lunes, 4 de enero de 2016


    Williams tragó trabajosamente saliva
 -¿Quién es... tu padrino, hijo?- preguntó casi sin voz Williams tragando inquieto saliva de nuevo notándose a las leguas que no era simple curiosidad, que quería asegurarse de que estaban hablando de quien sospechaba; Nico se mantuvo en silencio sin atreverse a contestar- por favor hijo, dime quien es- instó suplicante levantándose de su silla y mirándolo atormentado; ahora fue Nico quien tragó incómodo saliva
-El contralmirante de la Armada... Joseph Hunter- expresó con gran orgullo
 -Dios santo...- murmuró asolado el anciano dejándose caer de nuevo en su silla y el silencio que allí se formó se podía cortar con un cuchillo. Los muchachos inquietos los observaban a todos, sus rostros eran de sentimientos contrariados. Helena, respirando agitada, se quedó con la mirada perdida en su pasado que le asaltara de golpe sin esperarlo y sus ojos inundados de lágrimas brillaban fulgurantes no pudiendo ocultar el gran amor que aún sentía en su corazón solo con escuchar aquel nombre; el abuelo, con su rostro completamente afligido y hundido derrotado en aquella silla, parecía que todo lo malo del mundo se le había caído encima de repente; nana con la mirada clavada en el suelo, lloraba en silencio negando lentamente con su cabeza mientras Lupita cerraba abatida sus ojos sabedora del dolor que estaba sufriendo su buena amiga con aquellos agrios recuerdos que seguro invadían su mente y Ben movía desalentado la cabeza mirando atribulado a su hijo mayor.
Tras un buen rato de aquel tenso silencio que a los muchachos les pareció eterno, Williams se levantó muy despacio de su silla como si le costara horrores moverse y se acercó a Nico y a Kathy, sonriendo tierno posó su mano en la mejilla de su nieta y se quedó mirando su hermoso rostro unos segundos sin decir nada; luego suspiró profundamente y la besó con pasión en la mejilla. Tras ello, miró a Nico y, posando cariñoso su mano en su musculoso antebrazo, también le sonrió con ternura aunque sus ojos estaban terriblemente apagados y tristes
-Hijo...- expresó pausado, él lo miró con atención a los ojos- te doy mi palabra que tu padrino será siempre bien recibido en esta casa tanto o más como lo han sido tus padres... pero tu madre tiene razón: él no vendrá nunca aquí y no sabes cómo lo lamento- aclaró abatido y, bajando terriblemente arrepentido la cabeza, descendió despacio las escalinatas de la pérgola como si de repente estuviera terriblemente agotado. Ante la mirada apenada de todos, se encaminó hacía la casa con los hombros hundidos y casi arrastrando los pies como si de pronto estuviera tan cansado que no pudiera ni caminar
 -Será mejor que nosotros nos vayamos mi reinita, creo que por hoy ya ha sido suficiente...- habló calmadamente Ben e hizo amago de levantarse de su silla
-¡No Ben, por favor!- clamó al instante Helena con voz angustiada sujetándole fuertemente del brazo impidiéndole que se levantara- por favor Ben, no os vayáis, os lo ruego- le suplicó mirándolo esperanzada, él tomó aire profundamente
-Pero mi Leni preciosa...
-Por favor Ben, por favor; hace muchísimos años que Lupe y yo no nos vemos y apenas hemos podido hablar; quedaos hasta mañana, por favor- insistió dulcemente y él sonrió derrotado
-Por mí está bien, preciosa; pero te aviso que yo no pincho ni corto absolutamente nada... quien lleva el mando siempre desde que nos casamos es mi reinita morena- expresó chistoso volviendo a sentarse y todos rieron amenos
 -Entonces yo me voy a avisar a Juanita que seremos algunos más para la cena- resolvió dispuesta nana levantándose de su silla y se marchó a la casa
-Bueno, pues nosotros... ¿qué os parece si nos vamos a enseñarle los caballos a Lucy?- propuso intentando parecer desenfadada Ellie
-¡¡Oh por Dios Ellie, esos bichos huelen...!!- iba a protestar Megan pero el gesto con los ojos que le hizo su hermana melliza la hizo recapacitar- ¡Sí, buena idea! ¡Tiene mucha ilusión por verlos ¿verdad preciosa?!- resolvió finalmente muy jovial acariciando la mejilla de la pequeña que sonrió divertida al darse cuenta de lo que los muchachos intentaban
-Perfecto, pues vamos allá entonces mi morochita preciosa- expresó animoso Nico cogiendo en brazos a su hermana pequeña y todos se marcharon charlando alegres en dirección a las caballerizas.
