jueves, 16 de enero de 2014

-¿Y tú? ¿Tú tienes otro número así?- indagó interesada -No- respondió sereno acariciándole amoroso las mejillas, ella lo miró extrañada- solo son tres dígitos: *0*, agente especial descubierto; luego ellos se encargan de todo a través de un localizador que lleva mi teléfono con el que me tienen las 24 horas controlado; si se apagara pasa a ser agente caído, y de inmediato ya todo el dispositivo se pone en marcha. -¡Ahora lo comprendo todo!- exclamó complacida Fran y Diego la miró confundido- Voy teniendo flases de lo ocurrido y el otro día recordé que Ben no tenía intención de sacar su arma cuando le volaron la mano, sino que iba a por su teléfono; y eso me tenía completamente descolocada… ahora lo comprendo -Probablemente iba a apagarlo cielo; como te dije, así el localizador dejaría de emitir y de inmediato el dispositivo se pone en marcha acudiendo al instante al lugar dónde se recibió la última señal- explicó preciso, ella se quedó muy callada y pensativa; él la besó tierno en la sien- ¿qué piensas mi ángel? ¿Te preocupa algo?- indagó amoroso -No, solo pensaba…- expuso muy calmosamente, él la miró insistente a los ojos y ella tomó aire profundamente- Ahora comprendo que Ben echara la mano a su teléfono; entiendo, desde que leímos su nota, su reacción y su ansía por cubrirme y protegerme pues creía que también iban a matarme a mí…- lo miró afligida a los ojos- pero, no puedo comprender ni me entra en la cabeza por más vueltas que le doy, como dos niñatos con dos simples semiautomáticas pueden tener tanta puntería a aquella distancia para herir a Ben con tanta precisión en la mano y en medio y medio de su frente… ¡¡No es lógico Diego!! ¡¡O a mí!! Tú oíste a Sandy: ¡me rozaron la vena femoral, podría haberme desangrado en apenas segundos y sin embargo no quisieron!- exclamó confundida mirándolo acongojada, él la volvió a besar tierno en la frente -Hay jóvenes que tienen demasiada experiencia pese a su edad mi amor; sus padres les entrenan desde muy niños, las bandas o mismamente la calle los…- se calló de repente y se enderezó raudo mirándola intensamente a los ojos- ¡¿Qué has dicho?! -¿Cuándo?- instó confundida por su reacción mirándolo desconcertada -¡¡Antes!! ¡¿Qué has dicho?! ¡¿Qué armas llevaban?!- se impacientó nervioso mirándola insistente a los ojos -Dos semiautomáticas muy viejas, tanto que la de uno se encasquilló…- también se enderezó mirándolo orgullosa a los ojos mientras sonreía complacida- ¡Por eso las balas que recuperasteis eran de una sola arma Diego; porque la otra se les encasquilló!- exclamó satisfecha de recordarlo, pero Diego sonreía dichoso y la abrazó contra él con poderío besándola fogoso en los labios soltándola al instante siguiente y marcando raudo su teléfono confundiéndola aún más- ¿Qué pasa Diego? -¡¡Que bendita sea tu memoria fotográfica cielo y sigo diciendo que no sé qué coño haces aún en una comisaría de distrito!!- le contestó radiante sin dejar de sonreír complacido- ¿Archie?- exclamó así respondieron a su llamada- Vuelve ahora mismo al callejón e inspecciónalo a fondo, palmo a palmo… ¡¡Sí tú!! ¡¡Quiero que lo hagas tú; nadie más debe saber esto!!- bramó contundente- debes buscar un lugar oculto pero con la suficiente visibilidad desde donde pudieron abatir a Ben sin ser visto… Hubo un tercer tirador Archie, y hay que encontrar cuanto antes donde estaba situado; podemos encontrar huellas o pistas en el lugar… estupendo compañero, espero tu llamada- colgó sin dejar de sonreír satisfecho -¿Me vas a explicar a qué viene todo esto?- reclamó intrigada Fran, él volvió a besarla amoroso en los labios -Las balas que os extrajeron tanto a ti como a Ben eran de un arma de precisión: una Beretta 92FS con silenciador, no de una semiautomática como has dicho amor mío ¿Comprendes? ¡¡Había un tercer tirador!! ¡¡Y ellos no saben que ese dato ahora lo sabemos gracias a ti mi cielo!! Porque las armas no aparecieron, ni en el callejón ni en el coche- aclaró dichoso y se quedaron mirándose unos segundos a los ojos. De pronto Fran se estremeció- ¿Te ocurre algo corazón? ¿No te me estarás asustando?