martes, 19 de noviembre de 2013

Eva entró en la barra y le dio volumen a la música -¡Esto es un muermo!- decía entrañable- ¡Vamos a bailar!- miraba a Miguel -¡¡Conmigo no cuentes!!- le repuso tajante y muy incómodo, no podía levantarse en aquel momento o se darían cuenta de su apurado estado- Lo hago fatal… ¡Que baile Fran!- replicó amable encendiendo un cigarrillo intentando disimular su turbación -Vale chico, apreció mucho mis piececillos ¡¡te tocó chaval!!- exclamó jovial mirando a su compañero que sonrió entrañable y salieron de la barra iniciando a bailar mientras reían divertidos. Miguel los observaba entretenido bebiéndose su cerveza y acabando el cigarrillo. Fran bailaba bien pero Eva… increíble; como movía aquellas caderas enfundadas en aquellos prietos vaqueros que marcaban sus esbeltas piernas y sus caderas perfectas. Se había quitado la camisola verde que llevaba sobre una camiseta blanca ajustada que le dibujaba sus pechos perfectos. No era bonita… era preciosa, declaró para sí Miguel encendiendo otro cigarrillo y esquivando mirarla o su azoramiento anterior regresaría ahora que parecía controlado. -¡Ya, ya, cielo; no estoy para estos trotes!- repuso agotado Fran regresando a la barra, ella protestaba mimosa siguiéndolo y los tres rieron amenos. Fran sacó tres cervezas del refrigerador y las repartió. Eva se sentó a lado de Miguel mientras Fran se apoyó en las neveras con su espalda. -Que vacío está esto ¿no?- indicó asombrado Miguel -Hay días buenos y malos, pero los domingos suelen ser un muermo- respondió Fran amistoso- Te debo una muy grande, chaval- le dijo agradecido -No pasa nada- respondió encantado- Ahora, deberías pensar en cambiar de trabajo… ¡Tu hijo es muy chiquito y te necesita!- añadió cariñoso -Lo sé, de eso estábamos hablábamos cuando llegaste- contestó animado- Además, encontrar una canguro para toda la noche es muy difícil además de caro… -¿No tienes quién te eche una mano?- le preguntó mientras le daba un trago a su botella de cerveza -Mis suegros… pero están en el interior y no podría ver a Iker todos los días… ¡Y eso sí qué no!- añadió rotundo y se sonrieron tiernos. -¡¡Ah!! ¿Sabes que Paquillo está en el hospital?- comentó Eva mirando a Miguel, él la miró confundido- el viejito de la tos seca de ayer… -Ah sí- respondió recordándolo y le dio otro trago a la botella de cerveza -¿Qué le pasa?- preguntó intrigado Fran -Tuvo un acceso tremendo al llegar a casa y se lo llevaron al hospital, le encontraron tuberculosis pleúrica- contestó resuelta -¡¡Hay va la hostia!! ¡¿Eso no es contagioso?! ¡¡Mira que si le llevo algo de eso a mí Iker…!!- se alarmó Fran -No, tranquilo; ese tipo de tuberculosis está atrapada entre el pulmón y la pleura y no es contagiosa - respondió tranquilizador Miguel y ambos lo miraron intrigados -¿Y eso que es?- indagó curioso Fran -La pleura es la telilla que envuelve al pulmón, es hermética- contestó profesional bebiendo despreocupado de su botella -¿Cómo sabes tanto?- indagó Eva mirándolo desconfiada y Miguel tragó inquieto saliva -Leo mucho- respondió esquivo y bebió de nuevo de su cerveza esperando que no siguieran preguntando. -Pues en tu casa no vi ni un solo libro…- comentó con retintín mirándolo recelosa, pero nada más comentó A la mañana siguiente, estaba hablando con Lidia cuando Eva entró por la puerta de la terraza como siempre y se enzarzaron ambas en una conversación amena entre risas; Miguel las oía entretenido sonriendo tierno. -¿Has visto que guapo se nos ha puesto tu tío?- declaró encandilada de pronto acariciándole dulcemente la mejilla; él, abochornado por la presencia de su sobrina, esquivó levemente la cara pero no lo suficiente como para retirarse del contacto de su suave mano; le encantaba sentir su calidez sobre su piel. Lidia los observaba atenta sonriendo divertida, en seguida se dio cuenta de que entre ellos estaba naciendo algo más que simple amistad- ¿Cómo va Mark, cielo?- se interesó cariñosa -Dicen que bien, que aún no estaba muy enganchado y le está resultando bastante fácil salir- respondió animada- en cuanto podamos, iremos a verlo; los padres de Luí me invitaron a pasar unos días con ellos -Me alegro mucho corazón- repuso amorosa ella- ¿y cuándo vienes a visitarnos a nosotros? -Cuando ese ogro me dé su permiso- comentó mimosa y se rieron entrañables -Pronto te mando el billete… ¿No tienes vacaciones dentro de poco?