martes, 12 de enero de 2016


       Mientras, la fiesta se volvió a animar tras aquel incidente y continuó la celebración feliz y alegre hasta que el sol empezó a ponerse.
-Vámonos ya gatita, por favor; fue un día agotador tras unas semanas estresantes y debes descansar mi ángel, piensa en nuestro chiquitín- insistía una y otra vez Nico ante las puertas correderas de la sala
-No quiero irme Nico, compréndelo; no puedo irme y dejar a mamá sola después de todo lo que pasó- negaba ella tercamente
 -¡Oh por favor Kat; tu madre está bien! ¡Además están mis padres, el abuelo, mis hermanos, tus hermanas... no está sola amor mío!- replicó ya fastidiado por tanta negativa
-Empezáis pronto ¿si ya estáis así el primer día... qué dejaréis para dentro de un par de años?- bromeó cariñosa Lupe al entrar en la sala tras estar con Helena y verlos discutiendo, los recién casados le sonrieron amenos
-¿Cómo esta mamá Lupita?- le preguntó inquieta Kathy
-Mejor mi niña; lloró hasta desahogarse y ahora se quedó más tranquila, le acabo de llevar un té de Valeriana con miel que la relajará y pronto se quedará dormidita
-¿Ves cielito? Podemos irnos, tu madre está bien y tú también debes descansar- insistió amoroso Nico
-Claro, chiquita, mi Nico tiene toda la razón; anda, ve tranquila que si algo ocurriera te avisamos aunque ya te digo que va a dormir toda la noche- expresó Lupe animosa pero Kathy no parecía conforme
-¿De verdad me llamarás, Lupe?- instó desconfiada
-Por supuesto, te doy mi palabra mi niña- aseveró sincera
-¿Ves? Y te dio su palabra mi amor, si te lo prometiera ya sería otro cantar... mi madre no lleva muy bien eso de las promesas y juramentos- bromeó Nico y su madre entrecerró los ojos mirándolo ofendida, los tres rompieron a reír más relajados
 -Está bien, entonces le doy un beso y regreso ¿sí mi vida?- le dijo suplicante y él le sonrió conmovido
-Claro cielo- expuso enternecido besándola en la frente- ¿quieres que vaya contigo?- se ofreció animoso pero ella denegó con la cabeza y se dirigió al cuarto de su madre.
Abrió la puerta muy despacio y la observó acostada sobre la cama dándole la espalda a la puerta; se acercó sin hacer ruido y se tumbó a su lado observándola dormir. Le acarició tierna en la mejilla apartándole un mechón de pelo que le cubría el rostro
 -Mamita ¿duermes?- le murmuró dulcemente acariciándole la mejilla, no obtuvo respuesta- está bien, descansa, pero no puedo irme sin decirte cuanto te quiero y que lamento todo lo que has sufrido estos años por nosotras guardando este secreto mi mamita linda- le murmuró amorosa- ni sin decirte que hace años que lo sospechaba mamita, pero nunca te juzgué, ni dudé de tu cariño ni tu honradez, solo me di cuenta de que no era hija de Eric y no me importó, la verdad es que me alegré porque odiaba a ese hombre a muerte, para que voy a mentirte… pero ahora que sabemos que somos hijas del hombre que amaste toda la vida ¿cómo puedes ni imaginar que te juzguemos? Al contrario, el saber que somos hijas del amor nos hace más felices… Te queremos mucho mamaita, lo eres todo para nosotras y nunca lo dudes, como dice Ellie: nunca tuvimos un padre realmente, lo más parecido fue Rodrigo y ese ya sabemos que no es ¡¡qué más nos da que se llame Juan, Eric o Joseph!! pero tú nunca nos dejes mamaita- aclaró decidida y la besó en la sien, se levantó dirigiéndose al escritorio y garabateó unas letras en un papel que dejó sobre la mesilla junto a su madre, en ese instante, Helena le sujetó la mano cariñosamente- ¡Mami, estás despierta!- exclamó feliz sonriéndole dichosa
 -Mi ángel- musitó conmovida y ambas se abrazaron fuertemente
-¿Has oído lo que te he dicho?- indagó esperanzada y su madre asintió con la cabeza mientras sonreía enternecida- te queremos mucho mami, nunca lo dudes ¿vale?- expuso amorosa acariciando con ternura las mejillas de su madre
-Perdonadme mis niñas- sollozó conmocionada
-No tenemos nada que perdonarte mamaita, fuiste la mejor mamá del mundo- exclamó apasionada abrazándola fuertemente- ahora me tengo que ir pues Nico me espera, pero no puedo irme sin decirte antes que Joseph nos pidió que mañana vayamos a comer con él, nos quiere conocer y nosotras a él… y creo que será maravilloso porque algo me dice que es el hombre más extraordinario del mundo para estar esperándote como aún lo hace y quererte como demostró hoy que aún te quiere viniendo aquí…
