jueves, 26 de junio de 2014

Llamaron muy suavemente a la puerta, casi inapreciablemente
-Pasa pesada- repuso alegre al tiempo que recogía la bata de gasa igual al camisón que estaba en el suelo, apareció Gus asomando brevemente la cabeza mientras le sonreía ameno y ella lo miró abochornada- oh, eres tú cielo; pensé que eras Norma- indicó turbada cerrándose al instante la bata sobre el fino y transparente camisón
-Pues no, esta vez soy yo- repuso chistoso mirándola pícaro de arriba abajo- muy chulo el camisoncito- aclaró malicioso
-¡¡Gus!!- protestó sonrojándose y ciñéndose aún más la fina bata a la cintura, él rió divertido
-¿No está Guille aquí contigo?
 -Sí, está en la ducha ¿por qué? ¿Lo necesitas?- preguntó dulcemente
 -Lo buscan unos hombres fuera- expuso entrañable y rió divertido- Ya es la tercera vez que vienen pero Betty se puso tozuda y no les permitió molestaros- se rieron complacidos
-¿Qué hora es?- le preguntó suavemente
-Van para las doce- ella se sorprendió al oírlo y él le sonrió pícaro- ¿Una noche agotadora, no?- añadió socarrón
-¡¡Gus!!- le recriminó nuevamente sin poder evitar sonrojarse otra vez y él rió divertido mientras desaparecía cerrando la puerta tras él; ella se dirigió al baño- Guille, te buscan fuera- avisó dulcemente, oyó que cerraba el grifo del agua
-¿Quién?- preguntó extrañado descorriendo la mampara de la ducha mirándola intrigado, ella movió imprecisa los hombros
-Unos hombres según Gus, no me comentó nada más- él salió de la ducha y la abrazó apasionado besándola en la sien- ¡Guille, me estás mojando!- protestó divertida
-Pues quítatelo- expresó pícaro mientras ya le desataba la lazada de la bata y se sonrieron divertidos -No enredes que te esperan y es la tercera vez que vienen; Betty no les permitió llamarte antes- él suspiró desolado
 -¡Menuda luna de miel más corta te ofrecí!- protestó ensombrecido y ella sonrió cariñosa
-Eso es por ser un gran fiscal… Si fueras uno mediocre no te meterías en casos importantes y yo no me sentiría tan orgullosa de ti- le animó satisfecha y él le sonrió agradecido- Ya tendremos nuestra luna de miel cuando todo esto acabe- se besaron amorosos. El se vistió rápido mientras ella se metía en la ducha.
Cuando salió del cuarto ya vestida y duchada, se encontró a la familia reunida en la terraza; hablaban divertidos y amenos, la miraron todos al tiempo al verla aparecer por la puerta corredera de la sala sonriéndole entrañables
 -Buenos días- le dijo cariñosa Betty
-Ya buenas tardes casi- comentó burlón Rubén, ella les sonrió cariñosa acercándose a ellos
-Ven, Marinita, siéntate aquí- le indicó dulcemente Norma dejándole su sitio en el sofá a lado de Betty- yo te traeré algo de desayunar ¿qué te apetece?- indagó amorosa mientras ella le obedecía -Tráele algo de todo: tiene que reponer fuerzas- bromeó jocoso Gus y Marina le echó la lengua en un gesto divertido que provocó la risa de todos
-Solo café cielo, parece que tengo el estómago algo revuelto de la comilona de ayer- le contestó amable a Norma tomando asiento
-Sí, sí; seguro que de la comilona- volvió a hablar retórico Gus
-¡¡Gus!!- protestó fastidiada sonrojándose de nuevo y todos rieron divertidos- ¿Y Guille?- le preguntó a Betty que la miraba encandilada
-¡Caray, déjalo retomar aliento al pobre! ¡¿Ya lo echas de menos o qué?!- repuso Rubén socarrón y Gus y Betty se rieron divertidos- Acaba de irse pero no te preocupes que te vuelve en seguida- siguió bromista e irónico
-Estáis los dos muy graciosillos esta mañana- indicó entrañable tomando el tazón de café que le ofrecía Norma mientras la muchacha se sentaba a su lado abrazándose cariñosa a ella; Marina la besó en el pelo tiernamente- ¿Qué tienes mi cielo?- le preguntó intrigada, ella le sonrió encantada