- preguntó Miguel animado -Dentro de quince días… ¿me lo vas a mandar para allá?- se entusiasmó -Ya veré preciosa- expuso tranquilamente y ellas ya se entusiasmaron dándolo por hecho. -Tío Miki… yo…- Lidia hablaba despacio, como con temor y desconfianza; Miguel la miró a través de la pantalla intrigado- Mamá se enteró de que hablamos a diario, se me escapó el otro día en la mesa, lo siento…- suplicó dolida -No pasa nada corazón, no importa ya; estoy mucho mejor -Es que… quiere hablarte -Pero si ya hablamos todas las semanas, cielo- repuso sereno, ella no cambió la expresión de su cara. El bonito rostro de Julia apareció detrás de Lidia -Hola hermanito- sonreía dichosa ante la cara de sorpresa de Miguel. -¡Julia, que alegría verte hermanita!- repuso finalmente emocionado, no se había dado cuenta canto la echaba de menos hasta que vio su rostro en la pantalla, se sonrieron entrañables. -Te veo muy bien, corazón- dijo amorosa y entusiasmada- Lidia me dijo que tenías una pinta espantosa- bromeó -¡Eso fue hace semanas, mamá!- se defendió la muchacha dolida -Solo que el pelo… ¿Dónde estás no hay peluquerías o qué?- se burló cariñosa y él le sonrió feliz -Me gusta así- respondió alegre -Vale, es tu gusto- Julia miró a Eva y le sonrió- ¿Eva, verdad?- ella asintió con la cabeza- Me habla mucho de ti Lidia, dice que eres muy agradable y bonita y veo que es cierto- Eva sonrió avergonzada mientras se ruborizaba- ¿Cómo se porta el insensato de mi hermanito? -Aquí se porta muy bien, que remedio le queda o le doy de somantas- bromeó burlona -¿A quién le vas a dar de somantas tú?- repuso chistoso Miguel sujetándola dulcemente por el cuello con su brazo atrayéndola hacia él y le frotó juguetón con los nudillos la cabeza -¡Para Mikel, para!- protestaba ella divertida mientras las otras dos reían explayadas observando la escena -¡Solo sabe darme trabajos hermanita!- protestó guasón a la cámara donde las dos mujeres seguían riendo solazadas -¡Y tú encantado de que te los dé, so mamón!- repuso divertida ella aún atrapada por el brazo de Miguel -¡Serás caradura!- clamó alegre y en un impulso, la besó en la mejilla sonoramente y ambos se rieron alegres; Julia y Lidia se miraron maliciosas. Se notaba a leguas que había una fuerte atracción entre ambos aunque aún no se percataran de ello ni ellos mismos. Sin dejar de reírse, volvieron su atención a la pantalla aunque Miguel no soltó a Eva colocando su brazo cariñoso sobre sus hombros y ella se recostó gustosa sobre su hombro -¡Qué bien te encuentro, corazón! ¡Que feliz me hace verte tan bien!- declaró complacida Julia -Lo sé cielo- respondió franco y sincero- ¿Y qué? ¿Qué tal todo por ahí? -Bien como siempre… Oí que puede que vaya Lidia por ahí- él la miró desafiante- ¡No, no te preocupes, yo no te voy a insistir en nada!- se sonrieron cariñosos- ¡Me llega con verte aunque sea así! -Cualquier día aparezco por ahí- dijo él sin mucha emoción -No me mientas que te conozco- volvieron a sonreírse -¿Te digo la verdad hermanita?- expuso sincero y Julia asintió con la cabeza- No me importaría que vinieras, tengo ganas de abrazarte y achucharte- declaró conmovido y los cuatro se sonrieron alegres -Pues va a ser que no por ahora, pero ya no me cae en saco roto… Tengo que darte una noticia -¿Referente a qué?- preguntó alarmado y a la defensiva -¡Tranquilo! Es referente a nuestro Axel- contestó serena -¡¡Por fin se casa, tío Miki!!- soltó entusiasmada Lidia pisándole la gran noticia a su madre- ¡¡Por fin se irá ese petardo de casa!!- aclaró resuelta y Miguel y Eva soltaron unas carcajadas divertidas -¡¡Nena!!- le recriminó su madre -¡¿Qué?! ¡¿Acaso no es verdad?! ¡¡Tiene 38 años, ya iba siendo hora!!- remarcó resuelta y todos rompieron a reír de nuevo alegres -Yo tengo 43 y sigo soltero- repuso chistoso Miguel -Error hermanito, tienes 44 que los hiciste el mes pasado; estamos en Mayo corazón- remarcó cariñosa Julia -¿En Mayo ya?- repitió anonadado -Eres tan despistado, tío Miki, que no sabes ni cuando es tu cumple- se burló socarrona Lidia y volvieron a reírse de nuevo -¿Y cuándo será el feliz acontecimiento?- preguntó interesado Miguel -Dentro de dos meses… ¿por qué? ¿Vas a venir?