domingo, 8 de marzo de 2015


    Aquel sábado amaneció muy frío anunciando ya el crudo invierno que se acercaba. Cris encendió la chimenea de la sala y pasaron la tarde tranquilamente al calor de ella relajados con una suave música de fondo. Carla leía entretenida acostada en el sofá cubierta con una manta mientras Cris intentaba repasar unos documentos pero no lograba concentrarse, estaba más entretenido viendo jugar a Palomita sobre la alfombra con sus muñecas y su querido Polly.
-¿No tienes hambre cielo? Son horas de cenar- le preguntó a Carla acariciándole tierno las piernas que ella reposaba sobre las suyas; ella negó con la cabeza
-Yo sí- respondió resuelta Paloma y él sonrió divertido
 -¿Y cuándo no tienes tú hambre mi fierecilla?- expresó deleitado posando su manos en las mejillas de la pequeña y oprimiéndoselas tiernamente, ella rió alegre. De pronto se abrió la puerta de golpe sobresaltándolos y apareció Ari llorando desconsoladamente; alarmado por su rostro angustiado y aquel mar de lágrimas incontroladas, Cris corrió despavorido a su lado
 -¡¿Qué pasa Ari?!- interrogó espantado tomándola por los hombros pero ella le clavaba sus ojos aterrados y movía los labios sin pronunciar palabra- ¡¡Dios santo ¿es Susi, Ariadna?!! ¡¿Le ocurrió algo a nuestra Susi?!- instó acongojado; Carla aterrorizada, recogió contra su cuerpo a la pequeña Paloma que lo observaba todo impresionada mientras Ari negaba con la cabeza, su rostro palideció y sus ojos se velaron como si fuera a caer en shock- ¡¡No, no, no, Ariadna!! ¡¡Ni se te ocurra irte ahora!! ¡¡Ahora no Ari!! ¡¡Reacciona Ariadna!! ¡¡Háblame de una puta vez, joder!!- bramó fuera de sí mientras la zarandeaba por los hombros fuertemente- ¡¡Ariadna!!- gritó frenético y ella pareció reaccionar levemente
-Papá… es papá…- logró balbucear entre sollozos sin perder aquella mirada espeluznada
-¡¿Qué le pasó a papá?!- gritó desesperado sin dejar de zarandearla- ¡¡Ari ¿qué pasa con papá?!!- pero esta vez ella sí ya se fue del todo- ¡¡Ariadna, vuelve!! ¡¡Ari!!- chilló desquiciado, Carla se acercó a ellos y le tocó suavemente pero con firmeza en el brazo a Cris
 -Cris déjala, vas a hacerle daño- él la miró con ojos enfurecidos encontrándose con la mirada asustada de ella y aflojó la sacudida
-¡Esta mujer no sirve para nada!- bramó furioso
 -¡Y así tampoco conseguirás nada, la estás aturdiendo más!- reclamó irritada, él la miró comprendiendo al fin
-¡Abrígate, nos vámonos a la casona!- resolvió rotundo volviéndose rápidamente, recogió la manta envolviendo a Paloma en ella que se había quedado estática impresionada por la escena y salió frenético hacia el coche con la niña en brazos, Carla se cubrió con la pashmina de lana dulce y muy suave que le había regalado Marina arropando cariñosa contra su pecho a Ari y lo siguió. Se dirigieron hacia la casona. Carla observaba preocupada como Ari, sentada en la parte trasera junto a Palomita, se había quedado completamente ida y temblaba estrepitosamente mientras Paloma la abrazaba tiernamente y acariciaba compasiva su cabeza, parecía una mujercita ya. Carla miró preocupada a Cris que le correspondió con una breve y nerviosa sonrisa- ¿Cómo estás? ¿Te encuentras bien?- se inquietó impaciente
 -Sí, yo estoy bien; pero ¿Qué le pasa a Ari?- preguntó asustada
-Siempre es igual, se bloquea de tal forma cuando se asusta que no sirve absolutamente para nada- le dijo rabioso- por eso no estoy tranquilo cuando vas sola con ella, es imposible hacerla reaccionar. -¡Pobrecilla! Y tú lo quieres solucionar zarandeándola y gritándole, así la bloqueas más rápido Cris- dijo compasiva, él la miró iracundo moviendo frenético las mandíbulas de la rabia, pero no dijo nada; clavó su mirada en la carretera. Llegaron a la casa y al instante apareció Claudia en la puerta rodeada de los niños, todos estaban muy asustados y lloraban desolados
-¡¿Qué le pasó a papá?!- bramó angustiado
-¿Logró darte el recado Ari?- lloraba acongojada
 -¡¡Que va; es una buena para nada!! ¡¿Cómo se te ocurre mandarla a ella Claudia?!- gritó iracundo Cris
 -¡¡Porque no tenía a nadie más, Cris!! ¡¡No iba a dejar solos a los niños!! ¡¿Por qué no pones el teléfono de una puñetera vez?!- sollozó afligida, Carla la abrazó tiernamente y ella rompió a llorar -Pero ¿qué rayos ha ocurrido Claudia?- instó impaciente
-Papá se puso de pronto muy mal; se lo llevaron en una ambulancia al hospital… dijeron que probablemente sea un infarto...
