martes, 26 de agosto de 2014



Oyeron los pasos presurosos de Abi amortiguados por la alfombra corriendo por el pasillo en dirección a ellos
-¿Lo ves? Te lo dije- musitó meloso acariciándole ardiente los labios de Alicia con los suyos; ella rió entretenida cuando la pequeña entró recargada de energía y feliz como todas las mañanas
 -¡¡Hola papaíto!! ¡¡Qué bien encontrarte aquí por fin!!- exclamó entusiasmada subiéndose y brincando feliz sobre la cama
-Para cielito, que puedes lastimar a Lucas- la detuvo cariñoso y la niña se recostó sobre él acodándose sobre su pecho, lo miraba con aquellos bellos ojos negros vivarachos como los de su madre mientras se apoyaba su mentón sobre sus manos
 -Cuanto te eché de menos papi- expuso mirándolo extasiada y él sonrió encandilado
 -Y yo a ti mi dulce melocotón, ni te imaginas cuanto- respondió abrazándola amoroso y metiéndola entre los dos debajo de las sábanas mientras la pequeña reía feliz- cuéntame cómo te has portado mi cielito
-Yo bien papi, cuidé mucho de mami y de Lucas como me dijiste ¿a qué sí mami?- buscó el asentimiento de su madre que le sonrió deleitada acariciando el lindo rostro de su preciosa hija, él sonrió tierno- pero cuéntame tú papi
 -¿Y qué te cuento mi ángel?- indagó acariciando aquel hermoso rostro que tanto amaba, ella movió sus hombros despreocupada
 -Todo- remarcó entusiasmada y él sonrió deleitado
-Pues aunque me dolió en el alma irme sin despedirme de ti, no tuve más remedio que regresar rápidamente de nuevo a Sídney mi dulce melocotón, porque un hombre al que quiero mucho, muchísimo, sufrió un grave accidente y…- y comenzó a hablarle de Charles, de Claire, de Andy, de Jamie, de Kent y del pequeño Edwards mientras ellas le atendían en silencio. Al poco tiempo, madre e hija se durmieran de nuevo abrazadas con ternura. Él las observó deleitado; Abi tenía un enorme parecido con su madre pero, al verlas así juntas dormidas, comprobó que su parecido entre ellas también era enorme ¿cómo no iba a enamorarse de aquella pequeña así la conoció si era en proporciones similares igual a las dos mujeres que más significaban en su vida, las dos mujeres que más amaba en este mundo y las más hermosas que él había conocido nunca? Sonrió complacido, las besó dulcemente en las frentes y se levantó muy despacio dejándolas dormir tranquilamente. En la casa todos dormían aún. Se preparó café y desayunó deleitado con la vista que se observaba por la ventana de la cocina. Se percibía un bosque cercano lleno de pinos en el que no había reparado hasta entonces, la mañana era hermosa con la llegada de la primavera. Le entraron ganas de caminar. Caminaba sin rumbo fijo con sus manos metidas en los bolsillos de sus pantalones vaqueros por aquella grandeza de la naturaleza, deleitándose con el olor de los pinos, los cantos de los pájaros y aquella tranquilidad infinita de aquel pequeño increíble paraíso dentro de la magnificencia de la gran ciudad. Recordó con complacencia su llegada la noche anterior, la alegría inmensa que sintió al ver a su familia esperándolo para recibirlo con aquel tremendo amor que le mostraban... Se estremeció conmovido, que diferencia tan grande a su primera llegada a la ciudad, cuando sintiera aquella terrible tristeza provocada por aquel enorme vacío de no tener a nadie esperándolo mirando a su alrededor como a todo el mundo alguien lo esperaba, y aquella sensación angustiosa de no pertenecer a ningún lado… ¡Dios! ¡Cómo había cambiado su vida en apenas unos meses y que afortunado se sentía ahora!