-Lo es mi cielo, es el hombre más maravilloso que he conocido nunca; gracias al cielo vosotras os parecéis muchísimo a él- declaró orgullosa y ambas se sonrieron complacidas
-Te dejaba esta nota porque me encantaría que estuvieras mañana con nosotras mami; y, estoy segura, que a él también ya que se va… - a Helena le dio un brinco doloroso el corazón
-¿Se va? ¿A dónde mi reinita?- indagó sobrecogida
-No lo sé, solo me dijo que se va el martes y lo más probable es que cuando Nico y yo regresemos no esté de vuelta... mami, puede que sea tu última oportunidad de aclarar con él tantas cosas que debéis aclarar ya de una vez ¿no crees?- ambas se miraron a los ojos pero Helena no contestó nada- me voy o Nico se enfadará; te quiero tanto mami, tanto…
-Y yo a vosotras mis dulces ángeles- y volvieron a abrazarse mientras Kathy la besó de nuevo en la frente antes de salir del cuarto. Helena volvió a llorar conmovida con las palabras de su hija recogiendo el papel que Kathy dejara sobre su mesilla:
                      “Mamaita, hemos quedado mañana a las dos para comer con Joseph en
                      su casa ya que se marcha de nuevo y quiere conocernos antes de irse, y
                      nosotras también a él, claro está; nos gustaría muchísimo a las tres que
                      estuvieras con nosotros… y creo que a él también. Piénsalo mamaita,
                      puede ser tu última oportunidad para estar con él y hablar las cosas
                      tranquilamente. Su casa es: Avenida de la Colina 14, ven mami; por favor.
                      Ah, y nunca olvides que te queremos muchísimo. Kat”
Las lágrimas aún corrieron más intensamente por sus mejillas mientras apretaba fuerte la nota de Kathy contra su pecho. Se sentó al borde de la cama y buscó en el cajón de su mesilla la fotografía de Joseph con apenas 22 años. La acarició amorosamente mientras las lágrimas seguían rodando por sus mejillas.
Después de ser despedidos alegremente por los invitados que los esperaban junto al coche, al cruzar el portalón, Kathy y Nico se asombraron al encontrarse a Josh con Rodrigo apoyados en el capó del coche de Josh. Los cuatro se miraron curiosos pero los muchachos se impresionaron al verlos con los ojos enrojecidos de haber estado llorando
-Padrino ¿pasa algo?- indagó preocupado Nico deteniendo el coche a su altura
-Nada hijo, todo está bien- respondió cariñoso sonriéndole tranquilizador
-Rodri ¿qué haces aquí con mi padre?- preguntó inquieta Kathy, oír aquel calificativo a Josh le hizo saltar el corazón nuevamente y le sonrió encandilado a su hija… era su hija mayor, pensó henchido de cariño
-Abrirle los ojos mi niña, o los abre por las buenas o por las malas- bromeó desenfadado y los cuatro sonrieron amenos
-¿Quieres que te eche una mano mi cuate?- se ofreció animado Nico
-No hijo, estoy bien- contestó sereno Joseph
-Perfecto, pero no hablaba contigo sino con Rodrigo; mira que este puede llegar a ser muy terco y un cabeza melón ¿eh? ¿Seguro que no necesitas darle unas buenas somantas? Porque yo te echo una mano sin problema- expuso chistoso hacia Rodrigo y los cuatro rieron divertidos
-Anda, lárgate chistoso y cuida de mi pequeña- repuso animado Joseph besando por la ventanilla la mejilla de Kathy y apretando cariñoso la mano de su ahijado aún apoyada sobre el volante; Kathy posó dulcemente su mano sobre el brazo de Josh extendido ante ella para alcanzar la mano de Nico
-¿De verdad estás bien, papá?- se interesó mirándolo preocupada a los ojos, él sonrió complacido
-Sí mi ángel, muy bien- respondió sereno y volvió a besarla con pasión en la mejilla y Nico siguió su camino dejándolos allí
-Y ahora... ¿qué piensa hacer?- indagó interesado Rodrigo cuando los muchachos se habían alejado; Joseph lo miró a los ojos y guardó silencio unos segundos
-¿Tú qué crees, amigo mío?- resolvió decidido y tiró su cigarrillo volviendo con paso resuelto a la casa ante la mirada de Rodrigo que sonrió satisfecho.
