lunes, 4 de agosto de 2014

-Bueno, pero llegado el caso mi rayito de sol, yo también tendré algo que opinar ¿no?- expresó cariñosa Alicia intentando calmar algo aquel desasosiego de su pequeña
-¿A ti también te gusta mucho Vega, verdad mami?- preguntó pícara mirándola socarrona provocando en Vega una carcajada jocosa, Alicia se sonrojó sin poder evitarlo y respiró tranquila cuando el teléfono de Vega empezó a sonar en el bolsillo de su chaqueta colgada en el perchero junto a la puerta poniéndole fin a aquella embarazosa conversación
-¿Qué le pasa a este hasta en domingo?- murmuró irritado Vega mientras se dirigía a contestar
-Vega, tienes que regresar en el primer vuelo que salga; de inmediato- le dijo sulfurado el interlocutor así descolgó; Alicia y él se miraron inquietos
-Ya te he dicho que no, ni que te pongas de rodillas Charles; y mucho menos ahora- aclaró rotundo -La fusión se precipitó, la quieren firmar pasado mañana- le indicó muy inquieto
 -Me da igual, esa fusión sale sola Charles; lo harás perfectamente
-¡No puedo Vega! Tú llevaste siempre estas gestiones, amigo mío, no tengo ni idea de que hacer- le dijo suplicante
-Puedes arreglártelas hermano, todo está casi hecho ya; y yo no voy a regresar, es mi última palabra- comentó rotundo
-¡No me hagas esto colega! Por lo menos ayúdame a preparar la presentación ¿tienes tu portátil ahí? -No, vine de vacaciones ¿recuerdas? Lo dejé en mi despacho; pero solo tienes que entrar en mi ordenador y allí tienes todos los cálculos hechos, el resto es coser y cantar- comentó despreocupado -¡Mierda tío, échame un cable brother!- Vega se frotó fastidiado la frente- será mi primer trabajo al frente de la dirección general y será como una prueba ante Sánchez… no puedo cagarla y perderla Vega
 -No tengo ordenador Charles, no sé cómo ayudarte colega- expuso desolado
 -Yo lo tengo, pero no es portátil- le dijo animosa Alicia
 -¿E Internet?- indagó interesado
 -Sí claro ¿cómo trabajo en casa conectada al hospital sino?- se sonrieron amorosos
-Naciste de pie colega ¿dónde estás?- le dijo animado y Charles rió agradado
-En casa pero me voy a la oficina inmediatamente
-Bien, me llamas desde mi despacho, trabajaremos con mi ordenador que es donde tengo todo los borradores; espero tu llamada
-Gracias amigo, muchas gracias.
-No me las des a mí, le debes una muy grande a Ali- aclaró satisfecho
 -Si de esta por fin viene la niña, le pondré Alice en su honor- habló recreado
 -¡¿Claire está de nuevo embarazada?! ¡Joder tío, menuda carrera: cinco ya! Me parece que te viene muy bien el puesto, a ver si así te entretienes en otras cosas y dejas a esa preciosidad tranquila- lo oyó reírse divertido- Bueno, espero tu llamada
-¡¡Vega…!!- lo llamó antes de que colgara
-Dime brother
-¿Todo… bien?- indagó interesado, Vega sonrió complacido
 -Va por bastante buen camino- expuso esperanzado, lo oyó reír dichoso y colgaron.
Alicia lo guío hasta su dormitorio ya en la casa mientras le explicaban a Esther el motivo de su regreso tan precipitado. Vega observaba deleitado la cantidad de fotos por todas partes que Ali tenía de la pequeña Abi en las distintas etapas de su crecimiento; la más encantadora era la que dominaba la cabecera de la cama de Alicia en grande; se la veía con apenas un añito sentada sobre unas plumas con un precioso vestido rosa sujetándose sus zapatitos blancos mientras sonreía feliz a cámara mostrando sus recientes dientecillos y clavaba aquellos hermosos, grandes y resplandecientes ojos negros a la cámara. Se quedó contemplándola hechizado, Alicia le sonrió conmovida ante su mirada entristecida y la besó consolador en la frente
-Te haré sitio- le dijo retirando las carpetas del escritorio que estaba junto a la ventana
-No es necesario cielo, no necesito mucho espacio- indicó sentándose ante él encendiéndolo; tecleó presuroso buscando un programa que instaló en menos de segundos, el teléfono sonó y lo puso en manos libres sobre la mesa- Bien Charles, ya estoy dispuesto; abre el team viewer e introduce este ID y la contraseña …- oyeron teclear a través del teléfono
-Listo- habló Charles
-Ahora déjame a mí- Vega comenzó a trabajar en su ordenador a través del de Alicia que observaba estupefacta como se manejaba entre tanto número de cifras que mareaban con solo verlas y letras sin orden ni sentido ninguno para ella
-¡Dios tío, sí que es verdad que lo tienes todo casi listo!- expuso sorprendido a través del teléfono Charles
 -Las noches son muy largas ahí en Australia- Alicia le sonrió divertida- tienes que imprimir esto, esto y esto…
-¡Voy!- Vega tecleaba raudo y llevaba con el ratón unos datos a unas columnas y quitaba otras mientras le hablaba por teléfono a Charles explicándole lo que hacía- ¿Cuánto pensabas ofrecerle de entrada?