Al despertarse se sorprendió de estar sola en la cama, Vega y Abi se levantaran ya y ni cuenta se había dado. Examinó el reloj sobre la mesilla, pasaban de las once, se asombró de haber dormido tanto aquella mañana ya que últimamente apenas lograba dormir un par de horas. Se desperezó gustosa de sentir aún el olor de Vega en la almohada y en su cuerpo, sonrió feliz y se levantó. En la cocina encontró a su madre acompañada de Sarah charlando animadas, se sonrieron cariñosas mientras se daban los buenos días
-¿Vega duerme aún mi cielo?- le preguntó su madre mientras ella se servía zumo recién hecho, ella negó con la cabeza
-¿No está aquí?- indagó desconcertada
 -No- respondió Sarah sonriéndole dulcemente- cuando nos despertamos solo estaba Abi enredando con sus muñecas en la sala muy calladita y creíamos que aún dormíais
 -Pues no ¿y Willy?
-Él está en el jardín trasero jugando con las niñas- le explicó su madre- están aprovechando el sol antes de que apriete más el calor… ¿sabes que la pequeña Patri ya quiso dar sus primeros pasitos para ir detrás de Abi mi cielo? ¡¡Si apenas tiene seis meses!! ¡¡Diablo de criatura!!- le indicó entusiasmada y las tres rieron deleitadas.
 Pero después de una hora y media esperándolo, Alicia ya estaba más que intranquila; caminaba nerviosa de un lado a otro por la casa desesperada, asustada de su tardanza. No sabía que hacer o a donde buscarlo… el coche seguía en el garaje y había probado a llamarlo por teléfono docenas de veces pero daba siempre apagado. Todos la observaban con preocupación ya que se la veía demasiado nerviosa ante la desaparición de Vega.
 -No puede haber ido muy lejos princesa, el coche está abajo; ni lo movió- intentó calmarla Willy pero no resultó
-Cálmate cielo, no puede tardar- intentó Esther por millonésima vez serenarla sin éxito
-¿A dónde ha ido mamá? ¿Por qué se ha marchado así, sin avisar? ¿Y por qué diablos no responde al teléfono?- indicó alterada tomando de nuevo su teléfono con manos temblorosas y marcando otra vez: “El número al que usted está llamando está…” volvía a sonar la voz impasible del contestador automático- ¡Nada, sigue sin encenderlo! ¡Maldita sea Vega ¿qué ha pasado y a dónde has ido?!- exclamó mortificada y miró a su madre con ojos plagados de terror- ¡¿Y si le ha ocurrido algo grave y no puede comunicarse mamá?!- chilló angustiada
-¡¡Por todos los demonios Alicia, cálmate de una puñetera vez y no empieces a disparatar con cosas macabras y absurdas hija!!- le regañó contundentemente pero solo provocó que rompiera a llorar
-¡¡Tú no lo entiendes mamá!! ¿Y si está herido o…? ¡¿O algo peor?!- exclamó afligida y siguió marcando insistente al teléfono de Vega
-No puedo más, con esta mujer es imposible; me rindo- exclamó derrotada Esther dejándose caer sobre el sofá de la sala mientras Willy y Sarah seguían observando a una Alicia al borde del histerismo sin saber que hacer tampoco para calmarla
-Me voy a buscarlo- resolvió decidido Willy encaminándose hacia la puerta de la calle
-Pero… ¡¿A dónde vas a ir si no sabemos dónde puede estar?!- le indicó Sarah
-¡¡Al mismo infierno si es necesario Sarita; pero ya no aguanto más estar aquí sin hacer nada viendo a esta mujer tan histérica!!- respondió cerrando la puerta tras de sí de un portazo.