Williams, acompañado de sus nietas y de Ben junto a sus hijos, despedía animado a algunos invitados que ya se iban cuando vio de refilón entrar en la casa a Joseph por las puertas de la sala con paso decidido. Sonrió plenamente complacido y continuó con las despedidas.
-¡Mi niño!- exclamó boquiabierta Lupe al verlo entrar en la sala
-¿Dónde está, mi Lupita bella?- preguntó serenamente
-En su cuarto cielito- indicó resuelta sonriendo feliz, él la miró reticente
-¿Me estás tomando el pelo, no?- expresó desarmado y ella rió divertida
-La ultima puerta a la derecha, al fondo del pasillo- indicó más concreta
-Eso está mejor, mi Lupe preciosa- resolvió más animado y la besó tierno en la frente encaminándose seguidamente hacia el pasillo bajo la mirada esperanzada y feliz de Lupe.
Helena seguía observando terriblemente abatida la fotografía de Josh entre sus manos mientras le pasaba con una gran ternura las yemas de sus dedos en un intento inútil de acariciar aquel atractivo rostro del hombre que tanto amaba, cuando la puerta se volvió a abrir tras ella sobresaltándola; al instante ocultó la fotografía rápidamente contra su pecho
-Oh Dios Lupe, ya te dije que estoy bien y quiero estar sola; no seas torpe y regresa con Ben y los invitados a la fiesta por favor- protestó cansada sin volverse a comprobar quien entraba
-No soy Lupe- sonó la voz fuerte y masculina voz de Joseph a sus espaldas paralizándole el corazón. Helena se puso en pie de inmediato mirándolo atónita, allí estaba Josh, de pie ante ella mirándola con aquellos ojos grises tan hermosos llenos de aquella inmensa ternura con la que siempre la miraban antaño envolviéndola en un halo de extrema dulzura haciéndola sentir amada y sobre todo protegida
-Josh… has... vuelto- balbuceó apenas en un murmullo oprimiendo fuertemente su fotografía contra su pecho
-No he vuelto; no me he llegado a ir que no es lo mismo- respondió muy pausadamente acercándose a ella; a cada paso que él daba, a Helena el corazón le latía más frenético
-¡¡Oh!!- exclamó desconcertada y tragó nerviosa saliva- ¿Y... dónde has estado?- indagó con curiosidad
-He venido a por respuestas y las estuve obteniendo- declaró sereno dando dos pasos más hacia ella; estaba tan hermosa, tan hermosa... cada vez sus deseos de atraparla entre sus brazos y besarla hasta saciarse eran más y más grandes hasta el punto de que sentía un hormigueo intenso en los brazos y sus labios ardían de impaciente codicia.