-No lo tenía calculado, pero debes fijarte en cuanto está perdiendo, que es esta cantidad…- le señaló con el puntero del ratón- luego haces un cálculo de cuantos beneficios le sacaremos puesta en marcha de nuevo… que es ésta y ponerte una cifra límite; no importa como empiezas brother, lo que no debes es pasarte de lo máximo decidido, si pica en diez no tienes por qué subir a doce, es dinero que nos ahorramos… ¡Me lo has visto hacer miles de veces joder!- una suave colleja de Alicia le calló inesperadamente y resopló fastidiado, ella rió divertida
-¡Pero tú eres de piedra tío! ¡Lo haces con tanta serenidad y despotismo! Ofreces tan poco sabiendo de sobras que le sacaremos el cuádruple que parece que no tengas sentimientos… eres de hielo colega y yo no soy así… sabes que, si me lloran un poco, me derrumbo...- explicó abatido
-No te preocupes, ya lo serás tú también, solo dale algún tiempo de tu vida a este puesto y verás; tampoco yo era así- le dijo con resentimiento y Alicia se sintió afligida por él, le acarició alentadora la espalda
-Yo me acobardo y me mareo solo con ver estas cifras…- habló resoplando Alicia y Vega sonrió mirándola tierno; entro Abi la cuarto y ella retiró disimuladamente su mano de la espalda de Vega- mejor me voy a preparar la cena y así te dejamos trabajar tranquilo; Abi ven conmigo, no estorbes- indicó resuelta
-No, déjala; nunca me estorba- aclaró feliz Vega sentándola en sus rodillas, ella se instaló de inmediato entre sus brazos a jugar con su consola. Él y Ali se sonrieron felices; se quedó observándolos unos segundos desde el quicio de la puerta. Era una estampa hermosa: Vega hablaba con Charles entretenido realizando diversas cuentas sobre un papel mientras Abi, sentada en su regazo recostada contra su pecho, jugaba a su consola muy quieta y callada; aunque él no perdía ocasión de besarla en la mejilla mientras atendía a su trabajo. Era realmente hermoso ver a padre e hija juntos por fin, tomó aire profundamente para deshacer el nudo que se le formaba en la garganta y salió del cuarto.
Vega se detuvo unos instantes en su trabajo y se deleitó con todo lo que le estaba rodeando en ese instante: su pequeña entre sus brazos jugaba entretenida sin hacer el más mínimo ruido, en el acogedor e íntimo dormitorio de Ali, escuchándola hablar amena con Esther mientras se oía de fondo el trastear de loza desde la cocina y el apetecible olor a comida que llegaba hasta allí… se sintió colmado de felicidad. Aquello era un hogar, un hogar de verdad; aquel era su hogar, su familia y tenía que recuperarlo a como diera lugar. Regresó al trabajo dinámico y feliz.
-Le ofrecerás veintiocho, máximo- indicó a Charles después de una serie de operaciones en el papel y comenzaron a discutir; él le decía que era poco y Vega se mantenía en sus trece. En esas estaban cuando Alicia regresó
-Vamos Abi, a bañarse que la cena está lista mi sol- le indicó a la pequeña que obedeció de inmediato dejándolos solos, ella le rodeó tiernamente el cuello por detrás con sus brazos besándolo en la mejilla- ¿Te queda mucho? Te esperamos para cenar si quieres- le preguntó dulcemente y él sonrió complacido acariciándole tierno el brazo de Ali
 -Cenar vosotras mi vida, aún me queda bastante- le contestó besándola tierno en los labios
-Está bien, te traeré un café entonces- repuso descorazonada y se fue. Vega sintió como un frío vacío lo invadió cuando ella se soltó de su cuello y salió del cuarto, como una sensación terrible de abandono
-¡Ey colega! ¿Has vuelto con ella? Pensé que solo estabais juntos a veces por la pequeña ¿No se iba a casar con otro?- le dijo amistoso Charles y él sonrió alegre
-En eso ando mi hermano, llegué justo a tiempo para no perderlas a las dos y no lo voy a permitir; te debo una grande por animarme a regresar- le aclaró feliz y oyó reír a Charles al otro lado del teléfono; continuaron con el regateo
-Tío ¡¿veintiocho?! ¡¡No seas así brother!! Treinta y seis y ya no es mucho… ¡Mira los beneficios que se sacarán después hermano!- le decía Charles conmovido cuando Ali regresó con el café -Veintiocho máximo y va de culo ¡O que salve él la empresa si puede!- le respondió tajante Vega, se miró con Ali que le sonrió dulcemente dejándole el café junto al papel; aquella sonrisa iluminó de nuevo la habitación y él sintió que regresaba aquella quietud en su alma. Se besaron amorosos pero, cuando ella se retiraba, él la sujetó de la muñeca y prolongaron el beso deleitándose en entregarse. La miró a los ojos fijamente y se dio cuenta de que ya no podía vivir lejos de aquella mujer, era la luz y la calma de su existencia… era su vida.