-Nada, que estoy muy contenta viéndote tan feliz- respondió dichosa besándola en la mejilla; Marina le sonrió amorosa
-¿Y de qué habláis tan entretenidos?- preguntó amena, ellos sonrieron vivarachos mirándose entre ellos cómplices
 -De nada y de todo- repuso Betty desinteresadamente y siguieron callados
-¿Quién buscaba a Guille?- preguntó curiosa, el rostro de Betty se ensombreció
-Su ayudante Fran- respondió Gus poniendo los pies encima la mesita de café y recostándose en su sofá- Al parecer no se encuentra seguro con esa mujer en un motel y fueron a recogerla para buscarle otra guarida- aclaró contundente, Marina la miró preocupada
 -¿Pero le ocurrió algo a esa pobre mujer?- preguntó inquieta
-No, no te preocupes por eso cielo- respondió calmadamente Betty- ella está perfectamente
-Guille tiene mucho miedo que la mujer se asuste y no quiera declarar, por eso quiere tenerlo todo controlado- expuso Rubén serenamente. Se quedaron nuevamente callados y Marina observó que todo el jardín estaba despejado ya, habían desaparecido todos los toldos y mesas de la boda, no quedaba rastro de nada
-¡Caray, que rápido han recogido todo!- se asombró y ellos sonrieron divertidos
-Vinieron aún no eran las ocho y media- comentó Betty amena- con ayuda de algunos policías desmontaron todo rápidamente; estaban tan deseosos de sacar de aquí a toda aquella gente desconocida como yo- se sonrieron encantadas. Betty la miraba con una ternura especial en los ojos que tenía intrigada a Marina; le tomó cariñosa la mano entre las de ella y se la acarició tiernamente- Pero dime ¿tú qué tal estás, querida?- indagó dulcemente, Marina la miró extrañada y la mujer se revolvió inquieta en su silla de ruedas- Quiero decir ¿Te gustó cómo salió todo? ¿Quedaste contenta? -Sí, todo fue muy bonito y, si no fuera por esa noticia inquietante, hubieramos podido disfrutar mucho mejor- se sonrieron encantadas
 -¿Y tú te encuentras bien?- insistió, Marina estaba desconcertada
-Sí Betty; estoy muy bien ¿por qué insistes en eso?- respondió turbada, los muchachos rieron socarrones y Marina los miró uno a uno intrigada hasta llegar a los ojos de Norma que la miraban emocionados y llenos de ternura; Marina comprendió al instante- ¡¡Será bocazas!! ¿Ya os lo dijo, verdad?- inquirió disgustada a Betty que sonrió dichosa y los muchachos rieron felices- ¡¡Mira que le avisé de que no dijera nada hasta estar seguros!!- comentó irritada
-Marinita ¡el pobre está tan feliz que no se pudo callar la gran noticia!- lo defendió cariñosa Norma -Pero ¿y si es una falsa alarma? Podía esperar un poco, caray- requirió enojada, Betty le acarició tranquilizadora la mano que sostenía entre las suyas amorosa
 -No pasa nada, cielo; si es una falsa alarma esperaremos ilusionados la próxima ocasión… ¡Pero esta alegría ya no nos la quita nadie!- aclaró entusiasmada y se sonrieron encantadas
-Un sobrinito ya- indicó amorosa Norma acariciando el vientre de su hermana, la miró a los ojos entusiasmada- ¿Qué será Marinita: un niño o una niña?- Marina sonrió contenta moviendo imprecisa los hombros
-Un niño- repuso Gus entusiasmado- le enseñaremos a ser traste y gamberro cómo nosotros ¿verdad colega?- le indicó jocoso a Rubén que rió divertido
 -¡De eso nada, una niña!- indicó rebelde Norma- ¡Aquí ya hay bastante revuelo con vosotros dos, ahora toca una chica para ser dos contra dos!- Marina y Betty se miraron animadas y se sonrieron dulcemente escuchándolos discutir amenos por el sexo de la criatura. Oyeron llegar a Guillermo, apareció en la sala acompañado de una mujer de unos cuarenta años con mirada temerosa y un chico de más de veinte que los miraba desafiador y distante.
