martes, 15 de diciembre de 2015


     Durante el viaje de vuelta, Ellie fue muy callada todo el trayecto. Miraba abstraída por la ventanilla mientras no dejaba de pensar en Jake. Por mas vueltas que le daba, cada vez estaba mas confundida por todo aquello que la había asaltado aquella mañana: aquel brinco entusiasmado de su corazón cuando apareció a su lado inesperadamente; aquella extraña pero hermosa sensación que la invadió cuando Jake la protegió con su portentoso cuerpo librándola del atracador y al mismo tiempo aquel terror a que le hicieran daño a él. Pero mucho mas desconcertante era lo que sintió cuando le sujetó tan dulcemente la cara al salir del banco, a pesar de su regañina, sus labios comenzaran a arderle deseando tremendamente que la besara y como su corazón se desbocara de inmensa alegría cuando lo vio aparecer por fin tras el asalto al banco y aquellas ganas tremendas de correr a sus brazos y besarlo llena de felicidad que aún no sabía cómo logró contenerlas… Todo aquello solo tenía una explicación y no había que darle tantas vueltas para entenderlo: se sentía muy atraída por Jake; no, no te mientas Ellie... ¡¡estás enamorándote de él!!
 -¡¡Por Dios bendito!!- exclamó de pronto al darse cuenta de sus sentimientos
 -¿Se puede saber qué rayos te ocurre?- preguntó Cris sacándola de sus divagaciones
 -¿Qué?- preguntó mirándolo completamente desubicada recogiendo el paquete de gasas que él le ofrecía, entonces se asombró al descubrir que ya habían llegado al garaje y de que ya estaban acabando de reponer materiales en los cajetines de la ambulancia
-Que estás en babia desde que nos subimos en la ambulancia ¿se puede saber qué te pasa?- insistió animoso
-Nada- respondió mostrándole una sonrisa mientras colocaba el paquete de gasas que él le había pasado en su cubículo correspondiente- creo que me está bajando la adrenalina del momento y me siento muy rara: como si una bruma espesa me envolviera llevándose todas mis fuerzas y la cabeza parece que va a estallarme... realmente estoy deseando irme a casa
-Pues acabamos y nos vamos; creo que no lo oíste pero el jefe dijo que nos daba el resto del día libre- comentó amistoso pasándole los últimos paquetes de gasas, se sonrieron amenos.
Al llegar a casa, Jake aún no había regresado y se sintió aún más desanimada. Cris la obligó a tomar un baño de espuma caliente mientras preparaba algo de comer. Ya tenía todo preparado cuando apareció en la cocina envuelta en un suave albornoz, él le sonrió alegre
-¿Qué tal?- indagó ameno
-Si antes estaba rendida, ahora estoy completamente derrotada; me pesan hasta los párpados- aclaró jocosa y se rieron animados
-¿Y la cabeza?- indagó preocupado
-Está ahí porque noto como me estalla- expuso dolorida
-Pues venga, come algo y te metes en la cama a descansar- expuso cariñoso pasándole amable un sándwich recién hecho y ella le sonrió agradecida. Tras comérselo en silencio sentada junto a Cris a la mesa de la cocina, se fue a su dormitorio. Apenas acababa de meterse en la cama, cuando él apareció en la puerta golpeando una bolsa de frío de las que usaban en las ambulancias- Toma, colócate esto y descansa; me traje algunas para los resacones de Jake- le dijo cariñoso colocándosela servicial en la frente, ella cerró gustosa los ojos; el frío parecía calmar su dolorida cabeza. Cris la besó dulcemente en la mejilla y se dirigió a la ventana cerrándole las cortinas dejando la habitación a oscuras- ahora intenta descansar, vendré dentro de un rato a ver como sigues y si no pasa te doy un analgésico
-Gracias Cris, eres un sol- murmuró agradecida observándolo salir de su cuarto. Entre la oscuridad de la habitación, la frescura del hielo sobre su dolorida frente y el baño caliente, se durmió de inmediato
Se despertó sobresaltada, otra vez el mismo dichoso sueño ¿cuándo dejaría de soñar con aquello? Se sentó al borde de la cama y examinó su reloj sobre la mesilla, las cuatro de la madrugada. Salió hacia la cocina, todo estaba apagado y en silencio, todos dormían. Se estaba templando un vaso de leche cuando oyó las llaves en la puerta entrando Jake, él sonrió dichoso al verla pero sus ojos brillantes le indicaron que regresaba bebido de nuevo
-Hola fierecilla, estás ahí- expuso en un tono demasiado alto
-¡Chisss, baja la voz; Cris duerme!- le regañó en un susurro y él volvió a reírse acercándose a ella
-El bueno de Cris, nunca conseguirá nada si sigue así de tímido- comentó burlón pero ella no le comprendió, de pronto sonó el pitido del microondas y ella recogió su leche- ¿Otra pesadilla muñeca?