-¿De quién?- expresó confundida frunciendo intrigada su bonito ceño
-De Rodrigo- respondió al tiempo que soltaba un profundo suspiro y dio dos pasos más consiguiendo estar frente a frente de ella por fin
-¿De Rodrigo?- repitió asombrada abriendo aquellos preciosos ojos melosos que a Josh lo enloquecían, él asintió con la cabeza- ¿Y ahora? ¿Vienes a reprocharme algo más antes de irte?- declaró angustiada mirándolo dolida, él se quedó unos instantes mirándola fijamente a aquellos hermosos ojos y de pronto, inesperadamente, le tomó las manos extendiéndolas frente a él cayéndosele irremediablemente la fotografía de las manos a Helena al suelo; el leve volar de aquel trozo de papel atrapó al instante la mirada curiosa de Josh que quedó sin respiración al comprobar que era aquella vieja fotografía suya que le había regalado hacía tantos años ¡¡aún la conservaba como él conservaba la de ella!! Regresó impresionado su mirada a los ojos de Helena que seguía mirándolo nerviosa e intrigada sin poder adivinar qué se proponía hacer y él bajó los ojos a las palmas de sus manos encontrándose con lo que se suponía tras lo que le contara Rodrigo: durezas y grietas en aquellas delicadas manos que le habían acariciado con tanto amor y entregado tanta pasión y que tan bien recordaba y añoraba… tan bien, que su piel se estremeció solo con recordarlo y cada milímetro de su cuerpo anheló ansioso volverlas a sentir- Dime de una vez qué quieres Josh ¿a qué has venido?- expuso con resolución cerrando sus puños para ocultar aquellas ajadas manos a su visión, él la volvió a mirar fijamente a los ojos y con aquella mirada tan intensa a Helena se le estremeció el cuerpo
-¿Qué quiero, Leni?- repitió y tragó saliva haciendo bailar su pronunciada nuez- ¿A qué he venido? ¿Aún lo preguntas?- instó intensificando aún más su mirada clavada en sus ojos, ahora fue ella la que tragó inquieta saliva mirándolo expectante esperando su respuesta- ¡Dios santo Leni, te quiero a ti y he venido a buscar a mi familia y no pienso irme de nuevo sin ti amor mío!- declaró rotundo tomándola suavemente por la nuca y la besó apasionadamente. Ella se quedó unos segundos aturdida por aquella respuesta que no se esperaba pero al instante siguiente se abrazó a su cuello y se entregó con gran pasión a aquella boca que tanto había extrañado y deseado volver a saborear fundiéndose en un prolongado y delicioso beso en el que se entregaron total y absolutamente hasta que sus pulmones se quedaron sin aire- ¡Oh Dios Leni! ¡Mi dulce y amada Leni!- musitó abrazándola fuertemente contra su pecho mientras seguía besándola amoroso en la cabeza a cada instante- ¿cómo pude ser tan estúpido para creer lo que nana me decía aquel día por teléfono? ¿Cómo pude ser tan imbécil para no darme cuenta de que aquello era imposible y algo estaba pasando? ¡¡Si en cada beso y en cada caricia me demostrabas que me amabas tanto como yo a ti, Dios santo ¿cómo puedo ser tan, tan estúpido?!! ¡¡No debí llamar, maldita sea!! ¡¡Debí venir a buscarte como tenía decidido y cuantas cosas hubiéramos evitado mi chiquita… cuantas!!- clamó afligido y las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos; ella lo miró emocionada con sus ojos plagados de amor
-Oh, Josh… no mi cielo, no- murmuró conmovida acariciándole tierna las mejillas intentando secarle las lágrimas con sus dedos- eso ya no importa, olvídalo mi vida; ahora estás aquí por fin vida mía y eso es lo importante- sollozó conmovida
-Chisss mi ángel, no me llores cielo mío que sabes que me matas- murmuró tierno posando dulcemente sus manos en sus mejillas también e intentó secarle sus lágrimas con sus pulgares- Claro que estoy aquí y ahora sí que será para siempre ya que no permitiré que nada ni nadie nos separe nunca más- declaró rotundo, se sonrieron dichosos y él atrapó de nuevo aquella deliciosa boca que tanto ansiaba; ella le rodeó con sus brazos su cuello entregándose en un beso ardiente y completamente apasionado como nunca se habían entregado. Al cabo de unos segundos de deleitarse apasionados en saborearse, él volvió a retirarse levemente para verla a los ojos y acarició tierno sus mejillas sonriendo deseoso- dímelo mi cielo, quiero oírtelo decir a ti
-¿El qué mi vida?- exclamó confundida y él sonrió seducido- ¿Qué te sigo queriendo como el primer día o aún más?