 Vega, sentado sobre una roca en un pequeño claro del bosque, recibía gustoso los primeros rayos de sol de la mañana deleitándose con aquel agradable y fresco olor de los pinos y el dulce trinar de los pájaros; sonrió complacido con la tranquilidad que le rodeaba mientras observaba la ciudad a sus pies. Parecía increíble estar rodeado de tanta paz cuando a poca distancia existía todo aquel caos lleno de estridentes ruidos y prisas por llegar a ninguna parte. Se dio cuenta que el sol empezaba ya a calentarle considerablemente los brazos desnudos. No tenía ni idea de cuánto llevaba allí, había perdido completamente la noción del tiempo con aquella maravilla. Miró su muñeca pero se había olvidado de recoger su reloj de sobre la mesilla; así que buscó su teléfono para ver la hora que era y sonrió divertido al percatarse que se había olvidado también de encenderlo al bajarse del avión el día anterior ¿cuántos años hacía que no se olvidaba del reloj y mucho menos de poner de inmediato operativo su teléfono? Ya ni se acordaba; era asombroso lo que había cambiado su vida y él mismo en apenas unos meses. El teléfono empezó a vibrar reiteradamente al encenderlo sorprendiéndolo y lo examinó curioso. Su corazón empezó a latir frenético al ver las 21 llamadas perdidas de Alicia
 -¡¡Santo Dios Ali!!- exclamó sobresaltado y echó a correr angustiado hacia la casa. Subió los escalones de dos en dos y abrió raudo la puerta de entrada encontrándose a las tres mujeres en la sala muy nerviosas que lo miraron inquietas al verlo entrar- ¡¿Qué ha pasado?!- preguntó arrebatado entre jadeos de la precipitada carrera que se acababa de dar; pero su agobio se acrecentó cuando vio el rostro angustiado de Alicia que se abalanzó sobre él llorando sin consuelo
-¡¡Por fin llegas mi vida!!- exclamó atormentada aferrándose con ímpetu a su cuello y notó el temblor de todo su cuerpo, él la rodeó amoroso entre sus brazos asiéndola fuertemente contra su cuerpo
-¡¿Qué ha sucedido Ali?! ¡¿Te encuentras mal mi ángel?! ¡¿O es que acaso le pasó algo a Abi?! - interrogó acelerado y muy asustado
-¡¡No pasó nada pero… ¿dónde fuiste?!!- expuso entre lloros angustiados- ¡¿Por qué te has ido sin avisar?! ¡¡No sabía dónde andabas, tardabas tanto en regresar y tu teléfono siempre apagado…!! ¡¡Me estaba asustando de verdad Vega!!
-Santo Dios mi ángel, tú sí que me has dado un susto de muerte con tantas llamadas perdidas- expresó sobrecogido resoplando sonoramente para sacarse aquella tensión que había estado sufriendo durante el trayecto- aproveché que todos aún dormíais para dar un paseo hasta ese pequeño bosque que se ve desde la ventana de la cocina y ni se me pasó por la cabeza que aún tenía el teléfono apagado…- pero ella seguía estremeciéndose impresionada y no podía dejar de llorar- Por Dios Ali, cálmate que ya estoy de vuelta y cuéntame que te ocurre- murmuró tiernamente mientras la abrazaba más fuertemente contra su cuerpo y la besaba tranquilizador en el pelo- no logro comprender que te pasa mi vida… ¿Por qué estás así si no ocurrió nada? ¿Qué le ha sucedido mamá Esther? – interrogó sobrecogido mirando confuso a Esther que tomó aire profundamente elevando sus cejas impotente
 -Nada, ciertamente no ocurrió nada de nada hijo- expuso cansadamente y él la miró aún más confundido- Siempre se pone así cuando faltas hijo; se agobia y se angustia de tal manera pensando siempre que algo puede ocurrirte que acaba histérica haciéndonos perder los estribos a los demás ¿Comprendes ahora?- indicó tierna Esther y él se mordió conmovido el labio inferior, nunca se hubiera imaginado que ella sufriera de aquella manera tan impresionante ante sus marchas
 -Por favor Ali ¿no me ves mi niña? estoy bien mi ángel, tranquila- le habló enternecido tomando su lindo rostro entre sus manos acariciándole con ternura las mejillas- además, soy demasiado feliz mi vida y te prometo que no permitiré que ocurra nada que pueda destruir esto