-¿Y mamá?- preguntó inquieto Cris
-Se la llevó Jacobo detrás de la ambulancia…- levantó su mirada hacia su hermano- ya hablé con Susi, por suerte acaba de llegar a Bruselas para cubrir no sé qué convención y podrá estar aquí muy pronto; llamará así llegue al aeropuerto para que alguien vaya a recogerla… ¡Oh, Cris! ¡¡Si le pasa algo a papá, Cris…!!- rompió a llorar angustiada de nuevo, su hermano las abrazó a las dos fuertemente
 -Chisss, no pienses en eso cielo- musitó tranquilizador besando a su hermana en la cabeza
-¡¿Y Ari?!- indagó de pronto sobrecogida
 -Está en el coche con Palomita, tranquila- le contestó Carla acariciándole con ternura el rostro a su cuñada secándole las lágrimas
-Menos mal que, por lo menos, llegó bien hasta vuestra casa y no le pasó nada- suspiró profundamente
-Y logró decirnos que se refería a papá- declaró conmovida Carla, Claudia le sonrió dulcemente, pero rompió a llorar de nuevo
 -¡¡Pon teléfono de una vez Cris, no seas terco!!- le gritó fuera de sí a su hermano que la abrazó fuertemente contra su pecho besándola conmovido en el pelo
 -Ya estoy en ello cielo, vendrán a instalarlo un día de esta semana- explicó algo más sereno besándola tierno en la frente- Me voy al hospital y dejaré a Ari con mamá y con Jacobo; luego iré a recoger a Susi- resolvió presuroso, Carla vio la mirada afligida de Claudia
-Lleva contigo a Claudia, mi bien; yo me quedo con los niños- Claudia la miró entre apenada y agradecida
-¡¿Cómo te vas a quedar tú sola con los niños?! ¡¿Te has vuelto loca?!- reprochó enfurecido
-Pues que se quede Ari conmigo...
-¡¿A Ari?! ¡¡No sabes lo que estás diciendo, Carla!! ¡¡Eso rotundamente que no!!- rechazó tajante -Vale, entonces cálmate y escúchame amor- le habló muy dulcemente acariciándole el rostro con mucho cariño- me quedo sola, aquí hay teléfono y me sé el número de Claudia y Ari por si necesitara algo; pero si de verdad quieres que esté tranquila Cris, deja que Claudia vaya contigo mi amor; estás muy nervioso y esta carretera es traicionera, más de noche; no me quedaré tranquila si vas solo en el coche- miró a los pequeños asustados alrededor de su madre y les sonrió dulcemente- y los niños son muy buenos Cris; Óscar ya camina, no tengo que cogerlo en brazos para nada, y Hugo es todo un hombrecito que me va ayudar muchísimo ¿verdad cielo que me vas a ayudar?- él afirmó con la cabeza mientras ella se la acariciaba tiernamente.
-Carla...- seguía Cris negando con la cabeza
-En serio cielo, si quieres que de verdad me quede tranquila: no vayas solo por favor- suplicó angustiada. Él se quedó mirándola disconforme un instante, pero al final tomó aire profundamente -Está bien- resolvió más calmado. Ambos la abrazaron agradecidos y se dirigieron al coche; Claudia tomó el relevo de Palomita en sujetar a una Ari aún totalmente ida y Cris recogió en brazos a la pequeña llevándosela de vuelta a junto Carla. Las besó a ambas mientras acariciaba tierno la tripa de Carla y se marcharon.
