viernes, 22 de enero de 2016


    Josh y Jake entraron en la casa bromeando y riendo alegres, todos estaban en la sala charlando despreocupados
-Por fin llegasteis, me estaba inquietando cielo- lo recibió nerviosa Helena acercándosele y besándolo dulcemente en los labios; Josh sonrió complacido devolviéndole tierno aquel dulce beso
-Tuvimos que esperar a que cargaran el pedido mi amor… Pero ya estamos aquí ¿pasó algo o qué?- indagó tierno acariciando la mejilla de Helena con dulzura, ella le sonrió encandilada
 -No, todo está bien… pero es que ya está la cena…- aclaró intentando disimular su ansia por su tardanza aunque ya era muy tarde, todos rieron divertidos al escucharla
 -¡Ay mi hermano! ¡Vas a tener que llevártela contigo a este viaje! ¡Si no puede aguantarse dos horas sin ti, no sé qué hará tres semanas…!- habló guasón Ben y todos volvieron a reírse burlones sonrojando a Helena
 -No me tientes compadre, que yo estoy en las mismas y no sé qué voy a hacer- respondió gustoso Josh aprisionando apasionado a Helena contra su cuerpo volviendo a provocar las risas de todos- ¿Puedo hacer una llamada Williams?- se interesó mirando esperanzado al anciano
-Por supuesto, utiliza el despacho si prefieres- aclaró animoso, él le sonrió agradecido y besó a Helena de nuevo en los labios
-Dame cinco minutos cielo- repuso cariñoso dirigiéndose al despacho
-¡No tardes!- le comentó ella presurosa y él le sonrió amoroso desapareciendo por la puerta
 Cuando regresó al comedor, ya estaban sentados a la mesa esperándolo; su sitio se lo habían colocado a la otra cabecera de la mesa frente a Williams que le sonreía complacido, como representación del segundo cabeza de familia ya. Se quedó inmóvil mirando desconcertado su puesto aturdido por aquel gesto. Todos lo observaban expectantes de su reacción
 -¿Qué? ¿Te sientas de una vez y cenamos o piensas hacerlo de pie?- le habló resuelto el anciano sin dejar de sonreírle, Josh comprendió que fuera idea de él; le sonrió agradecido y se sentó en su sitio tomando posesión de su nuevo rango en la familia que todos recibieron agradados sonriéndole dichosos. Al instante, aquel tenso momento quedó olvidado empezando a pasarse unos a otros las fuentes entre charlas entretenidas y animadas.
-Williams, acabo de hablar por teléfono con ese amigo nuestro: Harry Richardson, y vendrá para la semana a ver el lugar y ya disponer cuanto antes a empezar las obras… ya le comenté que usted se ocuparía de todo ¿algún problema con ello?- le preguntó animoso Josh al anciano que le sonrió complacido
-Ninguno muchacho, estaré encantado de recibirlo- respondió resuelto
-Sería conveniente que ya tuvieran escogidos los lugares dónde construirlas; para eso, yo creo que sería mejor que le ayuden ellos para que queden a su gusto- expuso despreocupado, todos lo miraron confundidos- ¿qué pasa?- indagó mirándolos curioso
-¿Cómo “ellos” Josh? ¿No quedamos en que se empezaba por la de Kathy y Nico?- indicó extrañado Williams
-No, he decidido que se harán las tres al tiempo- habló sorprendiendo a todos que lo miraron atónitos, Jake le sonrió agradecido- He pensado que, por lo menos para mí, ya es un engorro andar con los obreros por el medio haciendo escándalo como para repetirlo dos veces más; es mejor pasar el mal trago todo junto y listo… Además, nadie tiene la necesidad de esperar por nada
-Pero eso es una locura Josh- expuso inquieta Helena
-No mi cielo, según Harry, así aún saldrá más económico porque se aprovechará mejor el trabajo de los obreros ya que se irán turnando en las tres obras sin necesidad de esperar que unos acaben unas cosas para hacer otros otras y no habrá pérdidas de tiempo- aclaró sonriéndole tierno y, aunque todos no salían de su sorpresa, la idea entusiasmó a todos.