 -Sí, como si pudieras… mira a Charles, seguro que pensaba igual que tú- balbuceó temerosa y él sonrió rendido a aquella carita tan hermosa que lo tenía locamente enamorado besándola tiernamente en los labios- No vuelvas a marcharte así sin decir a dónde vas Vega, me aterra no saber dónde estás ¿vale?- murmuró algo más calmada y él la besó amoroso de nuevo en los labios- te quiero tanto mi amor que si algo te sucediera yo… no puedo ni pensar en ello- le tembló angustiada la voz
 -Ey Ali, por favor cielo, tranquilízate ya ¿vale? Te prometo…- calló un segundo mirándola amoroso a los ojos- no, te juro que no volveré a irme sin dejar aviso, nunca más ¿de acuerdo?- ella sonrió más calmada- No tenía ni idea que te afectara tanto vida mía- expresó conmocionado acariciando conmovido sus mejillas- ¿y sabes otra cosa mi niña? No volveremos a separarnos jamás: si alguna vez se presenta algún otro viaje, tú vendrás siempre conmigo- resolvió rotundo y se sonrieron complacidos
 -Te quiero tanto Vega… tanto mi vida- expuso sinceramente apasionada y él sonrió conmovido por tanto amor que ella le mostraba
-Y yo a ti mi ángel, muchísimo; tanto que tampoco podría ya vivir sin ti a mi lado- declaró y se besaron deleitados.
-No encuentro a ese capullo por ningún…- exclamó Willy entrando en la casa colorado y muy sofocado, Vega lo miró desconcertado- ¡Joder tío, por fin apareciste! ¿Se puede saber dónde te habías metido? ¡¡A esta mujer casi le da algo!!- le indicó sobrecogido
-Pues ahí a lado ¿lo ves? en ese pequeño pinar que se ve allí- indicó tranquilamente señalando por la ventana de la sala
-¡Ay que joderse! ¡Ahí a lado y yo echándome una carrera hasta la entrada de la ciudad!- exclamó extenuado posando sus manos en sus rodillas provocando que todos rieran entrañables
-Anda que te vino cojonudo… que me estás echando tripita hermano- bromeó burlón Vega palmeándole el estómago; él lo miró ofendido, pero solo resopló derrotado, ya no tenía ni aliento ni ganas de replicarle; ellas rieron divertidas- Venga, ¿habéis desayunado ya? Porque yo tengo un hambre atroz- propuso resuelto besando tierno la frente de Alicia mientras le pasó el brazo por los hombros y se encaminaron hacia la cocina.
 Habían pasado tres semanas donde todo volvía a la normalidad. Alicia, aún de baja laboral, se había recuperado a pasos agigantados y todo iba de maravilla referente al embarazo. Parecía no acordarse de la denuncia que recaía sobre ella y que Vega seguía con gran interés hablando casi diariamente con los abogados de Sánchez; se la volvía a ver radiante y llena de felicidad colmando de dicha a Vega por verla tan feliz y recuperada. Él también se sentía realmente pleno de felicidad rodeado de su maravillosa familia y aún seguía impresionándolo pequeños detalles familiares que lo encandilaban y lo deleitaban. Como todas y cada una de las mañanas…
 -¿Está listo el desayuno de Vega mami? ya está a punto de bajar… Apúrate Abi, papi no ha de tardar y se os va a hacer tarde cielo- escuchaba deleitado la dulce voz de Alicia mientras descendía las escaleras en dirección a la cocina encontrándose la bella estampa de Esther junto a su hermosa y embarazadísima esposa acompañadas de su preciosa Abi ya desayunando a la mesa que lo recibían con aquella extraordinaria sonrisa deseándole un feliz día que le provocaba una dichosa sonrisa en su rostro que ya no perdía en todo el día. Luego se despedían con un amor infinito y llevaba a su hija a la escuela de camino al trabajo dichosamente entretenido con su dicharachera conversación. A las dos en punto la esperaba de nuevo en el patio de la escuela y ella corría feliz a entre sus brazos haciéndolo el hombre más dichoso del mundo; luego regresaban a casa aún más entusiasmados donde Alicia los recibía con aún mayor fervor.