- se preocupó intranquilo -La verdad, un poco sí- le sonrió levemente- saber que tus propios compañeros, gente con la que has crecido y que has conocido de casi toda la vida, quieren eliminarte… impresiona- expresó conmocionada y él volvió a tomarla amoroso entre sus brazos besándola tranquilizador en la frente- pero no solo es eso Diego, también tengo frío; será mejor volver no vaya ser que se enfríe Andy -Claro… mi tierno pajarillo- se burló guasón y ella le golpeó suavemente el brazo haciéndose la ofendida, se rieron alegres mientras Diego la besaba de nuevo en los labios al tiempo que se levantaba ágil llevándola entre sus brazos- ¡¡Vente Andy, que el pajarito ya tiene frío!!- llamó cariñoso al niño que obedeció al instante corriendo alegre hacia ellos acarreando dos piñas en cada mano. -¡Mira papi! ¡Pinas!- le mostraba orgulloso su trofeo -¡Sí cielo, piñas! ¡Y que bonitas campeón! Llévaselas a mami que le van a encantar, ya verás- le comentó dulcemente, el niño sonrió exaltado y las sujetó fuertemente contra su cuerpecito. Volvieron a casa de los padrinos de Fran -Distéis un buen paseo- repuso alegre Miriam desde la cocina al oírlos entrar -Sí mami, pero ahora hace frío- contestó Fran entrando en la cocina, la seguía Diego; Andy iba delante, de la mano de Fran -¡Que buenas piñas para el fuego!- repuso Alexander mirando las piñas que el pequeño cargaba -¡No fuego! ¡Son de mami!- aclaró rotundo el pequeño sujetándolas más fuertemente contra él -¡Ey, capi, mami es mami!- bromeó divertido Diego y todos rieron entusiastas; Fran volvió a estremecerse percibiéndolo su madrina -¿Qué tienes mi niña?- indagó curiosa -Nada, solo me cogió algo el frío- respondió cobijándose aún más con la capa -¿Frío corazón?- comentó inquieta Miriam acercándose a ella- Yo no siento frío ¿y vosotros?- los hombres negaron con la cabeza; Miriam le tocó suavemente la frente -¡Mami, no empieces!- protestó incómoda apartándose de su contacto -Parece que tienes algo de fiebre, cielo- comentó un poco alarmada -¡Que va!- repuso esquiva -¡¿Fiebre?!- se sobresaltó Alexander levantándose raudo de su silla acercándose a Fran y tocándole también la frente -¡Oh, Por favor!- protestó fastidiada Fran -¿Estás bien? ¿No será mejor llevarla al médico, Miriam?- decía Alexander casi desquiciado, Diego se sorprendió de aquella reacción tan ilógica e irracional por su parte -¡No seas exagerado como siempre!- le reprochó cariñosa su esposa- solo es un poco de fiebre… ¡¿Por qué no la llevas a urgencias como la última vez que le dio el ataque de alergia?!- se burló guasona su esposa, ellos rieron entrañables -¡¡Más vale prevenir Miriam, apenas respiraba!! ¡¡Y unas décimas pueden significar mucho!!- saltó angustiado. Diego seguía observándolo detenidamente estudiando cada uno de sus gestos; la forma de mirarla, de acariciarle la frente, lo que su rostro mostraba no era simple preocupación, era auténtico pánico. Ese hombre lo que sentía por Fran no era el cariño lógico de un padre, era casi una devoción fervorosa. A su mente acudieron cosas que pasaran aquel día: sus preguntas insistentes de si había algo entre ellos, la inquietud de Fran haciéndole prometer que él no se enteraría de que estaban juntos… su madrina no le importaba, pero le atemorizaba mucho que él sí lo supiera y ahora comprendía que no era por la prohibición del cuerpo sino porque aquel hombre sentía un celo increíble por Fran; sus reacciones no eran lógicas, estaban casi rozando la… ¡¡OBSESIÓN!! Resolvió alarmado. Pero no podía ser… él no podía… -¡Por Dios santo Alex! ¡Respiraba perfectamente de aquella y me encuentro muy bien ahora! ¡¿Quieres dejarme ya?!- le increpó molesta Fran apartándose de él esquivando sus caricias y su proximidad -Solo me preocupo por ti cielo, te crié y te quiero como a una hija; pero además le prometí a tu padre cuidarte y le di mi palabra Fran- contestó abatido con los ojos llorosos conmoviéndolos a todos, Fran se mordió avergonzada el labio inferior -Está bien padrino, no te pongas así… pero ¡Solo fue un simple escalofrío; por todos los demonios! será mi puñetera alergia, venimos de pasear por bosque- explicó intentando parecer más serena pero se la veía molesta de tanta expectación por parte de él- Al llegar a casa me tomo las pastillas y mañana estaré mejor -Tu alergia es al polvo cielo, no al polen- comentó amoroso Alexander -¡¡Ya lo sé!! ¡¡Lo sé muy bien!! ¡Tengo 32 años aunque no te lo quieras creer Alexander!