lunes, 11 de enero de 2016


        La bonita pareja de recién casados abrieron el baile mirándose hipnotizados mientras sonreían dichosamente felices como llevaban haciendo todo el día; ni un solo instante podían esconder el gran amor que se procesaban, era imposible.
 Pero Josh seguía perdido en sus dolorosos pensamientos con la mirada fija en Helena.
-¿Bailamos padrino?- lo descentró Lucia abrazándose a su cuello por detrás besándolo cariñosa en la mejilla, él sonrió feliz
-Como no mi algodón de azúcar, vine expresamente a eso: a bailar con mi ardillita- bromeó y salieron a la pista junto a varios invitados más. Jake y Ellie los observaban sonriendo amenos
-Es muy agradable además de alegre y gracioso; y parece muy cariñoso y tierno- expuso enternecida ella
 -Lo es mi cielo, es el hombre más bueno que conozco; nos quiere a todos con locura pero tiene auténtica adoración por Lucía
-¿Y quién de vosotros no?- bromeó cariñosa y él rió divertido tomándola entre sus brazos y ella se recostó gustosa sobre su pecho- me parece mentira Jake ¡ese es mi padre!- expuso sobrecogida y él la besó en la frente
Ben y Lupe, tras una pequeña disputa con Helena pues no querían dejarla sola pero ella insistió en que lo hicieran, también se animaron a salir a bailar quedando Helena sentada en la mesa
-Debería aprovechar para hablar con él de una vez por todas- le murmuró cordial tras ella la voz de Rodrigo, Helena volvió levemente la cabeza y le dedicó una amena pero apagada sonrisa- puede que no tenga otra oportunidad tan buena como esta, niña Helena; piénselo- siguió recomendándole amistoso y tras sonreírle animoso, volvió a alejarse tan silenciosamente como había llegado. Ella tomó aire profundamente y se quedó callada observando a Josh indecisa
-¿Puedo bailar con la novia hijo?- le preguntó amable Josh a Nico que le sonrió cariñoso y cambiaron las parejas. Bailaron animados, él la llevaba con estilo y daba los giros con muchísimo cuidado para que no volviera a marearse; se miraban a los ojos y se sonreían complacidos- Dios mío, mi niña… ¡¡quisiera decirte tantas cosas y preguntarte tantas otras que no sé por dónde empezar!!- declaró emocionado y se rieron divertidos- Lo más importante ¿Al fin os lo dijo vuestra madre?
-No- respondió apagadamente y lo miró inquieta a los ojos- fue Lucía, ella... aún no sabe nada de que ya lo sabemos- expresó preocupada sin dejar de mirarlo nerviosa, él sonrió tierno y la besó en la frente
-Tranquila cielo, no le diré nada- expresó tranquilizador y se sonrieron complacidos, él tomó amoroso su rostro entre sus manos- ¡Mis hijas, Dios; tengo tres niñas preciosas!- expuso emocionado y volvió a oprimirla apasionado contra su pecho, ella también se abrazó a él con ternura- ¡quiero saberlo todo de vosotras! ¡Necesito que me contéis tantas cosas...! Mi cielo, habla con tus hermanas y venir mañana a comer a mi casa; tú te irás pasado y yo tengo que viajar martes sin falta y probablemente no estaré aquí cuando regreses y necesito tanto conoceros…- habló entusiasmado
-Eso íbamos hacer, nosotras también estamos deseando conocerte papá- aclaró ella y se sonrieron animados continuando el baile
Mientras, el viejo Williams se acercó a su hija Helena que seguía sentada sola en la mesa
-Mi niña ¿no vas a bailar conmigo?- la invitó cariñoso y ella le sonrió complacida saliendo a la pista de su brazo.