Los tres adultos se quedaron mirándolos alejarse conmovidos por aquel detalle ya que, aunque quisieron disimular, se había notado demasiado que había sido para dejarlos solos.
-¿Lo saben, verdad?- instó muy serenamente Helena soltando un profundo suspiro. Lupe apretó sus labios viéndose atrapada
-Sí preciosa, ya sabes como se le suelta la lengua a Lupe cuando se calienta- respondió Ben tomándole cariñoso una mano entre las suyas, ella sonrió dulcemente mirando compasiva a su buena amiga que movió derrotada los hombros mirándola apenada por su falta de tacto
-Tranquila cielo, no importa; además, mirando cómo se presentan las cosas, era cuestión de tiempo que se descubriera todo- expresó tierna y soltó un hondo suspiro- lo único que me apena es que culpen al abuelo de todo lo ocurrido como él lleva haciéndose todos estos años; y no es así, tanta culpa tuvo él como yo- añadió apesadumbrada
-Son buenas muchachas y comprendieron, no te inquietes- aclaró cariñosa y se sonrieron dulcemente
-Podéis estar bien orgullosos, tenéis unos hijos maravillosos- expresó emocionada Helena posando su mano libre sobre las de Lupe
-Y lo estamos mi niña- contestó orgullosa Lupe- aunque tu no te quedas atrás, tus niñas son también unas muchachas preciosas e increíbles mi chula- añadió con gran satisfacción
 -Son mi pasión Lupe, además de mi orgullo; es lo más hermoso que él me pudo dar y lo único en esta vida que me anima a seguir adelante- expresó con amor impresionante pero con el rostro ensombrecido de nuevo; Lupe se cruzó una mirada conmovida con su esposo y se quedaron callados unos segundos- ¿Cómo está él, Ben?- se atrevió a preguntar por fin bajando su mirada al suelo
-Bien mi preciosa, Josh está bien- respondió dulcemente, ella esbozó una tierna sonrisa complacida sin levantar la cabeza- Pero ¿Y tú mi ángel? ¿Cómo estás tú?- indagó cariñoso pero con preocupación en la voz posando su dedo índice en la barbilla de Helena obligándola a mirarle a los ojos, ella obedeció y clavó aquellos preciosos ojos color miel en los de Ben
 -Bien también- contestó moviendo desentendida los hombros y ambos se quedaron mirándose unos segundos a los ojos fijamente
-Helena, no puedo aguantar más esta incertidumbre, tengo que preguntártelo y por favor dinos la verdad... ¿lo que Josh sospecha es cierto? ¿Kathy es su hija?- preguntó directo mirándola muy fijamente a los ojos, también Lupe la observaba expectante a cualquier gesto delator pero su reacción no dejó cabida a dudas: sus ojos se abrieron aterrorizados y su rostro palideció de pronto- ¡¡Leni por todos los demonios ¿qué rayos has hecho?!!- exclamó alarmado al verla
-¡Virgen de Guadalupe!- expresó al tiempo Lupe impresionada por lo que acababan de descubrir
-¡¡Oh Dios santo, no me digáis que Josh ha visto a nuestras niñas!!- clamó tremendamente asustada oprimiéndoles nerviosa las manos a ambos, Lupe y Ben se miraron atónitos unos segundos antes de regresar sus miradas al rostro de Helena
-¡¿Cómo que... “vuestras niñas” Helena?!- interrogó pasmado mirándola sobrecogido, ella calló mirándolo abatida- ¡¡Oh por todos los demonios, Helena!! ¡¿Qué has hecho chiquilla?!- repitió echándose torturado las manos a la cabeza