-¿Por qué lo dices?
-Por la leche, no creo que nadie beba eso así solo por gusto- indicó asqueado
-Tú prefieres el tequila ¿no? Se huele a distancia- indicó desdeñosa y él volvió a reírse, inesperadamente posó sus manos en el borde de la encimera a cada lado de las caderas de Ellie atrapándola en medio de sus brazos
-Sin embargo tú hueles de maravilla, me encanta tu olor- murmuró apasionado hundiendo su rostro en el cabello de Ellie junto a su sien y aspiró profundamente; ella sintió un gustoso escalofrío que le recorrió la espina dorsal erizándole cada milímetro de piel al sentirlo tan próximo. Jake aún se acercó más a ella aprisionándola contra su cuerpo y Ellie empezó a respirar agitadamente, sentir su cuerpo pegado al de ella y su penetrante perfume la alteraba tremendamente- tan natural y al tiempo tan sensualmente perturbador- musitó mientras posaba suavemente sus labios en el cuello de Ellie provocándole una sensación deliciosa, cerró los ojos para disfrutar mejor de aquellos cautivadores y excitantes roces de sus labios en su piel que ardía a su contacto recorriéndole su fino cuello subiendo muy despacio dirigiéndose hacia su boca. Deseaba que la besara, sus labios ardían de ansioso deseo... pero, cuando los labios de Jake ya casi rozaban los suyos, Ellie apartó levemente la cabeza impidiendo que la besara, no podía permitírselo o ya no podría detener aquello. Jake la miró penetrantemente a los ojos indagando el por qué de aquel inesperado rechazo
 -No creo que sea buena idea Jake; estás bebido- repuso intentando parecer calmada mirándolo también fijamente a los ojos, él volvió a sonreír pícaro
-Tus ojos me vuelven loco muñeca, son tan dulces aunque quieran ser reprochadores- expuso casi en un susurro e intentó otra vez atrapar su boca, ella lo esquivó nuevamente
 -Será mejor irse a la cama- expuso azorada intentando escabullirse pero él la atrapó con un brazo por la cintura aprisionándola aún más contra su cuerpo, el corazón de Ellie parecía que iba a salírsele del pecho
 -Muy buena idea...- murmuró casi rozándole los labios que ella apretó en un intento de contenerse- ¿nos vamos a la mía o prefieres que nos vayamos a la tuya?- siguió susurrándole tan próximo que podía sentir el calor de su aliento sobre sus labios
-Tú a la tuya y yo a la...- pero él no la dejó acabar de hablar y atrapó raudo su boca invadiéndola al instante con su lengua al tiempo que la oprimía aún más contra su cuerpo, Ellie sentía como rápidamente sus sentidos se embotaban arrastrados por aquella deliciosa sensación de sentir su cuerpo contra el de ella y su lengua enredando dentro de su boca. De pronto, como si un clic encendiera su mente, Ellie se vio tirada sobre la hierba mojada atrapada de nuevo bajo el cuerpo de Allen mientras le destrozaba la camisa y un terror tremendo la invadió
-¡¡Déjame!! ¡¡Aléjate de mí!! ¡¡No me toques!!- chilló fuera de sí empujándolo violentamente alejándolo de ella y lo abofeteó con todas sus fuerzas; Jake, totalmente desconcertado por aquella inesperada y absolutamente irracional reacción de Ellie, la miró pasmado dando dos pasos atrás posando su mano en la mejilla dolorida y lo que descubrió aún lo dejó más descolocado: Ellie, presa del pánico, respiraba agitadamente mientras lo miraba con un terror ilógico e inmenso en los ojos. Al segundo siguiente, como si hubiera salido de repente de un trance, ella lo miró totalmente sobrecogida y sus ojos se inundaron de tremenda vergüenza- lo... lo siento Jake, perdóname; yo no...- balbuceó aturdida, él aún la miró más desconcertado- perdóname Jake... de verdad, perdóname; pero no vuelvas a hacerlo; no vuelvas a hacerlo por favor te lo pido- expresó arrepentida y abochornada