 Gabriela se instalara definitivamente en la ciudad. Siempre acompañada de un incansable Willy y bien asesorada por Vega, tomaba con éxito poco a poco las riendas de la empresa y cada vez cargaba con más responsabilidades. La amistad que naciera entre ella y Alicia era espectacular; se habían hecho uña y carne, sin dejar nunca de lado a Sarah naturalmente, pero entre ellas había una complicidad increíble.
 -Vega, Willy y yo nos vamos a revisar las nuevas instalaciones del muelle, ya me está esperando en el coche- avisó apareciendo en la puerta de su despacho, él levantó la mirada de las estadísticas que estaba repasando de una nueva empresa que absorber y se sonrieron amenos- Puede que no regresemos hasta después de comer ¿necesitas algo antes de irnos?- indagó amistosa y él denegó con la cabeza- ¿Qué harás tú?
-Acabaré de revisar estas estadísticas y me iré a buscar a Abi a la escuela para irnos también a comer- respondió sereno, ella entró en el despacho acercándose a él mientras observaba los impresos sobre el escritorio
 -Esta empresa nueva... ¿Es enorme verdad?
-Sí, será una de las mayores absorciones que haremos y, si sale bien, será una inversión gigantesca- aclaró orgulloso, pero su silencio lo confundió y observó que se mordía inquieta la mejilla por dentro-¿Pasa algo Gabi?
-Hablando de esa nueva empresa...- murmuró incómoda y él la miró extrañado- Esto se está agrandando muchísimo... cada vez absorbemos más empresas con resultados exitosos...- comentaba muy pausadamente
 -¿Y qué ocurre con eso?- la incitó a hablar intrigado por su comentario
 -Vega...- expuso mirándolo interrogativamente- ¿Podremos con todo nosotros tres solos? Tengo miedo de que se nos amontone el trabajo y podamos descuidar algo perdiendo alguna de nuestras inversiones… además, pronto nacerá Lucas y tú te cogerás unos días y, entonces, nos quedaremos Willy y yo solos...- exponía inquieta
 -Tranquila, todo está controlado y las cosas marchan sin problemas; además, yo me tomaré como mucho una semana y siempre podéis llamarme si os surgen dudas o algo ocurre- contestó despreocupado sonriéndole tranquilizador, ella le correspondió- Pero si para tu tranquilidad quieres contratar a alguien más... tú eres la jefa cielo
 -Pero dime tú: ¿no será mejor hacerlo? Además, tengo la impresión de que estoy abusando demasiado de Willy, a veces le tengo todo el día ocupado acompañándome de un lado a otro y fuera de horas; y aunque nunca se quejó ni pone mala cara porque es un hombre maravilloso y atento, también tiene familia Vega... la pobre Sarita debe estar hasta las narices de pasar tanto tiempo sola sin su marido cerca- expuso conmovida y se sonrieron enternecidos
-Está bien, pensaré en alguien entonces- aclaró decidido y ella sonrió complacida- Ahora vete o Willy se desesperará; tiene una paciencia infinita, pero le gusta bien poco que le hagan esperar- Ella le besó la mejilla amistosa e hizo amago de salir del despacho pero se volvió antes de cruzar la puerta
-Vega...- repuso nuevamente y él levantó la cabeza de nuevo mirándola curioso- sobre eso que acabamos de hablar ¿me dejas que me ocupe yo? Sabes que tengo buen ojo para escoger empleados- propuso animosa
-Gabi, escoger un buen analista no es como buscar una secretaría cielo…- habló prevenido pero ella sonrió satisfecha
-Anda, déjame a mí ¿sí? Te prometo no contratar a nadie sin esperar antes tu visto bueno
-Está bien, total: harás lo que te da la gana- repuso despreocupado y ella rió alegre marchándose al fin.