-Suena fantástico mi ángel- expuso feliz besándola tierna en los labios mientras seguía acariciándole suavemente las mejillas- pero ahora no es eso…- musitó impaciente y ella sonrió dichosa
-Ah, ya… sí Josh: son tus hijas, mi vida; son nuestras hijas amor mío- expresó deleitada y él sonrió dichoso oprimiéndola fuertemente de nuevo contra su pecho y ambos se fundieron en un abrazo lleno de ansiosa pasión
-Ahora sí que ya nada ni nadie nos separará ángel mío, no permitiré que nunca más ocurra amor mío- aclaró rotundo y volvieron a besarse apasionadamente. Aquellos besos ambiciosos y sus ardientes caricias los prendieron de nuevo tan deseosa y anhelosamente como antaño, ardían en deseos de poseerse y entregarse plenamente y así se lo demostraban oprimiendo sus cuerpos uno al otro con anhelo mientras se devoraban codiciosos las bocas. Josh comenzó a besarle ardiente el cuello mientras sus manos buscaban avariciosas sus muslos desnudos bajo su vestido y ella cerró los ojos deleitada de sentir de nuevo sus labios y sus dulces manos sobre su piel que volvía a arder exaltada a su contacto excitándola tremendamente; buscó también su cuerpo desnudo bajo la casaca y la camiseta blanca que llevaba debajo sintiendo en sus manos al instante de tocarlo el estremecimiento del cuerpo de Josh- Dios mi chiquita, no sabes cómo mi piel añoraba tus caricias mi vida- gimió gustoso al sentir sus manos acariciándole la espalda desnuda y, arrebatado y extremadamente excitado ya con aquel simple contacto de aquellas deliciosas manos, la sujetó firme por los glúteos y la elevó entre sus brazos; ella al instante le rodeó las caderas con sus piernas y, sujetándole la nuca, aún profundizó más aquel beso llenándolo de apasionada codicia y hambre desesperada al tiempo que oprimía cada vez más deseosa sus piernas a los muslos de Josh restregando impaciente su entrepierna contra el sexo endurecido de Josh que notaba a través de sus pantalones cayendo ambos en una espiral de deseo y pasión desbocada imposible ya de controlar- No puedo detenerme ahora mi estrellita, no puedo; lo siento- expresó atrapado y sometido a aquella descontrolada vorágine de excitación mutua
 -¿Y quién te lo está pidiendo?- expresó con la voz tomada por aquella hermosa lujuria y, sonriéndose pletóricamente dichosos, atraparon de nuevo su boca y volvieron a besarse desesperados y ardientes mientras Josh la llevó a la cama y, sin dejar de devorarse como posesos, se retiraron la ropa con urgencia.
Fue una entrega increíble, desatados por aquella pasión y deseo que los devoraba por dentro haciéndolo casi salvaje, pero con tanto amor y ternura que resultó un acto primoroso que los llevó hasta la más alta y suprema cumbre del placer. Jadeantes y fastuosamente satisfechos y complacidos, se miraron llenos de una pasión infinita y rompieron a reír como chiquillos victoriosos de salir gloriosos de una travesura. Josh se dejó caer extenuado a su lado llevándosela amoroso entre sus brazos oprimiéndola tierno contra su cuerpo, no iba a soltarla nunca más, nunca jamás... ella al instante se abrazó a él recostando gustosa su cabeza sobre su pecho y así se quedaron: en silencio y aferrados el uno al otro como fundidos a fuego mientras ella no podía dejar de acariciarlo amorosa como si aún no pudiera creerse que él estaba allí y él la besaba repetidamente en el pelo con una pasión indescriptible.
 -¿Por qué le hiciste caso a nana y no viniste a mí con la pequeña como tu instinto te decía amor mío?- preguntó al cabo de un rato besándola nuevamente en el pelo
-Lo hice Josh- declaró sincera mirándolo con todo el amor que sentía dentro- pero la dejé en el coche con nana y Rodrigo, no me atreví a aparecerte con ella en brazos sin antes hablarte… explicarte que no sabía a ciencia cierta de quién era…
-¡Oh por Dios santo Leni; eso no importaba ángel mío!- reclamó angustiado, ella lo miró arrepentida y él suspiró profundamente retomando de nuevo la calma- ¡¡Demonios, que cerca estuve de mi chiquitina sin saber!!- declaró conmocionado oprimiéndola nuevamente contra su cuerpo, ella lo besó apasionada en el pecho- No sé por qué tu terquedad a no avisarme de todo lo que estabas pasando como Rodrigo te insistía cielo mío, hubiera venido en el acto mi ángel
-Pues por eso mismo Josh; no tenía derecho a permitirte luchar por esto cuando mi padre te echó de aquí de aquella manera
-Eso ya no importaba mi chiquita, solo importabas tú y nuestras hijas ¿no lo comprendes?- aclaró torturado mirándola afligido, ella apretó conmovida los labios- mi vida: por vosotras y vuestra felicidad siempre lucharé contra lo que haga falta sin importarme nada más- declaró apasionado acariciándole tierno la mejilla, ella lo miró enternecida y sonrió feliz
-Josh, eres tan bueno y te quiero tanto, vida mía- exclamó conmovida y se entregaron en un delicioso beso cargado de amor y deleite que los encendió nuevamente y tan deprisa como la hojarasca seca en un día de verano y se volvieron a entregar tan ardientes y apasionados como antaño, donándose absolutamente todo en cuerpo y alma, regalándose mutuamente tersas caricias con sus manos y deleitándose en escuchar los gemidos de placer que sus labios provocaban en el otro a cada roce con sus pieles llevándolos así hasta el más exquisito y supremo éxtasis traspasando las puertas del goce máximo tras lo cual, maravillosamente satisfechos y complacidamente exhaustos, se abrazaron con tremenda pasión como si uno temiera que el otro fuera a desaparecer tras aquella fantástica entrega e irremediablemente se quedaron profundamente dormidos.
