viernes, 27 de junio de 2014


Después de comer, la tarde transcurría tranquila y sofocante en la terraza. Gus y Rubén se durmieran tirados sobre el frescor de la hierba; Betty se había retirado a descansar a su cuarto igual que Graciela mientras Marina se recostara en el sofá de la terraza acompañada de Tina y Norma. En cambio Guillermo aprovechara eses momentos para estudiar el caso encerrado en su despacho. Del que no tenían razón era del sombrío y mal encarado Hugo que desapareciera después de comer y no había vuelto a aparecer.
 -Me voy al viejo roble a pintar un rato- expuso Norma animada levantándose de su sofá- Allí se está algo más fresco ¿queréis venir?- animó a su hermana y a Tina que denegaron amables.
Estaba concentrada en pintar en su bloc escuchando música en sus cascos cuando se le aproximó Hugo silenciosamente; ella no se percató de su presencia y él la observó calladamente mirando el hermoso esbozo del viejo roble que estaba pintando apoyando un hombro sobre el tronco del enorme árbol y las manos en los bolsillos traseros de sus vaqueros. Ella canturreaba al son de la canción que solo ella escuchaba. Pasado un buen rato, Norma se sobresaltó al reparar en la sombra junto a ella, observó asustada a su espalda descubriendo a Hugo que la miraba y sonreía cínicamente, ella se retiró los cascos
 -Me has asustado- le dijo amable sonriéndole entrañable
-Pues llevo aquí bastante tiempo, si quisiera matarte hace rato que estabas liquidada- comentó sarcástico, ella le sonrió nerviosa
-Pues menos mal que no has querido hacerlo ¿verdad?- repuso guasona continuando su pintura -Típico de niños ricos… nada os lo tomáis en serio- repuso asqueado, ella lo miró irritada
 -Ya es la segunda vez que me dices eso- comentó molesta- no somos niños ricos, te lo he dicho ya antes- él mostró una media sonrisa cínica enderezándose nuevamente
-¡Ya, claro; vivís aquí y sois familia del fiscal por casualidad!- dijo mordaz intentando alejarse de ella -Pues sí…- respondió ella resolutiva y enfadada- Mi hermana se casó con Guille y Gus ni siquiera vive aquí, solo está pasando unos días- él la miró cínicamente y volvió a sonreír sarcástico
-¡Claro, mujer; y el fiscal se casó con una pobretona del pueblo!- clamó él despreciativamente- Vuestra ralea no se mezcla con la nuestra- comentó alejándose
-¡¡Oye imbécil!!- le gritó enfurecida poniéndose de pie de pronto y enfrentándolo- ¡¡ ¿Sabes qué eres un gilipollas?!!- le increpó rabiosa él la miró apretando las mandíbulas furioso
-¡¡Soy realista, no vivo en un mundo de yupis de color de rosa como vosotros que todo os lo dan hecho!!
-¿A sí? ¡¡Pobrecillo el niño sufridor!!- se burló sarcástica- ¿Qué pasa tío? ¿Te jode que algunos vivan bien? ¿Es eso verdad?...- lo miró desafiadora a los ojos- Pues siento mucho molestarte con mi presencia pero no olvides que has venido tú a esta casa no fui yo la que he invadido la tuya- recogió sus cosas de pintura enfurecida- Y no eres realista, sino que eres gilipollas; porque si fueras realista comprenderías que eres tú el que debías estar agradecido por recibiros amablemente en nuestra casa y no hacerse el ofendido y mal encarado como si fuéramos nosotros los que te estorbáramos imbécil- se acercó a él y volvió a enfrentarlo con mirada desafiante- No tengo porque dar explicaciones a un estúpido como tú pero te diré que mi hermana solo es dueña de una pequeña librería que nos pertenece a los tres herencia de nuestros padres muertos y Gus es un hijo de separados cuya madre trabaja en un bar de camarera durante las noches y su padre lo dejó tirado para irse con su nueva novia… No eres el único que tiene problemas ¿sabes?- el muchacho la miraba fijamente con aquellos profundos ojos negros- Vivíamos muy tranquilos hasta que aparecisteis en la vida de Guille y lo habéis complicado todo… ¿sabías qué aún se casaron ayer y no se han ido de viaje por no dejaros solos?- él la miró sorprendido- Estás tan equivocado, chaval…- le repuso apenada- pero siendo tan gilipollas como veo que eres no me extraña nada, la verdad- y echó a andar hacia la terraza dejándolo asombrado mirándola alejarse; Marina la miraba intrigada pues la viera discutir con él
