sábado, 23 de agosto de 2014


Una semana después, Alicia parecía haber mejorado algo; las pérdidas de sangre no volvieron a aparecer y parecía más relajada pero, aun así, no la dejaban hacer nada obligándola a mantenerse acostada casi todo el día. Willy y Sarah se habían quedado con ellas a pasar unos días para ayudar a Esther y, entre Abi y la pequeña Patricia, la mantenían entretenida aunque seguía sin sonreír de aquella manera tan especial en ella.
Recostada en una de las hamacas y cubierta con una manta, tomaba el sol de aquella tarde mientras se entretenía mirando trastear a Abi con Don Gato y vigilaba el sueño de la pequeña Patri en su cuco junto a ella; su teléfono móvil sonó sobre la mesita de cristal a su lado
-¿Sí?- descolgó sin prestar atención a quién llamaba
-Una Alicia… una y… ¡¡Estás fuera!!- sonó la cínica voz de Carlos seguida de una risotada burlona
-¡Maldito desgraciado! ¡¿No habrás hecho tú algo, verdad?!- le gritó furiosa levantándose frenética de la hamaca- ¡¿No serías capaz de hacerle algo al pobre muchacho solo por vengarte, verdad?! ¡¡Si me entero que estás tú detrás de todo esto yo…!!- volvió a oír la risa cínica de Carlos; Willy, Sarah y Esther acudieron raudos al oírla gritar de aquella manera
-Hija ¿qué son estos gritos? ¿Con quién hablas?- se preocupó Esther pero ella no contestó
-No me hizo falta: tú solita te hundiste en la mierda pero yo ahora no permitiré que salgas de ella- expresó mordaz
-¡¡Desgraciado mal nacido!!- chilló furiosa pero solo recibió de respuesta el sonido de que había colgado- ¡¡Maldito seas mil veces, hijo de puta!!- exclamó rabiosa rompiendo a llorar impotente
-¡¡Ali, por Dios bendito!! ¡¿Qué pasa mi niña?!- se alarmó Esther corriendo a recogerla tierna entre sus brazos
-Carlos mamá… ya me tiene dónde quería- sollozó angustiada abrazándose con desesperación a ella
-Pero ¿cómo dio contigo si…?- interrogaba desconcertada pero recayó en que hablaba por el móvil- Maldita sea estos aparetejos del demonio- expuso molesta retirándole el móvil de las manos- ¡¡Apágalo Willy por favor o yo lo destrozaré!!
-¡¡No mamá!!- replicó al instante intentando recuperarlo pero Willy fue más rápido
-¡Sí Ali, tu madre tiene razón! La gente que realmente importa saben el teléfono de casa o pueden venir a visitarte; al resto que le den- resolvió decidido apagándolo- y no se te ocurra volver a encenderlo ¿me oyes?- instó tajante, ella se mordió el interior de la mejilla igual que hacía Abi cuando le regañaban y no tenía intención de obedecer
-Tranquilo Willy, yo me encargaré de guardarlo a buen recaudo- repuso decidida Esther recogiéndolo y guardándoselo en el bolsillo de su chaqueta de lana mientras miraba desafiante a Alicia que suspiró derrotada, a su madre no podía engañarla.
Carlos aparcó su coche en su plaza reservada del parking del hospital y, dándole chulesco al mando a distancia, se dirigió a los ascensores con su habitual paso garboso y altanero
-¿Doctor Méndez? ¿Carlos Méndez?- le habló una voz tras él
-Sí soy yo ¿quién lo pregun..?- respondía volteándose para ver quien lo llamaba pero un contundente puñetazo le golpeó el mentón que dio con él en el suelo; pasmado y desorientado por el fuerte golpe, se echó la mano al labio comprobando que sangraba, se lo había partido- ¿Qué rayos…?