Los días siguientes fue una locura de trabajo. Trabajaban de sol a sol sin descanso pero sin perder el buen humor. Acabaron las caballerizas y se organizaron para reunir y trasladar de nuevo a los animales a sus lugares. Williams no podía dejar de observar orgulloso a Josh, aquel hombre valía para todo y era un trabajador incansable; sus tres preciosas nietas se parecen bien a su padre...
Al lunes siguiente, llegó el constructor como había prometido. Williams, Ben y Josh junto a las tres parejas le mostraron la finca escogiendo las mejores zonas para construir que resultaron ser muy próximas a la casa principal rodeándola, quedarían perfectas: cerca como Helena quería, pero a una distancia prudencial para su mayor intimidad. A principio de mes empezarían las obras, declaró entusiasmado Harry complaciendo a todos.
Siguió el arduo trabajo durante la semana. Ya la casa totalmente reparada regresando todo su esplendor de nuevo, los animales recogidos y cobijados en sus establos ya reconstruidos; se encargaron junto a los empleados de volver a arar y sembrar las tierras que habían sido anegadas y ya habían recuperado su estado habitual con la retirada del río.
Pero a los adultos les intrigaba que las muchachas siempre estuvieran liadas con algo aquella semana y que nunca llegaban a explicar que era en realidad dando excusas esquivas yéndose a la ciudad algunas tardes y no regresando hasta ya entrada la noche. Además, parecía que los muchachos estuvieran de acuerdo con ellas pues no protestaban por sus idas y venidas evitando el trabajo del rancho. Luego, sus cuchicheos entusiasmados entre ellos después de cenar y apartados de todos, también los desconcertaba.
-Estos algo traman hermanita y, no sé tus niñas, pero conozco a mis chamacos y tiemblo solo de pensarlo- le murmuró inquieta la noche del viernes Lupe a Helena cuando ellos tomaban relajados un café en la sala, todos sonrieron amenos mientras observaban a los muchachos charlando animados en la terraza del jardín entre susurros y cuchicheos
-No son tan malos como intentas pintarlos mi Lupita preciosa, déjalos disfrutar- declaró cariñoso Josh
-Y no ha de ser nada cuando mi angelito anda entre ellos- añadió despreocupado el viejo Williams que se percibía que sentía adoración por la preciosa Lucía
-¡Ja, como se ve que no la conoce Williams! ¡Esa a veces es peor que ellos!- habló sobrecogido Ben provocando las risas divertidas de todos
-Sigo diciendo que no son tan malos, dejarlos en paz- volvió a defenderlos Josh apagando su cigarrillo en el cenicero de la mesita- seguramente estarán planeando salir a divertirse el fin de semana ya que el lunes los muchachos tendrán que regresar a sus puestos en la ciudad; trabajan como leones de sol a sol y también se merecen divertirse algo
-¡Ah, pues sí que puede ser eso Josh!- aclaró desenfadada nana, todos la miraron curiosos- algo oí de que mañana va a ver un baile en el club o algo así y yo pillé ahí atrás a Megan diciéndole a Ellie no sé qué sobre que lo del club estaba arreglado
-Pues puede ser un baile nana porque hoy han ido de compras las cuatro a la ciudad y venían cargadas de bolsas trayendo además unas fundas de trajes de una boutique; lo que me extraña, es que no me quisieron enseñar nada- habló Helena y miró a Josh- por cierto, Megan se acordó de que tu traje de gala estaba hecho un desastre por la lluvia y el barro y se lo ha llevado a la tintorería cielo… lo que no sé es si lo trajo ya de vuelta…- añadió confusa, él le sonrió complacido