-¡¡No me juzgues Ben, por Dios os lo pido, vosotros no por favor!!- exclamó afligida mirándolos con gran angustia en la mirada
-¡Por los clavos de Cristo Leni, nadie te juzga chiquita! Las muchachas nos han contado por el infierno que has pasado y... ¡¡qué carajo, ese tipejo se merecía todo lo que le pasó y más corazón!! pero... ¡¿cómo has podido hacerle esto a Josh Helena, por Dios santo?! ¡¿Cómo has podido ocultarle que teníais no una sino tres hijas, Leni?! ¡¿Sabes el dolor que le provocarás así se entere?!- le reprochó con resentimiento en los ojos
-¡¡No puede enterarse Ben, no puede!! ¡¡Júrame que no se lo dirás!! ¡¡Y tú también Lupe; jurarme que él no lo sabrá nunca!!- expresó angustiada sujetándoles atormentada sus manos
-Pero Leni... ¿cómo no vamos a decírselo? ¡¡Son sus hijas, Helena; tiene derecho a saberlo!!- exclamó ilógica Lupe
 -¡¡No, por favor; os lo ruego!! Lo conocéis tan bien como yo y si llega a saberlo, las querrá conocer y no habrá quién lo detenga y entonces... entonces ¡¡ellas se enterarán de todo y las perderé ¿no lo comprendéis?!!- clamó afligida pero ellos la miraban sin entender nada- ¡¡Me despreciarán, Lupe; mis hijas me despreciarán cuando sepan que su madre engañó a su padre con otro hombre!! ¡¡Sabrán que me merecía cada bofetada, cada patada de su padre, cada insulto, por ser una mala mujer y no podré soportarlo!!
-Pero ¡¿Qué rayos estás diciendo Helena?! ¡¿Acaso has perdido la razón o que rayos te ocurre?!- le increpó atónito Ben sujetándola por los brazos y mirándola incrédulo a los ojos, ella lo miró atemorizada- ¡Por Dios bendito chiquilla! ¡¿Cómo puedes ni siquiera pensar eso preciosa mía?!- añadió algo más sereno posando sus manos tiernamente en su rostro descompuesto- ¡¡Tú nunca fuiste ni serás una mala mujer Leni y mucho menos por lo que te obligaron a hacer, pequeña!! Leni, tú solo te entregaste al hombre que realmente amabas, nada más cielo mío; y tus hijas lo entenderán perfectamente porque te quieren con locura y dan el alma por ti cariño ¿acaso lo dudas?- aseveró contundente, ella no dijo nada- ¡¿Por eso soportaste las palizas de ese desgraciado sin hacer nada y ni siquiera defenderte, Helena?! ¡¿Por qué crees que te las merecías?! ¡¿O eso te hizo creer ese maldito desgraciado, Leni?!- instó desconfiado
 -Él... me amenazaba con llevarse a mis niñas Ben... y no podía soportar la idea... eran mías Ben, mías y de Josh... no de él; él no las quería, las despreciaba, las maltrataba... ¿cómo iba a dejar que se las llevara?- habló entrecortadamente por las abundantes lágrimas que sus ojos vertían sin poder contenerlas, Ben la rodeó con sus brazos y la abrazó conmovido contra su pecho
-¡¡Dios mío Leni, no sabía que eras tan influenciable mi chiquita!! ¡¿Cómo has podido creerte todo lo que ese hijo de puta te decía?! ¡¿Acaso crees que Josh lo permitiría?! ¡¡Nunca Leni, él nunca dejaría que ese desgraciado se llevara a sus hijas!!- aclaró rotundo besándola cariñoso en la cabeza