- repuso incómoda; sí se lo cree, cielo; el muy hijo puta lo sabe muy bien, pensó irónico Diego- pero también hay polvo y tierra por el camino ¿no?- siguió increpando mordaz y él la miraba ofendido -El domingo pasado ibas muy fresquita cuando nos encontramos en el parque, es cierto que hacia un día maravilloso pero aún estamos en invierno; seguro que solo te has acatarrado- intercedió despreocupado Diego evitando que continuara aquella incómoda discusión, ella le clavó una mirada airada al instante y él movió desentendido los hombros -Si no se cuida, no se cuida- murmuró inquieto Alexander -¡¡Está bien!! Me tomaré una aspirina junto a los antihistamínicos cuando llegue a casa ¿vale?- exclamó airada- Ahora nos vamos, quiero irme ya a casa- añadió recogiendo al pequeño Andy en brazos zanjando cualquier protesta- Chao mami, nos vemos mañana ¿vale?- la despidió tierna besándola en las mejillas y se fueron. Diego seguía riendo divertido durante el trayecto y ella lo miraba molesta- ¿se puede saber qué te hace tanta gracia a ti?- increpó fastidiada -Tus padrinos… ¡Si solo es un poco de fiebre Jesús! ¡Si llegas a tener 38, te veo ingresada en la UVI!- se burló guasón, ella también se rió alegre -Son demasiado protectores, sobre todo Alex… ese hombre me agota y me desquicia con tanto mimo y sobre protección, ya no soy su niñita ¿cuándo me dejará en paz?- protestó fastidiada, él no repuso nada pero la miró fijamente- ¿Qué?- instó desconcertada -Nada… ¿Te encuentras bien de verdad?- prefirió preguntar en vez de comentar lo que sospechaba -Sí, solo me duele un poco la cabeza- le sonrió entrañable- ¿No empezarás tú ahora también?- Él rió divertido Después de atender a Andy y disponerlo para irse a la cama, Fran jugaba con él en la sala mientras Diego hablaba con la central -García ¿qué sabéis del “nuevo accidente”?- preguntó irónico -No mucho, jefe; no soltaron aún el coche y la forense aún está con el cuerpo… Aunque está claro que es un nuevo “oportuno accidente” -Lo sospechaba -Estamos en ello, no te preocupes- el compañero de Diego se quedó callado unos segundos- Vázquez… La chica… Esa tal Fran… ¿Cuándo piensas sacarla de ahí colega?- le preguntó intrigado- de arriba nos acosan a preguntas todos los días… ¡Ya no sabemos qué contestar! -Pronto- contestó muy pausadamente -¿Pronto, cuándo? La información que Ben recopiló la pone en el punto de mira colega… El director está muy inquieto… -Pronto- volvió a repetir contundente -¿Está contigo y no puedes hablar verdad?- comprendió al instante -Sí -Vale, a ver que le invento al bulldog luego- se rieron divertidos- Oye, ten muchísimo cuidado compañero ¡A la mínima sospecha, fuera ¿me oyes?!- le repuso intranquilo -Ya, por la cuenta que me tiene- aseguró tajante- García, esta mañana me dio la sensación de que un Ford Taurus negro vigilaba mi casa; no me dio tiempo de mirar la matrícula ni al conductor ¿sabes algo de eso?- Fran lo miró inquieta al escucharlo -No jefe, pero nos ocuparemos ahora mismo de ello, tranquilo… Vázquez ¿sospechas que te estén siguiendo a ti también? -No; solo ayer vi ese coche y no tengo muy claro que me vigilaran a mí precisamente; no estaba solo en aquel momento- explicó tranquilo mirando a los ojos a Fran que seguía mirándolo inquieta- ¿Sabes algo ya de Archie? -Aún no…- oyó teclear en el ordenador- sigue en el callejón, llegó aún hace poco porque pilló un atasco descomunal en los alrededores del estadio; hoy había partido y ya sabes cómo se pone aquello… -Ok, sigue controlándolo García, no lo pierdas ni un segundo que anda merodeando una zona muy caliente… ¿fue solo? -Sí, pero pronto lo alcanzará Cristín; está cruzando el bulevar con siete, contactarán en aproximadamente ocho minutos -Perfecto… Bueno, os llamo mañana… Puede que tenga algo -¡¿Jefe, qué vas a hacer?!- se preocupó el interlocutor- ¡¡Oye, tío, no se te ocurra meterte en nada chungo sin avisar!! -Tranquilo, no soy idiota- contestó despreocupado- Lo dicho, mañana te llamo -No lo estaré hasta recibirla, colega- cortó la llamada.

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