Intentó entretener a los niños como pudo, intentaron jugar a casi de todo pero nada los calmaba; estaban nerviosos y hasta el pequeño Óscar estaba inquieto de más… al final fue la pequeña Alex la que logró que se tranquilizaran con sus pataditas y enérgicos movimientos. Sonó el teléfono, el servicial Hugo corrió a buscarlo y, sin contestar, le pasó el inalámbrico a Carla
 -Gracias cielito- expresó cariñosa sonriéndole agradecida- ¿sí?
-Mi vida, ya llegamos al hospital- era Cris
-¿Has hablado con mamá? ¿Cómo está papá?
 -Sí, mamá está aquí a mi lado y está bien, tranquila; pero aún no sabemos nada de papá
 -Llámame así sepas algo ¿sí?
-Claro mi ángel ¿aún siguen esos indios a pie?- instó al oírlos enredar alrededor de Carla
-Sí, están algo nerviosos por todo lo acontecido, pero enseguida los acuesto
-No te canses mi vida; y no olvides que te quiero- declaró apasionado, ella sonrió complacida
-Y yo a ti amor mío- y la llamada se cortó.
 Cerca ya de las once, logró que al fin los pequeños se acostaran. Hugo, todo un hombre ya, subió en brazos a Óscar por las escaleras y lo dejó en su cuna para que Carla no lo cargara quedándose dormido enseguida. Pero a los otros tres le costó un poco más que se durmieran; durante la lectura del tercer cuento que Carla les leía pacientemente, al fin se rindieron. Ya eran las doce de la noche. Intentó recostarse en el sofá, pero la pequeña Alex también estaba más revoltosa de lo normal aquella noche, y no lograba encontrar una posición cómoda; así que empezó a dar pequeños paseos por la sala acariciándose el vientre para ver si lograba tranquilizarla. El teléfono volvió a sonar y corrió a atenderlo rauda para que los pequeños no despertaran al oírlo
 -Mi ángel ¿cómo vas? ¿Todo bien?- era Cris de nuevo
-Muy bien, aquí todo va perfectamente; no estés inquieto por nosotros ¿y papá?
-Yo acabo de regresar de recoger a Susi en el aeropuerto pero me dice Jacobo que siguen sin decirnos nada; no nos dan razón alguna, solo confirmaron que sí fue un infarto
-Pues estate tranquilo que nosotros estamos perfectamente, ya están todos durmiendo y yo estoy bien; tú cuida de mamá y no la dejes sola
-Te quiero tanto ángel mío- declaró lleno de amor, Carla volvió a sonreír conmovida
-Y yo a ti mi vida.
 Se intentó relajar en el sofá de nuevo, pero la pequeña se movía cada vez más inquieta y ella empezaba a estar cada vez más nerviosa y preocupada por aquella alteración de su pequeña.
 -¿Qué pasa ángel mío? ¿Por qué estás tan inquieta esta noche?- le habló melosa sin dejar de acariciar su tripa, empezó a entonar una cancioncilla muy dulce y melosa que al final logró que la pequeña detuviera sus inquietos movimientos dándose cuenta que ella también se había serenado al estar entretenida intentando recordar la letra y seguir el ritmo de la canción- Vaya por Dios, mi chiquita, era yo la que te ponía tan nerviosa ¿verdad mi angelito?- le murmuró enternecida. Volvió a sonar el teléfono. Se levantó torpemente del sofá pues cada vez se le hacía más complicado y contestó
-¿Por qué has tardado tanto en contestar? Me estaba empezando a inquietar- era Cris de nuevo
-Mi vida ¿acaso no sabes lo que me cuesta últimamente levantarme del sofá? Parezco una ballena varada en la arena de una playa y he dejado el teléfono lejos de mi alcance sin darme cuenta- bromeó cariñosa y lo oyó reír más relajado- ¿qué pasa? ¿Se sabe algo de papá?
-Sí; al fin lograron estabilizarlo y al parecer se recuperará; pero aún no he podido verlo ¿y tú? ¿Estás bien mi ángel?
 -Que sí pesado, aquí está todo bien…- resolvió jocosa, él volvió a reírse entrañable- estate tranquilo y deja de preocuparte, tú cuida de mamá
 -Ahora que ya sabes que papá se pondrá bien, acuéstate y descansa mi vida; yo no sé a qué hora regresaré porque no quiero irme sin verlo antes ¿lo comprendes verdad?