-Por supuesto que no mi niña; ni nosotros tampoco Leni ¿por qué no buscaste a Josh? ¿Por qué no le pediste su ayuda? ¡¡Sabes que él vendría de inmediato a buscarte aunque tuviera que atravesar el Pacífico a nado, cariño mío!! ¡¡O a nosotros mi ángel!! ¿Por qué no acudiste a nosotros Leni? ¿Por qué no nos contaste lo que estabas pasando?- interrogó conmocionada Lupe
-No podía Lupe... no podía... Eric me amenazó con decírselo todo a mi padre... si seguía viendo a Josh... y si él llega a enterarse de lo que hice y quién es realmente su hija... lo hubiera matado Lupe, y sea cómo sea o hiciera lo que hiciera... ¡¡es mi padre Lupe y le quiero muchísimo!!- sollozó angustiada
-¿Realmente crees eso Leni? Porque yo creo que no; yo creo que lo que pensaría es que su hija es una persona maravillosa que si hizo lo que hizo fue únicamente por su culpa, si él la hubiera dejado ir con el hombre que ella verdaderamente amaba, nada de eso hubiera sucedido y quiero pensar Leni que no sé si hasta te apoyaría si llegara a enterarse- explicó sensatamente Ben
-No que va, sé que se moriría...
-¡¡Por todos los demonios Leni ¿y ver a su hija siendo maltratada y golpeada sin poder hacer nada, crees que fue mejor para él?!! ¡¿Qué no sufrió aún más que sabiendo la verdad?! ¡¡Por la Virgen de Guadalupe Helena, espabila de una vez caramba que ya eres mayorcita!!- le increpó molesta Lupe por su ilógico proceder, ella escondió su cara contra el pecho de Ben y aún lloró más desconsolada- Leni, mi ángel...- habló más comedida acariciándole dulcemente la cabeza- Leni, tienes que decírselo cariño mío: a ellas y por supuesto a Josh...- insistió rotunda
-No- apenas balbuceó ahogada por las lágrimas y la angustia
 -Sí, Helena, Lupe tiene razón, debes hacerlo; y no temas nada por tus hijas porque esas chiquillas te quieren con locura mi niña, nunca te culparán de nada y mucho menos te despreciarán, jamás mi ángel, y tanto ellas como Josh tienen derecho a saber la verdad- instó animoso Ben besándola tierno en la cabeza de nuevo, ella empezó a calmarse, parecía entrar en razón
-Claro mi niña; además puede que hasta te lleves una sorpresa así lo sepan...- expuso picarona Lupe, Helena retiró levemente la cabeza del pecho de Ben mirándola intrigada- ¿sabes qué dijo Meg cuando conoció a Josh? ¡¡Que era guapísimo y cómo presumiría ella si fuera él su padre y no el imbécil que les tocó en suerte!! ¡¡Y mira tú, va a ser cierto!!- aclaró resuelta
-¡Dios santo ¿y él la escuchó?!- se alertó sobrecogida, Lupe negó con la cabeza- menos mal... Esa chiquilla no sé a quién sale, es incorregible; siempre habla sin pararse un segundo a pensar antes y puede llegar a decir auténticas barbaridades- expuso reprochadora Helena pero con gran pasión hacía su hija
 -Pues a mí me encanta su desparpajo; es sincera, natural, espontánea... ¿y dices que no sabes a quién sale? Pues yo lo tengo muy claro mi niña- expresó gustosa, ella la miró dudosa- ¡Pues a Josh también, como Kathy! ¡Megan es un cuadrito de Clarise, la hija de Adele; tanto en su forma de actuar como en muchos gestos que tiene!- aclaró complacidamente satisfecha
-¡¡Ey, tienes razón mi reinita; claro que se parece, se parecen muchísimo!!- remarcó conforme Ben y los tres rieron tiernamente divertidos.