-¿Qué ocurre corazón?- preguntó curiosa cuando Norma llegó a su lado
 -Nada, que es un gilipollas intransigente que piensa que solo él cree saberlo todo…- miró que se acercaba a ellas- ¡¡A ver si Guille acaba pronto y se va cuanto antes a su mundo de “realista”!!- exclamó desdeñosa elevando la voz para que él la oyera y entró en la casa ante la sorpresa de Marina y Tina
 -¿Pero qué…?- inquirió asombrada Marina pero ella ya desapareciera dentro de la casa, Gus se apoyó en sus codos mirando a Marina extrañado desde la hierba
-¿Qué le ocurre ahora a esa?- inquirió intrigado, Marina movió los hombros perpleja
-Le sentaría mal el sol en la cabeza- repuso divertido Rubén sin moverse de la hierba, Gus se levantó de un ágil brinco
-Voy a ver que le ha pasado- comentó amistoso entrando en la casa
-¡¡Ten cuidado!!- recomendó Rubén bromista- ¡¡Sabes que cuando está así muerde a cualquiera!!- se rieron divertidos y él desapareció dentro de la casa también. Marina miró a Hugo que ya llegaba a junto de ellos, le sonrió amable
-¿Estás bien? ¿Te dijo algo inconveniente? A veces se le dispara la lengua; espero no se lo tengas en cuenta- se excusó dulcemente y él la miró ensombrecido
 -No… solo me dijo dos verdades y me puso en mi sitio- expuso amable sonriendo entrañable a Marina- Voy a ver como se encuentra mi madre, disculpe- su tono era afable y sorprendió a Marina pues hasta ahora había sido rudo y mal humorado
-Si quiere que venga para aquí, se está muy bien a partir de esta hora- recomendó amorosa al muchacho que le sonrió agradado
 -Sea lo que sea lo que la pequeña Norma le haya dicho valió la pena- indicó cariñosa Tina- ¡Menudo cambio en ese muchacho, por fin! ¡Vaya carácter tenía cuando llegó!- se rieron entrañables los tres- Voy a preparar la merienda, está a punto de levantarse Betty- indicó levantándose del sofá cansadamente
-Te ayudo- se ofreció amable Marina acompañándola mientras la enganchaba suavemente por el brazo y la mujer sonrió agradecida. Cuando regresaron con las fuentes a la terraza ya estaban allí Betty, Norma, Gus y Graciela acompañadas de Rubén. Tina miró sorprendida a Betty
-¿Quién la ayudó, mi querida Betty?- inquirió intrigada y ella le sonrió encantada sujetando amorosa la mano de Norma
-La pequeña Norma- repuso resuelta y dichosa- Ya tengo una nueva ayudante- Norma le sonrió feliz besándola en las mejillas- ¿Y Guille?- le preguntó curiosa a Marina
-Voy a buscarlo, desde que se encerró en el despacho no volvió a salir- expuso amena entrando en la casa. Cuando llegó delante de la puerta abierta del despacho se encontró a Guillermo hablando serio y preocupado con Hugo. Ella llamó suavemente en el marco y les sonrió dulcemente- ¿Molesto?- preguntó cuando ellos la observaron, Guillermo le sonrió dichoso
 -Nunca molestas, amor- repuso ofreciéndole la mano invitándola a entrar, ella se la tomó amorosa y lo abrazó por detrás besándolo en la mejilla
-Una cosa es que no nos vayamos de viaje de novios y otra que me abandones toda la tarde- le reprochó cariñosa, Hugo los observaba encariñado; Guillermo examinó su reloj y se sorprendió- Y este es nuestro primer día de casados… ¿qué ocurrirá cuando llevemos cuarenta años?- bromeó entrañable y ellos le sonrieron divertidos, Guillermo la besó dulcemente en los labios
-Perdona cielo; me enfrasqué en el caso…- se disculpó cariñoso, ella cerró suavemente las carpetas abiertas sobre la mesa
-Pues por hoy ya está bien de preocupaciones y cosas malas- repuso amorosa y ellos volvieron a sonreír- Vamos, nos esperan todos para merendar
 -Mi madre…- comenzó a decir el muchacho levantándose del sillón
 -Tu mamá ya está en la terraza, tranquilo- le indicó amable Marina y él le sonrió agradecido; Guillermo la miró y le sonrió amoroso
-¿Sabes cuánto te quiero verdad?- le dijo apasionado acariciándole la mejilla
 -Ya lo estoy dudando con tu comportamiento de hoy- bromeó divertida, se rieron los tres saliendo del despacho.
