda Martita, me queda ya lejos; para el mes ya me caen los 50 mi viejita linda
-¡Bah ,50 ¿qué es eso?! ¡¡Cuando llegues a los 90 como yo hijo, después hablamos!- expuso alentada enganchándose de su brazo y se lo llevó de allí disimuladamente mientras seguían hablando animados, Helena respiró tranquila al ver intervenir a nana pero quedó tremendamente defraudada al verlos alejarse en dirección contraria a la que ella estaba y observó abatida a su padre que se había quedado con rostro desalentado mirándolos alejarse también
-Abuelito- repuso pesarosa Ellie, y ella y Megan se engancharon cada una al brazo del anciano que les sonrió dulcemente y palmeó cariñoso la mano de Ellie sobre su brazo
-No os preocupar mis niñas, me merezco eso y mucho más ¡Aún no sé cómo Lupita y Ben me perdonaron como lo hicieron!- dijo conmovido- pero bueno, vamos a olvidarlo y disfrutar de la fiesta; algún día os contaré lo increíblemente estúpido y maleducado que era vuestro abuelo hace unos años, pero hoy no es el día mis niñas, hoy no- resolvió desenfadado y volvieron a integrarse con los invitados
El banquete comenzó y todos reían y charlaban felices amenizados con la suave música que una orquesta tocaba. Helena, sentada en una de las mesas redondas junto a su padre, Marta, Lupe y Ben, no podía dejar de observar a Joseph riendo entretenido sentado en otra de las mesas donde le habían improvisado un sitio ya que las mesas eran de cinco en medio de Ellie y Megan acompañados de Jake, Cris y Lucía; las bromas entre ellos se sucedían y cada vez se reían más divertidos y felices
-Lo vas a gastar de tanto mirarlo mi niña- le comentó chistosa Lupe
-No puedo apartar los ojos de esa estampa Lupita; jamás me imaginé verlo aquí de nuevo y menos rodeado de sus hijas, hablando tranquilos y riéndose felices ¿Qué hubiera sido de nosotros si no hubiera sido tan rematadamente estúpida Lupita?- preguntó amargamente dolida y llorosa
-Mi niña, deja eso, las aguas pasadas no mueven ya el molino; nunca se podrá saber, ahora toca mirar al futuro mi chiquita linda que se presenta hermoso- le habló cariñosa secándole las lágrimas que escapaba de sus ojos.
Pero, aunque Josh charlaba y reía con los muchachos, no perdía detalle de Helena y se le oprimió el corazón al ver a Lupe secándole presurosa aquellas inoportunas lágrimas ¿Qué le estaría pasando a su dulce Leni? ¡Dios! ¡Que ansias le entraron de correr a su lado y consolarla en lo que fuera que tanto la estaba afligiendo! Helena levantó inesperadamente la mirada y sus ojos se encontraron de nuevo quedándose mirando fijamente. Algo había en aquellas miradas que los enganchaban de manera sobrenatural y no podían apartarlas ya.
-¡¡Kat!!- chilló asustada Ellie retirando su silla para acudir a su hermana que la observó desfallecer y como Nico la socorría atento; sin pararse a mirar siquiera, la reacción de Josh fue levantarse presuroso y correr a acudirle
-¿Qué tienes mi chiquita?- le preguntó ya a su lado acariciando sus mejillas mientras Nico la sujetaba amoroso contra él, Helena y Lupe fueron las siguientes en acercarse presurosas
-Tranquilos, solo es un mareo- expuso intentado sonreír tranquilizadora aunque se percibía que aún le perduraba la indisposición
-Bebe un poco de agua preciosa, te sentará bien- le comentó sonriéndole dulcemente pasándole el vaso de encima la mesa, Nico la ayudó tierno a beber
 -¿No será mejor llevarla dentro?- expuso preocupada Helena a su lado, él le sonrió dulcemente
-No es necesario ¿ves cómo le regresa ya el color a las mejillas? Se está recuperando, estate tranquila Leni- le contestó amoroso y ella sintió que el cuerpo se le estremecía al oírle llamarla como antes hacía; siempre pronunciaba aquel Leni con tanto amor y pasión que toda su piel se le erizaba- ¿mejor mi chiquita?- se interesó con ternura acariciándole con el revés de sus dedos la mejilla de Kathy
 -Sí, mucho mejor; gracias- respondió sonriéndole agradecida
 -No hay de qué mi ángel- le expuso guiñándole cariñoso un ojo y ella le sonrió dulcemente
-Dos semanas más y todo esto se acabará mi vida- le susurró amoroso Nico besándola en la frente con pasión, Josh sonrió enternecido
-Estás hecho todo un instruido en el tema- bromeó golpeándole suavemente el hombro
 -Por la cuenta que me tiene padrino, ver así a mi amor me destroza y no te digo nada con las puñeteras nauseas mañaneras- respondió acongojado besando con pasión a Kat en la frente; Josh sonrió conmovido
 -Sé que debe ser muy difícil verse en esa situación y sentirse impotente hijo; pero disfruta de cada instante, lo que vas a vivir es algo maravilloso que ningún padre debería perderse- le dijo apasionado aunque miró con resentimiento a Helena que se le estremeció el cuerpo de nuevo; aquellas palabras la hirieron terriblemente, más que su dura mirada
Regresaron a sus sitios y la fiesta continuó; pero Helena cada vez estaba más nerviosa e inquieta, Josh no dejaba de mirarla fijamente y a pesar de la distancia, podía percibir el terrible dolor de sus ojos.

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