-No corre prisa, no creo que vaya a usarlo por ahora- respondió ameno
-Bueno, pero que no se nos olvide recogerlo- resolvió acabándose su té
-No te preocupes mi niña, avisaremos a Nico que lo recoja el lunes de paso que regresa del trabajo- habló resuelta Lupe y ambas mujeres se sonrieron complacidas
-Bueno ¿nos vamos a la cama cielo? Ellos no sé, pero yo estoy realmente cansado- aclaró Josh levantándose de su sofá
 -Y yo hermano… estoy para el arrastre; menos mal que hemos acabado, así podremos descansar y yo mañana no pienso levantarme hasta las doce por lo menos- lo apoyó cansadamente Ben levantándose también
-Definitivamente, el compadre te va viejo mi Lupita preciosa- bromeó burlón Josh palmeándole amistoso el hombro a su gran amigo
-¡Viejo irás tú chingón del carajo!- protestó Ben jovial golpeándole con su puño en el brazo a Josh y ambos entablaron una juguetona lucha de boxeo
 -Jesús, después hablo de mis chamaquitos, si no tiene sentido el que debe dar ejemplo ¿cómo se me ocurre pedírselo a ellos?- expresó guasona Lupe y todos rieron divertidos
Se despertó como todos los días a las seis y media en punto, empezaba a amanecer. Observó deleitado a Helena desnuda entre sus brazos durmiendo profundamente. Sonreía complacida entre sueños y su rostro era sereno y feliz, estaba realmente hermosa; él también sonrió y la besó tierno en los labios, sin despertarse, ella le correspondió al instante murmurando un te quiero apasionado, cosa que volvió a hacerle sonreír dichoso aunque una sombra de tristeza se instaló en sus ojos. Apenas le quedaban dos días de maravilloso goce despertándose con ella a su lado percibiendo su agradable, tierno y dulce calor junto a su cuerpo y el aroma delicado y embriagador de su perfume. Prefirió alejar aquellos pensamientos de su cabeza que sabía lo deprimirían y amargarían tremendamente. Se levantó muy despacio para no despertarla, se vistió un pantalón de deportes con una camiseta vieja de la marina y, recogiendo el joyero roto de Helena aún sobre la mesilla, salió del cuarto sin hacer ruido.
Trabajó concentrado en la mesa de la cocina. Encoló las partes sueltas y le cambió las pequeñas bisagras rotas por otras que había comprado en el almacén. Cuando estuvo reparado, con una gamuza suave, empezó a cubrirlo con el barniz en crema intensificando en las reparaciones hechas y en los golpes que tenía para cubrirlos bien. En ello estaba cuando entró una Juanita aún no despejada del todo
 -¡Ay Virgencita de Guadalupe, que susto me ha dado leches!- exclamó al encontrárselo en la cocina sin esperárselo, él sonrió tierno
-Perdón, no era esa mi intención- se defendió amable sin dejar su trabajo, se sonrieron amistosos
-¿Y qué hace aquí tan temprano? ¿No podía dormir?- se interesó la mujer poniéndose a preparar café
-No Juanita, dormí perfectamente; pero me despierto siempre muy temprano y quería arreglar esto antes de irme
-Ah ¿y qué es?- curioseó examinando lo que él hacía
 -Un joyero que Leni tiene hace muchos años y se le rompió con la tormenta; al parecer, le tiene mucho cariño- explicó resuelto sin dejar de untarle la crema de barniz con mucha delicadeza
-Es muy bonito la verdad, nunca se lo había visto- expuso la mujer sin poder dejar de observarlo trabajar con tanta dedicación y mimo- parece increíble ver unos brazos tan fuertotes y unas manos tan grandes trabajar con tanta sutileza, se ve que lo hace con mucho cariño- expuso deleitada y él le sonrió complacido