-Estáis aquí todos- indicó amable Guillermo- Esta es Graciela y él su hijo Hugo, se quedarán a pasar unos días con nosotros- expuso ameno, ellos les sonrieron agradablemente y la mujer les correspondió con una breve sonrisa nerviosa; en cambio, su hijo, no hizo gesto alguno y siguió mirándolos desinteresado. Norma se quedó mirando al atractivo muchacho de pelo muy corto, casi rasurado, y su bello rostro con una barba de días que la miraba con unos ojos negros y profundos. -Hola, bienvenidos; soy Betty, la hermana de Guillermo- les ofreció amable la mano a los invitados, la mujer se la estrechó amistosa sin embargo el muchacho firme y raudo- ella es Marina, su esposa; ellos son Gus, Rubén y Norma- Los muchachos les sonrieron agradados y la mujer le correspondió amable
-Tina, muéstrales sus cuartos; querrán acomodarse antes de comer- indicó amable Guillermo a la empleada que los había seguido servicial. Ella asintió amable y la mujer y el muchacho la siguieron dentro de la casa- Tendréis que compartir cuarto, chicos- expuso entrañable sentándose en el reposabrazos junto a Marina besándola en la sien amoroso- ¿Qué tal te encuentras, cielo?- le preguntó amoroso, ella lo miró simulando enojo
 -Bien… ¡Lengua larga!- increpó molesta y él sonrió dichoso
 -¡¿Quiénes compartiremos cuarto?!- indicó entusiasmado Gus provocando la risa de todos menos de Rubén que le dio una colleja inesperada que lo cogió desprevenido
-¡No te hagas ilusiones, chaval; tú y yo claro está!- indicó socarrón y todos rieron a carcajadas. Norma se levantó de su sitio
-Iré a echarle una mano a Tina- repuso animosa entrando en la casa. En el pasillo se encontró con Hugo y ambos se detuvieron uno frente al otro, Norma se sujetó las manos a la espalda y le sonrió amable; él solo la miró fijamente
 -Hola- le dijo alegre sin dejar de sonreír- ¿necesitas algo? ¿Te puedo ayudar?- se mostró servicial -No- le contestó secamente dejándola intimidada y entró en el cuarto libre donde estaba su madre; Norma respiró hondamente y se dirigió al cuarto de Gus, Tina le sonrió cariñosa desde el armario que desocupaba de la ropa de Gus
-¿Te ayudo Tina?- se ofreció amable, la mujer le sonrió agradecida
-Pues te lo agradezco, mi niña ¿llevas esta ropa de Gus al armario de Rubén, por favor?- indicó agradada, Norma le sonrió complacida y obedeció recogiendo un brazado de ropa de sobre la cama y llevándosela al cuarto de Rubén; la colocaba ordenadamente en el armario cuando llegó Tina con otro brazado de ropa que depositó sobre la cama- Hay que desalojar algunos cajones de la cómoda de Rubén para Gus- expuso entrañable
-Los conozco y será mejor que lo hagan ellos, esconden sus “cositas” entre su ropa íntima- expuso maliciosa saliendo al pasillo y oyó reír divertida a Tina- ¡¡Gus, Rubén, venir ahora mismo!!- gritó mandona y los muchachos aparecieron de inmediato- Hay que vaciar cajones de tu cuarto para que Gus pueda meter sus cosas ¿lo hacemos nosotras o prefieres hacerlo tú?- les indicó socarrona, Rubén la miró nervioso
-Lo hago yo- contestó raudo entrando en su cuarto y ella sonrió guasona
 -Lo sabía- repuso burlona, Gus le sonrió divertido aproximándose a ella
 -Tendremos que cambiar el método de esta noche- le murmuró al oído pícaro, ella sonrió agradada- Ahora me deslizaré yo en tu cuarto en vez de tú en el mío- se sonrieron amorosos
-¡Te van a oír!- contestó alarmada- Será mejor dejarlo, Gus; si se despierta Rubén y no estás en tu cama, hará un escándalo- expuso intranquila, él la besó dulcemente en los labios
-Déjame eso a mi, tú solo espérame despierta gatita- expuso deseoso
-¡¡A ver Gus, no voy a hacer tu trabajo también!!- reclamó enfadado Rubén asomándose en el pasillo -¡¡Ya voy, culo inquieto!!- respondió divertido dirigiéndose al cuarto de Rubén mientras Norma entraba en el cuarto donde Tina deshacía la cama de Gus y la ayudó a hacerla de nuevo con sábanas limpias; reían divertidas y trabajaban animadas cuando entró Hugo y se las quedo mirando confundido
-Eso puedo hacerlo yo- expuso amable, ellas le sonrieron entrañables
-No es necesario, ya hemos acabado- respondió amena Norma recogiendo la ropa sucia del suelo en un brazado y aproximándose a él sin dejar de sonreírle, él la miraba atónito pero sin sonreír ni un ápice- ¿Qué me miras?- le preguntó amable
-Nunca creí que los niños bien ayudaran al servicio- respondió mordaz y satírico, Norma lo miró sorprendida ante tanta acidez y sarcasmo
 -No somos niños bien ni Tina del servicio como dices, más bien está para atender a Betty aunque nos eche una mano con la casa- expuso cohibida y él le dedicó una media sonrisa cínica dejándola allí dirigiéndose de nuevo al cuarto de su madre; Norma miró asombrada a Tina que solo movió los hombros confundida y salieron del cuarto sonriendo entrañables. Las alcanzaron los muchachos sonriendo divertidos y los cuatro alegres se dirigieron a la cocina olvidando el desagradable encuentro con Hugo.