-Desgraciado hijo de puta- bramó rabioso aquel hombre moreno que no conocía de nada mientras lo sujetaba firmemente por las solapas de su chaqueta levantándolo de nuevo del suelo y golpeándolo fuertemente contra la pared provocándole un dolor inmenso en la espalda
-¿Está loco? ¿Quién es usted?- exclamó aterrado al ver aquellos intensos ojos castaños llenos de rabia e ira
-Aléjate de Alicia ¿me oyes gilipollas? Haz lo que te dé la gana en su contra pero ni te le acerques maldito desgraciado, mantente bien lejos de ella si quieres conservar tu cara bonita; como me entere de que vuelves a llamarla o te veo cerca de su casa, te mato ¿has entendido imbécil? ¡¡Te mato!!- bramó enfurecido Willy mientras seguía sujetándolo contra la pared; Carlos lo miraba completamente aterrado; Willy volvió a zarandearlo una vez más y lo tiró sin escrúpulos al suelo- quedas avisado maldito desgraciado, espero no se te olvide- exclamó rotundo pateándole el estómago y se marchó a paso sereno sin mirar atrás mientras Carlos, sin aliento debido a la fuerte patada que había recibido y totalmente desorientado, siguió tirado en el suelo sin poder levantarse.
-¡Por todos los demonios doctor Méndez ¿qué le ha ocurrido?!- exclamó un enfermero al abrirse las puertas del ascensor y descubrirlo allí tirado; corrió a ayudarlo pero él lo alejó déspotamente
-Nada, estoy bien- indicó intentando levantarse pero no podía, aquel animal le debía haber roto alguna costilla y le faltaba el aliento; el enfermero, a pesar de su rechazo, lo ayudó igualmente llevándoselo dentro del ascensor
-Pero ¿Qué le ha ocurrido doctor? ¿Acaso alguien lo ha golpeado?- volvió a preguntar alarmado
-¡¡No estúpido y cállese de una vez!!- le bramó enfurecido- No me ha pasado nada ¿me oye? Aquí no ha ocurrido nada de nada ¿entendido?- resolvió tajante enderezándose ya más recompuesto limpiándose la sangre de la boca con su fino pañuelo de hilo y arreglándose la maltrecha chaqueta ante la mirada pasmada del enfermero que nada más dijo.
-¡¡Eh, oiga!! ¡¡Le digo que no puede pasar!! ¡¡Señorita…!!- sonaron los gritos de la secretaría de Willy al instante que se abría la puerta de su despacho y apareció Bárbara aun con el pijama del hospital puesto y la cara descompuesta
-¡Willy ¿dónde está Vega?! ¡¡Necesito urgentemente hablar con él!!- exclamó muy alterada
-Lo siento señor, ya le dije que debía esperar a anunciarla pero…- se disculpaba al unísono su secretaría junto a Bárbara
-Está bien, déjanos solos Alba- indicó levantándose de su sillón sin dejar de mirar alarmado el rostro atormentado de Bárbara- ¿Qué sucede Bárbara? Vega aún no regresó, sigue en Australia…
-¡Oh Dios santo!- murmuró abatida frotándose desesperada la frente
-Pero ¿qué está pasando Bar?- instó preocupado
-Pues hay que avisarlo Willy porque Ali está en problemas, en serios problemas…- anunció mirándolo aterrada- Los padres del muchacho han denunciado a Alicia por mala praxis y están exigiendo al colegio médico que se le retire el título de cirujana
-¡¿Qué estás diciendo?!- exclamó abriendo pasmado sus ojos
-En cuanto me enteré vine para acá corriendo, el juicio será de inmediato- siguió explicando retorciéndose nerviosa las manos
-¿Cómo que de inmediato? Habrá qué hacer una investigación en condiciones, una autopsia... ¿no?- expuso desconcertado
-Ya se está encargando de todo eso, y muy diligentemente por cierto, el doctor Méndez… Carlos- aclaró mordaz torciendo asqueada la boca
-Hijo de puta…
-Quiere “limpiar el nombre del hospital cuanto antes” según él- siguió explicando
-Le importa bien poco el hospital a ese; solo quiere hundir a Ali el muy desgraciado- añadió furioso y miró preocupado a la muchacha- pero Ali no está en condiciones de enfrentarse a un juicio así con esos cargos tan graves Bárbara…
-Y él lo sabe ¿por qué crees que se está dando tanta prisa y manejando y apoyando “tan fervientemente” la denuncia de esos padres?- ambos se quedaron mirándose fijamente con cara de tremenda preocupación.
Gabriela charlaba despreocupada con Claire junto a la cama de Charles cuando recibió una llamada a su teléfono móvil
-Hola Willy, que sorpresa ¿cómo van las cosas por ahí?- expuso animosa
-Hola Gabi... necesito hablar con Vega...- expuso muy calmosamente- ¿Cómo está Charles?