-Claro cielo
 -Y por más que insisto que alguien regrese a la casona para estar contigo, ninguna quiere irse tampoco hasta también verlo- expuso molesto
 -Cris, no seas así hombre, es natural; es su padre y también quieren estar a su lado lógicamente, y yo estoy bien mi amor, no necesito nada- las defendió tiernamente
-No sabes cuanto te quiero amor mío- volvió a declarar lleno de amor
 -Y yo a ti so bobo ¡y deja en paz a tus hermanas, que bastante tienen ya!- volvió a escucharlo reír ameno y colgaron
Ya estaba casi dormida acostada en el sofá, cuando oyó acercarse los coches, examinó su reloj: eran las tres; se levantó y, envolviéndose en la Phasmina de nuevo, salió a la puerta. El primer coche era el de Jacobo, que ayudó a bajarse de él a Marina y Claudia. Detrás llegó Cris al que acompañaban Susi y Ari ya recuperada completamente.
 -Mi niña ¿aún despierta? hace mucho frío para estar aquí fuera- le habló melosa Marina tomándola del brazo y entrando en la casa, parecía muy tranquila. Ella observó a Jacobo que le sonrió dócilmente, todos parecían mucho más tranquilos pero se les veían completamente agotados. Se adelantó Susi tomando el sitio de Jacobo
 -Vamos a descansar, mamaita; lo necesitas
-Sí, corazón- expresó exhausta dándole suaves palmaditas en la mano de Susi, miró cariñosa a Carla- ¿cómo está la pequeña, mi niña? ¿No habrá sufrido con este susto?- le preguntó inquieta a Carla
-No abuela, está muy bien; no te preocupes- le sonrió, la besó en la frente y se la llevaron arriba entre Susi y Ari, Cris la rodeó entre sus brazos y la acunó tiernamente mientras la besaba cariñoso en la frente
 -¿Qué haces levantada mi ángel? ¿No te dije que te acostaras?
-No podía irme a la cama sin saber de papá… ¿Cómo está, Cris?- le preguntó preocupada
 -Según los médicos, estable y fuera de peligro; aunque no nos dejaron verlo- su voz sonaba apesadumbrada pero tranquila; la oprimió dulcemente contra su cuerpo y la volvió a besar en la frente -¿Cómo se portaron los niños? Estuve muy preocupada por ti cuando reaccioné y me di cuenta de la locura que habíamos cometido dejándote con Óscar- le habló arrepentida Claudia, Carla le sonrió tranquilizadora
-Bien corazón, no tenías por qué inquietarte- le contestó cariñosa acariciando tierna su mejilla- Son un sol, cielo; y Hugo atendió a Óscar en todo momento, ya es todo un hombrecito…- la miró enternecida a los ojos- me lo subió al sofá para cambiarlo, lo subió por las escaleras, lo metió en su cuna… ¡si casi no me permite ni darle la cena, quería ocuparse él!- declaró conmovida y todos se sonrieron tiernos. Se encaminaron a la sala y se fueron sentando en los sofás- Cris hice consomé y a mamá le sentará bien tomar algo caliente- expuso y él afirmó con la cabeza, la besó suavemente en los labios y ya se levantaba de su lado cuando Jacobo lo detuvo
 -Déjate estar con Carla, cuñado; yo se lo llevaré- se ofreció servicial y se fue a la cocina
 -Deberíais tomar vosotros un poco también- recomendó Carla a Claudia tomándole la mano, ella sonrió agradecida cubriéndole la mano de Carla con la de ella
-Gracias cielo pero a lo mejor después- suspiró profundamente- yo ahora necesito algo más fuerte- se levantó y se dirigió al mueble bar sirviéndose un whisky- ¿tú quieres Cris o prefieres consomé? -Prefiero también whisky, gracias- respondió recogiendo entre sus brazos a Carla y empezó a acariciar suavemente su vientre para serenarse. Al rato regresaron Jacobo, Ari y Susi. Ellas venían sujetas de las manos y se sentaron juntas en el sofá que solía ocupar su madre sin separar sus manos, acariciándoselas tiernamente una a la otra.
 -Mamá ya se lo tomó y se quedó dormida- anunció cariñoso Jacobo dirigiéndose al mueble bar- ¿Alguien quiere?