 Los días pasaban tranquilamente. Hugo comprobó que lo que Norma le había reprochado era cierto: Tina se encargaba sobre todo de Betty y ellos atendían cada uno de su dormitorio. Después, entre todos, limpiaban el resto de la casa y se defendían hábilmente demostrando que no era cosa de ahora ni del momento. Eso sí, sin perder nunca el buen humor y la sonrisa, entre juegos y bromas. Se les veían muy unidos y felices. También observó feliz que su madre estaba entablando buena amistad con Marina y Betty, la tenían entretenida durante el día con pequeñas tareas para que se sintiera útil sin agobiarla y amenas charlas y paseos por el jardín por las tardes que parecían tenerla más relajada y últimamente siempre sonreía alegre… Tenía que reconocer que realmente eran gente sencilla, amable, acogedora, y sobre todo, encantadora. Hasta Guillermo era especial, aunque se encerraba en su despacho a trabajar durante todo el día, siempre tenía un momento si alguien necesitaba su ayuda recibiéndote con una agradable y amistosa sonrisa, por muy ocupado que pareciera. Intentó acercarse varias veces a Norma para disculparse, pero ella le daba una respuesta cortante y se alejaba de él dejándolo con la palabra en la boca. Pero en vez de disgustarlo, le hacía gracia y se propuso el reto de acabar haciéndose amigo de ella. La observaba divertido mientras jugaba con los otros muchachos o con Guillermo cuando se enfrascaba con ellos en aquellas peleas juguetonas sobre la hierba al caer la tarde y salía por fin de su despacho. O la miraba desde lejos cuando ella se iba a pintar al roble, la observaba detenidamente como canturreaba entretenida mientras mezclaba colores oteando el horizonte. Le hacía gracia cuando la pillaba besándose apasionada con Gus por los rincones de la casa o se creían solos; entonces se retiraba sin hacer ruido dejándolos tranquilos. Últimamente no podía quitársela de la cabeza mientras daba sus largos paseos en solitario. Recordaba su sonrisa preciosa y alegre; muy parecida a la de su hermana Marina. Eran las dos muy bonitas pero Norma tenía una belleza especial. Probablemente era aquel ardor, osadía y desenfado que poseía en su mirada y que le faltaba a Marina pues ella era toda ternura en aquellos bellos ojos castaños. No podía evitar sonreír deleitado recordando cómo se encendía rápidamente entablando discusiones acaloradas con su hermano o con Gus que se le pasaba a los pocos minutos; pero nunca le llevaba la contraría a Betty ni a Marina y, mucho menos a Guillermo; lo que él decía quedaba definitivo en los tres muchachos y obedecían inmediatamente. Sin embargo era muy cariñosa y dulce con las mujeres de la casa, hasta con su madre… Pero sobre todo hacia Betty a la que se percibía que quería con pasión y siempre estaba atenta y dispuesta a atenderla y ayudarla. En definitiva, Norma era una dulce salvaje y una educada desvergonzada además de una cariñosa fierecilla que tanto podía sacar las uñas como al instante comer a besos a su contrincante. Seguía sonriendo tierno cuando llegó de regreso a la casa -Hijo ¿dónde andabas?- le preguntó inquieta su madre cuando se acercó a la terraza, él la besó en la frente
-Dando una vuelta mamá, tranquila- repuso amable sentándose a su lado- He descubierto varios policías vigilando los alrededores ¿tiene la finca cercada?- le preguntó intrigado a Guillermo que estaba sentado en el sofá frente a él y junto a su esposa que se recostaba amorosa sobre su pecho
-Sí, por eso os dije que aquí estaríais muy bien y tranquilos… Nadie se podrá acercar a la finca sin ser descubierto- aclaró amable y él le sonrió agradado
 -¿Y qué tal la visita al doctor? ¿Todo va bien?- le preguntó amistoso a Marina sonriéndole amable, ella le respondió feliz
 -Sí, todo en orden por ahora; gracias- contestó dichosa