-Las cosas para que queden bien deben hacerse con mucho cuidado y dedicación ¿no lo crees así también mi Juanita preciosa?- habló tierno y ambos se sonrieron amenos
-¿Un cafecito?- propuso animada
-Por supuesto, nunca me oirá decir no a un buen café- contestó resuelto, ambos volvieron a sonreírse y ella se dispuso a servirlos- ¿Y usted? ¿Qué hace tan temprano a pie ya?- indagó ameno ahora sacándole brillo al barniz con brío pero sin dejar de ser sutil con la gamuza
-Siempre me levanto a esta hora para tenerles el desayuno preparado a la niña Kathy y al patrón que se levantan siempre a las ocho para empezar a trabajar… después van apareciendo todos poco a poco, las siguientes siempre es la niña Ellie y nana, a veces también mi niña Helena… eso si no ha tomado las pastillas, porque si las toma, no se levanta hasta las diez u once como la pequeña Megan…- Josh la miró preocupado
-¿Leni toma pastillas? ¿Pastillas para qué?- indagó inquieto
-Para dormir; el doctorcito se las recetó hace muchos años porque a veces le cuesta horrores dormirse, pero no suele tomarlas todos los días- expuso sonriendo tranquilizadora entregándole un tazón de caliente y sabroso café que él saboreó mientras ella se sentaba enfrente con otra taza
-Yo aún nunca se las vi tomar…- indicó desconcertado
-¡Claro hombre! ¡Es que ya no es lo mismo desde que usted llegó! ¡Solo hay que verle de nuevo su carita de ángel risueño y feliz para darse cuenta de ello! ¡Vuelve a ser mi niña de antaño y que yo tanto extrañaba!- expresó satisfecha y ambos se sonrieron complacidos- pero antes no era lo mismo Joseph… siempre estaba demacrada y tristona, caminaba por la casa noches enteras como alma en pena… Ni el bueno de Rodrigo, que siempre está pendiente de ella, lograba sacarla de aquel tormento… y ya no hablemos de mucho antes, cuando esta casa era un verdadero infierno…- expuso conmocionada, Josh la miró abatido- ¡¡pero ya está todo solucionado y ese demonio de vuelta en los infiernos de dónde no debió salir nunca!! ¡¡Gracias a Dios, o mejor dicho, a Rodrigo; pero eso da igual!!- aclaró resuelta sonriendo satisfecha- …Y aunque el patrón se merecía una buena lección de humildad para que dejara de ser tan altivo, no era para sufrir así, no señor… y mucho menos mi angelito, que no se merecía para nada tanto sufrimiento- suspiró profundamente de nuevo intentando controlar las lágrimas que acudían raudas a sus ojos, Josh le tomó cariñoso la mano sobre la mesa intentando serenarla
 -De ahí ese cariño tan grande que las niñas tienen por Rodrigo ¿no Juanita?- indagó enternecido, ella le sonrió dulcemente
 -No es solo cariño, lo quieren con locura desde que nacieron porque es lo más parecido y cercano a un padre que tuvieron…- habló tierna- él les dio el cariño y dedicación que necesitaban de niñas como si fueran sus propias hijas, aunque también las regañaba duro cuando hacían algo malo pues la niña Helena y el patrón no hacían bueno de ellas; les enseñó a montar en bicicleta y a caballo, las llevaba y recogía de la escuela… todo lo que un padre hace por sus hijos, vamos- aclaró resuelta y Josh la miró apesadumbrado
-Cuando se lo permiten Juanita- murmuró abatido. La mujer lo miró conmovida
-Perdóneme Joseph, no fue mi intención lastimarlo ni mucho menos ofenderlo…¡¡ claro que cuando se lo permiten!! Usted no tiene culpa de no haber estado con ellas, yo me refería a ese demonio que nunca miró por ellas para nada- aclaró dolida y ambos se sonrieron dulcemente- pero ahora usted estará junto a ellas y ya todo irá mucho mejor ¿verdad?