-Pero ¿a qué demonios vino esto?- expresó atónito
-A nada- respondió apresuradamente esquivando abochornada sus ojos de los de él
-Como que nada, Ellie; sé que me propasé, pero tu reacción fue desproporcionada... ¿qué rayos te ha pasado pequeña?- murmuró conmovidamente tierno tomándola suavemente del mentón y levantándole la cabeza obligándola a mirarle a los ojos; Ellie aunque se opuso no tuvo más remedio que obedecer y Jake se encontró con aquellos tiernos y dulces ojos color miel inundados de lágrimas, miedo y vergüenza- Ellie, por Dios bendito ¿qué te pasa?- expresó conmocionado al ver su rostro compungido y al mismo tiempo aterrorizado
-He dicho que nada ¿déjemoslo, sí?- expuso rotunda y salió rápidamente de la cocina ante la mirada aún completamente atónita de Jake encerrándose presurosa en su dormitorio. Se apoyó de espaldas en la puerta para retomar la serenidad; sentía un cúmulo de sentimientos enfrentados, a pesar del miedo y el asco al recuerdo que su cabeza le hiciera recordar, sus labios ardía por el contacto de los labios de Jake y deseaba a rabiar besarlo de nuevo…
Al día siguiente no se encontraron, Jake ya se había ido cuando ellos se levantaron para ir a trabajar y, cuando regresaron a casa, él ya había estado allí y vuelto a irse hacía muy poco ya que aún su delicioso y penetrante perfume inundaba la casa haciendo que la piel de Ellie se erizara de pasión. Después de cenar, se sentaron Cris y ella a ver un poco la televisión, pero la mente de Ellie no podía concentrarse en el concurso que miraban
-Cris...- murmuró titubeante
-¿Dime?- respondió mirándola curioso, ella le dedicó una dulce sonrisa que él devolvió cariñoso
-¿Qué pasó entre Nico y Jake? ¿Y por qué Jake bebe de esa manera los fines de semana?- Cris la observó inquieto y soltó un profundo suspiro regresando su mirada al televisor
-Se pelearon hace dos años, bueno, más bien casi se matan; literalmente- remarcó afligido- Si ante la mirada atónita de todos, Jake no aplastó la cabeza de Nico con aquella figura de piedra y acabó con su vida en aquel mismo instante, fue porque mi madre soltó un grito de pavor que gracias a la Virgen de Guadalupe lo hizo reaccionar; y el motivo... una mala pécora que jugó con ambos y acabó enfrentándolos- expuso con voz apagada y la volvió a mirar a la cara, sus bonitos ojos grises se habían ensombrecido de dolor y pena, Ellie se sintió mal al verlo tan apesadumbrado
 -¡Oh Dios santo! Lo siento mucho Cris, no debí ser tan indiscreta- expuso avergonzada por haberle hecho recordar tan malos momentos como parecían ser
-No cielo, tu curiosidad es normal- se sonrieron amistosos- ¿y por qué bebe de esa manera irracional? Pues lo hace desde entonces y ahora se controla por lo menos durante la semana que antes era terrible verlo día tras día derrotado por el tequila; estuvo a punto de perder el trabajo que es lo más importante para él pero parecía no importarle nada, parecía que nada valía la pena y quisiera matarse… y casi lo consigue con aquel accidente de moto- añadió casi en un murmullo apesadumbrado y se calló, Ellie observó cómo su rostro de nuevo se ensombrecía de tristeza, tomó cariñosa su mano entre las de ella y él le sonrió agradecido
 -Anda, déjalo, no es de mi incumbencia y no debí remover tan malos recuerdos- expresó cariñosa y él le sonrió agradecido- vámonos a acostarnos, es muy tarde ya- expuso dulcemente y él aceptó con un leve gesto de cabeza. Se fueron a la cama. Ellie examinó su reloj de pulsera al dejarlo sobre su mesilla, realmente era muy tarde, pero Jake como sucedía todos los viernes aún no había regresado.
