viernes, 17 de enero de 2014

-¿Pasa algo?- preguntó intranquila Fran así lo vio colgar el teléfono, él le sonrió entrañable -No, todo sigue igual- contestó indiferente saltando hábilmente por encima del respaldo y cayó sentado junto a ella, se rieron divertidos. Diego la besó deleitado- que rico sabes mi dulce petit suisse, no me cansaré nunca de saborearte- musitó encandilado jugueteando con sus labios en los de ella, Fran rió gustosa- ¿te pasó el dolor de cabeza mi cielo?- le preguntó cariñoso acariciando tierno su mejilla con el revés de su mano -Sí; ya estoy bien- le contestó melosa -Mejor- repuso tranquilo recostándose en el sofá apoyando su cabeza en las rodillas de Fran que empezó a acariciarle tiernamente la cabeza- Fiera ¿no piensas irte a dormir hoy?- le preguntó cariñoso al pequeño que jugaba con un coche sobre la mesa de café; él negó decidido y rotundo con la cabeza- Eso ya lo suponía yo- bromeó divertido y él y Fran se rieron mirándose amorosos- ¿Y tú no vas a cenar algo amor?- le dijo tierno a Fran, ella también denegó rotunda con la cabeza, se volvieron a reír -No tengo hambre, con el vaso de leche caliente que me tomé con la aspirina, estoy servida- repuso dulcemente -De acuerdo- repuso levantándose pero Fran lo frenó amorosa volviendo a recostarlo sobre sus rodillas- Me tengo que levantar amor; alguien se va a la cama aunque reniegue mil veces- reparó divertido, la besó dulcemente en los labios y se levantó del sofá; pero se dirigió al ventanal y examinó la calle apartando levemente las cortinas -¿Pasa algo Diego?- se inquietó Fran al ver hacerle aquello -No, solo me estoy asegurando de que el coche no anda por aquí- contestó despreocupado pero sin moverse, vio pasar un Fiat negro que reconoció al instante, sonrió complacido soltando por fin la cortina y girándose tranquilo- ¡¡Bueno, bueno!! Y ahora… ¡Yo sé de alguien que va a pillarse un tremendo berrinche!- bromeó afectuoso acercándose al pequeño, él lo miró desconcertado y, como si le leyera el pensamiento, comenzó a protestar y a negar apresurado mientras corría a buscar refugio entre los brazos de Fran pero no llegó a conseguirlo; su padre lo atrapó antes y se lo llevó a la cuna sin dejar de besarlo amoroso. El pequeño reía feliz ante los continuados y sonoros besos de su padre. Fran cerró los ojos recostándose contra el respaldo del sofá, el dolor de cabeza en vez de pasar había ido en aumento y parecía que le iba a estallar, sentía el cuerpo maltrecho. No llevaba mucho rato así cuando sintió los dulces y suaves labios de Diego en su frente besándola amoroso, ella sonrió dichosa -¿Estás bien cielo? Tienes mala cara- indagó tierno acariciándole dulcemente la mejilla -¡Qué sí pesado! ¡No empieces tú también ¿eh?!- le contestó rotunda, se sonrieron entrañables- Solo estoy cansada mi amor, mañana estaré perfectamente- añadió melosa acariciando tierna con su mejilla la de Diego -¿Muy cansada? Porque tenía en mente cansarte aún un poquito más- le murmuró deseoso al oído al tiempo que la besaba ardiente en el cuello -A lo mejor es precisamente lo que me está haciendo falta- respondió mimosa cerrando los ojos deleitada por el excitante roce de los labios de Diego por su cuello y él sonrió complacido -¡Pues que no se haga esperar más!- exclamó recogiéndola en brazos y ella chilló divertida riéndose encandilada mientras él se la llevaba al cuarto sin dejar de besarse embargados y amorosos. Se desnudaron sin prisas, deleitándose en cada caricia y gesto. Cuando Diego le retiró el jersey, sonrió complacido al encontrarse un coqueto sujetador sin asas blanco de fino encaje -¡Vaya sorpresa! Realmente ya estaba pensando que nunca más me dejarías verte con ropa sexy- bromeó embelesado sonriéndole pícaro, ella rió divertida -Serás bobo ¿no lo trajiste tú?- musitó encandilada y él rió pícaro; Fran atrapó amorosa su boca. Se besaban ardientes acariciándose sus cuerpos con pasión mientras Diego la fue guiando hasta la cama recostándola y empezó a recorrerle su hermoso cuerpo con su boca. Fran ya vibraba avivada por aquellos delicados besos que rozaban ardorosos su piel caminando despacio por su vientre acercándose excitantemente a su sexo… ya sentía su cálido aliento sobre él y Fran gimió anhelante de que lo atrapara cuanto antes y la llevara hasta el éxtasis supremo a donde él sabía llevarla tan hábilmente; pero el teléfono de Diego empezó a sonar y él se retiró raudo contestándolo presuroso dejando a Fran completamente desamparada -Dime Archie- repuso ansioso sentándose al borde de la cama -Nada jefe, es un callejón completamente ciego; ni una maldita escalera de incendios hay… solo se ven apenas dos ventanas del edificio al otro lado de la calle, pero para mí que no hay hueco suficiente para una buena posición de tiro; así a todo, iré a investigar no te preocupes- explicó resuelto -¿Y los tejados?