miércoles, 4 de diciembre de 2013

Entró como un vendaval en la sala seguida de una angustiada Eva, se dirigió directamente a Miguel mientras todos observaban intrigados su rostro desquiciado -¡¿Qué es eso de que no tienes dinero?! ¡¿Qué coño has estado haciendo con tu vida estos dos años para lapidar esa cantidad desorbitada de dinero Miguel?! ¡¿Has perdido el juicio completamente o qué rayos te pasa?!- le regañó dolida, todos miraban desconcertados a Miguel -¡¿De qué coño estás hablando?!- increpó incrédulo -¡¡Y tú!!- le reclamó furiosa a su esposo sin atender a la reclamación de su hermano, Jaime la miró aprensivo- ¡¿No sabes avisarme que mi hermano está despilfarrando de mala manera?! -¡¡Yo no sé nada de eso amor!!- reclamó desorientado Jaime -¡¿No eres acaso su corredor y asesor fiscal?! ¡¿No le llevas las cuentas?!- le increpó desquiciada -¡Sí pero no sé de qué me estás hablando Julia, tu hermano no ha despilfarrado ni un centavo!- expuso descolocado mirando aturdido a Miguel que seguía sin entender nada- Únicamente, que lo haya hecho en estos últimos seis meses… pero tendría que ser una gran burrada para pulir tanto en tan poco tiempo… ¿Has invertido en algo que yo no sepa Miguel?- indagó inquieto -¡¡No!! ¡¡Si sabes que no entiendo de eso ¿cómo voy a hacer una estupidez semejante?!! ¡¡No sé de qué cojones está hablando esta atolondrada!!- increpó irritado Miguel -¡¡No te hagas!! ¡¡Me lo acaba de contar todo Eva!!- le gritó enfadada su hermana -Pero…- aturdido miró a Eva que lo miraba afligida- ¡¿Qué coño le has contado Eva?! -La verdad- respondió sincera -¡¿Cuál verdad?! ¡¿De qué está hablando Julia?!- preguntó extrañado levantándose del sofá -¡¡Te oí Miguel!! ¡¡No era mi intención, pero lo oí todo!!- lo enfrentó acalorada -¡¿Pero qué cojones oíste?! ¡¡Explícate de una puta vez porque no estoy entendiendo nada!!- le bramó encrespado -¡¡Te oí como le pedías dinero prestado a Diego!!- le escupió furiosa ante su reclamo -¡¿Qué?!- dijo boquiabierto Diego al oír aquello -¡¿Qué?!- repitió descolocado Miguel al oírla, ambos se miraron atónitos; también el resto de la familia los miraba pasmados -¡A mí nunca me pidió dinero Eva, estás equivocada preciosa!- declaró rotundo Diego -¡¿De dónde rayos sacaste eso?!- reclamó Miguel molesto -¡¡No te hagas el tonto Diego!! ¡¡Os oí la semana pasada hablar!!- replicó irritada al ver que su hermano le seguía la mentira a Miguel- ¡¡Ni tú tampoco imbécil!!- increpó furiosa golpeando el hombro de Miguel- ¡¡Te oí perfectamente cuando le rogabas que te vendiera la casa y como él te preguntaba cuanto necesitabas que te lo enviaría!! -¿Vender la casa Miguel? ¿Tan mal te van las cosas?- repuso atónita Carla -¡¡No!! ¡¡Claro que no Carla!! ¡¡Esta atolondrada confundió las cosas!!- explosionó rotundo -Te has equivocado Eva; has malinterpretado las cosas cielo- intentó explicarse Diego -¡¡Oí perfectamente, no me quieras hacer tonta Diego!!- gritó furiosa -¡¡Tonta estás ya hace unos meses pero, por lo que parece, ahora te has vuelto además cotilla!!- la insultó ofensivo Miguel, Eva lo miró dolida y sus ojos se llenaron de lágrimas ante aquella ofensa gratuita de su parte -No lo hice a propósito Miguel, fue sin querer…- se defendió entre lágrimas -Pero, además de oír conversaciones que no te incumben ¡¡oyes mal y lías tremendamente las cosas!!- le reprochó indignado -Cálmate Miguel, hablando se entiende mejor y, así a gritos, no vais a arreglar nada- expuso tranquilamente Jaime levantándose también- Vamos a ver porque estáis sacando las cosas de quicio; no sé lo que has podido escuchar Eva, pero te puedo asegurar que Miki no tiene para nada problemas económicos… sí es cierto que hablamos Miki y yo como bien oíste, y también es cierto que me insistió en vender la casa… casi pudo parecer una súplica, la verdad…- empezó a explicar Diego serenamente -¡¿Lo veis?!