Entre sueños oía un insistente timbre. Se cubrió la cabeza con la almohada molesto por el persistente ruido pero seguía sonando pertinaz taladrándole aún más su dolorida cabeza
-¡¿Es qué no hay nadie que abra esa puta puerta?!- gritó enfadado y sus propios gritos resonaron dentro de su cabeza haciéndosela estallar, se echó dolorido las manos a las sienes; volvió a sonar el timbre- ¡¡Joder, qué alguien abra esa puta puerta de una puñetera vez!!- nadie respondió- ¡Esta bien, ya voy yo; no os molestéis malditos escuincles! ¡No mováis el culo ninguno de los dos, carajo!- expresó molesto mientras se destapaba furioso, se levantó irritado dirigiéndose a la puerta en boxers y la abrió de malas maneras- ¡Joder Ellie ¿acaso no tienes llaves o qué cojones?! ¡La cuestión es tocar las pelotas ¿no?!- exclamó molesto dándose la vuelta y dirigiéndose a su cuarto de nuevo
-No soy Ellie… aunque eso me aclara que he dado con la dirección correcta- aclaró chistosa la muchacha sin moverse de la puerta mirándolo asombrada por el recibimiento, él se volvió desconcertado al oírla y descubrió que, aunque el parecido era espectacular, realmente no era Ellie. Ella esbozó una amena sonrisa entrando en la casa sin esperar ser invitada mostrando su mano hacia él- hola, soy Megan; la hermana de Ellie- aclaró contundente pero Jake seguía mirándola pasmado, ella rió divertida- sí, somos muy parecidas porque somos mellizas; pero si te fijas solo un poquito, nos diferenciamos bastante- comentó chistosa de nuevo- ¿Tú eres Cris?
-No, Jake; su hermano- aclaró amable estrechándole al fin la mano que ella aún le ofrecía, Megan elevó sus perfectas cejas en clara indicación de sorpresa
-¡Ah! ¿Y vives aquí también?- se interesó curiosa, él asintió con la cabeza- ¡¡Oh!! Pues Ellie no nos habló de ti, solo de Cris- expresó desconcertada, pero al segundo siguiente esbozó una bonita sonrisa- aunque es natural, si el abuelo sabe que vive con dos hombres le da algo- resolvió chistosa y Jake sonrió divertido
 -Disculpa mi comportamiento de antes, yo…- intentó disculparse pero aquellos preciosos ojos grises lo escudriñaban descaradamente de arriba abajo haciéndolo sentir incómodo- mejor voy a ponerme unos pantalones, un segundo- aclaró entrando en su cuarto. Ella se quedó de pie examinado curiosa la estancia con la mirada
-Bonita casa, sencilla pero agradable- indicó agradada
-Gracias- expuso regresando con unos pantalones cortos de algodón negros y vistiéndose una camisa- Tu hermana no está, debió de ir a la compra con Cris como todos los sábados; pero siéntate ¿quieres un café mientras esperas? A mí me hace falta uno inmediatamente- aclaró yéndose a la cocina
-Sí gracias; pero prefiero un té si no te importa- respondió tranquilamente sentándose en el sofá, él asomó la cabeza por la puerta mostrando cara de asombro
 -¡¿Qué has dicho?! ¡¿Té?!- repitió estupefacto, ella volvió a reír divertida
-Café estará bien gracias, con dos de azúcar y mucha leche por favor- dijo resuelta y él volvió a desaparecer dentro de la cocina; regresó entregándole un tazón de café que ella examinó deleitada dándole vueltas para observarla bien mientras él se acomodaba en el sofá frente a ella- Una porcelana muy fina, sí señor- bromeó burlona observando su tazón, él la miraba desconcertado y ella volvió a reírse moviendo despreocupada los hombros- no me hagas caso, soy así ¿sabes si tardará mucho?
-Ya- dijo bebiendo de su café- no lo sé ¿qué hora es?