 Bailaban animados, pese a su edad, el anciano Williams aún se movía bien; poco a poco y disimuladamente, se iba acercando a Joseph que seguía hablando animado con Kathy y ambos parecían muy emocionados sonriéndose felices
-¿Me permites bailar con mi nieta? ¿Sí? Muchas gracias- repuso animado el anciano y, sin darles tiempo ni siquiera reaccionar, se llevó a Kathy dejando a Josh y Helena frente a frente sin saber qué hacer. Se quedaron inmóviles mirándose intensamente a los ojos unos segundos esperando uno alguna reacción del otro; Helena resolvió huir y regresar a su sitio pero Josh raudo se lo evitó sujetándole suavemente la muñeca con su brazo y acto seguido la rodeó con sus brazos por la cintura; en apenas décimas de segundos, ya estaban danzando suavemente al son de la música
Joseph no podía creer que la tuviera de nuevo entre sus brazos, la aprisionó un poquito más contra él para sentirla mejor y aspiró disimuladamente su delicioso perfume para creérselo al fin; no podía hablar: el corazón parecía que iba a salírsele del sitio. Helena sentía como la piel le ardía bajo el tacto de sus manos en su espalda, como cada milímetro de su piel se erizaba al percibir su perfume y el corazón le latía velozmente, sintió como él la aprisionaba un poco contra su cuerpo y ella reaccionó cercando aún más sus brazos alrededor de su cuello quedando sus cuerpos juntos… Bailaron muy callados, mejilla junto a mejilla pero sin tocarse y sin ninguno atreverse a decir nada
-Santo Dios Jake, qué pareja más bonita hacen- expuso conmocionada Ellie observándolos, él sonrió ameno
-Aunque parece dos ridículos adolescentes- se burló guasón riéndose divertido
-¡Jake!- le regañó conmovida por ellos
-¡Pero míralos, mi cielito! No se atreven ni a mirarse, ya no digamos hablarse… ¡¡están nerviosos como dos escuincles en su primer baile!!- bromeó chistoso y rieron alegres
-Bienvenido Josh, me alegro de que al final pudieras venir...- expresó apenas en un audible murmullo Helena
-¿Eso es cierto o simple gentileza, Helena?- preguntó él por fin atreviéndose a mirarla a los ojos, a aquellos preciosos ojos que lo enloquecían y siempre miraban con tanta ternura que le erizaba la piel y su corazón aún se aceleró mucho más
-Lo digo muy en serio Josh, muy en serio- remarcó plenamente sincera y él tragó incómodo saliva ¡Dios, como deseaba atrapar aquellos jugosos labios tan cercanos y que lo atraían tremendamente!- espero de corazón que mi padre no te haya ofendido- añadió inquieta.
-No ofende quien quiere sino quien puede, Leni- respondió sereno aunque mirándola tan intensamente que ella esquivó su mirada y siguieron bailando en silencio- ¿Por qué lo hiciste Leni?- le reclamó de pronto muy dolido sorprendiéndola; no podía callar más, las palabras le ardían en la garganta y necesitaba expulsarlas o se ahogaría. Ella lo miró a los ojos desconcertada- ¿Qué hice yo para que me hicieras tanto daño?
-No te comprendo Josh, yo no…- repuso confusa
-¡Nuestras hijas Leni!- expuso atormentado, ella lo miró sobrecogida tragando nerviosa saliva- Sabiendo como lo deseaba, que era mi gran ilusión, que era lo que más ansiaba en este mundo Helena ¿cómo pudiste ocultármelo? Si querías hacerme daño, de verdad, lo has conseguido- le reprochó atormentado
-Por favor Josh, yo no quería…- suplicó mortificada mirándolo dolida
-Por favor a ti Helena: respóndeme de una vez ¡¿Por qué lo has hecho?! ¡¿Por qué me mentiste y te lo callaste?!- elevó la voz firmemente deteniendo el baile pero sin soltarla y todos los observaron de refilón
-Ahora no es el momento, Josh…- le murmuró nerviosa percibiendo inquieta que todos les observaban, él la miró terriblemente herido
-¡¡Claro Helena, como siempre ¿no?!!- bramó irritado elevando aún más la voz, ya todos los miraban expectantes aunque intentado disimular- ¡¡No es el momento Josh!! ¡¡Dame tiempo Josh...!! ¡¡Espera Josh…!!- roncó enfadado con la voz tomada por el dolor- ¡¡Llevo treinta años esperando Helena!! ¡¿Cuánto más he de esperar?! ¡¿Cuándo será mi maldito momento Helena?!
-Por favor Josh, los invitados…- le habló contrariada mirando nerviosa a su alrededor
 -¡¡Ah claro, ahora son los invitados, estúpido de mí ¿cómo no caí en ello?! - exclamó irónico sonriendo sarcástico y le sujetó suave pero enérgico el mentón obligándola a mirarle a los ojos- Cuando no es una cosa es otra pero siempre hay algo antes que yo para ti ¿no es así Helena?