 -Una cosa más preciosa mía y ya no te atosigamos a más preguntas...- empezó a hablar tierno Ben
-Habla por ti, mi rey; porque esta muchachita a mí aún tiene mucho que contarme- lo interrumpió rápidamente Lupe con desparpajo mirando pícara a Helena y los tres volvieron a reírse comprendiendo que quería saber cómo se habían encontrado Josh y ella
-Leni... ¿por qué cuando al fin quedaste viuda, no buscaste a Josh? Ya estabas libre, cielo, ya tus miedos al que dirían no tendrían fundamento ¿por qué seguiste aquí encerrada sin ir a buscarlo? ¿acaso...?- preguntaba intrigado pero de pronto se calló mirándola retraído
-¿Acaso...?- repitió ella instándole a hablar
-¿Acaso... ya no le amas Leni? ¿Lograste olvidarlo?- se atrevió al fin a preguntar, ella cerró los ojos unos segundos
-¿Olvidarlo, Ben? ¿Cómo crees que pude olvidarlo si él me dio el regalo más preciado de este mundo: mis tres preciosas joyas? ¿Si cada vez que las veo, veo a Josh? Porque sí, físicamente solo Kat se parece a él, pero las tres tienen mucho de Josh, Ben, muchísimo ¿De verdad puedes pensar que lo olvidé?- expresó con pasión, él sonrió dulcemente derrotado- ¿Y si ya no lo amo? ¡Que pregunta! ¿Sabes que era lo que me ayudaba a superar el infierno que estaba viviendo, Ben? Naturalmente mis pequeñas, claro está, pero también el amor tan grande que siento por él; este gran amor que, en vez de irse apagando con el tiempo y la distancia, fue creciendo cada vez más y más dentro de mí- se calló unos instantes y sonrió dulcemente- cada vez que Eric me golpeaba, yo cerraba los ojos y recordaba aquellos maravillosos momentos en los que estaba entre los brazos de Josh; sus caricias, el olor de su piel, sus besos... eso era lo que me daba fuerzas para soportar aquellas palizas
-Entonces mi chula ¿por qué, como dice Ben, no corriste a buscarlo así te viste libre de ese desgraciado, mi niña?- instó incomprensible Lupe
-Porque no pude mi Lupe preciosa, aunque te juro que era lo que más deseaba en este mundo, no pude hacerlo- expresó entristeciéndosele de nuevo el rostro y sus ojos volvieron a humedecerse de lágrimas- cuando Eric murió, el rancho estaba en la completa ruina y me vi en una encrucijada: marcharme y abandonar en esa situación a mi padre, cosa que nunca podría hacer porque como he dicho ya, sea como sea y haya hecho lo que haya hecho, es mi padre y le quiero... o llamar a Josh y decirle lo que estaba pasando, cosa que tampoco podía hacer ya que sé muy bien que se tragaría su orgullo y vendría de inmediato a ayudar y yo nunca permitiría que luchara junto al hombre que tanto lo insultó y humilló a salvar unas tierras de donde lo echaron de tan malas maneras, jamás- remarcó tajante y los miró abatida a los dos a los ojos posando cariñosa sus manos sobre las de ellos- ¿comprendéis ahora por qué tampoco os busqué a vosotros?