 -¿Qué te pasa cielo? ¿Por qué me miras así?- preguntó inquieta Ali al verle aquella mirada tan profunda clavada en ella, pero él no contestó. Miró fijamente el papel de las cuentas y le pasó de sopetón una raya tachándolo todo sorprendiéndola aún más. Volvió a realizar raudo una serie de operaciones y rodeó con rotundidad el resultado final que triplicaba el anterior
 -Ofrécele ochenta y cuatro y puedes estirarte hasta los noventa- aclaró decididamente resuelto -¡¿Qué?!- repuso asombrado Charles, Ali también abrió atónita los ojos; Vega la atrajo a él por la cintura y apoyó su cabeza en su vientre, ella comenzó a acariciar su cabeza dulcemente- ¡¿Te has vuelto loco de repente o que te pasa?! ¡¿Quieres que Sánchez me eche a los perros?!
-Con Sánchez me las entenderé yo, no te preocupes; y este pobre hombre ha de estar lleno de deudas y seguro que tiene una familia, problemas… y aunque seguirá al frente de su empresa, él nunca llegará a ganar lo que Sánchez le quitará al año para el resto de su vida… ¿Has visto que media le quitaremos al trimestre? ¡¡Ya está bien!! ¡¡Además, qué cojones, estamos a puertas de la Navidad!!- añadió alegre y oyeron reírse a Charles a través del teléfono
-No sé qué te acaba de ocurrir pero me acabas de parecer humano por primera vez en estos siete años tío- le dijo su amigo maravillado; Ali, conmovida, le oprimió tierna la cabeza contra su vientre y lo besó dulcemente en la cabeza- no te molesto más no vaya a ser que cambies de opinión, hasta otra brother y me gusta tu cambio de actitud
-Chao y que tengas suerte; ah, y felicidades por el nuevo chiquitín- se despidió muy satisfecho; se encontraba henchido de felicidad como hacía muchísimo tiempo no recordaba. Se levantó y, abrazando fuertemente a Ali entre sus brazos, la besó con gran pasión entregándole ella tanto amor que lo llenó de dicha- ¿Vamos a cenar mi vida?- le repuso animado y ella sonrió también feliz. Apagó el ordenador, recogió su teléfono y aparecieron en la cocina sonriendo dichosos- ¿Hay un plato para mí? ¡Esto huele delicioso mamá Esther!
 -Claro- dijo alegre Abi palmeando gustosa la silla a su lado. Se sentó junto a su pequeña que le sonreía también feliz y la besó apasionado en la mejilla
-¿No decías qué aún te quedaba mucho hijo?- indagó curiosa Esther mientras le servía
-Ahora solo quedaba el eterno e infructuoso regateo con Charles como siempre mamita Esther; él da cifras, yo me mantengo… y así estaríamos hasta que aceptara a regañadientes lo que yo decía; así que le di una cifra más alta aún de lo que él me ofrecía y acabamos de una vez- se rieron divertidos por aquella explicación tan franca y despreocupada.
-Pero fue una barbaridad, subiste el triple; no sé cómo al pobre no le dio un infarto al oírte- repuso asombrada también Ali, se rieron divertidos
-Ya estoy cansado de ir pisando sin consideración a todo el mundo en sus ya frágiles cuellos; voy a empezar una nueva vida... completamente- expuso lleno de ilusión y los tres se sonrieron agradados comenzando a cenar mientras conversaban animadamente.