-No- respondió apagadamente
 -¡¿Ah no?! ¡Entonces dime ¿Cuándo he tenido yo el honor de que pensaras en mí o en mis sentimientos al menos un segundo?! ¡¡Porque perdona pero no lo recuerdo!!- le reclamó atormentado mirándola dolido a los ojos, los de ella se inundaron de lágrimas- ¡¡Por Dios santo Helena, no vayas a llorar ahora!! ¡¡Creo que ya tienes edad suficiente para dejar de ser esa muchachita cobarde de antaño y enfrentar las cosas de una puta vez ¿no te parece?!!- le recriminó y tomó tierno aquel precioso rostro que lo tenía tan enamorado entre sus manos- Mi vida, contéstame aquí y ahora… ¿Cuándo te decidirás a empezar a vivir nuestra vida en vez de seguir dejándola pasar ante nosotros amor mío?- expresó lleno de amor mirándola con pasión a los ojos
-Josh por favor te lo pido, ya está bien- sollozó angustiada y él retiró sus manos de sus mejillas
-Cierto, tienes toda la razón: ya está bien- repuso pausadamente y soltó un profundo suspiro de derrota- tranquila que no te voy a inquietar más; sabía que era mala idea venir ¡Muy mala idea! Pero…- volvió a sujetarle el mentón dulcemente mirándola con tanto amor a los ojos que la impresionó- pero deseaba tanto verte otra vez Leni, verte por última vez vida mía- declaró con tanta pasión que la hizo estremecerse de nuevo como hacía muchos años- porque tienes toda la razón: ya está bien ¿no crees? llevo casi treinta años esperándote Leni… ¡¡Treinta!!- expuso atormentado mirándola con tanto amor que conmovía, pero se repuso de inmediato y le dedicó una mirada dura y fría- y yo ya me cansé de dejar pasar mi vida ante mis ojos esperándote Helena, creo que llegó el momento de que empiece a vivirla de una puñetera vez; ya he perdido mucho tiempo esperando inútilmente lo que nunca va a volver ¿no lo crees tú también?- aclaró con rotundidad y se alejó de allí en dirección a su asiento, ella se quedó en medio de la pista sollozando calladamente mirándolo desolada
-Habría sido mejor que se hubieran mantenido callados- murmuró afligida Ellie hundiendo apesadumbrada su rostro en el pecho de Jake
-Voy con él mi ángel- expresó preocupado y la besó compasivo en la frente antes de apurar su paso tras su tío
-¡Oh Dios, pobre mamá!- murmuró afligida Kathy soltándose de entre los brazos de Nico con intención de acudir a lado de su madre
-¡¿Perdona?!- exclamó incrédulo Nico sujetándola del brazo y la miró pasmado- ¿Pobre mamá, Kathy?! ¡¿Pobre de tu mamá?! ¡¿Acaso tú no has oído lo que yo o estamos en mundos diferentes?! ¡¡Ese hombre lleva toda su puta vida amando a tu madre y nuevamente ella le da la espalda Katherine!! ¡¿Quién es aquí el pobre Kat?!- exclamó atónito y le dio la espalda yéndose tras su padrino, igual reaccionó Cris mientras las tres muchachas corrían a lado de su madre que seguía mirando entre lágrimas y sin moverse a Josh alejarse- Padrino- lo detuvo Nico posando su mano en su hombro al verlo recoger su visera con la intención de irse
-Me voy chicos, sabía que no debía quedarme; esto fue un error… un tremendo error- expuso afligido- lamento haberte estropeado la fiesta hijo
-No has estropeado nada padrino- repuso rotundo Jake
-No tío Josh, mira: la gente sigue bailando; no te preocupes- indicó ameno Cris; sí, la gente seguía bailando pero no perdía detalle de lo que sucedía entre ambos
 -No, me voy; si me quedo seguiré inquietándola y es lo último que desearía en este mundo- expresó compasivo sin atreverse a mirarla o sabía que no podría hacerlo sin ella de nuevo; les sonrió cariñoso echando andar pero Jake lo detuvo por el brazo
 -Espera, dame un segundo para hablar con Ellie y me voy contigo tío Josh; no quiero que te vayas así y solo- indicó decidido, Joseph le sonrió agradecido
-No hijo, vosotros quedaros con las chicas y calmarlas a ellas que yo estoy bien- explicó sereno pero la mirada de sus sobrinos decían que no le creían- de verdad que estoy bien, tranquilos; Nico, ya hablé con Kathy y está de acuerdo, si os parece bien a todos, mañana os espero a comer en casa ¿a las dos estaría bien?- propuso intentando parecer lo más sereno posible, ellos asintieron con la cabeza- De acuerdo entonces, despedirme de ellas y de vuestros padres- y volviéndose de nuevo, se dirigió a paso firme y presuroso al aparcamiento
-¡¡Joseph!!- lo llamó con firmeza Williams y él se detuvo en seco pero no se volvió, el anciano se acercó a él- ¡¿Qué coño estás haciendo?!