 -Sí mi niña, pero eso no importaba, vendríamos por ti corazón, por ti y tus niñitas- indicó dulcemente Lupe
-Lo sé, pero yo nunca en la vida permitiría que ayudarais a levantar el lugar de donde os echaron tan impunemente- añadió dolidamente decidida, ellos suspiraron profundamente comprendiendo su decisión
-Bueno, ahora dejemos esta conversación que ahí regresan los muchachos y no tienen por qué enterarse de lo que aquí pasó hace años y ya quedó atrás- indicó Ben posando tierno sus manos en las mejillas de Helena y le secó las lágrimas con sus dedos, ella le sonrió agradecida
-¿Has podido hablar por fin con Jacob, Nico?- indagó interesada Kathy mientras regresaban a la pérgola y aprovechando que se quedaran retrasados del resto
-Sí mi ángel- respondió sereno besándole tierno la mano que llevaba entrelazada a la suya
-¿Y qué es lo que le pasa?- instó impaciente
-Lo que pasa es que mi hermanito, ahí donde lo ves, es tan bruto como tan cobardica, cielo mío- expuso esbozando una divertida pero cariñosa sonrisa- la quiere con pasión Kat y lo está pasando fatal porque por un lado la desea a rabiar pero por otra parte teme estar precipitando las cosas y que Ellie, aunque lo parezca, no esté aún preparada para dar ese paso y le da auténtico pavor provocarle algún tipo de daño; por eso entra en pánico así las cosas se calientan un poco entre ellos y huye- explicó sincero
-¡Vaya!- exclamó asombrada Kathy, Nico movió desarmado los hombros- y así ¿qué puede hace Ellie? ¿Hablarlo con él?- preguntó insegura
-Con Jacob lo más fácil y rápido mi amor es actuar, no hablar; así que, si Ellie realmente está preparada y de verdad lo desea, que se lance de una vez y vaya a por él, porque como espere a que lo haga Jake... antes le saldrán pelo a las ranas- resolvió chistoso y Kathy rió divertida.
Durante la cena en el gran comedor de la casona, charlaban amenos y distendidos sobre los preparativos de la boda quedando muy claro que sería algo íntimo y familiar, sin muchos invitados ni gran pomposidad
-Bueno ¿Y habéis decidido dónde vivir?- preguntó curioso el anciano Williams- Supongo que te nos irás a la ciudad ¿no, mi niña? Así que, si queréis comprar una casa o preferís un piso, podemos arreglarlo…
-No se preocupe por eso abuelo Williams que también lo hemos hablado y llegado a un acuerdo- contestó resuelto Nico, el anciano lo miró intrigado- aunque no habría ningún problema en vivir en la ciudad ya que mi...- explicaba distendido pero se calló de pronto y miró retraído a Helena que, aunque se sonrojó levemente, le sonrió tranquilizadora indicándole que podía seguir hablando sin problema, él le sonrió agradecido- mi padrino tiene una casita en la ciudad que apenas usa ya que siempre está embarcado y sé de buena tinta que si se lo pido nos dejaría encantado vivir en ella; pero Kat no quiere dejar de ayudar en el rancho mientras su estado se lo permita, así que hemos decidimos vivir aquí, claro está, si ustedes no tienen inconveniente...
-¡Ninguno muchacho; esta casa es grande y hay sitio de sobra! Al revés, no me atrevía a proponéroslo por si me decíais que no- aclaró cohibido y todos rieron alegres
-Pero ¿cómo harás m'hijo?- pregunto preocupado su padre- ¿Irás todos los días a la ciudad desde aquí? Será un trayecto largo y pesado
-Sí, cierto que tendré que madrugar un poco más, pero es mucho más lógico y normal que pase yo ese inconveniente a que nos vayamos a vivir a la ciudad y esté yendo y viniendo Kat con su pancita después ¿no lo crees así, pá?- aclaró decidido y su padre asintió conforme con la cabeza
 -Además, será por poco tiempo ya que pronto empezarán a construir la nueva autovía y después estaremos a escasa media hora de la ciudad- agregó animada Kathy
-Y aquí la bebita crecerá en un ambiente más sano que entre la contaminación de la ciudad- añadió entusiasmada Ellie provocando las sonrisas tiernas del resto
-Mira que eres tozuda ¿eh?- le recriminó socarrón Jake, ella le echó burlona la lengua y todos rieron divertidos continuando con la cena.
Ya se habían retirado cada uno a su cuarto hacía un buen rato cuando llamaron suavemente a la puerta del dormitorio de Ellie
 -Ellie ¿ya te has acostado?- indagó Kathy abriendo levemente la puerta y asomando su cabeza encontrándola aún levantada acabándose de poner su pijama, se sonrieron alegres y Kat entró decidida en el dormitorio
-¿Qué pasa Kat? ¿Acaso te encuentras mal?- interrogó inquieta
-No, que va, estoy perfectamente; solo quiero hablar contigo- resolvió desenfadada acercándose a su hermana tras cerrar la puerta; su hermana observó que traía un camisón malva colgado del brazo y la miró intrigada
-¿De qué Kat? ¿No puede esperar a mañana?