-Ya acabé mami ¿puedo levantarme?- dijo Abi despreocupada dibujándole de nuevo esa eterna sonrisa en el rostro de su padre
-Hay que irse a la cama- le indicó ella
-Pero quiero que Vega venga a darme las buenas noches- reclamó decidida, él la elevó en el aire y, enredando con ella, se la llevó a su cuarto acompañados de Alicia. Estaba decorada en blanco y rosa haciéndola muy alegre y había juguetes por doquier
-¡Dios, vas a necesitar una habitación solamente para los juguetes mi dulce melocotón!- expuso sorprendido Vega y ellas rieron divertidas mientras Abi se metía en la cama; Ali la arropó y la besó en la frente
-Que duermas bien mi chiquita, te quiero mucho mi sol- le dijo tierna mirando a Vega que sonrió complacido
-Y yo a ti mami- lo mismo hizo con Vega y salieron del cuarto apagándole la luz. Regresaron a la sala -Me voy mamita Esther- se despidió de la mujer besándola cariñoso en la frente
-¿Ya hijo? ¿No quieres un té antes?- le propuso tierna ella
-No gracias, además se hace tarde y deben descansar- cuando iba a besar la mejilla de Ali, le sujetó tierno el cuello y la besó apasionado en la boca ante la sorpresa de las dos mujeres, se entregaron deleitados a un pasional beso- te quiero Ali, te quiero muchísimo mi vida- le dijo sincero y con una ternura inmensa mirándola con un gran amor en sus ojos- Ali, te necesito como el respirar; esta noche me he dado cuenta que sin ti a mi lado soy un hombre sin escrúpulos mi amor, duro e implacable, sin sentimientos… y no me voy a rendir Ali, te quiero a mi lado y no voy a ceder un ápice en la lucha por volverte a recuperar
-Vega yo…- él posó su dedo índice en sus labios callándola
-No quiero que digas nada ahora Ali; sé que algo debes sentir por ese hombre cuando decidiste casarte con él pero piensa en lo que te acabo de decir y te pido que analices tus sentimientos serenamente, sin presiones: solo en lo que sientes tú realmente Ali, sin importarte ni él ni yo; y después me dices lo que has decidido- volvió a besarla cálidamente y salió del piso. Ali se quedó de pie sin moverse
 -¿Qué vas a hacer hija?- le preguntó pausadamente su madre, ella la miró desconcertada- bueno, como él te recomendó, piénsalo bien mi niña; es un paso muy importante el que debes dar y yo sé que quieres a Vega, siempre lo has querido… pero no tengo claro que sientes por Carlos mi niña- expuso cariñosa besándola en la sien- Para mí, que solo lo usabas como vía de escape para no reconocer tus auténticos sentimientos hacia Vega, pero eso solo lo sabes tú… Como bien te ha dicho Vega, debes meditarlo fríamente Alicia, es tu futuro mi niña y en estos momentos debes pensar solo en ti, porque inevitablemente le harás daño a uno de los dos- le tomó la cara entre sus manos y la miró fijamente a los ojos- ¿a cuál te duele más lastimar con tu decisión mi niña? Esa puede ser la contestación a tus verdaderos sentimientos- volvió a besarla en la frente y se fue a su dormitorio dejándola pensativa allí de pie en la sala.
 Caminó despacio hacia su dormitorio, aunque lo intentaba, su cabeza no lograba poner en claro sus ideas… es que no había ideas que aclarar ni sentimientos que comparar: siempre había sido, era y sería Vega el amor de su vida. Se acercó al escritorio y observó el papel, los números encerrados en círculos y en cuadrados, el rayón tachando las cuentas y el resultado final… “acabas de parecer humano por primera vez en estos siete años” “sin ti a mi lado soy un hombre sin escrúpulos mi amor” Las palabras le golpearon duramente la mente y el corazón se le encogió de pena al recordar su rostro de dolor y su voz quebrada la noche anterior cuando le había declarado cuanto había sufrido aquellos años con su separación. Estrujó el papel con su mano decididamente
-A Vega mamá- declaró contundente entrando de pronto en el cuarto de su madre, Esther la miró sorprendida
-¿Qué pasa con él?- indagó descolocada
 -No soporto ver sufrir a Vega mamá, me destroza el alma; y es un tormento para mí tenerlo cerca y no acariciarlo o besarlo… y tienes toda la razón: nunca amé a Carlos… nunca lo quise, solo era una estúpida vía de escape en la que refugiarme si volvía Vega porque tenía miedo a mis sentimientos por él- la mujer sonrió complacida
 -Pues ve y díselo mi niña ¿para qué esperar?- la animó feliz, Alicia le sonrió dichosa
-Duerme tranquila y no me esperes- le indicó radiante de felicidad
-No pensaba hacerlo tampoco aunque no vinieras a contarme esto… Últimamente siempre encuentras alguna excusa para correr a su lado- aclaró sincera y se rieron alegres, Ali apuraba el paso hacia la puerta de la calle- Pero que no se te olvide que mañana trabajas alocadita- le avisó su madre desde la puerta de su dormitorio; Ali corrió de regreso a su cuarto y al pasar de nuevo junto a su madre le mostró el despertador en la mano, se sonrieron explayadas.

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