-Lo lamento señor; esta vez sí soy culpable de todo- se disculpó abochornado
-¡¡No muchacho, no eres el culpable de nada y tienes toda la razón del mundo: ya está bien de esperar, carajo!! ¡No la vuelvas a dejar atrás, llévatela contigo aunque patalee! ¡Tenéis mucho de que hablar y sobre todo que aclarar!- le dijo rotundo y él lo miró pasmado
-No señor, nunca haría tal cosa; ella decide su vida y ya la ha decidido por tercera vez, ahora soy yo el que tiene que decidir que hacer con la mía que va siendo hora- resolvió decidido dándose la vuelta
-¡No seas estúpido muchacho!- le gritó enfadado
-¡¡No me insulte ni me levante la voz que ya no está hablando con aquel muchachito de antaño ¿entendido?!!- le vociferó furioso encarándolo desafiante, el anciano sonrió satisfecho
-¡¡Sí señor, ese es el Joseph que yo recuerdo!! Está bien claro de donde procede el carácter de mis niñas- expuso orgulloso
 -¡¡No se equivoque!!- le gritó encarándolo de nuevo- ¡¡Estas son “mis” niñas ¿me oye?!! ¡¡Mis niñas!! A lo sumo pueden ser “nuestras” pero nunca suyas; estas no, señor Connors ¡¡Estas no y no gobernará su vida como hizo con la de Leni porque no se lo permitiré!!- aclaró rotundo y siguió su camino metiéndose en su Audi negro y marchándose de la finca mientras el anciano seguía sonriendo feliz y satisfecho. Tomó aire profundamente y regresó a paso decidido a la fiesta
 -¿Dónde está esa insensata de mi hija?- preguntó impaciente buscando a Helena entre los invitados que estaban todos paralizados sin saber qué hacer ante aquella situación; una pareja en medio de la pista señaló hacia una esquina y al fin la vio arropada en brazos de Lupe acompañadas de las muchachas y nana- ¡¡Eres una estúpida!! ¡¡Una rotunda e insensata estúpida!!- le gritó irritado acercándose a ellas
-Williams...- intentó interceder nana
-¡¡Cállate tú que eres otra estúpida como mi hija!! ¡¡Si me hubieras comentado algo de lo que estaba sucediendo, ya se habría acabado todo esto hace tiempo!!- le increpó tajante callándola en el acto
-Papá… por favor...- sollozó abatida Helena
-Por favor por favor...- se burló implacable- ¡¡Ni por favor ni leches, Helena, eres una estúpida cobarde!! ¡¡Menos mal que las niñas salieron a su padre en su fuerza y coraje!! ¡¡Ese muchacho los tiene bien puestos, sí señor; y sus hijas salen a él a Dios gracias!!
-¡Papá!- exclamó boquiabierta al descubrir que también él lo sabía ya
-Eres muy idiota Helena, lo has dejado ir dos veces mi niña ¡Dos! A la tercera es la definitiva y él está muy decidido a hacer lo que dijo ¿es lo qué quieres? ¿Perderlo y esta vez sí será para siempre, Helena?