 -Claro que sí Juanita, nadie va a apartarme de Leni ni de mis niñas ahora- remarcó tierno y ambos se sonrieron complacidos
-Eso pienso yo también- aclaró dichosa levantándose para empezar a preparar los desayunos- y eso ya se ve a leguas… solo hay que mirar a mi niña lo cambiadita que me está, antes estaba siempre apagadita y ahora vuelve a sonreír y sus ojos de melaza vuelven a resplandecer, también mis pequeñas son felices con esos muchachotes tan fantásticos… ¡Caray, los milagritos de mi virgencita! ¡Mira que ser usted y los muchachitos de mi Lupita los que vienen a levantar todo esto de nuevo después de todo lo que pasó! ¡Diosito santo, al señor Williams esta bofetada debe chingarle más que el infarto que sufrió!- se rieron divertidos
 -¿Las cosas van algo mal por aquí, no Juanita?
-Ahora parece que se van arreglando poco a poco, pero estuvieron realmente mal… mis pequeñas llevan trabajado como valerosas fieras y los empleados aún cobran la mitad del sueldo; mi niña Kathy estaba muy contenta últimamente porque parecía que se recuperara bastante y al fin se podría pagarles lo que se les debe… aunque ahora con este revés, no sé yo…
-¿Los empleados trabajan a mitad de sueldo?- repitió asombrado
-Sí señor, se van arreglando cogiendo de lo cultivado; mi niña Kathy les entrega la mitad de la cosecha para ellos aunque solo toman lo que necesitan para pasar el año
-Nació de pie el viejo cabrón y dio con buena gente- murmuró asombrado
-Eso digo yo también... pero es que todos queremos muchísimo a nuestra niña Helenita, si ayudamos y arrimamos el hombro es por ella y nuestras niñas, aunque ahora el señor Williams es otro bien distinto
-¿Cuánto te deben a ti mi Juanita?
 -¡Buff, no sé si Diosito santo lo sabe porque yo ya perdí la cuenta!- respondió descuidada pero, al instante, se calló mirándolo arrepentida sonrojándose- ni tanto ¿eh? No sé por qué dije tal cosa…- remedió rápidamente esquivando su mirada, él rió divertido acabándose su café y, acercándose a la anciana, la besó dulcemente en la frente
-Tranquila Juanita, no pasa nada; así regrese de mi viaje, volveremos a hablar tú y yo sobre todo esto y sin que nadie se entere ¿de acuerdo?- le dijo cariñoso y la mujer le sonrió complacida- Una pregunta más Juanita…- habló comedido y la mujer lo miró curiosa- ¿Rodrigo… está casado?
-Ya no, quedó viudo hace más de seis años y no volvió a casarse ¿por qué?- curioseó confundida, Josh movió las cejas en un gesto despreocupado
-Parece que regresé a tiempo ¿no?- bromeó malicioso y la mujer rió divertida
 -¿También se dio cuenta verdad? Hace muchos años que bebe los vientos por mi niña pero nunca intentó nada más que estar cerca de ella cuidándola y protegiéndola; además él sabe que eso es un imposible: mi niña Helenita solo tiene ojitos para usted Joseph y lleva esperándolo todo este tiempo- aclaró rotunda y ambos se sonrieron amenos. De pronto entraron charlando muy animados entre risas alegres los muchachos acompañados de la pequeña Lucía, solo faltaban Megan y Cris. Todos se callaron de pronto al descubrirlo en la cocina; parecían impactados por encontrarlo allí. Solo la pequeña Lucía fue capaz de reaccionar despreocupada
-¡Hola padrinito, buenos días!- expresó alegre besándolo amorosa en la mejilla; él le correspondió complacido
-Como habéis madrugado y que alegres venís ¿puede saberse el motivo?- indagó ameno Joseph, ellos sonrieron más relajados sentándose a la mesa donde Juanita ya empezaba a servir el desayuno
-Porque sí ¿acaso no se puede despertar uno feliz o qué?- respondió muy dispuesta y resuelta la pequeña provocando las risas de todos