 -No, no puede- resolvió rotunda, Ellie abrió sus lindos ojos desconcertada- Ellie... ¿de verdad deseas y estás decidida y preparada para dar ese paso con Jacob?- preguntó directa y sin más vueltas mirando fijamente a los ojos de su hermana
-Sí, lo estoy- respondió decidida
-Pues quítate ese pijama de inmediato y ponte este camisón: esta noche ese no se nos escapa- aclaró chistosa extendiendo su mano en el que llevaba el camisón hacia ella mientras le guiñaba pícara un ojo; Ellie abrió atónita sus ojos
-¡¿Hoy Kat?! ¡¿Y aquí?! ¡¿Con tanta gente en casa?!- exclamó amedrentada
-¡Olvídate de todo Elizabeth! ¡¿Deseas hacerlo o no?!- expresó contundente
-Sí, mucho, muchísimo, pero...
-¡¡Pues no dudes Ellie, ahora es el momento y tienes la oportunidad!! ¡¡vamos!!- clamó con rotundidad moviendo con decisión el fino camisón ante ella, Ellie rió divertida y obedeció.
 Helena, tras ponerse cómoda, salió al jardín por las puertas correderas de su dormitorio. La noche estaba cálida y hermosa, la luna brillaba intensamente en aquel precioso cielo plagado de estrellas. Al instante, sus ojos quedaron atrapados por la última estrella que formaba el rabito de la Osa Menor... “Mi estrellita del Norte” resonó dulcemente la voz de Josh en su memoria y hasta pudo sentir sus ardientes labios besándola en el cuello produciéndole un maravilloso escalofrío que le recorrió todo su cuerpo; tomó aire profundamente y paseó despacio hacía la pérgola como todas las noches. Se sentó en una silla y, mirando aquel precioso cielo estrellado rodeada de aquel maravilloso silencio solo roto por el cantar de las cigarras, se dejó llevar por sus pensamientos una noche más hacía los brazos de su amado Josh...
-¿Una tisana de hierbabuena, mi niña?- la sacó de su abstracción dulcemente Lupe mostrándole una fina tacita de té ante ella, Helena le sonrió agradecida
-¿Qué haces aquí? ¿Tampoco puedes dormir?- preguntó amable recogiéndola
-No tengo problemas de sueño, si te refieres a eso; pero quiero aprovechar que podemos estar tranquilas y a solas para hablar contigo y te fui a buscar a tu cuarto, pero al no encontrarte, me supuse que estarías aquí como de niña- explicó desenfadada sentándose a su lado, Helena sonrió dulcemente
-¿Y Ben? ¿No se molestará si despierta y no te encuentra a su lado?- expuso inquieta, pero Lupe rió tranquilizadora
-No, tranquila, se lo he dicho y lo comprende; además, ya lo he dejado bien contento y ahora dormirá como un bendito hasta mañana por la mañana- aclaró desenvuelta y ambas rieron divertidas quedándose unos minutos en silencio- venga Leni, empieza a contarme- expresó interesada rompiendo aquel silencio, Helena la miró confundida
-¿El qué?- expresó sin entender
-¡¡Pues todo chica, que a veces me pareces tonta!!- exclamó desenfadada abriendo aquellos hermosos y grandes ojos negros, Helena rió entretenida y comenzó a contar su historia desde aquel terrible día en que los vio marchar y supo al instante que su felicidad se marchaba en aquel taxi amarillo...