-Poco a poco Willy, dicen los médicos que si despierta en esta semana estará fuera de peligro al fin- le explicó animada pero de pronto frunció confundida el ceño- ¿Qué te pasa Willy? ¿Por qué me llamas a mí si con quieres hablar es con Vega?- preguntó desconfiada, cosa que hizo que Claire la mirara intrigada, ambas se mantuvieron la mirada inquietas
-Gabi... es que aquí las cosas no van bien… nada bien- aclaró con voz queda
-¿Qué está pasando Willy? ¿Le ocurre algo a Ali o a la pequeña Abi?- se intranquilizó, Claire se levantó alertada de su sillón apretando inconscientemente la mano de su esposo que sostenía entre las suyas
-¿Qué pasa Gabi?- interrogó muy nerviosa pero ella levantó su mano acallándola para atender a Willy
-Sí Gabi, es Ali... me acaba de avisar Bárbara, su asistente en el hospital, que la han denunciado por mala praxis en la muerte de un paciente y reclaman retirarle el título de cirujano… no sé qué hacer Gabi- declaró angustiado
-¡Santo Dios Willy! ¿Y cómo está Ali?
-Aún no se lo he dicho, pero es que no me atrevo tampoco Gabi… desde que Vega se fue está mal, muy mal: anda muy decaída y apática, hasta dejó de comer y no descansa bien….- Guardó silencio unos segundos- vamos: “bien”, ni bien ni mal porque no pega ojo en toda la noche si no le damos a escondidas unos tranquilizantes que le recetó la doctora Aurora- expresó derrotado, Gabriela apretó los labios preocupada por lo que oía y los ojos se le llenaron de lágrimas alarmando aún más a Claire
-¡Pero ¿qué pasa Gabi?! ¡¿Alice está mal?!- instó muy nerviosa y Gabriela asintió con la cabeza- ¡¡Oh my God, my poor little girl!!
-Esta noticia la va a hundir definitivamente Gabi...- siguió hablando con desesperación Willy- no está en estos momentos para enfrentar un juicio de este calibre; y yo no me atrevo a darle esta terrible noticia... ¡¡y mucho menos después de lo que le sucedió hace dos semanas!!- exclamó afligido
-¿Qué le pasó a Ali hace dos semanas Willy?- interrogó alarmada por su voz afligida
-Sufrió un amago de aborto Gabi- murmuró abatido
-¡¿Qué has dicho?! ¡No he podido entenderte bien Willy! ¿No has dicho que sufrió un aborto verdad?- interrogó nerviosa mientras Claire abría despavorida sus ojos- ¡¿Ali perdió a Lucas, Willy?!- chilló sobrecogida abriendo aterrada sus ojos
-¡Oh no, Dios mío cuando se entere Vega! ¡Esto lo va a destrozar, lo va a destrozar!- sollozó angustiada Claire echándose espantada las manos a la boca
-No Gabi, no llegó a perderlo; gracias a Dios estaba en el hospital y la doctora Aurora logró detenerlo a tiempo…- reparó al instante y Gabriela soltó un intenso resoplido tomándole tierna la mano a Claire mientras negaba con la cabeza indicándole que no fuera así; ella también respiró más aliviada- … el pequeño está bien, tranquila; pero, con esta noticia ahora Gabi, no quiero ni imaginarme lo que puede ocurrir... ¡¡Dios, viene todo junto y me siento inútil Gabriela!!- gritó exasperado
-Cálmate Willy, lograremos hacer algo para que todo se solucione
-Me hizo prometer que no se lo contaría a Vega pero tengo que decírselo Gabi, es necesario que regrese de inmediato
-Espera Willy, Vega aquí es muy necesario también...