-Claro que puede uno levantarse feliz mi ardillita sabionda, pero es muy temprano y sé lo mucho que te gusta a ti la cama, dormilona- contestó cariñoso tirándole suavemente de la nariz provocándole unas risitas divertidas a la niña
-¡Qué bonita padrinito! ¿Para quién la has hecho?- cambió de conversación descaradamente examinando curiosa el joyero que seguía sobre la mesa
-Tiene muchos años ya y es de tía Leni, se le rompió durante la tormenta y estuve reparándosela
-¿De mamá?- expuso desconcertada Kathy observándola detenidamente- nunca se la había visto… ¿y tú la hiciste? es preciosa- aclaró gustosa, Josh le sonrió agradado
-Megan y yo sí…- expuso Ellie examinándola también, su hermana la miró desconcertada- nos la enseñó antes de su viaje a Washington; la tiene en uno de los cajones de su mesilla de noche y es dónde guarda sus recuerdos como la foto de papá y otras cosas; aunque no sabía que la habías hecho tú… realmente es un trabajo espectacular- aclaró mirando a Josh sonriendo amena y él le correspondió
 -El padrino hace cosas muy lindas, mi cajón de los juguetes también me lo hizo él- explicó resuelta Lucía sentándose a la mesa entre sus hermanos que ya había tomado su sitio para desayunar
-Pues tienes unas manos prodigiosas papá- halagó Kathy mirándolo orgullosa
-A mí me gustaría tener una…- murmuró cohibida Ellie y su padre le sonrió animado
-¿Quieres una mi chiquita?- expresó gustoso y ella sonrió dulcemente- pues te la haré mi niña, no hay problema; os haré una a cada una, será ahora por madera que hay en el cobertizo- resolvió despreocupado y las muchachas le sonrieron agradecidas- pero no me habéis contestado ¿A qué viene este madrugón?- insistió curioso
-Hay muchas cosas por hacer tío Josh, los animales no se alistan solos- explicó despreocupado Nico siguiendo con su desayuno
-Ya, pero eso podemos hacerlo tú y yo hijo; sin necesidad de que las muchachas se levantaran… y menos tú Kat, necesitas descansar- aclaró mirándola cariñoso y ella le sonrió tierna
-Lo sé, pero es que nosotras tenemos que ir a la ciudad ahora a la mañana sin falta a recoger un encargo papá- respondió animada, él asintió con la cabeza sin darle más importancia
 -¿Y tú curiosón? ¿qué haces ya levantado también?- repuso vivaracha Lucía mirando a Josh desenfadada
-Ya sabes que madrugo mucho mi quisquillosa ardillita- repuso chistoso provocando de nuevo las risas de todos.
-¡¡Por fin llegó el día, chicos; estoy atacada de los...!!- exclamaba exaltada Megan entrando en la cocina pero enmudeció de pronto al encontrarse a Josh allí y tanto ella como Cris se quedaron paralizados bajo el dintel de la puerta mirándolo sobrecogidos con sus ojos abiertos de par en par; pero aunque eso escamó a Josh, su desconfianza fue en aumento al percibir el tremendo nerviosismo que les entró al resto remolinándose muy incómodos en sus asientos
 -¿Qué demonios estaréis maquinando vosotros?- murmuró entrecerrando sus ojos y mirándolos con desconfianza de uno en uno, todos esquivaron sus ojos sin atreverse a mirarlo siquiera; Josh clavó sus ojos en Juanita
 -¡¡Ay, a mi no me mire que yo no sé nadita de nada!!- se apresuró a responder la mujer levantando sus manos en clara muestra de inocencia; él tomó aire profundamente
-Solo espero que tengáis sentido o Lupe os colgará del palo mayor- resolvió derrotado y recogiendo el joyero de Helena salió de la cocina
-¡¡Eres una puñetera bocazas ¿por qué no gritaste más al entrar, imbécil?!!- le oyó recriminar duramente a Ellie a su hermana Megan