Megan cruzaba de puntillas el pasillo en dirección al cuarto de Cris intentando no hacer ruido cuando la sorprendió su hermana Kathy abriendo de pronto la puerta de su dormitorio con solo un pícaro salto de cama negro. Ambas sobresaltadas se quedaron mirándose amedrentadas un segundo
 -¿A dónde vas a hurtadillas?- preguntó por fin Kathy
-¿Y tú solo con eso puesto?- contestó descarada mirándola traviesa de arriba abajo, Kathy se mordió atrapada el labio inferior
-¿Tendrás cuidado, verdad?- recomendó simplemente mirándola tierna
-Tranquila que, aunque mi pichoncito es un fogoso alocado, es algo más sensato que uno que yo conozco- resolvió chistosa y ambas rieron amenas dirigiéndose cada una a su destino.
 Jake cerró por fin los grifos del agua tras darse una complaciente y prolongada ducha justo para oír como se cerraba suavemente la puerta de su dormitorio, sonrió enternecidamente divertido
 -¿Qué te pasa princesita? ¿No puedes dormir acaso?- expresó cariñoso saliendo del baño enroscándose una toalla a su cintura pero se quedó pasmado y boquiabierto al descubrir que la que había entrado a hurtadillas en su cuarto no fuera su hermana Lucía como sospechaba sino Ellie llevando puesto solo un fino camisón de seda malva que se amoldaba a su figura maravillosa que de nuevo había recobrado. Sus ojos quedaron atrapados al instante en aquellas finas puntillas negras que cubrían sus perfectos y redondos pechos pero que no lograba ocultarlos pudiéndose percibir claramente sus duros pezones haciéndolo muy pero que muy provocador. A Jake aquella excitante visión le alteró la sangre al instante y tragó trabajosamente saliva intentando mantener la calma- ¿Qué haces aquí Ellie?- preguntó sin poder apartar sus ojos de aquellos hermosos pechos que se movían levemente al ritmo de su alterada respiración, ella le sonrió delicadamente
-¿Tú qué crees?- expresó melosa mirándolo con ardor en los ojos mientras se acercaba a él muy despacio; Jake volvió a tragar dificultosamente saliva, sentía inquieto como su cuerpo reaccionaba imparable al deseo de aquel provocador cuerpo que cada vez estaba más cerca y hacía esfuerzos titánicos para controlarlo aunque le estaba resultando tremendamente difícil esta vez
-Ellie, cielo...- apenas pudo murmurar cuando ella ya estaba frente a él
-Chisss…- le susurró con voz melosa al oído posando suavemente su cálida mano en el pecho desnudo de Jake que sintió al instante como ardía su piel a aquel dulce contacto y un delicioso escalofrío le recorrió la espalda erizándole cada milímetro de su piel- no sé qué te pasa conmigo que siempre me evitas pero yo no aguanto más, Jacob- siguió murmurándole al oído con aquella voz melodiosa que lo debilitaba tremendamente en su intento de contenerse y posó dulcemente sus labios en el cuello de Jake provocándole que su corazón latiera de repente a mil al tiempo que se cortaba su respiración
-Ay mi chiquita, por Diosito Santo, detente- apenas pudo murmurar suplicante y cerró los ojos buscando un algo de fuerzas para controlar todo aquello que se le estaba escapando a su control de manera descomunal; pero ella no obedeció a su súplica y paseó suavemente sus manos por su pecho excitándolo tremendamente recorriendo despacio sus costados hasta alcanzar su espalda y la acarició muy despacio- Ellie, te lo pido por tu madre... para o yo ya no podré contenerme- expresó ya totalmente derrotado
-Eso es lo que quiero, que dejes de contenerte porque todo mi cuerpo desea estar contigo y ya no quiero ni puedo esperar más- expresó rotunda y se retiró decidida los finos tirantes del camisón que llevaba puesto escurriéndose rápidamente al suelo quedándose totalmente desnuda ante él
 -Mamasita linda, pues ya lo has conseguido porque esto ya no lo detiene ni Cristo Bendito aunque apareciera en persona- exclamó excitado y la atrapó entre sus brazos fundiéndose en un beso ambicioso dejando al fin libre toda la pasión que los embargaba mientras sus cuerpos se oprimían codiciosos de sentirse más unidos, más juntos, completamente fusionados...

No hay comentarios:

Publicar un comentario