Despedidos por fin todos los invitados, Williams junto a Ben que sujetaba amoroso a su pequeña Lucía contra su cuerpo, y los cuatro jóvenes regresaron a la casa charlando satisfechos y felices pues todo había salido muy bien y los invitados se habían divertido muchísimo a pesar del pequeño percance. Al alcanzar el porche que había ante la cristalera de la sala, Lupe los recibió sonriendo alegre
-¿Ya se han ido todos?- preguntó animosa
-Sí mi reinita; los últimos acaban de hacerlo- contestó Ben besándola amorosa en la sien
-Perfecto, entonces vámonos a la cama que bien nos merecemos el descanso después de tanto trajín- resolvió desenvuelta abrazándose también al cuerpo de su esposo como su hija hacía
-Sí por Dios, que tengo los pies destrozados- exclamó exhausta Ellie quitándose los altos tacones a los que estaba subida provocando las risas conmovidamente divertidas del resto y cruzaron las puertas acristaladas de la sala
-¡¡Señor Williams!!- lo llamó Rodrigo que se aproximaba desde el aparcamiento antes de que el anciano desapareciera dentro de la casa
 -Ey, Rodrigo ¿qué pasa amigo mío? ¿Algún problema?- se interesó amistoso el anciano deteniéndose mientras el resto siguió su camino
 -No, todo está bien, tranquilo; solo haga el favor de devolverle las llaves de su coche a Josh, me he tomado la libertad de traerlo hasta el aparcamiento pues él lo dejó fuera de la finca… lo estuve esperando pero no ha aparecido aún y yo ya debo regresar a casa- explicó mostrándole las llaves al anciano que sonrió encantado al saber que aún Josh no se había marchado; aquello era buena señal
-Has hecho muy bien hijo- repuso satisfecho recogiéndolas aunque se quedó mirándolas unos instantes- ¿Cómo es que no se fue, Rodrigo?- indagó curioso pero sin apartar sus ojos de aquellas llaves
-No le permití irse sin haberle contado todo lo que aquí ha sucedido en estos años señor, creo que era hora de que ya se enterara de una vez… ¿Acaso he hecho mal señor?- indagó inquieto al verlo observar tan fijamente las llaves en su mano, el anciano sonrió satisfecho
-No hijo, has hecho muy bien- habló complacido y por fin miró a los ojos de Rodrigo y ambos se sonrieron gustosos- pero ¿sabes qué buen amigo? Mejor déjale las llaves puestas en el contacto del coche, hijo; no vaya a ser que quiera irse y piense que ahora lo retengo a la fuerza- expuso guasón, ambos rieron alegres y Rodrigo obedeció al tiempo que el anciano al fin entró en la casa.
-Yo voy a ver cómo está mamita antes de acostarme- declaró resuelta Megan ya encaminándose hacia el pasillo
-Te acompaño- resolvio Ellie siguiéndola
-¡¡¡No!!!- clamaron al tiempo Williams y Lupe sobresaltándose mutuamente y se quedaron mirando sorprendidos el uno al otro mientras las muchachas se volvían sobrecogidas y los miraron pasmadas como también el resto de la familia hacía
-Pero ¿qué es lo que pasa?- curioseó intrigado Ben.