-¡Chiss, callaros que el tío Josh tiene el oído muy fino!- avisó rápidamente Cris, él rió entretenido y siguió su camino hacia el dormitorio de Helena, abrió la puerta con mucho cuidado para no despertarla pero su sorpresa fue descubrir la cama ya vacía
-¿Leni? ¿Estás aquí?- la llamó mientras entraba en el cuarto cerrando la puerta tras de sí
-Hola cielo ¿dónde has estado?- salió del baño sonriéndole amorosa cepillándose su pelo rubio solo con su camisón salmón puesto, él sonrió complacido; era bella como ninguna y por las mañanas parecía más resplandeciente que nunca
-En la cocina desayunando con los chicos- expuso resuelto acercándose a ella y besándola dulcemente en los labios
-¿Ya se han levantado? ¿Y Meg también?- se sorprendió agradada
-Sí todos, hasta la dormilona de Lucía; las muchachas están muy ilusionadas con irse a la ciudad a no sé qué recado y los muchachos van ya a atender los animales…
-Esos chicos de Lupe son maravillosos, no pudieron encontrar hombres mejores nuestras niñas- expuso feliz y él sonrió encandilado sintiendo gran orgullo por ellos ya que los sentía como si fueran hijos suyos propios- ¿Y esas alocadas a la ciudad a estas horas y sin decir nada? ¿Qué se traerán entre manos?
-Ni idea mi amor, pero de que algo maquinan eso está claro y no sé por qué pero sospecho que tiene algo que ver con nosotros…- expresó desconfiado
-¿Con nosotros? ¿Contigo y conmigo?- instó totalmente descolocada mirándolo extrañada
-Sí- contestó sincero y tomó aire profundamente- pero ahora olvida eso y mira lo que hice- murmuró meloso mostrándole el joyero, Helena abrió sus ojos sorprendida
-¡¡La has podido arreglar amor mío!!- exclamó emocionada recogiéndola
-¿Qué es lo que no puedo hacer yo por verte feliz mi ángel?- comentó amoroso y se sonrieron dichosos
-¿Y yo? ¿Qué puedo hacer yo para hacerte feliz a ti mi vida? aunque tengo una idea que puede que funcione…- musitó mimosa besándolo retozona en los labios al tiempo que rodeaba su cuello con sus brazos acariciándole dulcemente la nuca provocando en Josh un escalofrío de placer que le recorrió el cuerpo entero, la atrapó entre sus brazos aproximándola a él y sonrió pícaro
-No tengo ni idea que podrá ser, prueba a ver…- jugueteó malicioso; sonriéndose astutos, Helena lo sujetó por la nuca acercando su boca a la de ella y se besaron apasionados, entregándose a él con dedicación y gran pasión deleitándolo. Poco a poco deslizó sus manos por su espalda metiéndolas debajo de la camiseta para poder sentir mejor su suave piel, pero apenas fue una discreta caricia provocadora ya que de inmediato deslizó su mano en su pantalón atrapando en su mano el miembro de Josh que empezó a acariciar excitantemente, él sonrió complacido- Me está gustando mucho como empieza esta idea tuya, sigue a ver…- murmuró agradado sin dejar de saborear los deliciosos labios de Helena que le entregaban tanta pasión. Él dejó deslizar sus manos hasta sus caderas comenzando a subirle el fino camisón hasta dejarlas al descubierto y acarició ardiente la piel desnuda de sus nalgas descubriendo complacido que no llevaba nada debajo; subió muy despacio sus manos hasta su espalda retirándole por completo el camisón dejándola desnuda ante él y, en un rápido gesto sin apenas soltar sus bocas, también se deshizo de su camiseta recogiéndola de nuevo entre sus brazos y oprimiéndola aún más contra su cuerpo. Helena empezó a besarlo muy despacio y con ardor por aquel musculoso pecho mientras en su descenso le retiraba los pantalones, alcanzó con su boca aquel miembro ya totalmente excitado introduciéndoselo de inmediato en ella provocando en Josh un gemido de gustoso placer al sentir su aliento caliente y aquella caricia hábil de su lengua en