- lo interrumpió satisfecha Eva -¡¡Cállate zopenca y escucha por una vez!!- le bramó irritado Miguel -¡¡Deja de insultarme!!- le increpó sulfurada enfrentándolo furiosa -¡¡Callaos los dos!!- bramó autoritario Diego y ambos callaron al instante- Pero no quiere venderla por dinero Eva, ahí estás equivocada- siguió hablando más calmado- quiere venderla para romper completamente con todo su pasado aquí, deshacerse de ese laste que aún le recuerda a Emma; si hubieras seguido escuchando habrías oído como él me denegó el dinero, no tiene falta ninguna de él, y cómo me declaró lo feliz que es a tu lado, que te quiere con pasión y que desea formar un hogar allá junto a ti… por eso quiere deshacerse de todo que le pueda recordar ese pasado que quiere superar totalmente y ser totalmente feliz a tu lado- Eva miraba abatida a Miguel- y sí es cierto que se lo ofrecí… Pero, nunca da un paso sin consultarlo conmigo o con Jaime, y sabía que acababa de comprar la casa así que supuse que tenía algún pago que necesitaba solucionar de inmediato y no tendría liquidez en aquel momento, no porque no tuviera dinero Eva -¡Oh Dios santo Mikel!- musitó desolada pero él la miró dolido -Y yo te lo dije Eva, te lo dije muy claro cuando estuvimos en la casa: no la quiero para nada porque mi vida ahora está a tu lado- repuso consternado -Eso es cierto, tía Eva, lo dijo- aclaró resuelta Lidia -Mikel… lo siento, lo siento amor mío- murmuró abatida acercándose a él mirándole amorosa y posó tierna su mano en su pecho- Perdóname ¿sí? -¡¡No Eva!!- exclamó dolido, ella apretó conmocionada sus labios- ¡¡No puedo!! ¡¡No comprendo por qué no me preguntaste!! ¡¡Por qué me evadías así cuando intentaba llegar a ti y quería que te abrieras a mí!!- reclamó furioso -Lo sé, lo sé… lo siento amor mío… -¡¿Sabes la semanita que me has hecho pasar?!- siguió enfurecido- ¡¿Y lo que me dolió que me despreciaras el anillo?! -También lo sé y lo siento- remarcó elevando la voz, aquel reclamo la enojaba de nuevo- Y no te lo desprecié Mikel ¿o acaso no lo llevo en el dedo? No seas así… pero es que… ¡¡Vale el doble de lo ganas amor, es demasiado valioso y a mí uno más sencillo me vale!! -¡¡No!! Quiero darte lo mejor Eva ¿Es que aún no lo has comprendido?- expuso dolido, ella apretó sobrecogida sus labios de nuevo- ¿Y a qué vino el numerito en la boutique? ¡¡Por Dios santo!! ¡¡Solo es un trapo amor y me hacía ilusión comprártelo!! -¡¡Exacto Miguel!! ¡¡Es solo un trapo que vale 125 euros más que lo que tengo yo para el mes!!- le reclamó sulfurada, él la miró atónito -¿Solo te pagan 400 euros tía Eva?- exclamó boquiabierta Lidia -¡¡Que va!! ¡¡Son 1200 como yo!!- Explicó resuelto Miguel pero sin apartar su mirada atónita de Eva- ¡¿Qué rayos haces con el resto?!- indagó sorprendido mirándola incrédulo -Yo… se lo envío a mi madre todos los meses que le hace más falta, apenas le dan una pequeña ayuda desde que mi padre cayó enfermo…- musitó amedrentada -¡¡Genial!! ¡¡Y a mí esas cosas no me las cuentas pero yo a ti sí tengo que darte explicaciones de todo!!- exclamó irritado -¡No te pido explicaciones de nada Miguel! ¡Nunca te las pedí!- reclamó furiosa -¡¡No!! ¡¡Lo tuyo es cotillear tras las puertas lo que no te concierne y montarte películas!!- habló sarcástico -¡¡Te juro que no cotilleaba!! Solo iba en tu busca para decirte que estoy… -¡¡Me has tenido toda la semana desquiciado Eva!! ¡Con tus conjeturas estúpidas y sin preguntar!!