-Déjame en paz papá- lloriqueó angustiada y miró los rostros conmovidos de todos los que la rodeaban- ¡¡Dejarme todos en paz!!- chilló afligida soltándose de los brazos de Lupe y huyó hacia la casa
-¡¡Sí, corre; pero corre hacia donde debes y deja de esconderte de una puñetera vez Helena!!- le gritó rotundo su padre
 -¡¡Mi niña!!- la llamó cariñosa Lupe siguiéndola
-Mamá- también la llamó angustiada Ellie
-¡¡Por Dios os lo pido!! ¡¡Dejarme sola!!- bramó mortificada sin detenerse pero Lupe la siguió sin obedecer
-Pero ¿qué diablos pasa ahora?- indagó inquieto Ben que junto a sus hijos se habían acercado a las muchachas al oír la nueva discusión
-El abuelo… regañó muy duro a mamá- indicó llorosa Megan buscando refugió entre los brazos de Cris que la recogió amoroso contra su pecho
-¡Maldito viejo carcamal, seguimos en las mismas ¿no?!- rechinó entre dientes Ben al tiempo que daba unos pasos decidido a enfrentar al anciano
-¡No Ben!- lo detuvo Ellie sujetándolo por el brazo, él la miró encendido
-No Ben, la reprendió por no irse con Joseph, no por lo contrario- aclaró Kathy y él abrió atónito los ojos
 Cuando Joseph traspasó el portalón a toda velocidad, se encontró en medio del camino a un hombre parado muy decidido y que parecía no tener intención de moverse haciéndole frenar en seco
-¡Apártese de ahí!- le increpó furioso
-¡¡No hasta que hablemos!!- contestó rotundo
-¡¡Apártese o le juro que le paso por encima!!- lo amenazó encrespado
 -Pues va a tener que hacerlo Josh, porque yo de aquí no me apartó hasta que me escuche; debe saber muchas cosas que pocos saben y no le dejaré irse sin contárselas; después haga lo que le venga en gana- le habló contundente
-¿Quién rayos es usted y de qué me conoce?- expresó sorprendido al escucharle llamar por su nombre
-Soy Rodrigo, supongo que ha oído hablar de mí como yo de usted- se presentó amistoso mirándolo ameno dedicándole una amable sonrisa, Joseph se quedó quieto unos segundos dudando si irse o escuchar lo que tenía que decirle; respiró profundamente y al final apagó el coche- Gracias- repuso sin dejar de sonreírle y se acercó al coche abriendo la portezuela para invitarlo a bajar, Josh obedeció
-¿De qué quiere hablarme?- indagó resuelto
-Puede que escuchara algo de lo que aquí pasó, pero yo lo he vivido junto ustedes dos y quiero contarle lo que realmente ha sucedido en esta casa; después decidirá si irse o regresar y hablar con la señorita Helena- expuso sereno y Josh tomó aire profundamente de nuevo- empezando por el principio, ella huyó a buscarlo así logramos encontrarle una oportunidad entre nana y yo…
-Lo sé, Leni me lo contó- le explicó amable
-Está bien, entonces vayamos hace 26 años; tenía que verla como yo la vi Josh, escapándosele la vida en un horrible matrimonio obligado y caótico hasta que se encontró de nuevo con usted… Verla feliz de nuevo corriendo ilusionada como una niña a su encuentro por aquella ladera arriba era una delicia increíble…- y Rodrigo le relató aquellos días de felicidad de Helena fuera de aquellos muros y de su tremenda amargura cuando regresaban, cómo se había decidido a pedirle el divorcio a Eric justo el día que él se fuera y como empezó su tortura con aquel engendro del mal esperando el regreso de Joseph, como por culpa de aquella tensión se adelantara el parto de Kathy y como nana la detuviera cuando estaba decidida a irse con él así supo de su regreso. Rodrigo siguió contándole cómo las cosas se volvieron caóticas de verdad cuando apareció embarazada de las gemelas y como todo se volvió insoportable cuando nacieron, si antes a la pequeña Kathy aquel maldito hombre ni la miraba, después era puro odio y rencor lo que emitían sus ojos sobre las tres pequeñas; le contó cómo empezó a quedarse cerca de la casa porque temía por la vida de Helena y las niñas, aquel hombre las odiaba a las cuatro y temía por aquellas criaturas cuya madre ponía su vida en peligro sin pensárselo dos veces solo para protegerlas. Josh oía en silencio repartiéndose tabaco entre ambos y haciendo un esfuerzo sobrehumano por no llorar al escuchar toda aquella tortura que Helena padeciera sin él ni suponerlo. Estar sabiendo todo aquello lo estaba destrozando, no había sido culpa ni de uno ni de otro, todo había sido un cúmulo de circunstancias en donde ambos se vieron envueltos sin remedio- Ninguno comprendíamos por qué la niña Helena aguantaba todo aquel infierno sin hacer nada; hasta el señor Williams le obligaba a poner fin a aquella tortura pero ella se negaba tajante… Hasta que un día, en uno de nuestros paseos con las pequeñas por la finca, se desahogó y me lo contó todo: que usted era el