 Sonó su teléfono fijo
-Jiménez- respondió autómata descolgándolo
-Hola Vega, hijo ¿Cómo van las cosas por ahí?- sonrió ameno al oír la voz de su jefe
-Hola Sánchez, todo bien ¿qué milagro su llamada? Gabi no está aquí- le indicó amable
 -Lo sé hijo, hablo diariamente con ella y ya me explicó que esta mañana estaría liada visitando los embarcaderos nuevos que hemos adquirido… Me cuenta todos los días lo bien que va todo por ahí; me alegro muchacho
-Estamos saliendo muy beneficiados con esta crisis que apareció…- explicó animado pero, de pronto, su rostro se puso serio- Pero ¿Y entonces? ¿Pasa algo? ¿No será sobre el juicio de Ali, verdad? Gabi me comentó algo de que los abogados tenían noticias pero no me quiso decir cuales eran y yo aún no tuve tiempo de comunicarme con ellos… ¿qué pasa Sánchez?- indagó curioso
-Pues hijo la verdad es que sí y quería ser yo mismo quien te diera la noticia- habló animoso- tu hermosa mujer ya está totalmente libre de cargos y su imagen está limpia de toda sospecha- Vega sonrió feliz ante tal noticia
-Pero ¿cómo señor Sánchez? Con los malos resultados obtenidos de la segunda autopsia pedida por el juez no las tenía todas conmigo…- expuso sobrecogido, lo oyó reírse satisfecho
-Pero yo no tengo abogados hijo: tengo verdaderos buitres carroñeros que saben rebuscar muy bien entre la mierda y, sobre todo, no se dan por vencidos fácilmente; tras esa segunda autopsia le pidieron al juez que, debido a esos resultados, entonces el caso debería pasar a calificarse como “acto criminal” no mala praxis médica…- Vega quedó sin aliento al escucharlo y volvió a escuchar cómo se reía- ¿asusta al oírlo verdad? A mí también me pasó hijo; pensé: “estos tíos se han vuelto gilipollas del todo”- declaró divertido y ambos rieron amenos- pero son listos, muy listos: al pasar a ser clasificado así, el caso pasa a manos de criminalística y entonces, en una tercera y más exhaustiva autopsia, se descubrió que la muerte del muchacho se debió a una reacción alérgica a un componente del medicamento que le estaban administrando; según el forense criminalista, es un caso raro que se da uno entre un cien y sus síntomas son muy iguales a una mala intervención quirúrgica: fiebre alta, convulsiones, taquicardias, hemorragia interna y, por último, lo que ya todos sabemos... por eso se echaron encima de ella como aves de rapiña pero todo quedó aclarado finalmente
 -¡¡Oh Dios!! ¡¡Gracias señor Sánchez!! ¡¡No sabe lo que esto significa para nosotros!!- decía atropelladamente debido a su euforia- ¡¡lo que significa para Ali!! Ser cirujana es lo más grande para ella y, si perdía su título, sería algo terrible que no sé cómo llegaría a superar… ¡Oh Dios; señor Sánchez; no sé cómo agradecerle todo lo que ha hecho por nosotros!
-Olvídalo muchacho, yo no he hecho nada, fueron estos avispados carroñeros que han demostrado bien lo que valen; además, más te debo yo a ti en todos estos años y era hora de que yo pueda devolverte algo- declaró sincero y totalmente agradecido, se rieron amistosos

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