- la interrumpió -¡¡Lo siento ¿vale?!!- gritó irritada- ¡¡Yo también estaba desquiciada sin saber por qué no me lo contabas!! -¡¡Pero ¿contarte qué Eva?!! ¡¡ ¿Contarte qué?!! ¡¡Si no había nada que contar!! ¡¡Yo no te oculto nada y lo sabes!! No como tú- añadió hiriente, ella se sintió dolida de nuevo al oírlo; ella sí le ocultaba cosas, sí hacia cosas a sus espaldas sin contar con él… y él sin embargo era completamente sincero con ella -Miguel…- musitó con los ojos llorosos -¡No llores Eva! ¡No se te ocurra llorar ahora!- le reclamó prevenido -¿Cómo iba yo a saber…?- pero no pudo contener las lágrimas -¡Santo Dios! ¡Ya estamos de nuevo! - exclamó abrumado y tomó tierno entre sus brazos meciéndola dulcemente mientras ella hundía su rostro en su pecho sin poder controlar las lágrimas- Por favor Eva, últimamente pasas de ser una auténtica fiera a un mar de lágrimas en décimas de segundos mi amor ¿qué rayos te ocurre cielo mío? -Nada- musitó ahogada por las lágrimas -¡¿Cómo qué nada Eva?! ¡¡Háblalo todo ya!!- reclamó irritada Julia, su hermano la miró intrigado -No Julia, por favor, no- le murmuró Eva mirándola aterrada -Lo siento Eva; pero no puedes callarlo más y seguir viviendo en esa agonía… ¡¡o lo dices tú o lo hago yo!! ¡¡Pero eso también queda aclarado ahora mismo!!- le habló tajante y Eva volvió a llorar hundiendo su cara en el pecho de Miguel abrazándose a él con desesperación -¡¿Qué rayos está ocurriendo Julia?! ¡¿Por qué está angustia de Eva?!- exclamó alertado Miguel por la intensa y desesperada reacción de Eva, su hermana lo miraba ofuscada- O no... o no…- masculló aterrado y tomó a Eva por los hombros obligándola a mirarle a los ojos- Estás enferma, te han encontrado algo y no quieres decírmelo- declaró mirándola angustiado- ¡¿Es eso mi cielo?! -¡¡No!!- exclamó rotunda mirándolo atónita- estoy bien Mikel, estoy perfectamente -¡¿Entonces qué rayos está pasando Eva?!- bramó fuera de sí -Porque yo… porque estoy…- balbuceó acobardada -¡¿Por qué Eva?! ¡¡No balbucees como una idiota y explícamelo joder!!- bramó enfadado zarandeándola por los hombros, ella rompió a llorar de nuevo- ¡¡Ya estamos de nuevo!! ¡Deja de llorar y háblame!! -¡¡Basta hermano, le vas hacer daño!!- le recriminó Diego levantándose y recogiendo cariñoso entre sus brazos a Eva que hundió su cara contra su pecho- ¡¡El idiota lo estás siendo tú!! ¿Es que acaso no te das cuenta de lo que está pasando imbécil? -¡¡No Diego, no!!- repitió incrédulo- ¡¿Acaso tú sí?! -¡Pues sí! ¡Ya lo sospeché ayer pero ahora estoy seguro de ello! Pero es cierto eso de que no hay mejor ciego que el que no quiere ver- Miguel seguía mirando desconcertado a su hermano mayor- ¡¡Santo Dios!! ¿De verdad que no te has dado cuenta que es nombrarle un embarazo o una maternidad y se pone tensa y alerta? ¿Acaso no sabes que el cambio hormonal les provoca esos cambios repentinos de humor? ¡¡Pues los has sufrido varias veces en la familia imbécil!! Mucho médico con honores, mucho cirujano reconocido pero no ves más allá de tus narices- le reclamó irritado, Miguel lo miraba atónito- ¿De verdad que aún no te has dado cuenta de que lo que tanto deseas ya está en camino?- Miguel frunció el ceño confundido pero, al instante, abrió sus ojos desmesuradamente -Santo Dios ¡¡Estás embarazada!!- musitó boquiabierto mirando asombrado a Eva que lo miraba amedrentada- O eso, o estás menopáusica porque también lo he sufrido en la familia- aclaró bromista -¡¡Serás imbécil!!- le reclamó fastidiada Julia golpeándolo con su mano en el hombro y todos rompieron a reír divertidos pero él posó tierno sus manos en las mejillas de Eva mirándola conmovido -¿Es eso mi vida? ¿Estás embarazada?