padre de esas tres hermosuras y que aquel imbécil lo sabía y la amenazaba continuamente con llevárselas si hacía algo en su contra y ella no temía aquello Josh, sabía que no llegaría muy lejos con esas criaturas porque yo nunca lo permitiría, pero sabía cuánto las odiaba y a eso temía, tenía auténtico terror por la vida de las pequeñas…- Rodrigo calló unos segundos. Aquello llenó de lágrimas los ojos de Josh y ya no pudo contenerlas más, rodaron por sus mejillas sin control; Rodrigo lo miró fijamente a los ojos- ¿sabe Josh? yo maté a ese desgraciado- declaró de pronto y Joseph lo miró sobrecogido- sé que pudo parecer un accidente… pero yo apreté el gatillo de la escopeta a sabiendas y no me arrepiento- aclaró rotundo, Joseph tragó saliva- la niña Helena escogió el peor momento para no aguantar más y encararlo: el señor Williams había salido al banco a solucionar unos asuntos y yo estaba liado en las caballerizas, casi acaba con ella… cuando llegué a aquel cuarto alertado por los gritos aterrados de mi Kathy…- se calló de pronto y miró tímido a Josh- ¿me permite llamarle así? Para mí siempre serán mis niñas…
 -Claro, yo no soy quien a oponerme- contestó amistoso
 -Es su padre, y eso nadie se lo quita- declaró orgulloso y ambos se sonrieron amenos- pues, cuando llegué al cuarto de Helena y la encontré golpeada brutalmente por ese animal me cegué, quería reventarlo, matarlo con mis propias manos y casi lo consigo... pero apareció el señor Williams con la escopeta en mano y toda la intención de matarlo e intenté quitársela, no podía dejar que él se arruinara la vida y dejar solas a la niña Helena y a esas tres preciosidades, sin embargo yo no tenía nada que perder... luché intentando arrebatársela pero ese viejo testarudo es correoso y no quería soltarla, entonces vi cómo ese desgraciado intentaba huir aprovechando nuestra disputa y no iba a permitírselo, no señor; así que, sin pensármelo dos veces, obligué al señor Williams a apuntar el arma hacia su espalda y apreté aquellos dos gatillos sin remordimiento ninguno- volvió a quedarse unos segundos callados y seguidamente tomó aire profundamente- pero ese viejo terco no me permitió entregarme a las autoridades y él se auto inculpó del accidente… ¡¡Dios santo, cuando al fin la niña Helena tenían el camino libre para ir a buscarlo a usted, nuevamente el destino les pone otra piedra en el camino!!- murmuro abatido, Joseph sin decir nada, le invitó a otro cigarrillo que ambos encendieron- ese pobre anciano acabó en prisión y allí estuvo casi año y medio encerrado ya que no pudimos conseguir el dinero para la fianza…
 -Yo lo tenía- murmuró abatido Josh y Rodrigo esbozó una serena sonrisa
-Puede... pero la señorita Helena jamás se lo pediría; no para sacar al hombre que tanto lo lastimó de la cárcel- aclaró sabedor de lo que decía, Josh tomó aire profundamente- la niña Helena y yo luchamos con todo lo que pudimos para sacarlo de allí cuanto antes; el rancho ya estaba hipotecado para satisfacer los vicios de aquel hijo de puta y, lo poco que quedaba, se fundió en abogados… pero lo peor fue la gente, los comentarios humillantes y los insultos hacia la pobrecilla acusándola de asesina y mala mujer la hirieron terriblemente hasta que decidió no salir nunca más de entre estos muros
-¿Qué me está diciendo?- exclamó mirándolo incrédulo
-Lo que oye: la señorita Helena lleva exactamente 16 años sin salir de entre estos muros- remarcó apagadamente dándole una profunda calada a su cigarrillo- cuando al fin logramos sacar al pobre viejo de prisión, la animé hasta la saciedad para que fuera en su busca pero ella se negó; decía que el rancho estaba en la ruina y ella debía trabajar duramente para no perderlo pues era todo por su culpa, por haber permitido a aquel desgraciado hundirlo de aquella manera, y lo lleva haciendo desde entonces Josh: trabaja como una auténtica leona junto a las niñas; aunque entre todos intentamos evitarle los trabajos más duros, ella no se acobarda ante nada y trabaja duro…- indicó con orgullo en su voz- entonces insistí en que le avisara, que le hiciera saber al menos que estaba por fin libre y podían estar juntos al fin, pero tampoco quiso- miró a Josh conmovido- me dijo que si usted supiera lo que estaba pasando con el rancho, vendría inmediatamente y sin pensárselo a echar una mano para que no lo perdieran y eso ella no lo permitiría nunca ya que, después de todo lo que usted sufrió y padeció por culpa del orgullo de su padre, jamás consentiría que manchara sus manos en estas tierras que no lo merecían, que usted era demasiado bueno para eso ¿comprende ahora por qué le digo lo del dinero?