-No Gabi, nosotros podremos arreglárnoslas; que regrese, Ali lo necesita a su lado- instó preocupada Claire y Gabriela le sonrió tranquilizadora
-Lo sé cielito, pero su presencia le hace también mucho bien a Charles en su recuperación; ya has oído a los médicos cielo: cuando él está aquí, hay cambios muy favorables en Charles- le expuso enternecida y Claire comenzó a llorar de nuevo- Willy, antes de decírselo a Vega, déjame a mí; dame unos días y si no logro solucionar algo, yo misma se lo diré
-¡Se pondrá como una fiera si se entera de lo que está pasando y no se lo hemos dicho Gabriela!- reclamó angustiado
-También lo sé Willy, pero déjame hacer esto por ellos... se lo debo a Ali Willy- él guardó silencio unos segundos
-Está bien, dos días Gabi, luego se lo diré a Vega para que regrese de inmediato porque el juicio es ya y ella lo necesitará a su lado para enfrentar lo que se le viene encima… ¡¡Oh Dios ¿cómo enfrentar este palo enorme que va a recibir Gabi?!! ¡¡Si ser cirujana es su ilusión, su vida!!- exclamó angustiado
-Tranquilo y de acuerdo: dos días; y yo cargaré con toda la ira de Vega así se entere- resolvió decidida
-¡¿Cómo que te regresas a España y ya tienes el vuelo esta misma noche?!- exclamó Vega mirándola desconcertado ante la mirada inquieta de Claire que acariciaba nerviosa la mano de Charles
-Es el único vuelo que encontré Vega y tengo muchas cosas que hacer en España- explicó serenamente
-¿Acaso algo va mal allá? ¿La empresa tiene problemas?- instó preocupado
-No que va, la empresa va bien; Willy es magnífico y todo marcha a las mil maravillas- contestó completamente sincera pero él seguía mirándola extrañado- no me mires así y no seas pesado: me voy porque tengo que hacer... unas cosas
-¿Pero qué cosas Gabi? Dame una explicación lógica del por qué te vas ahora y, más así, tan precipitadamente- insistió desubicado
-¡¡Cosas Vega, cosas mías que a ti ni a nadie le importan!!- respondió esquiva
-Vega, déjala cielo; nosotros estaremos bien y si ella tiene que irse... pues, por algo será ¿no?- intercedió tierna Claire
-¡¿Qué cosa puede ser más importante que estar al lado de unos amigos que te necesitan Gabi?!- insistió asombrado- ¿O es qué pasa algo realmente serio y no quieres decírmelo? Voy a llamar a Willy...- resolvió decidido cogiendo su teléfono del bolsillo de su chaqueta
-¡¡Mira que puedes llegar a ser muermo tío!! Que no pasa nada; la empresa va de maravilla y deja en paz a Willy que nada tiene que ver esto con él- le cortó tajante quitándole rauda el teléfono de las manos, cosa que lo dejó aún más desconcertado; Claire la miraba nerviosa, la notaba ya entre la espada y la pared sin recursos para librarse de las insistentes preguntas de Vega
-Vega, no seas terco cielo; si dice que tiene que irse, pues no pasa nada- intervino de nuevo intentado ayudar a Gabriela
-Pero Claire, yo solo quiero saber que es para ella más importante que su amigo enfermo- expresó incrédulo
-Mira ¿Quieres saber la verdad estúpido?- lo enfrentó furiosa y Claire apretó nerviosa sus manos susurrando un ¡ay Dios mío! que nadie escuchó- Mira tío, aquí no pinto nada, solo soy la damita de compañía de Claire y… ¡¡me aburro joder!! ¡¡Me aburro un montón y me quiero regresar a España; punto, ya está!! Os las arregláis muy bien solitos sin necesidad de que me quede; además…- calló unos segundos observando como la mirada de Vega se iba transformando de desconcierto en absoluta incredulidad- Charles tampoco es tan amigo mío como tuyo para estar perdiendo el tiempo aquí ¿eh?- declaró déspota, Vega la miró boquiabierto
-¡¿Pero qué estás diciendo desgraciada?!- exclamó atónito mirándola incrédulo, ella le mantuvo muy serena la mirada desquiciándolo completamente- ¡¡Eres…!! ¡Eres…! ¡¡Eres una inconsciente que no sabe lo que dice, una niña mimada que se aburre pronto de todo!! ¡¿Y en tus manos quedará el día de mañana la empresa?! ¡¡Espero no estar cerca para verlo!!- le increpó furioso mirándola furibundo
-Déjala Vega, ella sabe lo que tiene que hacer- intercedió cariñosa Claire de nuevo y él la miró con rabia