- dijo su hermana entusiasmada -Falta mucho aún Julia, tranquila y no empieces- la serenó entrañable -Vale, lo piensas bien… Sabes que te esperaremos aunque digas que no y a Axel le hará mucha ilusión- se sonrieron cariñosos- Puedes traer a alguien si quieres, será bien recibido- comentó con segundas mirando a Eva -No creo que nadie me quiera acompañar- expuso burlón -Serás capullo- increpó Eva dándole una colleja y todos se rieron nuevamente -Bueno, os dejo ya con vuestras cosas- repuso Julia cariñosa- ¿Podemos volver a hablar el sábado? -Claro, yo os llamo- se lanzaron un beso amoroso por la cámara -Gracias Eva, me ha encantado conocerte -No hay de qué- respondió amable -¡Julia!- la llamó presuroso viéndola desaparecer de la pantalla, ella se asomó de nuevo sonriéndole tierna -¿Qué cielo mío? -Julia…- repitió, se veía interesado en algo pero parecía intimidado a preguntar -Dime- le instó cariñosa, Miguel se frotó nervioso la frente; Lidia y Eva se miraban intrigadas sin comprender- Miki ¿Alberto y Cecil verdad?- repuso amorosa y él asintió con la cabeza mirando agradecido a su hermana que le sonrió enternecida- Bien cielo, están los dos bien; al principio se inquietaron muchísimo como nosotros con tu desaparición, Alberto hasta quería dar parte a la policía al ver que pasaban los meses y no teníamos noticias tuyas, estaba realmente angustiado cielo, te quiere muchísimo y no lo puede ocultar- se sonrieron tiernos- pero así les conté que por fin llamaras se calmaron y Cecil me llama todas las semanas preguntando si hablé contigo y cómo te encuentro… ¿sabes? ellos se van relajando y animando así les voy dando noticias de que te encuentro a ti más alegre y tranquilo; parece como si tuvierais cierta conexión- comentó animada y todos rieron cariñosos -¿Y cómo llevan lo de Emma?- se interesó compasivo -Mejor cielo, no te preocupes; Cecil tuvo que estar a tratamiento hace dos meses pero se recupera bien -¡¿Por qué?! ¡¿Qué le pasó?!- se inquietó nervioso -Nada corazón, tú tranquilo que está bien; tuvo que hacerse la fuerte frente a Alberto pues él sí se desmoronó y aún se agrandó más con tu desaparición; se le juntó una cosa con la otra y se culpaba de todo, se le metió en la cabeza que harías una tremenda locura y no había manera de hacerlo recapacitar… así que la pobre Cecil tragó tanto que acabó reventando hace un par de meses -Pero ¿qué le pasó Julia?- siguió indagando inquieto -Una depresión terrible, pero ya lo está superando- se sonrieron débilmente- Miki…- se miraron a los ojos- cielo ¿te importaría llamarles? Les darías una alegría muy grande, Alberto no sabes como te extraña… y Cecil… ¿qué quieres que te diga de la pobre Cecil? Te quiere con locura y le ayudaría muchísimo en su recuperación volver a oír tu voz- Miguel tardó unos segundos en contestar, todas esperaban expectantes su respuesta -Sí, les llamaré hoy mismo- declaró sincero -¡Oh Dios mío! ¡Gracias cielo, no sabes lo contentos que se pondrán; ya lo verás!- se sonrieron alegres- Ahora me voy, os dejo con vuestras cosillas que sé de vuestros secretitos- bromeó tierna acariciando la mejilla de su hija, Miguel y Lidia rieron amenos- beso mi vida y a ti Eva -Chao- la despidió Eva y desapareció tras la pantalla -Yo también te dejo tío Miki que tengo que estudiar, estamos con las finalísimas -¿Cómo va eso? -¡Bien, fantástico!- respondió ilusionada- Ya me puse al día, tengo todo perfecto… Este curso no lo sacaré con honores pero lo salvaré- se sonrieron agradados- Ahora iba a tu casa a buscar unos libros que necesito para un trabajo de apoyo para recuperar nota en biología ¿quieres algo de allí? -No, no echó nada de menos de lo que ahí quedó... ¡Solo a ti, preciosa!- se sonrieron amorosos- Bueno, te dejamos luego; estudia mucho corazón y te me cuidas ¿oyes? -¡Siempre!...Y tú también ¿eh?- se mandaron un beso- ¡Tú también cuídate Eva, y vigila a mi tío que es peligroso!- se rieron divertidas- Espero verte pronto- le dijo cariñosa a Eva y ella asintió con la cabeza -¡Chao linda!- le contestó Eva cariñosa y se desconectó. Miguel se quedó callado mirando triste la pantalla del ordenador. -¿Los echas de menos?- le preguntó cariñosa acariciando tierna su espalda, él la miró sonriendo levemente -No… Solo recordaba; nada más- expuso muy serenamente y se sonrieron dulcemente.

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