-Trae para las dos por favor- le respondió Ari, se la veía agotada pero ya completamente recuperada. Ahora parecía Susi la aturdida con su mirada perdida y muy ensimismada. No podía evitar que de vez en cuando una lágrima escapara de sus lindos ojos negros que se apuraba a limpiar rauda, hasta que no pudo más y rompió a llorar desconsolada
-Susi, ya cielo… No empieces de nuevo, papá está bien- le habló meloso pero rotundo Jacobo besándola tierno en la cabeza cuando les entregaba sus vasos de whisky; luego se sentó junto a su esposa Claudia
 -No puedo Jacobo… Sigo sin entender cómo pudo pasar esto- murmuró afligida, Ari le acarició dulcemente su mano entre las de ella
-Ya está, Susi… No le des más vueltas corazón, no fue muy grave y reaccionamos a tiempo gracias a Dios- la intentó calmar cariñosa Ari
-Sí, sobre todo tú- murmuró sarcástico Cris dándole un sorbo a su vaso de whisky, su hermana le lanzó una mirada dolida
-Lo importante es que se va a recuperar pronto, que es lo que importa- siguió hablándole con ternura a Susi sin hacer caso del comentario de su hermano
 -Pero ¿por qué Ari? Papá siempre fue sano y fuerte, como una roca; ni un catarro pilla… ¿Acaso hay problemas en la empresa? ¿O tuvisteis algún disgusto muy fuerte? No sé, es que no lo entiendo...- seguía cavilando desconcertada Susi
-Hay algunos contratiempos en la empresa; no es que sean para preocuparse, pero ya sabes cómo se pone de cabezón cuando las cosas no van tan bien como él espera y puede ser eso lo tenga algo agobiado- expuso muy sereno Cris
 -¿A quién me recuerda…? ¡Ah sí: a ti, cenutrio!- le reprochó mordaz Ari, él la miró sulfurado
-O las cuentas…- intercedió raudo Jacobo para evitar la bronca que se presentía- hace unos días nos tocó la revisión de los saldos de ventas de estos dos últimos meses y no quedó nada contento cuando vio que las ventas descendieran en casi un treinta por ciento en este poco tiempo- explicó intranquilo -También andaba preocupado por los inversores; yo hago todo lo que puedo, pero con este parón en las ventas no se deciden a soltar el dinero, y no podremos empezar las obras del bloque 3 para cuando él quiere- relató Ari
-Si no te empecinaras en aquellos terrenos que al final nos salieron en un ojo de la cara y nos retrasaron, sería una urbanización más discreta y ya estarían en funcionamiento las máquinas imbécil- le reprochó molesto Cris mirándola irritado
-¡Tú encárgate de tus dibujitos que es de lo único que entiendes, y déjame a mí la parte comercial estúpido!- le contestó desdeñosa, Cris se removió molesto en su sillón y Carla le posó dulcemente su mano en su pecho serenándolo- con tu idea, solo tendríamos más chalets adosados o sencillas casitas unifamiliares que son las que nos tienen estancados en estos momentos; sin embargo, con mi idea, será catalogada como urbanización de lujo- explicó orgullosa
-¡Sí! ¡Que se venderán a cuatro mojigatos estirados e insoportables!- protestó sarcástico
-¡¡Qué son los que tienen el dinero en estos momentos, imbécil!! Además… ¡¿A ti qué te importa si los que va a lidiar con ellos soy yo?!- dijo resuelta mirándolo desafiante- Tú a tus rayitas y haz un buen trabajo, que es para lo que sirves- increpó mordaz, Cris ya encendido, iba a contestarle furiosamente
-¡¡Ya está bien!! ¡¿Vais a discutir por eso de nuevo?! ¡¡Menudo mesecito nos estáis dando!!- protestó fastidiado Jacobo y ambos callaron- Ya lo hablamos hasta la saciedad y el abuelo estuvo de acuerdo: acabamos con la fase 1 y 2 y ya iremos rematando el resto- explicó sereno Jacobo
 -¿Y cuánto me apuestas a que las venderé antes que los apartamentos del centro?- propuso decidida Ari a su hermano mirándolo vanidosa
-Eso ya lo veremos- contestó desafiante
 -¿Hay problemas en la empresa?- se interesó Carla; Cris le sonrió tranquilizador acariciándole tierno la mejilla
 -Nada que no sea típico en este tipo de empresas a menudo, mi ángel; hay parones en las ventas y tenemos que tirar de créditos bancarios, pero pronto se recupera de nuevo… tú no te inquietes por eso.