- inquirió esperanzado -¡¡Que va colega!! No dan el ángulo, queda demasiado elevado- Diego resopló defraudado pasándose impotente la mano por la cabeza; se percibía que no eran buenas noticias pues se le vio muy desolado, Fran se arrodilló tras él y lo rodeó amorosa con sus brazos por el cuello besándolo consoladora en la mejilla, él le sonrió dulcemente- pero jefe, algo sí hay que se nos escapara en un principio…- añadió Archie más animado -¡¿Qué?!- exclamó ansioso Diego recuperando las esperanzas -Encontré varios agujeros de bala diseminados en la pared a espaldas de Ben… y varias muescas de salir algunas rebotadas… como si hubieran disparado sin control pero hábilmente como para no darle… no los habíamos visto antes una porque dimos por hecho que solo realizaran los disparos para abatirlo y otra porque es una pared bastante deteriorada y, si no pones atención, pasan desapercibidos… ¡¡No eligieron este callejón al azar jefe, sabían lo que querían!! ¡¡Y sí había un tercer tirador como sospechaba!! ¡¡Los muchachos solo estaban para tenerlo entretenido mientras el tercero lo abatía!! Pero ni idea de dónde podía estarlo esperando ese capullo… Jefe ¿cómo se le ocurrió esa idea? no aparecieron casquillos ni nada que nos hiciera suponer eso- expuso desconcertado -Ya os decía que me sonaba muy raro que en un atraco se llevara silenciador, pero, además, Fran recordó que las armas que llevaban los muchachos eran semiautomáticas y las balas que recuperamos del cuerpo de Ben son de una Beretta; se ve que alguien se preocupó mucho de limpiar bien el lugar en medio del revuelo que se organizó después…- explicó resuelto -Probablemente… pero he conseguido extraer dos de ellas del muro, ahora mismo las lleva Cristín a balística… -Perfecto Archie, eres el mejor ¿comprendes por qué quería que hicieras tú este trabajo colega? No hay nadie como tú para husmear compañero- bromeó amistoso y ambos rieron amenos- ve a descansar ya, mañana nos vemos en la central -Ok, hasta mañana jefe- cortaron la comunicación, Diego se quedó pensativo sentado al borde de la cama. Fran lo besó amorosa en la mejilla nuevamente sacándolo de su abstracción, le sonrió tierno acariciándole sus brazos rodeándole aún el cuello -Diego, esa arma…- empezó a hablar ella y él la miró intrigado- la Beretta 92FS, es un arma oficial de la policía- expuso mirándolo inquieta -Lo sé cielo, pero no es un descuido; son demasiado listos los cabrones… últimamente aparecieron algunas en el mercado negro- declaró impotente, ella tomó aire profundamente posando su mentón en el hombro de Diego; también se sentía defraudada por no conseguir nada. Él la miró de nuevo a los ojos y percibió en su rostro también la impotencia y la preocupación, sonrió tierno acariciándole cariñoso la mejilla- No te preocupes cielo, te prometo que los cazaremos, ya lo verás- aseguró rotundo, ella le sonrió dulcemente- Y ahora señorita… ¿por dónde íbamos?- exclamó pícaro revolviéndose hábil cayendo suavemente sobre ella atrapándola debajo de su cuerpo; Fran rió alegre mientras él la besaba amoroso en el cuello. Después de hacer el amor dulcemente y con pasión desbordada, entregándose al completo en cuerpo y alma, se durmieron abrazados satisfechos y dichosamente complacidos. Cuando la despertó la alarma de su móvil, se encontró embotada y aturdida. El dolor de cabeza había desaparecido pero se encontraba rara, muy cansada y desganada. Al tragar saliva se echó la mano a la garganta, le dolía terriblemente. La luz del baño estaba encendida y Diego no estaba a su lado. Se levantó dirigiéndose hacia allí, él se estaba afeitando cubierto solo con una toalla por la cintura. Se acercó a él y lo abrazó apasionada por detrás besándolo amorosa en su espalda -¡Ey cielo, que calientes tienes las manos y los labios!- se asombró intranquilo volviéndose hacia ella y tocándole la frente suavemente- Vuelves a tener fiebre corazón y ahora no son décimas- comentó disgustado, ella le sonrió dulcemente -Otra aspirina y a la calle- contestó calmada, su voz sonó ronca -¡¡Buff, como estás!! ¿No sería mejor que te quedaras en la cama?