-Las once- dijo examinando su fino reloj de pulsera
-No, están a punto de llegar- expuso y volvió a beber de su tazón
-Así que el hermano de Cris ¿eh? ¿Y eres mayor o más pequeño?- preguntó curiosa
-Mayor, le llevo un año- le aclaró ameno
-Ah, es que no lo conozco ¿sabes? Y me muero de curiosidad porque Ellie nos habla tanto de él...- expuso alegre
-Y de mí no, claro- bromeó Jake y ella esbozó una sonrisa pícara- tiene veinticuatro, a punto de cumplir veinticinco
-Nosotras los haremos en tres meses, los veinticuatro claro- comentó feliz y Jake sonrió entretenido; la muchacha tenía un desparpajo y una espontaneidad hablando que le hacía mucha gracia
-¿Vives también en la ciudad?- indagó cordial
-No, yo vivo en Val Paraíso con el resto de la familia; cualquiera le propone al abuelo de irse a vivir una sola...- expresó moviendo las cejas en indicación de miedoso respeto, Jake rió divertido- solamente a Ellie se lo permitió sin protestar pero es normal, Ellie necesita alejarse del rancho y sobre todo de...- seguía hablando desenfadada pero se calló de pronto y miró retraída a Jake que frunció el ceño intrigado por su repentino silencio; ella volvió a mostrar aquella hermosa, abierta y sincera sonrisa que le formaba unos hoyuelos en las mejillas muy bonitos pero no era aquella alegre y dulce de Ellie que iluminaba todo a su alrededor reconoció Jake; y tampoco tenía aquel lindo hoyuelo en la barbilla que Ellie poseía. El resto era igual, una nariz chiquita y muy recta, una boca bien perfilada de labios finos y jugosos y un rostro hermoso de delicados rasgos- ¿Y tú? ¿También eres para médico como ellos?- cambió de rumbo la conversación de manera descarada dándole un sorbo a su tazón de café
 -No, yo soy policía; y Cris solo es enfermero, plantó la carrera de medicina- aclaró y se sonrieron animados
-¡¡Ah, Ellie también!!- expresó abriendo sus lindos ojos grises con gran sorpresa, Jake volvió a reír entretenido; aquella muchacha era tan desenfadadamente parlanchina como sorprendentemente expresiva- tenía la ilusión de ser cirujana pero, de pronto y sin explicar por qué, arrinconó los estudios y aceptó este puesto de para médico... y, siempre le promete al abuelo que retomará sus estudios, pero nunca lo hace- respondió con su habitual naturalidad moviendo desenfadada los hombros; en ese instante llegaron hasta ellos las risas divertidas de Ellie y Cris al abrir la puerta- ¡¡Sorpresa!!- exclamó Megan volviéndose hacía la puerta mostrando su ya habitual alegre sonrisa
-¡¡Megan!!- murmuró asombrada Ellie quedándose estática bajo el dintel de la puerta al encontrarse con su hermana dentro del apartamento
-Hola hermanita; menuda cara has puesto, chica, ni que no te alegraras de verme- protestó desenvuelta haciendo sonrojar a su hermana
-No... no es eso y lo sabes; pero... ¡¿Qué haces tú aquí?! Y... ¡¿Cuándo has llegado?!- reaccionó mientras se adentraba en el piso y besó cariñosa las mejillas de su hermana
-Acabo de hacerlo y vine porque el abuelo se quedó preocupado tras tu llamada diciendo que este fin de semana tampoco ibas al rancho así que quería venir a ver qué pasaba…pero al final logramos convencerlo de que era mejor que viniera yo porque, dime la verdad hermanita ¿a quién preferirías encontrarte aquí? ¿A mí o al abuelo?- comentó socarrona Megan y todos sonrieron divertidos
-¿Y... has venido sola?- expresó incrédula
-¡¡Oye, que vivo en un pueblo pero no soy idiota y sé llegar a la ciudad ¿eh?!!- protestó chistosa provocando de nuevo las risas del resto- la verdad es que iba a venir Kat también pero se puso una yegua de parto y tuvo que quedarse al final... ¡¡Pero así mucho mejor!!- resolvió con descaro
-¡¡Meg!!- exclamó pasmada Ellie mirándola con reproche
-Por favor Ellie, sabes que la quiero mucho, pero es una agua fiestas de narices- protestó mimosa ante su castigadora mirada
-No es ninguna agua fiestas, Meg; solo sensata y te frena porque tú eres una sin sentido- le recriminó maternal
-¡Bah!- exclamó moviendo desentendida los hombros, Jake y Cris volvieron a reírse divertidos- Tú debes ser Cris ¿no?- averiguó resuelta y él le sonrió mientras asentía con la cabeza- ¡¡Uyyy!! ¡¡Tú también estás muy bien!!- declaró con soltura mientras le toqueteaba descarada sus brazos examinándolos mientras lo besaba en las mejillas
-¡¡Meg, por todos los santos; compórtate!!- regañó abochornada Ellie a su hermana sonrojándose tremendamente; Megan soltó una risa alegre
-¡Hala, ya apareció santa Elizabeth! ¡Tardabas ¿eh?!- se burló chistosa provocando que su hermana aún se sonrojara más y que las risas de ambos hermanos fueran en aumento
-Voy a buscar unos cafés- se escabulló abochornada Ellie en dirección a la cocina
-Te ayudo ¿Quieres otro Megan?- indicó servicial Jake recogiendo su tazón
-Sí gracias ¿tenéis algo de comer? He venido casi sin desayunar y tengo un hambre canina- indicó animada y Jake asintió amable con la cabeza siguiendo a Ellie a la cocina.