- Eva asintió con la cabeza- ¿Y es seguro? ¿Desde cuándo lo sabes?- interrogó ansioso -Desde hace dos semanas… pero lo sospechaba desde hace más de un mes- respondió temerosa -¡¿Más de un mes?!- repitió atónito- ¡¿Y no pensabas decírmelo o qué?! -¡Claro que sí! Pero… tenía miedo… tenía tantísimo miedo que… no encontraba el momento…- expuso amedrentada -¡¡Eva!! ¡¿Miedo a qué?!- reclamó dolido, ella lo miró arrepentida con aquellos dulces ojitos tiznados de verde que lo derretían- ¡¿A qué Eva?!- instó decidido -¡A que no lo quisieras y me abandonaras!- declaró angustiada -Pero… ¡¿Qué tonterías estás diciendo?! ¡¿Cómo se te ocurre que no voy a querer a un hijo mío?!- exclamó pasmado -Es que tú dijiste que no te gustaban los niños y que no te interesaba el tema…- expuso amedrentada, él abrió pasmado sus ojos -¿Cuándo dije yo tal cosa Eva?- expuso incrédulo -Cuando conocimos a Elenita, intenté sacarte el tema pero tú me cortaste con tanto desdén que yo… -Santo Dios, ya lo sabías de aquella…- murmuró sobrecogido mirándola enternecido, posó dulcemente su mano en la mejilla de ella- fue solo una manera de hablar mi ángel; estaba tan interesado en ir a ver la nueva casa que, al cambiarme tú de tema, me desquiciaste… no se me ocurrió pensar que… Perdóname cielo mío- expresó avergonzado abrazándola tiernamente contra su pecho- ¿Cómo no voy a quererlo si es lo que más deseo en esta vida mi amor? -¿De verdad?- expuso mirándolo emocionada, él sonrió deleitado -Claro que sí ¿Qué crees que he estado intentando proponerte estas semanas atrás? ¿Por qué crees que insistía en que dejaras el bar? Porque quería que tuviéramos un bebé y no es trabajo para tu futuro estado, pero tú no me dejaste en ningún momento explicarme- reprochó cariñoso y se sonrieron deleitados- Y mi vida ¿a qué viene esa tontería de que yo vaya a dejarte? Si te amo con locura mi cielo ¿es que no te lo llevo demostrado o qué?- le inquirió sobrecogido -Sí Mikel… pero yo no obré bien Mikel, sé que no… debí proponértelo y no hacerlo a tus espaldas de manera tan traicionera… -¿Hacer qué?- instó confuso -Dejar de tomar los anticonceptivos sin hablarte antes- él abrió asombrado sus ojos mirándola atónito- pero compréndeme, quiero tener hijos Mikel, y ya voy a cumplir 38 años, no podía esperar más, así que… los dejé de tomar sin decirte nada…- él seguía mirándola asombrado poniéndola más nerviosa- pensé que, a lo mejor, lograría convencerte… pero entonces dijiste eso con tanto desdén que yo… pensé que me abandonarías si llegabas a enterarte y yo no podía afrontar la idea de que me dejaras… te amo tanto vida mía- sollozó afligida mirándolo asustada, él sonrió deleitado -Y yo te amo más que a nada en esta vida so bobita, pero últimamente te veía tan esquiva que pensé que querías dejarme tú a mí- expuso lleno de amor y Eva se aferró a él llorando de nuevo -Perdóname Mikel- sollozó abochornada -Chisss, ya está bobita mía; cálmate mi vida…- le murmuraba meloso mientras la mecía amoroso entre sus brazos y ella lloraba aferrada a su cuello emocionada. El la retiró levemente y tomó su lindo rostro entre sus manos con ternura y la observó deleitado: aquellos ojos embrujadores lo miraban con tanto amor que le estremeció, era la mujer más hermosa del mundo y le iba a dar un hijo… ¡un hijo! Sintió una inmensa alegría y sonrió feliz iluminándosele los ojos de amor- deja de llorar ya mi adorada brujita, o nos saldrá un bebé muy llorón- bromeó cariñoso limpiándoles con dulzura las mejillas con sus dedos pulgares, se sonrieron complacidos y se besaron deleitados al tiempo que todos reían divertidos.

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