Mientras en la sala, Guillermo le hablaba íntimamente al oído a Marina, Betty los miraba intrigada -¿Esa es la educación que te enseñé?- inquirió disgustada a su hermano, ellos le sonrieron felices
 -Me está diciendo que trajo una prueba de embarazo- explicó nerviosa Marina en un tono muy bajo, la mujer sonrió dichosa y comenzó a palmear entusiasmada
 -¡¿Y a qué esperas Marinita?!- indicó entusiasmada- ¡Venga, ve! ¡Te esperamos aquí!- la animó optimista
-¿A dónde vas?- preguntó curiosa Norma que salía en ese momento por la puerta de la cocina acompañada de los muchachos que la miraban intrigados
-¡Vamos ya a saber si es cierto que viene ese sobrinito!- explicó ilusionada Betty, todos sonrieron entusiasmados mientras Marina se sonrojaba
 -¡¡Vamos luego ¿a qué esperas?!!- la incitó exaltada Norma tomándola de la mano y tirando de ella ansiosa
-¡Vale, vale; ya voy!- protestó Marina siguiéndola, la acompaño al cuarto y esperó con ella mientras el resto de la familia aguardaba anhelosa en la terraza
-¿Cuándo tarda eso?- preguntó nervioso Guillermo a los dos minutos y todos sonrieron divertidos -Un poco más, tranquilízate- respondió calmosa Betty; el cruzó las piernas relajándose en el sofá, pero las descruzó rápido y volvió a cruzarlas nuevamente
-No aguanto más, voy con ella- repuso ansioso levantándose del sofá y dirigiéndose a la puerta corredera encontrándose ya con ellas, las miró intrigado: Norma se mordía el labio inferior y Marina lo miraba fijamente sin reacción ninguna en su mirada- ¡¿Qué?! ¡¿Sí o no?!- inquirió anhelante, Marina esbozó una leve sonrisa dichosa y él gritó eufórico y feliz tomándola en brazos y girando entusiasmado- ¡Ey mi vida, vamos a ser papás!- gritaba eufórico besándola amoroso por todo su rostro mientras reían felices, explotó un bullicio dichoso entre todos que comenzaron a reír felices y se les acercaron a felicitarlos radiantes.
-¿Qué ha ocurrido aquí?- preguntó intrigada Tina apareciendo sorprendida por el griterío, también Graciela y su hijo Hugo aparecían en la sala intrigados por aquel alborozo
-¡Prepárate Tinita, viene un nuevo miembro de la familia!- expuso entusiasmado Gus abrazando a la mujer que sonrió dichosa
-¡¿Ya?!- repuso asombrada- ¡¡Pues sí que se dio prisa señor fiscal!!- comentó guasona y todos rieron radiantes
-Enhorabuena- les felicitó amistosa Gabriela esbozando una agradable sonrisa aunque sus ojos se inundaron de lágrimas y se la percibía arrepentida. Guillermo bajó a Marina de sus brazos turbado por la reacción de la mujer y Marina se dirigió hacia ella, le acarició tierna la mejilla
-No se inquiete, tranquila; aquí estará bien protegida- la intentó consolar cariñosa
-No es eso, me da pena esta intromisión en sus vidas, se les ve tan felices y nosotros molestando…- expuso tímidamente y apenada, Marina le sonrió suavemente
-¡Ey, de eso nada ¿eh?! Usted ni su hijo molestan; lo más importante es que esté usted bien y todo irá perfecto a partir de ahora, ya lo verá- la animó amorosa- Aquí estaremos todos a salvo- añadió cariñosa guiándola hacia el sofá seguidas de Hugo- Ya verá como acabaremos siendo muy buenas amigas- comentó sonriéndole amable, la mujer le correspondió entrañable
-¿No tiene miedo?- le preguntó curiosa y Marina le sonrió dulcemente
-¡Estoy aterrada… y ahora más con esta nueva noticia!- expuso sincera y la mujer con el resto de la familia, que habían retomado sus lugares por los sofás, sonrieron divertidos- Pero sé que Guille no permitirá que nada nos ocurra, a ninguno- lo miró amorosa ofreciéndole su mano y él le sonrió agradecido tomándosela y besándosela amoroso sentándose junto a ellas. La mujer los miró encandilada
 -Tiene una esposa muy agradable y dulce, señor fiscal- le dijo amable a Guillermo, él miró a Marina enamorado
-Lo sé- aseguró decidido y besó dulcemente los labios de Marina.

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