-¡¡Nada!!- respondieron nuevamente al tiempo el anciano y Lupita volviéndose a mirar atónitos y ya no pudieron aguantarse rompiendo a reír divertidos ante el asombro del resto
-¡¡Uy que raritos estáis vosotros dos ¿qué os traéis entre manos si puede saberse?!!- expresó suspicaz Jake entrecerrando desconfiado sus ojos; Lupe sonrió despreocupada
 -Nada mi niño, solo que seguro que ya se ha dormido y es mejor dejarla descansar tranquilita ¿verdad Williams? Pero os prometemos que ella está bien- aclaró cariñosa Lupe mirando cómplice al anciano buscando su apoyo
-Claro mi Lupe; es más, yo no diría solo bien... seguro que está muy pero que muy requetebién- exclamó el anciano complacido y ambos tuvieron que hacer un tremendo esfuerzo para no volver a reírse pícaros provocando que las miradas sospechosas del resto se acentuaran aún más en vez de desaparecer poniendo a Lupe muy nerviosa
-Hala, pues nada, ya está bien de cháchara; así que cada uno a su cama a descansar y mañana ya si eso podréis verla y hablar con ella tranquilamente- resolvió impaciente Lupe empujando suavemente la espalda de Jake y Cris que eran los más cercanos a ella dirigiéndolos hacia el pasillo; los cinco muchachos al fin obedecieron no sin mirarse totalmente desconcertados unos a otros.
-¿Qué rayos pasa mi reinita? Jacob tiene razón: estás muy rara y Williams no digamos- le murmuró intrigado Ben al oído así los muchachos se alejaron
-Josh está con ella mi rey, llevan ahí dentro un buen rato; y no sé cómo rayos se enteró, pero Williams lo sabe y parece muy dichoso de saberlo- respondió también en apenas un murmullo
-¡¡Ooohh!!- exclamó pasmado abriendo asombrado sus ojos y ambos se sonrieron felizmente complacidos por aquellas dos buenas noticias.
Pero Ellie, a pesar de la apasionada y complacida entrega que se ofrecieron ella y Jake y el cansancio del trajín de la boda, no estaba tranquila sin saber de su madre. Recostada sobre su pecho velludo, no podía dormirse.
-Jake…- musitó melosa
-¿Uhmm?- contestó él medio adormilado ya
-No puedo dormirme sin comprobar que mi madre está bien, así que voy a verla- expuso besándolo dulcemente en los labios y él la miró sobrecogido
 -Pero ¿volverás verdad?- se interesó deseoso, ella sonrió complacida
 -Claro bobo- repuso dulcemente y volvió a besarlo en los labios antes de levantarse.
Cubriendo su cuerpo desnudo con la bata, salió al pasillo y se encaminó de puntillas hacia el dormitorio de su madre para que nadie la oyera. Abrió muy despacio la puerta por si realmente estuviera dormida no despertarla y asomó la cabeza antes de abrirla totalmente
-¡¡Ay la leche!!- exclamó atónita abriendo sus ojos de par en par al descubrir a Joseph de espaldas completamente desnudo cobijando amorosamente entre sus brazos a su madre que reposaba su cabeza sobre su pecho mientras dormían profundamente. Sonrió dichosa y volvió a cerrar la puerta muy despacio regresando al cuarto de Jake
-¡¡Jake!!- clamó emocionada al entrar sobresaltándolo y él reaccionó al instante sentándose ágil sobre la cama y mirándola asustado
-¿Qué pasa mi chiquita? ¿Tu madre no se encuentra bien?- se alarmó sobrecogido y ella negó rotunda con la cabeza y entonces Jake se dio cuenta de su rostro resplandeciente de felicidad y la miró descolocado- ¿qué pasa mi chiquita?
-¡Josh... tu tío Josh, Jake; está durmiendo con mi madre en su cama!- declaró entusiasmada
-¡¿Qué dices?!- exclamó pasmado mirándola incrédulo y ella asintió con la cabeza mientras reía feliz- ¡Eso no me lo pierdo yo, no señor!- clamó resuelto saltando raudo de la cama
 -¡Jacob, no; vas a despertarlos!- intentó detenerlo inquieta pero él ya salía del cuarto vistiéndose presuroso los boxers que había recogido a la carrera del suelo, ella derrotada lo siguió.
Jacob abrió muy despacio la puerta del dormitorio de Helena y, mirándose pícaros mientras sonreían truhanes como dos chiquillos a punto de cometer una travesura, curiosearon dentro encontrándose la escena que Ellie acababa de descubrir
-¡¡Chiguagua!! ¡¡Mira tú que pillín el tío Josh; no, si ya se lo veía yo en los ojitos que quería picar de lo bueno el muy cabrito!!- expresó guasón y Ellie no pudo reprimir una risita jocosa- ¡¡Chisss!!- la calló rápidamente Jake cerrando de nuevo muy despacio la puerta y se escabulleron de allí aprisa encerrándose en el cuarto de Jake donde al fin sí dieron rienda suelta a sus risas alegremente divertidas.

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