-Me alegro- se sonrieron entrañables
-¿Qué lees?- le preguntó amistosa Betty observando el libro que sujetaba en las manos
 -La rosa de Alejandría- le respondió amable- Lo cogí en la sala, espero que no le moleste- indicó entrañable
-Claro que no cielo- indicó complacida- Los libros están escritos para ser leídos, no como mero adorno; por lo menos en esta casa- declaró jocosa y se rieron divertidos
 -¿Aún estudias o ya trabajas Hugo?- se interesó curioso Rubén
 -Las dos cosas colega; trabajo medio día y estudio de noche- respondió entrañable, su madre lo miró reprochadora y él le besó amoroso la mejilla- ya sé que ahora ya no era necesario mamita, pero sabes que me acostumbré y a mis 26 años creo que tengo edad suficiente para sufragarme mis propios gastos; no volvamos a discutir sobre eso ¿vale?- repuso tierno y todos le sonrieron agradados
 -¿En qué trabajas?- siguió intrigado Rubén
 -Trabajo de camarero en una cafetería… Aunque, después de tanto tiempo desaparecido, supongo que me tendré que buscar otro empleo- bromeó entrañable y todos sonrieron divertidos
 -¿Y qué estás estudiando?- se interesó agradada Betty
-Medicina; estoy en el primer año… aunque creo que también lo he perdido- contestó ensombrecido -Tranquilo, pronto se acabará todo- repuso animoso Guillermo palmeándole amable la rodilla y él le sonrió amistoso
-Perdona mi intromisión pero… ¿no eres algo mayor para estar aún en primero?- indicó enredada Betty y él sonrió ameno
-No te vayas a hacer una idea equivocada Betty, mi hijo es muy inteligente; pero al morir su padre yo no podía enfrentar el gasto de la universidad… así que se puso a trabajar y, cuando hubo juntado el dinero, empezó a estudiar- aclaró orgullosa su madre acariciándole tierna la mejilla a su hijo que la besó amoroso en la mejilla
-¡Marinita, has vuelto ya!- gritó entusiasmada Norma acercándose con Gus, corrió a lado de su hermana y la besó cariñosa en las mejillas acuclillándose luego ante ella- ¿Qué dijo el médico de mi sobrinita?- acariciaba el liso vientre de Marina ante la mirada entrañable de Hugo que la observaba enternecido
-Que todo está bien, mi cielo- contestó cariñosa acariciándole tiernamente la mejilla a su hermana -¿Y qué rama te interesa más?- siguió preguntando intrigada Betty a Hugo
 -¿De qué habláis?- curioseo Norma
-De Hugo, está estudiando medicina- respondió amable Rubén
-Ah- repuso Norma mirándolo de soslayo- Será forense con total seguridad- resolvió definitiva levantándose, todos la miraron sorprendidos
-¿Y eso por qué?- preguntó divertido Hugo mirando curioso a la muchacha
-Porque así no tendrás que tratar con vivos… tus pacientes serán fríos y distantes como tú- le contestó impasible
-¡Norma!- le regañó Marina seriamente pero Hugo rió divertido
-Pues no, mira; resulta que quiero ser cirujano o pediatra, no lo tengo aún seguro… ¿qué te parece?- respondió jocoso, Norma abrió aquellos hermosos ojos azules mirándolo sobrecogida
 -¡¡Quédate con cirujano por favor!!- respondió rauda y tajante- ¡¡Pobres criaturas si tienen que tratar contigo!! Por lo menos de cirujano los pacientes estarán dormidos y no tendrán que verte esa cara de ogro amargado
-¡¡Norma, ya está bien!!- increpó enfadada Marina- pídele disculpas ahora mismo
-¡No me da la gana Marina!- respondió irritada- ¡Aún él no me las pidió a mí desde hace semanas para ser yo la que tenga me rebajarme ya y ahora mismo!- repuso definitiva y entró en la casa enfadada, Marina iba a seguirla pero Hugo la detuvo amistoso
 -Tranquila Marina, tiene toda la razón… quien debe disculparse soy yo; le dije muchas burradas hace unos días que la ofendieron y aún no le he pedido perdón- comentó amable levantándose y siguiéndola dentro de la casa.

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