-¡¿Pero tú la has oído Claire?! ¡¡Que va a saber esta insensata egoísta!!- regresó su mirada furibunda a Gabriela- ¡¡Con esto solo me demuestras lo que realmente eres: una auténtica basura que solo piensa en sí misma!! ¡¡Una buena para nada!!- exclamó desdeñoso, aquellas palabras hirieron terriblemente a Gabriela
-Piensa de mí lo que te venga en gana, me importa bien poco- expuso dolida y le dejó fuertemente el teléfono en su mano de regreso mientras ambos se miraban desafiantes y con gran rabia en la mirada. De pronto las máquinas conectadas a Charles se volvieron locas, pitaban desaforadas y marcaban saltos desorbitados que los alarmaron tremendamente
-¡Oh Dios Charles, no! ¡No hermano, no!- gritó angustiado Vega llamando repetidamente al timbre de enfermeras
-¡My God Charles ¿qué te está pasando my darling?!- chilló aterrada Claire acariciándole el rostro sin saber qué hacer mientras Gabriela apretaba angustiada los labios en un intento por no romper a llorar. Era lo único que le faltaba ahora: que su querido Charles empeorara y ella tuviera que irse dejando a Vega y Claire en aquella situación…
Médicos y enfermeras llegaron en tropel apartándolos de inmediato del paciente y se pusieron a revisar todas aquellas máquinas
-Se le ha disparado la presión arterial doctor…
-Y pulsaciones llegando a 110…
-Actividad intensa en el cerebro; va a entrar en shock doctor… - alertaban nerviosas las enfermeras al tiempo que el médico examinaba a Charles y todos aquellos datos mientras ordenaba la administración inmediata de varias medicaciones a las enfermeras que obedecían prestas ante la perpleja y angustiosa mirada de ellos tres que no entendían nada de lo que estaba pasando sintiéndose completamente impotentes.
-¿Qué le está pasando a mi hermano doctor?- exclamó angustiado Vega
-No puedo precisarle, pero está muy alterado; demasiado- respondió sin dejar de prestarle atención a Charles; Vega miró iracundo a Gabriela
-¡¡Cómo haya sido por tu culpa te vas a enterar estúpida niñata egoísta!!- le bramó furioso
-¡¡Aghh, déjame en paz imbécil!! ¡¡A ver si yo voy a tener ahora la culpa de todo, tú gritabas más que yo y eres tú quien más le afecta siempre a Charles!!- le replicó molesta y altanera
-Shut up, please!- sollozó angustiada Claire, Vega la miró avergonzado y la tomó cariñoso entre sus brazos, ella también se abrazó a él con desesperación. Las máquinas se fueron calmando volviendo a su ritmo normal y los médicos y enfermeras respiraron más tranquilos
-¿Qué ha pasado doctor? ¿Charles está bien?- se interesó nerviosa Claire así los médicos resolvieron que estaba todo en orden de nuevo; él le sonrió tranquilizador
-Sí, todo vuelve a la normalidad y el paciente está perfectamente; no sabemos que pudo alterarlo tanto, puede que sí los escuchara discutir, como toda la planta- añadió mordaz mirando reprochador a Vega y a Gabriela; ellos bajaron la mirada abochornados- o simplemente estuviera sufriendo una pesadilla… el coma es aún un misterio para nosotros- le indicó serenamente y ellos también respiraron tranquilos
-Entonces yo me voy, mi vuelo sale dentro de poco- expuso Gabriela abrazándose a Claire- lo siento Claire, lo siento mucho pero compréndelo- le susurró al oído con lágrimas en los ojos, Claire la oprimió fuertemente contra ella
-Lo sé, sé que no es cierto nada de lo que dijiste pero no había otra manera… que tengas mucha suerte y logres ayudar a Alice cielo- le respondió conmovida y se abrazaron aún más potentemente la una a la otra
-Hipócrita- masculló asqueado Vega mirando a Gabriela desdeñoso, ella le lanzó una mirada irritada
-Anda… Vete ya o perderás el avión- le habló cariñosa Claire palmeándole tierna en el brazo a Gabriela en un intento de calmar la rabia que Vega estaba renaciendo en ella de nuevo; Gabriela la miró conmovida
-Te llamaré todos los días para saber cómo va Charles ¿vale?- le indicó amistosa recogiendo su bolso de sobre el sofá y la mujer le sonrió dulcemente afirmando con la cabeza
-Procura hacerlo cuando yo no esté presente- exclamó hiriente Vega sin ni siquiera molestarse en mirarla; Gabriela cerró los ojos dolida por su desprecio y, sin decir nada más, se fue del hospital.

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