- propuso preocupado, ella negó suavemente con la cabeza -No puedo faltar sin avisar Diego- comentó amorosa, él sonrió levemente -Pero cielo, tu padrino ya sabe que…- intentó convencerla -No Diego, voy a ir- remarcó tajante- si me sigo encontrando mal, me voy a casa después de comer con mami; pero voy a ir amor- añadió mansamente, él resopló cansado -¿Sabes? No voy a discutir contigo ya a las siete de la mañana, me agotas- repuso desconforme, la besó suavemente en los labios y continuó afeitándose, ella lo besó nuevamente en la espalda y se metió en la ducha -¿Aún tienes que llevar a Andy, no?- preguntó desde la ducha -Sí, por eso estoy apurado ¿Por qué? -No quiero acercarme a él, creo que me estoy agripando y no quiero contagiarlo -Tranquila, me lo llevo ya ahora; siempre se ocupa Sandy de llevarlo a la guardería cuando tiene las mañanas libres- abrió el grifo del lavabo para quitarse los restos de jabón de la cara, Fran soltó un grito angustiado desde la ducha. El cerró el grifo al instante mientras se reía divertido -¡¿Qué rayos has hecho Diego?!- le reclamó sobrecogida apartando la cortina, él la abrazó amoroso sin poder dejar de reírse -¡Perdona, no me di cuenta!- se excusó entrañable besándola dulcemente- Además, un poquito de agua fría te viene bien para la fiebre- bromeó chistoso riéndose nuevamente -¡Que gracioso!- le reclamó divertida y se besaron amorosos- Esta me las pagas, no pienses que lo olvidaré- le murmuró dulcemente sobre los labios y se rieron de nuevo. -Me voy- le murmuró apasionado sin soltar sus labios- o, así mojadita y desnudita entre mis brazos, el que va a necesitar la ducha fría voy a ser yo- expuso pícaro acariciando suavemente su espalda bajando hasta sus glúteos desnudos donde le pegó una suave cachetada, se rieron divertidos y él salió del baño. Cuando regresó ella aún seguía debajo del agua, tenía el cuerpo dolorido y los músculos agarrotados- Nos vamos ya… No te demores mucho que esta casa es vieja y la caldera pronto se queda sin agua caliente, te saldrá agua fría en cualquier momento- la avisó amoroso -Ya salgo… Nos vemos en la comisaría -Eso espero- dijo desde su lado apartando la cortina y mirándola pícaro de arriba abajo- Déjame echar un último vistazo para recordarlo todo el día- bromeó complacido, ella lo salpicó juguetona y él huyó hábilmente, se rieron divertidos- Nos vemos ¡¡no te duermas!!- y oyó la puerta de la calle. Diego ya estaba ante la puerta de Sandy -¡Hola mi ángel!- dijo amorosa recogiendo al pequeño en brazos -¡Mami!- le respondió entusiasmado abrazándose a su cuello -Dame un besito mi vida- le pidió amorosa y él la besó satisfecho en los labios, ella se sorprendió- ¿Y esto? -Besitos de papi a Fran- repuso satisfecho el pequeño, Sandy sintió que el corazón se le oprimía pero le sonrió entrañable a Diego que sonreía divertido- Así que esas tenemos ¿eh?- repuso cariñosa, Diego sonrió dichoso- Espero que sea lo único que haya visto- bromeó burlona -¡Ey ¿por quién me tomas?!- repuso molesto -Diego…- reclamó cariñosa- estuve casada contigo ¿recuerdas?- se sonrieron entrañables- No quedó rincón de la casa que no estrenáramos- añadió divertida -Pero no estaba aún Andy por medio, ahora soy más responsable- comentó campechano -¿Sigue siendo ella, verdad?- le preguntó cariñosa y él sonrió con una felicidad que no daba lugar a dudas- Espero que esta vez sí os vaya bien y seáis dichosos, te lo deseo de corazón Diego- habló sincera -Lo sé Sandy, también yo te quiero mucho- le dijo deleitado besándola dulcemente en la frente; pero no lo suficiente, pensó entristecida Sandy- Me voy o llegaré tarde- besó apasionado a su hijo en la mejilla y entró en el ascensor- ¡Ah, vigílalo Sandy; hoy Fran se levantó con fiebre y estuvo bastante inquieta toda la noche!- y se marchó -Así que ya se queda a dormir en casa de papi ¿eh?- comentó desolada al pequeño que le reía feliz sin entender- Bueno, por lo menos a mí me dio lo más grande de él y lo más preciado del mundo- repuso apasionada acariciando amorosa la cabecita de su hijo; pero no pudo contener las lágrimas de pesadumbre y dolor, ahora sí había perdido definitivamente a Diego. El pequeño la besó suavemente en los labios de nuevo y se rieron divertidos. -¡Mía mami!- Le mostró entusiasmado el regalo que le traía -¡Que lindas mi ángel! Gracias- expuso agradecida recogiendo las piñas y cerrando la puerta de casa

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