-Y lo hemos dicho un montón de veces: hay que retirar a papá de todo esto ya… se inquieta sin motivo porque los bancos aprietan con los intereses y luego anda cavilando todo el día- dijo Claudia de pronto
-¡Ja! ¿Y no lo hemos intentado ya, lista? ¡¡Atrévete tú a proponérselo de nuevo ya que tan inteligente te crees!! ¡¿Acaso no te acuerdas como se puso la última vez?!- soltó sulfurada Susi, Claudia puso cara de abatimiento
-Además, ya manejamos nosotros casi todo lo cruento de la empresa y procuramos que él no se entere de muchas cosas, Claudia- indicó tierna Ari intentando calmar a su hermana
-Como el crédito que Jacobo tuvo que arrastrarse para conseguir por la testarudez de alguna- expuso sarcástico Cris
-¡¿Ya empiezas de nuevo?!- lo afrontó irritada Ari- ¡¡te apuesto lo que quieras que a estos nuevos chalets voy a sacarle el triple de la inversión que realizamos!!- aclaró decidida
-Eso ya lo veremos- retó mordaz
 -¡¡Eso!! ¡¡ya lo verás!! ¡¡Y te juro que te haré tragar tus palabras, estúpido!!- habló rotunda enderezándose altanera en el sillón mirándolo desafiante
 -Yo mañana puede que me tragué mis palabras, pero tú ya hoy vas a llevar un soplamocos que se te van a bajar los humos, niñata...- exclamó irritado Cris y ya parecía irse a por ella cuando de pronto la pequeña se movió bajo la mano de su padre
 -¡Alex se ha movido! ¿Lo habéis visto?- gritó entusiasmada Susi yendo rauda hacia la barriga y poniendo su mano en ella, volvió a dar otra patada- ¡ah, es alucinante! ¡Nunca me canso de sentirlos!- exclamó encandilada al notarla. Todos se rieron amenos
-Lleva toda la noche muy inquieta, ahora parecía que se había calmado algo- expuso Carla
-Entonces se puede decir que fue la que peor se portó- bromeó Jacobo
 -Sí, se puede decir que sí- le sonrió Carla. Volvió a moverse
-¡Quiere jugar al fútbol con su tía Susi! ¡Pues sal pronto colega, que todos te estamos esperando!- le habló animosa a la barriga
-¡¡Para el carro Susi; no la animes!! ¡¡Que salga cuando sea el momento, no antes!!- exclamó sobrecogida Ari y todos se rieron todos más relajados. Por segunda vez en la noche, Alex había contribuido a la serenidad familiar.
-Ella podría ser la que consiguiera que papá se quede en casa- musitó alentada Claudia, todos la miraron expectantes- está embobado con Palomita y la llegada de Alex podría ser un buen aliciente…- siguió exponiendo y miró a su hermano con un brillo esperanzado en sus ojos azules- Cris ¿No has considerado la idea de hacerte al fin tu casa aquí? Tu parcela está ahí esperándote, como la de Susi; y a mamá le haría tanta ilusión tener aquí a Carla definitivamente; han congeniado muy bien y está encantada con su compañía ¡¡y ya ni te cuento con Palomita!!- explicó entusiasmada; Carla y Cris se miraron a los ojos, pero ninguno llegó a poder descifrar lo que la mirada del otro quería decir- ¿Y nuestra pequeña, Cris? se la ve tan feliz con los abuelos y ahora yendo al colegio con Hugo y Javier…- siguió insistiendo
 -¡¡Vale ya Claudia!!- la interrumpió déspota Cris y todos se quedaron callados- eso no es momento de hablarlo, y mucho menos decidirlo, ahora- resolvió rotundo. A Carla la idea no le disgustaba, a ella también le gustaba mucho estar allí; aquel refugio lleno de tranquilidad y armonía rodeada de naturaleza; la compañía de Marina, que era tan dulce y cariñosa; y ya no digamos el abuelo, era tan tierno y ameno… pero Cris había reaccionado tan brusco ante aquella propuesta de Claudia que prefirió no hacer comentario alguno; que él lo decidiera.

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