él- Ven aquí mi gatita juguetona- expuso excitado levantándola y, elevándola entre su brazos, se sentó al borde de la cama sin poder dejar de saborear aquella boca maravillosa al tiempo que Helena se colocó sobre él embistiéndose en su miembro con una habilidad y rapidez increíble sorprendiéndolo complacido, se sonrieron dichosos mientras ella comenzó a moverse grácilmente en busca de aquel placer maravilloso. Él se recostó en la cama y ella se embelesó en acariciar amorosa su pecho musculoso enredando sus dedos con su rizado pelo mientras él pasaba tierno sus manos por aquel cuerpo de tersa piel que lo cautivaba dejándola hacer, deleitándose en mirarla moverse hábil y observando su precioso rostro como se iba encendiendo de deseo y sus ojos tomaban aquel brillo de ambición por obtener lo que su cuerpo tanto ansiaba alcanzar. Su baile de caderas empezó a acelerarse más codicioso mientras pequeños gemidos de deseo se le escapan de su garganta, entonces Josh se reincorporó de nuevo tomándola por las caderas y, hundiéndose más profundamente en ella, la llevó más impetuosamente ayudándola a alcanzar lo que tanto avariciaba mientras atrapó con su boca aquellos delicados y sabrosos pechos que lo volvían loco haciendo que al poco Helena, gimiendo llena de gran placer, se estremeciera entre sus brazos al tiempo que se aferraba a él con furia desmedida provocada por el fantástico clímax que lograra alcanzar al fin haciendo que él se excitara aún más al contemplarla gozar de aquella manera arrebatada. Atrapando de nuevo su boca, devorándosela frenético, siguió moviendo furioso sus caderas embistiéndola con ímpetu una y otra vez hasta que logró desatar todo aquel frenesí que lo quemaba por dentro provocando también en ella otro orgasmo fantástico que los hizo gemir a ambos de gustoso placer conseguido. Helena se derrumbó entre sus brazos, agotada y completamente satisfecha mientras él la oprimía amoroso contra su cuerpo. Ambos rieron plenamente felices abrazados con pasión y se besaron apasionados
-¡Padrino! ¡Padrinito! ¡¿Dónde estás?!- los sobresaltó la llamada entusiasmada de la pequeña Lucía viniendo hacia su cuarto por el pasillo
-¡¿Ya están de vuelta?! Pues sí que fue rápido ese recado que tenían que hacer; apresúrate mi cielo que esta entra sin pedir permiso- avisó alarmado Josh retirando a Helena rápidamente de encima suyo y colocándose raudo ya sus pantalones, ella deslizó hábil su camisón sobre su cuerpo desnudo y recogió presurosa la bata a juego a los pies de la cama
-¡Padrinito, acaba de llegar una sorpresa para ti que te va a encantar!- declaró ilusionada la muchacha al abrir la puerta del cuarto sin llamar justo cuando Helena se cubría con su bata, ambos se volvieron intentando disimular calma y le sonrieron cariñosos
-¡¡Lucía!!- se oyó la voz recriminatoria de Lupe también en el pasillo- ¡¿Cuántas veces he de decirte escuincla del demonio que se llama antes de entrar?!
-¡¡Bah!! ¡¡El padrino no es como tú y no le importa mamita!!- se defendió desentendida la muchachita provocando las risas divertidas de Helena y Josh- ven tío Josh, te hemos traído una sorpresa que… ¡ya verás, ya!- siguió hablando mientras lo tomaba de la mano obligándolo a seguirla
-¿Y qué sorpresa es esa mi algodón de azúcar?- preguntó cariñoso sin oponer resistencia
-¡¿Dónde está ese vaquero renegado?! ¡¿Voy a tener que irte a buscar por una oreja como de niño o qué?!- se escuchó una voz femenina en el pasillo que hizo que Josh se detuviera en el acto
-¿Adele?- murmuró incrédulo mirando atónito la puerta sin poder moverse

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