-Ellie…- murmuró inquieto mientras ella ordenaba una bandeja de servicio, lo miró intrigada- perdona lo de la otra noche; no estaba en mis cabales- se disculpó avergonzado, ella le sonrió animosa
-No ocurrió nada Jake, olvidémoslo ¿vale?- indicó amistosa
-Por favor, que no se entere Cris o no me hablará en la vida; él te…- seguía disculpándose hasta que calló de repente, Ellie lo miró intrigada a los ojos
 -¿Él me qué?- indagó inocentemente
-Él te… aprecia mucho y cogería tremendo cabreo si llega a enterarse que me he propasado contigo- aclaró resuelto, ella le sonrió dulcemente
-No te preocupes que por mi parte no se enterará- expresó despreocupada recogiendo la bandeja ya preparada y regresaron al salón
-Me está animando Cris a quedarme y salir por ahí a divertirnos esta noche ¿qué te parece? Dice que Jake conoce sitios muy divertidos- expuso entusiasmada a su hermana que los miró ofuscada
 -¿No tienes que regresar ya Megan?- comentó intentando parecer despreocupada aunque no lo consiguió
-¿Te molesto Ellie? Porque si es así me voy- repuso fastidiada su hermana
-¡No cielo, no es eso!- arregló inquieta besándola en la mejilla dulcemente- es que no has avisado ¿no se inquietará el abuelo y mamá?
-Ellie, aunque vivimos en un rancho en medio de la nada, allí ya llegó hace unos años un invento llamado “teléfono” ¿no te habías enterado aún?- expuso chistosa y todos rieron divertidos
-Podemos salir a cenar y divertirnos un poco Ellie; llevas casi dos meses aquí y aún no te has divertido ni un solo día- dijo animoso Cris
 -¡Sí anda Elizabeth, me encanta la vida en la ciudad y lo sabes!- remarcó su hermana poniendo pucheros como una niña
-Está bien, saldremos por ahí- se rindió su hermana y Megan empezó a dar saltitos sobre el sofá al tiempo que soltaba leves grititos de felicidad mientras la besaba sonoramente en las mejillas provocando las risas divertidas de ambos hermanos
 -Entonces ¡¡Vámonos de compras!!- soltó entusiasmada levantándose como si un resorte la empujara de repente sorprendiendo a todos
-¡¡Megan!!- le recriminó su hermana
 -¡¡Anda Ellie!!- volvió a lloriquear melosa- Seguro que no tienes nada decente que ponerte y yo ni loca pienso ponerme uno de tus vaqueros roídos y una de esas camisetas viejas y descoloridas- Ellie resopló agotada y vencida y los hermanos volvieron a reírse divertidos
-¿Vendréis a comer?- le preguntó ameno Cris cuando se iban ya
 -¡¿A comer?!- repitió Ellie mirándolo desolada- esta es la típica mujer de las que habla Jake, se olvida de todo al llegar a un centro comercial ¡A ver si llegamos para la cena que no es lo mismo!- expuso chistosa mientras Megan ya tiraba de ella presurosa arrastrándola fuera del piso y se rieron de nuevo entretenidos.

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