 -Dios ¿por qué Leni? Eso no importaba nada cielo mío…- sollozó afligido sin poder detener las lágrimas que seguían corriendo por sus mejillas
 -¿Se da cuenta ahora de que lo que acaba de reclamarle no es cierto? Ella siempre pensó en usted y tuvo muy presentes sus sentimientos; para ella siempre fue su prioridad Josh, menos en una sola ocasión... pero en ese caso eran sus hijas las que estaban en peligro y naturalmente como buena y gran madre que es, primero eran ellas- aclaró contundente, Josh bajó abochornado su cabeza- Pero lo peor estaba aún por venir Josh- exclamó conmovido y Joseph lo miró abatido
-¿Más?- exclamó sobrecogido, Rodrigo esbozó una pequeña sonrisa compasiva
-Apenas llegamos a los 17/18 años de las pequeñas y Kathy tiene 25, amigo mío... ¿cree que si todo estuviera ya solucionado la niña Helena no hubiera ido ya en su busca o al menos decirle que tiene tres preciosas hijas en común? Lo ama Josh, eso nunca lo dude; y creo que lo amará el resto de su vida- aclaró con una rotunda sinceridad y Josh tragó afligido saliva- sigamos pues... yo veía preocupado que el señor Williams desmejoraba día a día pero ese viejo testarudo se negaba a reconocerlo hasta que un día nuestra pequeña Megan se lo encontró tirado en el suelo del despacho: le había dado un infarto y a punto estuvimos de perderlo; estuvo realmente mal, más allá que acá… entonces Kathy se puso de inmediato al frente de los negocios descubriéndolo todo: habían muchas más deudas de las que imaginábamos y el señor Williams apremiado había pedido otra hipoteca encima del rancho; pero, como se puede imaginar, si no se podía hacer frente a una hipoteca, menos a dos, y había llegado la orden de embargo; ahora sí perdían el rancho sin remedio...
-Dios santo- murmuró angustiado Joseph pasándose impotente las manos por la cabeza
 -Nuestra Kathy se volvió loca al saber que perdía el rancho, esa chiquilla heredó la pasión de su abuelo por estas tierras, e intentó sacar de dónde no había para afrontar aquello y logramos salvarlo por los pelos, pero a base de muchos sacrificios y trabajando duramente todos, absolutamente todos… desde la pobre Juanita, que es la cocinera de la casona hace muchísimos años, hasta nuestra pequeña Ellie, que sin pensárselo dejó su carrera de medicina que por cierto pagaba con becas de estudio ya que esa muchachita nos salió lista de narices, y se puso a trabajar de inmediato- Rodrigo suspiró profundamente- así que ya ve: cada vez que parecía haber una leve luz de esperanza para que pudieran reunirse ustedes de nuevo, aparecía algo más terrible que volvía a impedirlo y la niña Helena jamás intentó hacerle daño, Josh; al contrario: siempre intentó alejarlo del sufrimiento y la mala suerte que parecía haber caído sobre esta casa desde aquella maldita boda que nunca debió realizarse- declaró apesadumbrado y ambos se quedaron callados.

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